martes, 3 de junio de 2025
CARTA A MARIANA, CON UN LIBRO DE NATARÉN
Querida Mariana: José Natarén escribió un libro, un libro que habla de otros libros, libros de poesía de un gran poeta. Pepe es poeta y ensayista, hizo acopio de estas dos facultades para estudiar la obra completa de la Voz Mayor de la Poesía: Óscar Oliva.
De entrada, nos dice que la obra de Oliva reúne trabajos escritos durante setenta años, ¡setenta años! La obra del maestro Óscar es un espléndido mural, si sus poemas fueran cuadros, el Museo del Louvre sería insuficiente para acoger tantas imágenes.
¿Cómo resumir una obra tan variada y extensa? Pepe logró el prodigio, porque su libro “Óscar Oliva: al Norte del futuro. Apuntes para un ensayo sobre la obra del poeta”, logra llevar a los lectores a un íntimo acercamiento. Labor nada sencilla. ¿Cuánto tiempo dedicó Pepe Natarén en escribir este libro? En alguna entrevista dijo que tres años. ¡Falso!, pensé de inmediato. ¡Fue más tiempo! ¡Mucho más! Su trabajo es pulcro, inteligente, hace asociaciones. Imagino el deleite al ir tomando notas conforme leía la obra completa del maestro Oliva, se trataba de hacer una síntesis de setenta años de labor disciplinada y talentosa, pero ante cada anotación aparecía la relación con otros poetas; es decir, la senda donde caminó lo llevaba a otros senderos, muchos donde, como advirtió el poeta, hizo camino al andar. Y en su andar logró descubrimientos. Todo esto es lo que nos entrega en su libro. El bagaje cultural de Pepe es impresionante, acá lo empleó para hacer más visible el fruto de inmenso árbol.
Dije que él se paró frente a un gran muro (sala de exposiciones de un museo hecho de palabras), se regodeó ante tal vastedad, con la mira del experto, de quien desea apropiarse de la esencia. Los lectores de su libro, ahora, podemos caminar al lado de él y pararnos en el mismo lugar donde él estuvo y abrevar la palabra libre del poeta Óscar Oliva, pero está Pepe Natarén haciendo apuntes para que nuestra mirada también reciba más luz. Él logró colocar una corona de oliva al poeta, una hecha de palabras sencillas que, como si fuera plática de café (pero de un café literario, tan en boga en París), nos compartiera lo que considera es una de las preocupaciones capitales del poeta: “la fugacidad, el instante irrepetible”. Esto también nos entrega Natarén, la idea de que él capturó también la palabra de Oliva para que la tengamos presente. Pienso que el libro cumple su objetivo de ser un apunte ante una obra tan universal, un mínimo apunte, pero redactado con ánimo de abarcarlo todo, hasta donde la mirada puede alcanzar el total del cosmos.
Como bien lo menciona en su libro, Natarén “buscó nuevos significados y otros sentidos en la obra del poeta Óscar Oliva”. Los expertos en la poesía del maestro hallarán en este libro una mirada distinta, que puede dar pie a la discusión; para quienes no han tenido la oportunidad de conocer la poesía de Oliva acá hallarán una buena guía, podrán pararse a admirar, asombrados, la obra del poeta.
Natarén se unió al grupo de grandes poetas y ensayistas chiapanecos que, ¡en buena hora!, han vuelto la mirada hacia nuestra entraña. Ahora recuerdo espléndidos ensayos de Carlos Gutiérrez, de Jesús Morales Bermúdez, de Gustavo Ruiz Pascacio, de Héctor Cortés Mandujano, de Mario Nandayapa, que tratan acerca de la vida y obra de poetas chiapanecos. Los del Sur ven hacia el Sur y nosotros, también habitantes del mismo territorio, descubrimos que los nuestros son grandes, enormes ceibas, como es la obra de Oliva.
Posdata: Natarén vino a Comitán a presentar su libro, lo hizo en el Museo Rosario Castellanos, dentro de los actos oficiales de la celebración del Centenario del Nacimiento de la escritora comiteca. Vino a decirnos que hay que ver ¡al norte del futuro!
¡Tzatz Comitán!