miércoles, 13 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON LA FIL

Querida Mariana: ni vos ni yo iremos a la FIL, la Feria Internacional del Libro 2024, que se celebrará en Guadalajara, del 30 de noviembre al 8 de diciembre. No iremos por motivos de alcancías flacas. Cada año, mi querida amiga Eva, quien radica allá, me dice: “vení, Álex” y yo agradezco su cariño, pero, de nuevo, digo que no iré. ¿Y si se me diera ir? Ah, bueno, prepararía mi viaje con anticipación. Compra de boletos de avión y la reservación en el hotel, en el Sheraton que, me han contado, está cerca del lugar donde se realiza la FIL, y aunque el dichoso hotel está cariñoso (vale más de tres mil pesos la noche), sería como un homenaje a la nostalgia del pasado, porque mi Paty y yo pernoctamos una noche ahí cuando llegamos a Guadalajara en nuestra luna de miel, en el lejano 1982. En el pueblo mandaría a hacer un librerito de cedro para la sala, donde le pegaría un letrero con el siguiente mensaje: “libritos comprados en la FIL 2024”. Llevaría unos treinta mil pesitos para adquisición de librincillos, más otros miles para pagar el envío desde allá, porque sería imposible traerlos en el avión. En cuanto llegara le haría una llamada telefónica a mi querida Eva, para que hiciera un tiempito y me lo regalara para tomar un cafecito (ella) y un té de limón (yo). Y luego, a la gran fiesta del libro, al disfrute de la inteligencia, caminar y caminar por los stands, hojear los libros, escuchar los comentarios de los visitantes, expertos y snobs, admirar la escenografía, el despliegue de talento para jalar a los posibles compradores; toparse, ocasionalmente, con algún famosillo y pedirle la “foto de privilegio”. ¿Qué más? Pues buscar una cafetería, para descansar un poco y comenzar a leer algún libro comprado. También, por supuesto, asistir a presentaciones y conferencias. Ya me di cuenta, al hacer mi hipotético viaje, que soy un hombre sencillo, un lector sin grandes dificultades ni pretensiones, porque realicé mi programa sin incluir presentación alguna de escritor de otra lengua. Como España es el país invitado de honor, pues sólo elegí espacios con creativos de ese país, Colombia y, por supuesto, México, pura lengua castellana. ¿Para qué me complico? ¿Querés saber adónde iría? Va, te paso copia de mi ruta de viaje literario: El primer día, 30 de noviembre, acudiría a la una de la tarde, en el salón C, del área internacional, para estar en la presentación del libro “Cartas a las ancestras”, de Ethel Krauze. Recordá que el librito de Ethel: “Cómo acercarse a la poesía”, me deslumbró cuando lo leí, por su sencillez y porque logra el espíritu que la animó a escribirlo: contagiar el gusto por la poesía. Luego, rapidito a comer algo en un restaurante vegetariano y volver para conocer el Auditorio Juan Rulfo (el espacio más popof) y escuchar la voz de una de las mujeres contemporáneas que más ha hecho por el fomento de la lectura: Irene Vallejo, la autora de un libro sensacional: “El infinito en un junco”. ¡Ay, ay!, cómo lamento que a la misma hora que se presenta la Vallejo (de cuatro a cuatro cincuenta de la tarde) estará nuestro paisano Luis Antonio Rincón García, con su libro “La bruja de las tijeras”. Pero, eso sí, al terminar la sesión con la española, correré hasta el salón G, del área internacional, para ver si logro saludar a Rincón y para adquirir su libro. ¡Ay, ay!, cómo lamento que la presentación del libro “Misterios del escritorio”, de Federico Reyes Heroles será de siete y media a ocho y veinte de la noche. A esa hora ya estaré con el pijama puesto en la cama del hotel, preparándome para dormir. Lo lamento, porque sabés que me gustó su libro “Registro, mapa e inventario de uno mismo”; además, Carmen Villoro será la presentadora. Te conté que una vez estuve con Carmen, en el periódico Reforma, en la Ciudad de México. El uno de diciembre asistiría, de doce y media a una cincuenta, a la apertura del Salón Literario Carlos Fuentes, porque estará la española Rosa Montero, quien es una escritora ingeniosa, que se vende bien, porque ya mirás que mucho del mundo actual depende de cómo te vas vendiendo. Claro, aparte del talento que debe estar presente. El dos de diciembre estaría en el salón D, del área internacional, de seis y media a las siete y veinte de la noche, para escuchar al colombiano Héctor Abad, con la presentación del libro “4 dedos”. No sé si me permitirían entrar al salón 5, donde a las siete comenzó la presentación del libro “El caballo dorado”, de Sergio Ramírez, con los comentarios de Memo Arriaga. El 3 acudiría al salón 5, porque ahí se presentará el libro “La literatura es dinamita”, del español Javier Cercas. El 4 de diciembre lo dedicaría a tomar fotografías en las salas de exposición, a ver libros y a admirar a las chicas tapatías, que, es proverbial, tienen una belleza singular. ¿y el cinco de diciembre? Admiro a Julieta Fierro, por su capacidad para hablar del complejísimo tema del universo con una gran sencillez, así que estaría en la presentación de su libro: “Astronomía, ¿para qué?” De nuevo otro lamento, ¡ay, ay!, porque a las ocho de la noche estarán Francisco Hinojosa (uno de los autores mexicanos favoritos de Paty Cajcam) con Bernardo Esquinca, a quien conocí en la Casa del escritor, en la Laguna de Bacalar. Bernardo comentará el libro de Pancho: “Informe negro”. El día 7 de diciembre iría al salón G, para estar presente en la presentación del libro “Pasado cero”, de Óscar de la Borbolla. ¿Recordás que te he contado que Borbolla publicaba en el Excélsior una sección titulada “Ucronías”, que eran unos deliciosos textos muy imaginativos? Y ya para finalizar mi viaje haría una excepción, porque me arrepentiría toda mi vida si no asistiera a la presentación del libro “Jardín de noche”, de mi admirado y querido amigo Fabio Morábito. Él estará de las ocho a las ocho cincuenta, en el salón C, del área internacional. No me lo perdería por nada del mundo, así su presentación fuera a las once de la noche. ¿Mirás que soy un lector sencillo? Tan lo soy, que para despedirme de la FIL acudiría el 8 de diciembre, de las seis a las seis cincuenta, a escuchar a Martí Batres Guadarrama. ¿Qué? Sí, acudiría a verlo. ¿Por qué? Porque presentará su libro: “Las frases de AMLO”. ¿Quién iba a pensar que un cuatroteísta se presentaría en un foro fifí, al decir del propio AMLO? Posdata: también me gustaría estar en la presentación del libro “Náufrago del destino”, del locochón Xavier Velasco, pero es en la noche, y no, ya mi cuerpo no resistiría tanto. Ya será en otra ocasión, una donde Xaviercito presente un libro a buena hora. Y aunque no está señalado en el programa general, entiendo que un comiteco estará presente en la feria del libro más importante de Hispanoamérica: mi compadre Enrique Robles presentará su libro “Qué pensás que estoy contando”, en el stand de Chiapas. Los comentarios estarán a cargo del Rector de la UNICACH, el Maestro Juan José Solórzano Marcial. ¡Ah, qué orgullo! Seguro que al término nos miraríamos con mi compa y, chance, iríamos a echarnos una cervecita (él) y una limonada sin azúcar (yo). Como todos los años estaré pendiente de lo que suceda en Guadalajara, desde mi casita comiteca. ¡Nada de tequila, señor! ¡Tzatz Comitán!