miércoles, 15 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON UN ÁNGEL

Querida Mariana: en Florencia, Italia, los espacios públicos están llenos de esculturas. Tal vez sea un atrevimiento lo que diré, pero nuestro pueblo es la ciudad de Chiapas que tiene más esculturas en los espacios públicos. Mucho de ello se debe a la iniciativa de Luis Aguilar, nuestro escultor comiteco. Sus obras están en los espacios donde caminamos todos los días. En un recuento veloz nombramos la escultura de Las Lolas y la de Rosario Castellanos, que están en el parque central, en el corazón de la ciudad. En el parque de La Pila hallamos el puma de la leyenda (Luis le quitó la montera al león. Pucha). En el parque de San José está la escultura de los músicos. ¿Cuál me falta? Además, gracias a los simposios de escultura que Luis promovió, nuestro pueblo tiene un gran legado de esculturas en madera, en hierro y en mármol, diseminadas en muchas partes (muchas, por desgracia, en total descuido). Ahora, desde hace pocos meses, Comitán puede admirar una obra escultórica del gran artista michoacano Jorge Marín. En el hotel “La Casa del Marqués”, que está frente al parquecito de San José, está expuesta una obra del genial Jorge Marín. Esto es uno de los grandes privilegios de la mirada. Al hotel llegan muchos visitantes para hospedarse, pero, además, llegan muchas personas al restaurante; es decir, el espacio está abierto a quien desee conocer el interior del hotel, que, como sabés, unió dos casas tradicionales de Comitán, lo que le permite poseer uno de los patios más hermosos, y en este patio está ahora la escultura en bronce de Marín. Vos sabés que la obra del escultor michoacano está en muchos espacios públicos y en residencias de coleccionistas. Es uno de los más relevantes artistas del bronce. Basta decir que cuando los viajeros llegan al Aeropuerto Internacional Benito Juárez, de la Ciudad de México, el abrazo que reciben es una pieza de Jorge. Marín es un artista figurativo, que tiene elementos simbólicos: la máscara, la esfera y las alas. Sus personajes (masculinos, sobre todo) conforman un universo que amplía nuestra mirada, que da aire a nuestro entorno. La primera vez que estuve frente a una obra de Marín llegó a mi mente una escena de la película de Wim Wenders “El cielo sobre Berlín”, donde un hombre, trepado en lo alto de un edificio, aparece con una gabardina, pero en la espalda tiene un par de alas difuminadas. Uno sabe que ese hombre es un ángel. Las esculturas de Marín tienen que estar en terrenos sólidos, porque están hechas de bronce, pero igual que los personajes de Wenders ¡levitan! No sería extraño que un día cualquiera fueran como colibríes y se pararan frente a las flores de los más altos árboles. Con alas o sin alas, los personajes de Marín ¡vuelan! Ante su obra nuestro espíritu también vuela. He ido tres veces al hotel “La Casa del Marqués”, en nuestro Comitán, para solazarme con las obras de arte que ahí están expuestas. Sin duda que este hotel es el que contiene más obras de arte, todo con un gusto exquisito. La escultura de Jorge ha hecho que, al estilo de Wenders, aparezca “El cielo sobre Comitán”. Es un lujo para Comitán, “La Casa del Marqués” es uno de los más hermosos hoteles de Chiapas, el mojol es el arte. El buen gusto lanza su atrincherado espíritu y lo convierte en un bosque, en una habitación donde la luz se tiende como en hamaca. Una escultura de Marín recibe a los viajeros en el aeropuerto de la Ciudad de México, acá, este prodigio en bronce está al lado del templo de San José, el hombre alado reposa sobre una esfera. El mundo es una despensa donde hay chunches prodigiosos. No sé cómo llegó este ángel a Comitán, llegó desde el taller del escultor en la Ciudad de México. A pesar de sus alas ¡no llegó volando! Tuvo que ser transportado vía terrestre. Ahora está en el hermoso patio del hotel. Fue necesario que 16 personas intervinieran para trasladarlo de la bodega donde permanecía. Este trabajo valió la pena, porque ahora la escultura está a la vista de todos, es un vuelo compartido. Comitán debe agradecer este gesto generoso de los propietarios del hotel. El vuelo de nuestra mirada tiene un punto de fuga. Posdata: la pátina del bronce ya se camufló con el verde de las plantas y árboles y con el azul azulísimo del cielo. ¡Tzatz Comitán!

