sábado, 12 de julio de 2025
CARTA A MARIANA, DONDE SE CUENTA CÓMO DON QUIJOTE PUDO DAR RAZÓN DE UN NOMBRE
Querida Mariana: el otro día caminé en el parque de San Sebastián, luego dejé la plaza y caminé por la avenida Rosario Castellanos. ¿Y luego? Es pues el año de nuestra amada pichita comiteca, así que una manera de celebrarla es caminar nuestro pueblo y patojear por la avenida que lleva su nombre. Esta avenida, lo hemos platicado, lleva este nombre gracias a una iniciativa de la Asociación de Estudiantes Radicados en el Distrito Federal, en tiempo que el licenciado Juan Carlos Gómez Aranda, era el presidente.
La declaración del nombre fue un acto más de lo que la Asociación organizó en la conmemoración de la jornada denominada “Semana de la mujer”, que se efectuó del 20 al 25 de mayo de 1975. El programa fue el siguiente: el día 20, en el parque de “La Corregidora” hubo un homenaje en memoria de Doña Josefina García, la comiteca que, según el mito histórico, tuvo una relevante participación en el acto de Independencia de Chiapas y de Centroamérica. ¿Sí lo recordás, verdad? Cuando ella se paró en medio de la multitud y dijo que si los hombres no le entraban, ellas, las mujeres, estaban dispuestas a entrarle. ¡Ah, qué gran muestra de valor de las comitecas!
El día 21, Doña Gertrude Duby Blom, la de la casa Na Bolom, gran investigadora de la cultura lacandona, impartió la conferencia “El papel de la mujer en el Mundo Actual”, en el auditorio de la casa de la cultura.
En el mismo auditorio, el profesor Óscar Bonifaz dictó la conferencia “Sor Juana Inés de La Cruz – Rosario Castellanos y la Tierra de En Medio”, el día 23.
Y el día 25, fecha del quincuagésimo aniversario del nacimiento de nuestra amada escritora, a las once de la mañana, en la casa de la cultura, el presidente municipal de Comitán, el doctor Enrique Culebro, en nombre de toda la sociedad, promulgó que la primera avenida oriente llevara el nombre de Avenida Rosario Castellanos, como hasta la fecha se llama. ¡Ah, qué altura de miras de estos chavos estudiantes! Si no fuera por ellos, Rosario no tuviera dicho reconocimiento.
Así que, medio siglo después caminé por la avenida Rosario Castellanos y disfruté el entorno maravilloso del barrio de San Sebastián. Siempre que camino por ahí recuerdo mis años de estudiante de secundaria, en el Colegio Mariano N. Ruiz, con los compas (Quique, Javier, Miguel, Jorge, Pedro), caminábamos por esta avenida (qué aún no se llamaba así), pasábamos por la casa de Don Roberto Martínez (gran ejecutante del piano) y llegábamos hasta la casa de Tía Elenita y en la tienda de Tía Petra, en la mera esquina, donde comíamos los antojitos que preparaban, Tía Elena nos ofrecía tostadas con chile en vinagre, cazueleja y agua de temperante; Tía Petra preparaba tostadas con frijol, las más ricas tostadas que jamás se dieron en este y en otro mundo.
Caminé por la avenida Rosario y recordé estos tiempos de estudiante, más los tiempos en que ya, catedrático del mismo colegio, conviví con estudiantes y, en forma especial, con mi alumno Adolfo Gómez Vives, con quien tenemos una gran amistad hasta la fecha. La casa de Adolfo está al lado de lo que pronto será “Casa Bataneca, Art Gallery – Historia y arte en un solo lugar”, una hermosa residencia del barrio.
El otro día vi un video donde Claudia Espinoza, quien tiene veinticinco años viviendo en Cancún y visitó Comitán. En el video ella habla de las bondades que encontró en Comitán, la riqueza cultural de sus barrios.
A veces los mismos comitecos nos olvidamos de la belleza del pueblo y de sus rasgos. Claudia dijo que halló que cada barrio tiene una personalidad bien definida. Mirá qué dijo: “Qué bueno que Comitán tenga la oportunidad de seguir manteniendo las costumbres y tradiciones bien marcadas”. Lo dicho, los propios comitecos ignoramos, a veces, la bendición de este pueblo, como lo caminamos a diario nuestros ojos se cierran y extraviamos la mirada novedosa de quien llega de fuera. Comitán es una ciudad maravillosa, con un carácter propio.
