miércoles, 29 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON PESAR

Querida Mariana: falleció la arquitecta Maribel. Envío un abrazo de albahaca para sus hijos, para sus papás y para Lidia. Ella fue creadora de la empresa CREARTE EN MADERA, empresa comiteca que apoyó a nuestra revista ARENILLA. Coloqué a propósito la palabra “creadora” al lado de CREARTE. Todo mundo sabe que la Creación tiene aparejados los conceptos de vida y muerte. Las personas sabias aceptan ambos extremos, a mí me cuesta mucho aceptar el fin, me duele el concepto de la muerte, por eso, hace tiempo, escribí un Decálogo para despistar a la muerte. Hoy, al enterarme del fallecimiento de Maribel, rescaté el documento. Me arrepiento no haberle pasado copia antes a ella. Sé que la palabra es poderosa y puede hacer prodigios, pero Lidia escribió una sentencia popular drástica: no es el rayo, ¡es la raya! DECÁLOGO PARA DESPISTAR A LA MUERTE 1. “En este hogar todos estamos muertos”. 2. Lea el aviso permanente: “hoy no se muere, mañana sí”. 3. En la guerra, en la guerra es donde está su casa de campaña, no aquí. 4. ¿Y si se sienta, acepta una cervecita y, como si fuera el Sultán Shariar deja que le contemos las mil y una noches de vida? 5. ¿Y si jugamos a que le da Alzheimer y olvida qué iba a hacer? 6. ¿Y si se mira en un espejo y se ve llena de vida y le gusta y comienza a odiar la muerte? 7. ¿Y si le da un coma de acá a la eternidad? 8. ¿Acepta que le regalemos la nueva versión del libro de Gabo: “Cien años de vida plena”? 9. Desde hoy, a todos los que usted condene se les hará transfusión de vida, y 10. Si insiste en ponerse pendeja la llevaremos a los separos de la fiscalía para que le den una calentadita. Se murió la arquitecta Maribel. Ella luchó para vencer a la cabrona, como dicen en Portugal “la separadora”, pero ésta es implacable. Tal vez convenga hacerse amigo de ella, hacerla comadre, invitarla a comer, ofrecerle una copa de comiteco, sacarla a bailar, contarle muchos chistes, tal vez sea necesario hacer que le guste la vida y que piense en la posibilidad de cambiar de profesión. La vida es luminosa, la muerte es oscura. A todo mundo le gusta vivir la vida, ¿a quién le gusta morir en la muerte? Posdata: no se trata de ser eternos. Se trata de hallar otra forma de despedirse de la vida, con dignidad, con fanfarrias de príncipes y de princesas; si la vida consiste en hallar el sentido de la vida, tal vez la muerte consiste en hallar el sentido de ella. Nos preguntamos ¿para qué la vida? Los sabios tienen respuesta. ¿Para qué la muerte? ¿Cuál es el sentido? Ahora que lo escribo se abre una ventanita y aparece una hendija de luz, tal vez por ahí, en ese sendero luminoso, está el sentido de la oscuridad total, inmensa, apabullante. ¿Cuál fue el sentido de la vida de Maribel? Nos dio mucho, a través de su empresa y a través de su trato afectuoso, ella fue una sembradora, donde hubo páramos ella dejó azucenas florecientes, aromáticas, afectuosas. Su vida cumplió su gran misión. Hágase la voluntad de la separadora, que, parece, no se hace tacuatz. ¡Tzatz Comitán!