martes, 14 de mayo de 2024

ACTO INAUGURAL

Llamaron a todos los niños. Los maestros los formaron y, al paso de uno, uno, uno, los llevaron a la parte posterior de la escuela, donde había un grupo de señores y señoras, ellos con saco y corbata, ellas con faldas rojas, blusas blancas y moños rojos, algo como una burbuja los mantenía unidos. Los niños fueron colocados frente a la comitiva de adultos. Las señoras, como si se hubiesen puesto de acuerdo, abrieron sus bolsos y sacaron abanicos. Los señores, también como si se hubiesen puesto de acuerdo, sacaron puros de las bolsas de las camisas, hincharon sus mejillas al prenderlos y una gran bola de humo los rodeó. Los niños supieron que los abanicos eran para soportar el humo y no para refrescarse, porque la mañana estaba gris y húmeda. Después que el director dio la bienvenida a la comitiva de señores y señoras, el que portaba una bandera la inclinó para que dos muchachos se acercaran a la resbaladilla y sostuvieran una cinta que fue cortada por tres señores y dos señoras. Los maestros dijeron a los niños que aplaudieran más fuerte, que demostraran agradecimiento a quienes habían donado la resbaladilla. Jamás en la escuela alguien se había atrevido a fumar, en el portón había un letrero que decía: “espacio libre de humo de cigarro”. De cigarro, bromeó un alumno, no dice de puro. La resbaladilla, nueva, estaba pintada de color café. Un maestro dijo que así no se notaría el óxido del tiempo. Que se subiera un señor, dijo el director. Sí, sí, corearon los demás y los niños, obligados por los maestros, dijeron: sí, sí, que se suba. La nube de humo se había concentrado, la resbaladilla estaba como en medio de una burbuja de niebla. Los señores se quedaron viendo, hasta donde el humo se los permitía y la mayoría señaló al más gordo y mayor de edad. Sí, aprobaron todos, que él fuera la persona que estrenara la resbaladilla, que, según palabras del director, propiciaría horas de felicidad a los chiquillos. La escuela era especial para varones y no contaba con un espacio para hacer deporte. La resbaladilla la habían colocado al lado de los sanitarios. Las señoras intensificaron el movimiento de sus abanicos, porque una peste de orines y caca flotaba en el entorno. El señor elegido apagó el puro, se quitó el saco, se arremangó la camisa y caminó hacia la resbaladilla. Si la resbaladilla resiste, aguantará todo, dijo un maestro. El señor puso sus manos en los tubos, colocó un pie sobre un escalón de metal, y una señora, todos dedujeron que era su esposa, colocó sus manos en el enorme trasero del señor y empujó. No resistirá, dijo un maestro. La resbaladilla chirriaba a cada paso del señor. Se está inclinando, dijo otro maestro. La resbaladilla quedó coja, como si fuera hija de la Torre de Pisa. No aguantará, dijo el primer maestro. El señor hará un hoyo como si cayera un meteorito, dijo el segundo maestro. Todos los niños apostaban a que era cosa de segundos para que la resbaladilla se hiciera añicos. El señor ya había llegado hasta la parte más alta, en medio de aplausos. Se acuclilló para sentarse, ese movimiento hizo que la resbaladilla se reacomodara en su vertical, pero que se hundieran las patas traseras y, como si fuera un balancín, la parte delantera quedara al aire. A la hora que resbale hará que su peso lo acomode, dijo otro maestro. A la una, a las dos y a las… gritaron todos. ¡Tres!, dijo el señor de la resbaladilla, y soltó su cuerpo de hipopótamo, pero no se deslizó. Su trasero desgajó los laterales de la resbaladilla, los tornillos que detenían la lámina de bajada brincaron como tapones de sidra y el señor y la resbaladilla se precipitaron al suelo. Todos vieron cómo se resquebrajó la pecera formada por el humo, por esa grieta entró la nube de polvo. Los niños, con las manos en las bocas, deteniendo las carcajadas, se hicieron para atrás, mientras los adultos corrían a levantar al padrino de inauguración. Al otro día llegó una cuadrilla a levantar los fragmentos de la resbaladilla. Los mecenas se comprometieron a enviar una más resistente, pero jamás cumplieron. Lo único que quedó fue el hilarante recuerdo y una inmensa bola de humo que jamás se desinfló, con el tiempo se cristalizó y ahora, en navidad, la usan como esfera llena de lucecitas, aunque sigue conservando un aroma desagradable de hoja de tabaco.

