jueves, 10 de julio de 2025

CARTA A MARIANA, FRENTE A ROSARIO CASTELLANOS

Querida Mariana: en los últimos tiempos así encontramos a Víctor Manuel Aranda Sánchez. Buscando información en el Archivo Histórico de Comitán. Él trabaja en el ayuntamiento y tiene una encomienda especial. Nadie mejor que él para este tipo de labor, porque es meticuloso y responsable. De origen le viene el don. Es hijo del maestro Víctor Manuel Aranda León, mi director en la primaria Fray Matías de Córdova, querido por toda la sociedad comiteca. Panchito, personal responsable del archivo, me dijo que el licenciado Víctor Manuel había conocido a Rosario Castellanos. ¿De verdad? En el Centenario del Nacimiento de Rosario Castellanos Figueroa es importante todo lo que rodea a nuestra amada escritora. Así que un día interrumpí tantito su labor y le lancé la pregunta a bote pronto. ¿Conociste a Rosario? Sí, me dijo él. En esto que te cuento hay tres nombres enredados por una cinta de luz: el profesor Víctor Manuel, su hijo y Rosario Castellanos. El profesor Víctor nació el 14 de octubre de 1920, en Comitán; Rosario nació el 25 de mayo de 1925, en la Ciudad de México, pero a la edad de tres meses llegó a Comitán; Víctor Manuel Aranda Sánchez nació el 18 de agosto de 1949, en Comitán. Éste cuenta que nació en el hospital María Ignacia Gandulfo, cuando estaba en el barrio de Jesusito. Rosario estuvo en Comitán hasta el año 1940, cuando el profesor Víctor Manuel ya tenía veinte años de edad. Digo esto sólo como un punto de referencia temporal. El licenciado Juan Carlos Gómez Aranda (sobrino del profesor Víctor Manuel) dice que su tío “formó parte de una de las primeras generaciones de alumnos de la Escuela Secundaria (…) donde compartió aulas con notables comitecos, como Armando Alfonzo, Rosario Castellanos, Guillermo Robles Domínguez…” ¿Mirás? El profesor Víctor Manuel fue compañero de Rosario, en el segundo grado de secundaria, grado que Chayito estudió en Comitán. Y esto lo corroboramos al abrir las páginas del libro “Comitán 1940”, de Armando Alfonzo: “…se incorporan a nuestro grupo de segundo año César Guillén, Víctor Manuel Aranda y Rosario Castellanos…”. Víctor Manuel conoció a Rosario y ésta a él. En 1941, Chayito viajó a la Ciudad de México, en 1950 obtiene su Maestría en Filosofía en la UNAM; por su parte, Víctor Manuel se tituló como profesor y en 1945 es nombrado como director de la Escuela Primaria Fray Matías de Córdova, cuatro años después nace su hijo Víctor Manuel, quien, en 1967, al terminar su bachillerato decide estudiar la licenciatura en Derecho. ¿Quién puede orientarlo en los trámites para inscribirse en la Facultad de Derecho de la UNAM? Su papá dice que su compañera Rosario, así, viajan a aquella ciudad capital de México. En 1967 Rosario imparte cursos sobre Literatura Contemporánea y Novela Latinoamericana Contemporánea, en la Facultad de Filosofía de la máxima casa de estudios de nuestra patria. Víctor Manuel y su papá viajan a la Ciudad de México y una mañana se paran frente al portón de madera de la casa de Rosario (en Av. Constituyentes, frente al bosque de Chapultepec), Rosario abre, saluda con gusto al papá, conoce al hijo y no los invita a pasar, porque ella va de salida, pero los orienta para que el joven tenga conocimiento de los trámites para solicitar la ficha de admisión. El actual licenciado Víctor Manuel Aranda Sánchez dice que fue la única vez que estuvo ante la gran escritora, nunca más la volvió a ver, pero, en sentido estricto, él fue uno de los seres privilegiados que conoció físicamente a la niña más amada de Comitán. Una vez que Rosario les dio los pormenores se despidió de ambos, cerró la puerta de su casa y fue a cumplir con el compromiso contraído. En ese año, Rosario ya era una famosa escritora, ya había sido reconocida con varios premios: el Chiapas, el Xavier Villaurrutia y, en el año que Víctor Manuel estuvo frente a ella, recibió el Carlos Trouyet. En nuestro pueblo hubo gente que conoció a Rosario, de niña, de joven o ya mayor, pero la mayoría de amigos y amigas ya falleció. El licenciado Víctor Manuel es de las pocas personas que viven y pueden, con orgullo, decir que conocieron físicamente a Rosario (si alguien me obliga a recordar a otra persona puedo decir que la maestra Florecita Esponda también es parte de ese grupo exclusivo, ella estuvo el día que Rosario Castellanos impartió una conferencia en el auditorio que hoy lleva el nombre de Roberto Cordero Citalán). Ya muy pocos. Posdata: el otro día estuvo en Comitán el gran poeta Óscar Oliva, quien fue amigo personal de Rosario, gracias a Dios ahí está revoloteando por tierras chiapanecas; asimismo un hijo del poeta Armando Duvalier: Antonio Duvalier Haro conoció a Rosario, ésta fue gran amiga de su mamá y de su papá, así que, siendo niño, conoció a nuestra escritora en su casa de San Cristóbal de Las Casas. Claro, hay más personas que conocieron a Rosario, muchas personas asistieron a sus cátedras; Víctor Manuel estuvo frente a ella una mañana. Recordamos este fragmento de vida en el 2025, año que el Congreso del estado de Chiapas lo nombró Año de Rosario Castellanos Figueroa. ¡Tzatz Comitán!