miércoles, 13 de agosto de 2025

CARTA A MARIANA, CON CENTENARIOS

Querida Mariana: en nuestro pueblo seguimos celebrando el Centenario del Nacimiento de Rosario Castellanos. ¿Cuántos centenarios importantes se han celebrado en el mundo? Ya te conté que el gran narrador brasileño, grandísimo creador, Rubem Fonseca, también nació en 1925, en Brasil y otros países se han realizado actos celebratorios. Hay más, mucho más. Dije también que el dramaturgo mexicano Emilio Carballido nació en el mismo año que Rubem y Rosario. Pero hay más. Ahora pregunto, ¿Tabasco realizó actos de celebración por el centenario del nacimiento de Ángel Mora? ¿El Tabasco de mi amigo arquitecto Jesús Estrada y tierra donde vive el gran pediatra comiteco Rubén Álvarez se acordó de honrar la memoria de un gran dibujante de revistas de monitos? Como dice Paty Espinosa y Gabriel Guerra Castellanos la mejor forma de celebrar a Rosario Castellanos en el centenario de su nacimiento es ¡leyéndola! Así que anoche suspendí tantito la relectura de El Quijote, donde ando metido en estos tiempos, y tomé del librero una publicación de Editorial Porrúa que tiene la reimpresión de diez historias de Chanoc, cuyo dibujante fue el gran tabasqueño Ángel Mora. Ángel nació en Frontera, Tabasco, en 1925. Frontera, igual que nuestro Comitán, es pueblo mágico, como palmera crece al lado del río Grijalva, aguas que le llegan desde Chiapas. Algunos historiadores dicen que la Malinche era oriunda de esta región. ¿De verdad? Pero los hijos de Frontera dicen también que ahí se formó la primera aduana de México y, ¡faltaba más!, en un momento de la historia el puerto de Frontera fue nombrado como capital de la república mexicana. ¡Ah, no me preguntés más! Yo qué voy a saber. Si te interesa saber más pues buscá información en el Internet, en páginas confiables. Yo ando con la interrogante: ¿fue recordado Ángel Mora, hijo de Frontera, Tabasco, ahora que se cumplieron cien años de su nacimiento? Conocí a Ángel, desde los años sesenta. Nunca lo conocí físicamente, pero sí fui cercano a su obra creativa, porque en mi niñez gocé las aventuras de Chanoc. La mayoría de muchachitos en los años sesenta corríamos a la Proveedora Cultural, de Don Rami Ruiz, para comprar la nueva Chanoc, porque las historias de mar y selva eran adictivas. Todos los dibujos eran realizados por el gran tabasqueño Ángel Mora, quien, dicen sus biógrafos, desde chiquitío tuvo gran afición por las revistas de monitos y por el dibujo. Cuando vino a ver, ya jovencito, andaba en la Ciudad de México dibujando en talleres de los grandes dibujantes de cómics de México. Asimismo, cuando vino a ver ya andaba dibujando la historieta de Chanoc. Fue elegido porque él conocía cómo era el ambiente de la selva y del mar, porque ambos medios físicos son generosos en Tabasco, tierra de mi querido amigo Jesús Estrada, distinguido arquitecto de aquellos lugares, tierra pródiga, exuberante, generosa en pejes y bagres. A través de la historia se cumplen centenarios de nacimientos de personas brillantes, que han aportado al desarrollo de la patria. A mí, lo sabés, me gusta conocer historias de gente relacionada con el arte del dibujo, de la pintura y de la literatura, por encima de los demás monstruos de la creación artística. ¡Cómo no respetar a Ángel Mora, genial dibujante, que le imprimió alegría a mis días de mi niñez! Gracias a su trazo, respetuoso del guion que trazaba un escritor, disfruté de las aventuras de Chanoc y de las caballadas que hacía su padrino, el famoso Tsekub Baloyán, bebedor de una bebida que se llama Cañabar con habitantes de un pueblo ficcional Ixtac. Posdata: ¿se acordó el pueblo de Frontera de su hijo Ángel Mora? ¿Hay alguna placa en su pueblo que lo honre, alguna calle lleva su nombre, existe un museo del cómic que dé cuenta de su paso por la historia de las revistas ilustradas mexicanas? ¿Sabés cuál era el tiraje de la revista Chanoc? ¡Un millón de ejemplares cada semana! Nunca el gran escritor Juan Rulfo fue tan leído como sí fueron leídas las historias de Chanoc. ¡Tzatz Comitán!