lunes, 13 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, EN UN BOSQUE

Querida Mariana: el Sub Marcos escribía sus cartas “desde un lugar de La Selva”. Esta carta te la escribo desde un lugar lleno de árboles. El inicio del séptimo Festival Internacional de Arte, Literatura y Ecología Balún Canán, organizado por el poeta Arbey Rivera, tuvo diversas sedes. El Maestro José Hugo Campos Guillén, mero mero del Colegio Mariano N. Ruiz, estuvo contento. Una de las sedes elegidas fue el campus de Los Sabinos. Visité temprano al maestro Hugo y me dijo que había destinado cuatro escenarios, que se había puesto de acuerdo con el poeta Arbey para que tres actos fueran simultáneos y el último (la presentación de un corto cinematográfico) sería en el Salón de Actos, al término de los demás. ¡Y así fue! Los participantes llegaron a las nueve de la mañana para degustar el desayuno que Silvia y Carlos les sirvieron en una de las cafeterías, y luego, a partir de las diez de la mañana iniciaron las actividades. En una parte del bosquecito, la maestra Nayeli Benhumea impartió el taller para mujeres: “El cuerpo cierto – Acción de memoria y tejido”. Las participantes se sentaron en el suelo para recibir la luz de la tierra, debajo de la sombra de los árboles. Simultáneamente, el corredor cultural se llenó de chicos y chicas, estudiantes de secundaria y de preparatoria, para escuchar un maravilloso concierto “Sones de viento y marea”, con tres espléndidos músicos oaxaqueños: Fernando Amaya (guitarra), Elian Ruiz (sax) y Esmeralda Fierros (percusiones). Asimismo, en otra parte del bosquecito, cuatro poetas y escritores leímos ante una audiencia de treinta o cuarenta chicos y chicas. Escuché la lectura de textos de mis compañeros de mesa y vi, con agrado, que la audiencia estaba atenta. Digo esto porque, lo sabemos, la música es jaladora por esencia, no existe ser humano que no disfrute la música, la lectura de poesía y de narrativa es una actividad más compleja. Pero esa mañana todo fluyó en forma genial. Nuestra joven audiencia recibió con agrado la música de la palabra. Primero, Pedro Pablo Uvence Rojas leyó unos poemas de su primer libro “El alba y las quimeras”, que recibió el Premio Regional de Poesía La Terrestre Raíz de las Palabras, organizado por el Puente Cultural del Sur Sureste, que es la institución que también promueve el Festival de Arte, Literatura y Ecología Balún Canán. Pedro Pablo estudió la primaria en el Colegio Mariano N. Ruiz, en el plantel de San Sebastián, hace ya algunos añitos. A continuación le tocó leer a Rosy Vázquez, quien se trasladó desde la ciudad capital chiapaneca. Ella leyó poesía. Con una gran capacidad oral jaló la atención de la audiencia y logró que ellos y ellas interactuaran. Al término de la lectura me comentó que también es maestra. Se notó. Posteriormente le tocó leer poesía al poeta Omar Fabián, quien llegó de Oaxaca. Finalmente participé. ¿Qué leí? Pues una de tus cartas, una donde te platico acerca del llamado vocacional. Al final de los tres actos simultáneos nos trasladamos al Salón de Actos, con butaquería y toda la cosa. Ahí disfrutamos la producción del talentoso joven director Diego Salgado. Al final de la exhibición hubo preguntas, respuestas y comentarios acerca de lo que vimos: “Tseb K’anal – Niña Estrella”, una leyenda de San Juan Chamula, realizada con gran profesionalismo. Todo estuvo a pedir de boca, pienso que el poeta Arbey quedó contento, tanto como quedó contento el Maestro Hugo. Rosy Vázquez, en su participación, dijo que le habría gustado que en sus tiempos de estudiante le hubieran llevado actos similares en su escuela. Tiene razón, cuando se dan estos actos culturales en las escuelas, algo de luz ilumina los espacios cotidianos y puede ser que ahí haya descubrimientos importantes para los chicos y chicas que comienzan a volar. Posdata: siembra incesante es la que promueve el poeta Arbey, la ausencia de luz se olvida y aparece un camino de hormiguitas cargando hojas verdes, llenas de savia, para una comunidad que aspira a ser sabia. En la foto, de izquierda a derecha: tu amigo, luego Omar, en seguida Rosy y al final Pedro Pablo, un oaxaqueño y tres chiapanecos (aunque Pedro Pablo nació en Guadalajara). Escribo esta carta en una zona arbolada del Colegio Mariano N. Ruiz, donde leímos, donde la palabra voló más libre, más juguetona, más con espíritu de mariposa. ¡Tzatz Comitán!

domingo, 12 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON HOMENAJE PARA RUPERTA