Por eso, cuando platiqué con Lupita y con Florencio, propietarios de Casa Bataneca les expresé mi admiración y mi agradecimiento por fortalecer nuestra identidad. El nombre alude a lo más íntimo del barrio, barrio de los batanecos.
¿Recordás que acá en Comitán existe la discusión del nombre bataneco? ¿Por qué a los habitantes del barrio de San Sebastián les dicen así? Alguien lanzó la teoría de una pronunciación equivocada del barrio, en lugar de decir San Sebastián dijo “San Sebatán”, esta explicación parece sacada de la manga. Es más aceptable la teoría de algunos estudiosos que dicen que proviene del término batán y ahora que releo “El Quijote”, de Don Miguel de Cervantes Saavedra, hallé algo que parece corroborar la teoría.
Mirá, en el capítulo XX, “Aventura de los batanes”, El Quijote y Sancho Panza viven una más de sus atrevidas aventuras. Los dos están en un bosque, es una noche cerrada, van hambrientos y muertos de la sed, escuchan un murmullo de agua con el agregado de un ruido tenebroso, que se repite en forma constante y violenta. El Quijote decide ir a buscar el origen de ambos fenómenos, pero Sancho llora y le pide que no vaya, como ve que su amo no le hará caso amarra las patas del caballo Rocinante, así, cuando El Quijote ya está dispuesto a iniciar otra loca aventura, el caballo no camina. Cuando llega la mañana, Sancho desamarra las patas del animal y el Quijote y su escudero trepan sobre las bestias y avanzan al lugar donde escuchan el sonido del agua y los ruidos amenazantes y descubren que hay una especie de cascada y un lugar donde se origina el sonido. Cervantes, en su maravillosa novela dice que los ruidos eran provocados por “seis mazos de batán, que con sus alternativos golpes aquel estruendo formaban”.
¿Miraste? Acá aparece la famosa palabra batán y al pie de página viene una explicación por parte de los editores. ¿Qué significa la palabra batán? Acá va la explicación: “máquina movida por fuerza hidráulica, provista de unos mazos que golpeaban tejidos o pieles para desengrasarlos o enfurtirlos”. Sí, parece muy claro. Vos, yo y la tía Chena sabemos que el barrio de San Sebastián se ha caracterizado por la proliferación de industrias de peletería. Todavía en la actualidad bajamos al barrio y en la bajada de Súper Mercado San Luis hallamos esos negocios, con el característico olor de las pieles. Es decir, muchos artesanos del barrio se han dedicado por años al negocio de la curtiduría.
Lo que se ve en el capítulo de “El Quijote” es que hay una maquinaria (batán) que acciona seis mazos que golpean pieles para desengrasarlos; no otra cosa es lo que han hecho los curtidores de pieles en el barrio de San Sebastián. Tuve un compañero en la primaria que ayudaba a su papá y le daba golpes a las pieles que luego usaban para hacer zapatos, industria que tuvo fama en el Comitán del siglo pasado. ¡De ahí entonces el nombre! Quienes se dedicaban a esta actividad les llamaron “batanecos”, y como la actividad se desarrollaba en San Sebastián, por extensión, los habitantes del barrio fueron llamados batanecos, así como a los de la Cruz Grande les llamaron “cushes”, porque se dedicaban a la matanza de los puercos, de los cuches.
Ahora, cada vez que a alguien pregunte por el gentilicio local de bataneco, podrá responder: “viene de batán, que según Cervantes, tal cosa”. Ah, pucha, sonará de mucho caché.
Digo pues que pasé por la hermosa “Casa Bataneca – Art Gallery” y me sentí orgulloso de que los inversionistas abonen a nuestra identidad. Que el barrio se sienta orgulloso de su origen, de su historia y que reconozcan el valor de la identidad. Así como nos sentimos orgullosos del “Barrio de La Lana” (donde se hacían productos textiles), así nos sentimos orgullosos del “Barrio del Batán” (donde se hacían productos de piel); unos son los laneros y los otros son los batanecos. Ah, qué nombres tan llenos de fuerza. El carácter de un pueblo se da a partir de sus singularidades. Como bien dijo Claudia Espinoza, Comitán es un pueblo que tiene barrios con personalidad bien definida. El nombre de “Casa Bataneca – Art Gallery” está lleno de luz, de armoniosa convivencia, de reconocimiento de nuestra historia común.
Posdata: ¡nada de nombres exportados que luego nada dicen de nuestro modo de ser! Al contrario, Casa Bataneca es ya un sello de distinción de nuestra cultura comiteca. ¡Bien! ¡Excelente! ¡Felicidades!
¡Tzatz Comitán!