lunes, 4 de noviembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON UN MOMENTO MÁGICO
Querida Mariana: esta foto la compartió Robles Domínguez Jr., le puso color a la foto original que compartió mi amiga Clara Luz Conde Ramos. Corresponde al día del matrimonio de Doña Tonita XV y de Don Rigo (que al final le dijeron Rigo XVI).
Soy un convencido de que la historia se hace entre todos. En esta foto que compartió Clara Luz quedó demostrado tal convencimiento. Los amigos y amigas del Facebook comenzaron a compartir sus recuerdos de tal acto y así ahora hay datos que más o menos arman la historia.
Lo que no quedó expresado, por más que busqué, fueron los nombres completos de los contrayentes, acá se impuso lo que el maestro Alfredo Palacios asevera, que Comitán es la capital del apodo en Chiapas.
Todo mundo, en los años sesenta, conoció a los personajes con los sobrenombres de Tonita XV y Rigo XVI. El maestro Temo Alcázar dice que cuando la gente mal intencionada los mencionaba con esos sobrenombres, ella decía “y sus madres 17”. Andá a saber si es cierto o es una puntada del maestro.
Quien se aventó un diez con el relato de la historia fue el admirado Francisco Domínguez, pues escribió algo muy cercano a la verdad, su verdad. Te comparto lo que él escribió:
“Doña Tonita XV, en su adolescencia fue, como muchas mujeres, una muchacha muy guapa y obviamente gozaba de la lozanía y la belleza que da la juventud; de alguna manera los años fueron pasando sin que alguien la pidiera en matrimonio, así pasaron sus mejores años, pero cuando alguien le preguntaba su edad ella siempre respondía que tenía 15 años, era una eterna señorita, una eterna quinceañera.
“Pasaron muchos años, más bien décadas, y se convirtió en una señorita quedada o cotorrita como les decían en aquellos tiempos. Por su parte don Rigo era sacristán de la Iglesia, santurrón empedernido eterno solterón, un cotorro que tampoco se cocía ya ni al primer ni segundo hervor… pues de esa manera el revuelo que causó en todo Comitán es que en una edad donde las personas de aquellos tiempos y aún de la actualidad se consideran ya muy entrados en la tercera edad, se hicieron novios y se casaron. El impacto que causó y los comentarios que posteriormente hacía Doña Tonita a sus amigas cuando con morbo le preguntaban cómo le iba con don Rigo en la intimidad hizo que la pareja fuera de las más famosas en Comitán. Doña Tonita cuando salía a barrer su calle, después de casada, y veía venir a una vecina mostraba cansancio y completo agotamiento, cuando le preguntaban cómo estaba les decía que muy agotada porque Riguito no la dejaba dormir, porque era muy arrecho en las cuestiones amorosas y siempre la dejaba completamente agotada”.
Alguien preguntó si la pareja fue de la alta sociedad comiteca. En realidad, como dijo Francisco, Don Rigo fue un sencillo sacristán, y Doña Tonita, según dijo Paty Mandujano, vivía en la esquina del Chulul y vendía muñequitas de trapo.
Jorge Natividad Gómez Ruiz comentó que la pareja fue su vecina en el barrio de Guadalupe y dijo que Don Rigo y Doña Tonita estuvieron casados por más de veinte años, fallecieron en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
Nos quedan debiendo los nombres completos de estos dos grandes personajes. Alguien no dudó en decir que fue La Boda del Siglo, en Comitán. En efecto, mucha gente, por el morbo, acudió a ver la pareja. Luis Arturo Alfonzo dijo que la boda se realizó en el año 1964 o en 1965, Yupis López dijo que la ceremonia se realizó en el templo de Guadalupe y César Pinto comentó que el acto celebratorio fue amenizado por el grupo llamado “Las tiucas”. ¿En dónde fue el festejo? Rosa María Cancino Guillén dijo que fue en la casa de Doña Adela, y no dio más datos.
Posdata: en la fotografía se ve a Don Rigo bien trajeado y a Doña Tonita vestida de blanco con un tocado en la cabeza. La boda levantó mucho polvo, porque, como dijo Francisco, no es común ver bodas de personas mayores. Rigo y Tonita se conocieron ya grandes y decidieron caminar juntos el trecho que faltaba para llegar al final. Los comitecos sí sabemos que esta historia ha sido una de las más bellas del pueblo. Él fue el novio más apuesto y ella la novia más linda. A la maledicencia, ellos sobrepusieron el cariño y mandaron a la chingada los comentarios insidiosos.
Como el pueblo es canijo, algunos se encargaron de decir que, a la salida del templo, en lugar de aventarles arroz, la gente había aventado manías (cacahuates) para que le diera fortaleza a Don Rigo. Nuestro pueblo dejaría de ser lo cabroncillo que es sin estos comentarios bobos, irrelevantes, pero anecdóticos. La única certeza es que fue la Boda del Siglo y que ellos compartieron el derecho que tenían de ser felices.
¡Tzatz Comitán!