Querida Mariana: la escritora Ruperta Bautista fue homenajeada. El reconocimiento le fue brindado en el séptimo Festival Internacional de Arte, Literatura y Ecología “Balún Canán”. Un acto sobresalió en su homenaje. En la tarde del día 3 de mayo de 2024, el escenario del auditorio Roberto Cordero Citalán recibió a un grupo de artistas de la danza. Cinco niñas y su maestra interpretaron una danza contemporánea intitulada “Bordadora de palabras”. El escenario se convirtió en una gran pecera, el aire llenó la burbuja y las niñas, dirigidas por su maestra, fueron peces desplazándose a través de la esencia divina. Al término del acto, cuando Ruperta recibió su diploma y una hermosa pieza de barro realizada por el ceramista Manuel de Jesús Aguilar, las chicas se acercaron para tomarse la foto del recuerdo. ¿Y qué creés? También tuve el privilegio de que ellas se acercaran conmigo. Acá está la maestra Cristel Aguilar, quien es la directora de la Escuela de Danza Multidisciplinaria, en Comitán, y las cinco niñas que participaron en el homenaje para la escritora. Fue muy emotivo ver los desplazamientos de ellas, al unísono de la voz grabada de Ruperta; fue conmovedor ver cómo el arte une diversas disciplinas. Cristel escuchó la poesía de Ruperta e imaginó los desplazamientos que luego colocó en el cuerpo y en el espíritu de sus alumnas. Y después de horas y horas de ensayos la cinta de luz abrazó a la poeta homenajeada y a la audiencia. Fue mi privilegio tomarme una foto con tan destacadas artistas de la danza. A mí me encanta ver a las personas que bailan, sus cuerpos se unen a las almas y levitan por instantes, todo se vuelve blando, como si el aire fuera un río de algodón. La armonía se hace presente y juega rondas, sube escalinatas invisibles, siembra flores en el muro del aire. Los espectadores, sentados, sienten un hormigueo que se convierte en caricia, en la orilla de la plegaria. Ellas fueron peces, formaron un río, se movieron de un lado a otro, alzaron los brazos y las piernas y formaron una flor con cintas. Todo fue una enorme elegía, la urdimbre de un sueño que pedía despertar, despertar las conciencias, la sombra que se hizo luz. Sus rostros frescos eran como nidos para aves felices. Los espectadores saciaron su entusiasmo y supieron que, en ocasiones, el aire pare más aire, porque el hechizo fue como una planta de luz. Cristel está a mi lado. La niña Sueño es la primera de izquierda a derecha, acá está con los pies sobre la tierra, pero se advierte su cabellera de ángeles, que son sus alas para el pensamiento; acá está la niña Fascinación, con un short y blusa roja, ella sonríe hacia la cámara y sostiene el barro modelado entre sus manos, porque también ella es hija del barro, sus nubes llueven acordes musicales; luego está la niña Tierra, descalza, con su blusa de color negro, con las manos enlazadas, para unir la savia de su cuerpo y de su alma; luego está la niña Arena, con vestimenta alba, anteojos y tenis, ella, igual que la niña Tierra, tiene una cinta en la muñeca, un cordoncito que otorga buena suerte y evita el mal de ojo; y por último está la niña Luna, con un pants negro con cintas blancas y una sonrisa que hace girar la rueda de los caballitos y la de la fortuna. Fortuna la mía, al estar rodeado de tantas flores tiernas y bellas. Posdata: en cuanto los fotógrafos terminaron de hacer sus tomas nos disgregamos, pero la niña Fascinación se acercó de nuevo y me abrazó, como si yo fuera un abuelo árbol, un abuelo galeón. Agradecí a las diosas de la danza y de la literatura la conjunción de sus alientos para provocar este instante que iluminó mi corazón y mi mente. ¡Tzatz Comitán!

