jueves, 19 de junio de 2025

CARTA A MARIANA, CON UN CRONISTA

Querida Mariana: estuve con Efraín Albores Cancino. Pasé a saludarlo a su casa, casa que me encanta. Nos sentamos en el portal con jardín. Ahí se platica bien sabroso, con la vista de árboles y muchas plantas. ¿Desde cuándo vivís acá?, le pregunté y Efraín me contó. A él le encanta platicar y extiende la plática cuando habla de Comitán. A él lo conocí cuando acudía al programa de radio IMER: “Crónicas de adobe”, que creó Mario Escobar, quien ahora es el mero chipotle del Sistema de Radio, Televisión y Cinematografía del estado de Chiapas. Efraín es un gran conversador y un apasionado de la crónica, hablada o escrita. Es un apasionado de Comitán, ha invertido no sé cuántas cuerdas de tiempo en la investigación y en la redacción de textos que hablan de nuestra ciudad natal. La mañana que estuve en su casa me dio el libro: “Comitán, ciudad de las nueve estrellas”, que como su título indica, y vos podés imaginar, habla de la historia de este pueblo. Es una edición de 2021, que fue patrocinada por el Doctor Víctor Manuel Albores Alcázar, rector de la UDS. Es una edición muy digna, en papel couché, con imágenes a color. En la plática aparecieron dos datos que desconocía, el primero, que el gran Efraín nació en 1940; es decir, tiene 85 años de edad (gracias a Dios se mantiene muy bien, siempre chambeador, con grandes proyectos); el segundo, que escribe poesía. Efraín se cuida mucho, siempre que lo veo lleva una camisola y una bufanda. En su juventud fue un enamorado del básquetbol, ahora entiendo que ya no practica este deporte, pero hace años, él jugó en la cancha Pantaleón Domínguez (en el pueblo) y en otras duelas de la Ciudad de México, y digo duelas, porque la cancha comiteca tenía una plancha de cemento, donde quedaban virutas de piel de los jugadores. Desde el tiempo de “Crónicas de adobe”, él me ha favorecido con su amistad, cuando coincidimos platicamos largo y tendido, él siempre aprovecha para contar sus nuevos proyectos. Ya leí su libro con atención. Ya dije que Efraín es un enamorado de la cultura de su pueblo y un apasionado de la crónica, esta dupla hace que su trabajo editorial sea incansable. Ya te he contado que, hasta donde sé, es el único cronista chiapaneco que es integrante de la Red Latinoamericana de Cronistas. ¿Ya dimensionaste lo que acabo de escribir? ¡Nadita es el Efraín! Posdata: al despedirme tomé el libro que me obsequió y le pregunté por qué hasta el 2025 me enteré de esta publicación, como respuesta dijo que pronto publicará un poemario cuyo hilo conductor es el nódulo de las diversas regiones de Chiapas. Va pues. ¡Tzatz Comitán!