sábado, 11 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON ALEGRÍA

Querida Mariana: se reconoce que Chiapas es un estado con una gran tradición cultural, pero no siempre hay ofertas. Hay mucha gente que no tiene a la cultura como una necesidad espiritual. Los gobernantes siempre anotan a la cultura en las últimas hojas de su agenda. Sí es un tema que los llena, pero solamente en el discurso. Las autoridades siempre mencionan en sus discursos a Rosario Castellanos y a Jaime Sabines (aun cuando algunos se equivocan y confunden al poeta Jaime con su hermano el político Juan). Por ello, lo que el poeta Arbey Rivera hace en Comitán es de gran relevancia. En este 2024 se celebró el séptimo Festival Internacional de Arte, Literatura y Ecología “Balún Canán”, fue una jornada de tres días, que inició el 3 de mayo y concluyó el domingo 5 de mayo. Como en cada una de las ediciones hubo la presencia de muchos artistas de la ciudad, del estado, de otras partes de la república y de otros países. Siempre he pensado que el esfuerzo que hace Arbey y los integrantes del Puente Cultural del Sur Sureste merece todos los elogios y los apoyos. No es fácil coordinar esfuerzos para recibir a tantos invitados, para llevarlos a diferentes sedes, para ofrecerles alojamiento y alimentación. ¿Cómo le hace Arbey? Lo imagino, nada más. Es un esfuerzo titánico. Lo hace para confirmar lo que anoté al principio: somos pueblos con enorme tradición cultural. Arbey fundó el Puente Cultural del Sur Sureste en 2011 y, desde entonces, realiza una labor cultural infatigable. De 2012 a 2015 realizó caravanas culturales comunitarias, llevando arte a lugares donde siempre están ayunos de estos alimentos espirituales. En 2016 se aventó con la ardua y satisfactoria tarea de organizar los festivales anuales que convocan a muchos artistas, quienes realizan una fértil siembra en Comitán y alrededores. Te he dicho que, en varias ocasiones, Arbey me ha invitado a participar en mesas de lectura. Así he sido testigo de la enorme labor que realiza. En una ocasión fui a una escuela que está en la cima de un montículo, desde ahí se ve todo el valle, más allá no hay casas. Al llegar, los estudiantes nos recibieron con flores y nos invitaron a subir por una escalinata con no sé cuántos escalones. Decliné la invitación, porque estuve seguro que mi corazón no aguantaría el trote, así que un maestro me recomendó que subiera con el tsurito por el sendero, así lo hice. Me perdí la experiencia que los demás compañeros escritores sí tuvieron. En la vida siempre me pierdo muchos instantes luminosos, por ser un tutuldioso, un escaso, pero lo que pepeno, lo tomo con emoción y gratitud. Dije que, a partir de 2016, Arbey y sus colaboradores han organizado el Festival de Arte, Literatura y Ecología “Balún Canán”. La tercera edición tuvo un agregado sensacional, homenajearon a dos poetas: Óscar Bonifaz y Roberto Rico. Arbey me invitó a decir algunas palabras para el maestro Bonifaz, en el auditorio del Centro Cultural Rosario Castellanos. Acepté el honor y ahí estuve. Por ahí tengo la fotografía del recuerdo, donde me boto de la risa por algún comentario chusco que el maestro Bonifaz se aventó. Recordá que él siempre convertía en guateque el acto más solemne, recuerdo cuando le entregaron el Premio Chiapas en el Auditorio Belisario Domínguez, en el momento que dio su mensaje se aventó el poema “Vuelo nupcial”, que es un texto hilarante. Todo mundo de acá conoce el poema como “el del zancudo”, porque el final dice: “…te maté, pinche zancudo, en la pared azul de mi recámara”. Todo mundo lo celebraba cuando él lo decía. En 2019, el Festival homenajeó al narrador y poeta Óscar Palacios y a la artista musical Sonia Conde. La tarde del homenaje saludé a ambos. Óscar Palacios, hace muchos años, me invitó a ser parte de una antología de narrativa que él publicó, cuando me invitó dijo que era una publicación para amigos. Desde entonces le tengo un gran afecto. En tiempo que mi amigo Juan Carlos Cal y Mayor fue director de Coneculta, Óscar colaboró con él y Palacios sugirió que se publicara mi novela breve: “Historia triste de un cuentahistorias”. El escultor Luis Aguilar Castañeda y el investigador Fernando Limón Aguirre fueron los homenajeados en la quinta edición del festival. Ambos estuvieron felices. Si llevás bien la cuenta mirás que este festival ha honrado a escritores, músicos, escultores y académicos; es decir, todo el quehacer humano está en el reflector, toda creación humana es celebrada. Luis se trasladó especialmente desde Playa del Carmen, Quintana Roo, lugar donde actualmente reside. Me invitó a que, una mañana, nos tomáramos un atol de granillo y diéramos una vuelta en el parque central. En la sexta edición, celebrada en 2023, los homenajeados fueron el artista plástico Antún Kojtom y la poeta y escritora Mirtha Luz Pérez Robledo. Arbey, de nuevo, me honró para que dedicara unas palabras a la homenajeada. Como (hasta la fecha) estaba temeroso por el Covid le dije que no podía participar en un lugar cerrado, así que al lado del poeta Balam Rodrigo estuve en el parque de La Independencia y desde ahí le manifesté mi cariño y admiración a la poeta. Una tarde, Arbey y otros amigos integrantes del Puente Cultural del Sur Sureste me invitaron a tomar un café en el Centro Cultural, ya sospechaba cuál sería el tema principal. Sí, ellos, generosos, me invitaron a aceptar el altísimo honor de ser, al lado de la escritora Ruperta Bautista, uno de los homenajeados. ¡Uf! ¿Qué decir ante tal abrazo? Dije que sí, de inmediato, ah, por supuesto. ¿Por qué acepté tan de inmediato? Las palabras que mencioné la noche del homenaje justifican mi aceptación. Como no estuviste esa noche conmigo, te paso copia de mi mensaje: “Buena noche. Muchas gracias. Este textillo lo redacté el 23 de enero de 2024, al siguiente día de la notificación de este reconocimiento. El 22 de enero, en el café de la Casa de Cultura, integrantes del Puente Cultural me dieron la buena noticia de que había sido elegido para recibir este honor. Lo acepté de inmediato, con humildad y mucho orgullo. ¿Por qué redacté esta nota con tanta anticipación? Porque dicen que al buen paso mucha prisa, lo escribí, lo dejé en la gaveta y dejé que la pausa se hiciera aire. Porque, si pensaba en este día, en esta noche, no dormiría durante meses. Ser motivo de un homenaje es como cargar una inmensa piedra. Un alud de preguntas asoma: ¿por qué me dan este abrazo tan en público? ¿Lo merezco? No, en realidad no lo merezco, pero Comitán sí lo merece, el grupo de creadores de este pueblo, por supuesto ¡que lo merece! Así, acepto este gajo de luz, lo acepto en nombre de la gran tradición cultural de este pueblo; en nombre de cientos de creadores, de todas las disciplinas, que día a día trabajan para construir una mejor sociedad; lo recibo en nombre de los poetas, narradores, artistas plásticos que, año con año, asisten a este Festival Balún Canán, creación del poeta Arbey Rivera. Acepto esta distinción porque es bueno que, por instantes, la sociedad vuelva su mirada para ver el enormísimo árbol de la creación cultural y del fomento del arte. Un día nos enteramos que el gobierno estatal había eliminado la entrega del Premio Chiapas. Esto significó una afrenta para el medio artístico, nos demostró cómo las autoridades ignoran a sus creadores. Por esto acepté este honroso reconocimiento, porque los propios creadores levantan un faro que le dice a la sociedad que el mundo existe porque existen los que sueñan los más sublimes sueños, los que colocan los ladrillos en la construcción donde nuestros mayores cimentaron los suelos. Con los pies bien puestos en el piso, los creadores de estas y de otras regiones del país y del mundo, volamos, levitamos, escribimos, pintamos, danzamos, esculpimos sobre el muro del aire. La patria vive gracias al alimento espiritual que aportamos los intelectuales. Acepté, con humildad y orgullo, este reconocimiento porque me permite hoy hablar con ustedes; porque me permite, a la vez, reconocer lo que el Festival Balún Canán realiza, cientos de creadores artísticos han participado por varios años, con una gran voluntad, porque saben que la siembra se hace así, con determinación y con gran pasión. El reconocimiento es para ustedes, el premio Chiapas no es del gobierno es una flor que se posa en cada uno de sus espíritus. He participado en otras ediciones del Festival. Fui a una escuela que está arriba de una montaña, ahí fuimos recibidos por decenas de estudiantes, nos ofrecieron flores y ensartas de sonrisas; fui al parque de La Independencia, y en la cancha, donde los chicos y chicas juegan básquetbol, un grupo de creadores leímos textos y poemas a veinte o veinticinco oyentes, no más. El trabajo creador es selectivo. El trabajo de ustedes lo multiplica. Hoy agradezco la gentileza de haberse fijado en mi persona. Sé que honrar, ¡honra! Hoy queda demostrado con creces, por esto honro su labor, con mi trabajo honraré el que ustedes hacen en favor de la patria. Una vez, hace años, el grupo de la Rial Academia de la Lengua Frailescana me impuso su máxima presea: el Sombrero de la Ocurrencia, en la ciudad de Villaflores, fui con gran emoción y con mucho orgullo porque supe que al reconocerme estaban reconociendo a Comitán, ese día ¡fui Comitán!; hoy, soy Comitán en nuestro propio Comitán. ¡Salud!” Posdata: sólo una palabra cabe en esta posdata: ¡gracias! Gracias por todos los festivales y por brindarme el honor de ser homenajeado. ¡Tzatz Comitán!

viernes, 10 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON RECLAMO

Querida Mariana: un día leí en el muro de Mónica Zepeda lo siguiente: “La poeta Mónica Zepeda es una de las cuatro poetas internacionales seleccionadas para participar en el 34° Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia”; y días después leo lo siguiente: “Hola, espero que estés muy bien. Te escribo para solicitar tu ayuda. Este año he tenido el privilegio de ser invitada a varios festivales internacionales. Asistir a cada uno de ellos requiere, por supuesto, que cuente con los recursos económicos para comprar los boletos aéreos. Me encantaría tener la oportunidad de representar a Chiapas y a México en otros países de Latinoamérica, incluso en África. Dejo a tu disposición un enlace donde podrás leer una carta de solicitud de patrocinio. Por favor, también te pido que me apoyes compartiendo la publicación. Muchas gracias por tu inmensa generosidad”. ¿Mirás lo que Mónica dice? Lo que la gran poeta chiapaneca dice es que representará a nuestro estado a nivel internacional y no tiene los apoyos necesarios que debería proveerle el Estado. Vos y yo sabemos que Mónica Zepeda es la voz mayor de los jóvenes poetas chiapanecos, su voz es reconocida por sus pares y por los lectores, grandes poetas han manifestado su beneplácito por la aparición de una voz excelsa. No es casualidad que ella esté invitada a actos de tal relevancia. Su poesía es reconocida, ya, en el ámbito internacional. Parece que los únicos que la ignoran son las autoridades, y, ¡qué pena!, las autoridades del ramo cultural. Lo que hace Mónica no es novedad, hemos visto en muchas ocasiones cómo los artistas y deportistas hacen campañas de “boteo” para allegarse de recursos y así cumplir con su destino y con la patria. Ellos, los talentosos, llevan la representación de nuestra patria a otros lugares, pero las autoridades no les facilitan el camino, a veces, al contrario. Mi amigo Jorge Constantino Kánter me dijo el otro día que los funcionarios deben ser facilitadores de la promoción del arte. Mónica debe tocar la puerta de Coneculta y este organismo debe responderle, la directora general de la institución cultural del gobierno debe felicitarla y gestionar recursos económicos para que nuestra poeta mayor acuda a dejar en alto la cultura de Chiapas. Si estuviera frente al gobernador de nuestro estado le comentaría que Mónica es reconocida ya a nivel internacional, que es una poeta que continúa con la tradición de los grandes poetas de Chiapas: de Rosario Castellanos, de Jaime Sabines, de Enoch Cancino Casahonda, de Efraín Bartolomé y de Balam Rodrigo, ella es una gran voz, por lo tanto, su gobierno debe apoyarla con la paga para que realice todos los viajes, en forma digna. Algún asesor debe sugerirle esto al gobernador, decirle que es la manera de responder en forma responsable a su pueblo. De nada sirve que las autoridades se llenen la boca al hablar de los creadores chiapanecos si a la mera hora de la verdad se hacen tacuatzes. Posdata: Mónica sí es poeta, su poesía es deslumbrante, es un orgullo de Chiapas. Suerte, querida poeta, ¡suerte! ¡Tzatz Comitán!

martes, 7 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON UN PRIVILEGIO

Querida Mariana: tres amigos te han escrito. De pronto, toman el lápiz o la computadora y te envían mensajes, a través de mi persona. La tarde del 3 de mayo de 2024, por primera vez en la vida, una carta que te escribieron fue leída en público, por Bejaltik / F. Darinel, en el escenario del auditorio Roberto Cordero Citalán, del Centro Cultural Rosario Castellanos. La lectura se dio antes de la presentación del grupo Paynal, Danza Folclórica Mexicana. Digo “escribieron” porque es un texto grupal. Jamás una carta para vos tuvo tan fastuosa presentación. Como luego reclaman porque vos no te mostrás, en tu nombre, y en el mío propio, agradezco esta lluvia de confeti. Que los autores de la carta siempre reciban luz. Como sé que no escuchaste la lectura, paso copia para que te enterés de su contenido y la guardés en la cajita de recuerdos memorables. Acá va lo que te escribieron. “Querida Mariana: los integrantes de Paynal, Danza Folclórica Mexicana, somos invitados a rendir homenaje a una persona muy especial que tú conoces, nos da un enorme gusto poder ser parte de esta demostración de afecto y reconocimiento tan merecido, hablamos de un personaje de nuestro hermoso pueblo mágico de Comitán. Alejandro se llama, pero todos lo conocemos por Molinari, una persona culta y con un amor por las tradiciones y costumbres de nuestro Comitán como pocos; nosotros, como grupo dancístico, estamos agradecidos con él por la Arenilla que escribió en nuestro aniversario número 16, lo hizo de una manera tan bonita que seguimos con buen sabor de boca y el agradecimiento hasta la fecha. “Mucha gente lee esas Arenillas, que hoy ya se han convertido en tradición, además de una revista. Tú lo sabes bien Mariana, también sabes que es un gran comiteco y que se ha distinguido como escritor, lector y promotor de cultura en general. Hoy sólo queremos compartir contigo lo honrados que nos sentimos al estar participando en el homenaje del gran maestro Alejandro Molinari Torres. “Te cuento que por esta ocasión el cuadro que presentaremos se llamará “Arenilla en movimiento”, obviamente en su honor, bailaremos “Linda Cositía”; “Comiteca”, por Ernesto Núñez Albores; “20 de septiembre”, de Saúl de León Ross; “El tzisim”, composición de nuestro buen amigo Roberto Domínguez Ortiz; “El cerro de Nehuestic”, por el maestro Cliserio Molina Argueta y “Un buen comiteco sos", letra del doctor Luis Ignacio Avendaño Albores y música de Dinastía Trujillo. Como verás, un cuadro de bailes más comiteco ¡no puede haber! Todos ellos de grandes artistas chiapanecos que han logrado trascender, mostrando un poco del color y alma de nuestro bello Comitán; y por supuesto agregamos nuestro granito de arena con vestuario típico que muestra a un Comitán mestizo con pasos y corologías apegadas a la tradición. Todo es sólo una pequeña muestra de lo que tenemos y hacemos con amor. “¿Sabes, Mariana? Como grupo de danza, en Paynal hacemos siempre lo posible por mostrar en cada presentación nuestro respeto y orgullo por cada baile, sin dejar de lado a la gente que nos hace favor de estar en cada evento del cual somos parte. “Esta vez te podemos asegurar que, como siempre, lo haremos con amor y respeto como en cada presentación, haciendo que la gente se contagie de la música y la alegría que nos da el bailar cada vez que tenemos la oportunidad de hacerlo. “Gracias, Mariana, por leernos y dejarnos compartir contigo el gusto de estar participando en el homenaje de nuestro querido Alejandro Molinari Torres, en el marco del séptimo Festival Internacional de Arte, Literatura y Ecología “Balún Canán”; nos despedimos haciendo un agradecimiento por la distinción a toda la gente que es parte del festival, para ti saludos y abrazos de Damián, Mechitas, Belén, Audy, Joel, Nidia, Elder, Citlali, Toñito y Claudia, integrantes de Paynal, Danza Folclórica Mexicana. Hasta la próxima y nos estaremos viendo en nuevos y más escenarios. Desde Comitán de Domínguez, Chiapas, a 3 de mayo del 2024”. Posdata: los danzantes escribieron y el escritor danzó. Mi querida amiga Claudia, en la última canción, bajó del escenario, se paró a mi lado y dijo: ¿me concedes esta pieza?, y me extendió la mano. ¡Dios mío, pensé, dame fuerzas! Dios me dio fuerzas, me paré, acompañé a Claudia, subí por los escalones y al ritmo de la canción de mi amigo Luis Ignacio, comencé a mover las patas y los brazos y dejé que fluyera la vida y cayera la polilla. ¡Tzatz Comitán!

jueves, 2 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON REJA DE PAPEL DE CHINA

Querida Mariana: en marzo de 1992 se presentó la revista Papel de China. La revista la fundó mi amigo Paco Flores, quien, en ese momento, era el director de la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez. La revista fue exitosísima. Un día desapareció. Te cuento dos momentos prodigiosos: cuando mi admirado maestro Óscar Oliva la conoció dijo que era muy bella; nuestro querido amigo Juan Carlos Gómez Aranda dijo que no debía desaparecer. La revista tenía en sus interiores páginas con papel de china picado, era una joyita artesanal. Un lector comentó que, al llegar a una página calada y darle vuelta para seguir la lectura, sentía la misma emoción del cumpleaños. Paco me invitó a colaborar en su revista y lo hice con gusto. Todos quienes conocieron “Papel de China” alabaron su contenido y diseño. He vuelto a sentir la emoción ahora con nuestra revista Arenilla. Todo mundo la recibe con emoción y gratitud, por su contenido editorial y por la calidad en su presentación. Al gran poeta Oliva se la entregué en el Taller de Poesía que dirigía en el Edificio Maciel. Varios de los grandes poetas de la actualidad iniciaron con él. Me emocioné al ver iluminarse su rostro al pasar las páginas y hallar el papel de china picado. Cuando fueron los diálogos de San Andrés, Juan Carlos y yo coincidimos en Larráinzar, él fue miembro de la COCOPA, la comisión de gobierno que atendió a Marcos y su grupo. ¿Qué vainas tocaba yo? Fui a obtener información de lo que ahí sucedía. En un descanso, Juan Carlos salió del recinto donde se celebraban las pláticas, me vio y me acerqué a saludarlo. Él estaba adentro de las vallas humanas y yo afuera, así platicamos. Había tres vallas, formadas por personas, para evitar que los de afuera entráramos, un grupo de la sociedad civil, otro de zapatistas y uno más del ejército. Mi maestro Óscar Oliva también formó parte de la COCOPA. Ahí estaba esa mañana. En algún momento de la plática, Juan Carlos lamentó la fugaz existencia de Papel de China. Hay que reactivarla, Álex, me dijo. Juan Carlos siempre ha sido un político con gran sensibilidad, reconoció la belleza que Paco dirigió y supo que los proyectos editoriales son esenciales para salvaguarda de la identidad comiteca. Él mismo publicó un libro con ilustraciones, titulado: “Comitán, su apasionante historia”. Por desgracia, el proyecto editorial de Papel de china no voló como debió volar. Posdata: por fortuna, hoy Comitán presume nuestra revista Arenilla. Óscar Oliva y Juan Carlos Gómez Aranda siguen siendo figuras relevantes de la cultura chiapaneca, sé, así lo han manifestado, que aplauden está iniciativa comiteca. Abonamos con un granito de Arenilla al desarrollo cultural de nuestro estado, es nuestra contribución para hacer el Chiapas que nos merecemos. Nuestra revista vuela como papalote, hecho con hermosísimo papel de china, gracias a nuestros patrocinadores y fieles lectores. El documento lo hallé en el Archivo Histórico Municipal, del pueblo. ¡Tzatz Comitán!