lunes, 2 de septiembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON UN RECONOCIMIENTO

Querida Mariana: “ya llegó diciembre y sus posadas”. No, perdón, querida mía. Lo que llegó fue el mes de septiembre y los actos patrios. Este septiembre, en el pueblo habrá actos de relevancia. El 14 de septiembre, como en todo el país, celebraremos la Federación de Chiapas; el 13, como todos los años, conmemoraremos a Los Niños Héroes; y el 15 el Grito de Independencia. Dije que el 13 como todos los años se hará la conmemoración de Los Niños Héroes, pero este año 2024, Comitán celebrará por todo lo alto la presentación de un libro que es un reconocimiento a un gran héroe comiteco, un hombre que ha dedicado gran parte de su vida a la crónica deportiva comiteca. Te mando la portada del libro que se presentará y que es un texto que debe estar en las bibliotecas particulares de todos los amantes del deporte comiteco. La universidad lo mandó a hacer en la Editorial Fray Bartolomé de Las Casas, de San Cristóbal. El gran Chuy posee una memoria privilegiada, tal vez por esto cuando platica con otra persona o con otro grupo de personas no para de hablar. Un dato lo lleva a otro y éste a uno más y así se va dando la ensarta de anécdotas que suelta como si fuera una ametralladora verbal. Lo simpático es que todo lo cuenta con una alegría sin comparación. He sido de los afortunados testigos de esas pláticas sabrosas, pero llega el momento en que ¡ya, ya, Rica, soltá el micrófono, que hablen los demás! Ahora, la Universidad Mariano N. Ruiz confirma lo que todo mundo reconoce, es la única institución universitaria en Comitán que tiene un programa editorial de valía. Muchos libros se han editado para gloria de nuestro terruño. El 13 de septiembre de 2024, en la Sala de Actos, del plantel Los Sabinos, a las seis de la tarde, se hará la magna presentación del libro “Apuntes deportivos e imágenes del profe Chuy”, un volumen que, generoso, dedicó al Maestro José Hugo Campos Guillén, Rector de la institución. En la foto de portada aparece bien bonito, ve fijamente a la lente de la cámara. En su mirada se advierte que esa ventana es la rama que le ha permitido pepenar cientos y cientos de imágenes que luego, en su estilo muy personal, traslada en palabras. La palabra es su principal herramienta para compartir sus conocimientos, tanto en forma oral (¡ah, cómo habla!), como en forma escrita. Los cientos de crónicas que ha redactado forman el tesoro del deporte. En sus textos están compendiadas muchas anécdotas que ya son parte de la historia. Quienes son lectores asiduos de las crónicas de Rica (el profe Chuy) saben que su estilo es fresco, cotidiano, simpático, picarón. Será difícil que la crónica deportiva futura tenga alguien con ese estilo sabrosón. Por lo regular, los cronistas deportivos se limitan a narrar los hechos y ejercen la crítica con estilo parco y solemne. Luis Armando, primo de Rica, me dijo en una ocasión que Rica escribe como habla, no es cosa sencilla pasar de la oralidad al texto escrito, Rica ¡lo ha logrado! Por eso, la lectura de sus textos da la impresión de estarlo oyendo en la sala familiar o en torno de la mesa de la cantina, al amparo de una caguama. El agua de su talento fluye libre, no encuentra muro que detenga el río de su decir. Todo mundo debe sacar el billetito de doscientos pesos para adquirir su ejemplar. Estará a la venta la tarde de presentación allá en la Universidad Mariano N. Ruiz. ¡Que corra la voz desde ya! Esa tarde el Rector, José Hugo Campos Guillén, hará los comentarios a la obra, que es una breve recopilación de muchos textos que el autor ha escrito en la prensa local. Rica estará presente. Ahora, para desplazarse hace uso de una andadera para personas mayores, pero ha logrado tal destreza como si recordara todos los instantes donde estuvo en las canchas de fútbol soccer, deporte que siempre lo sedujo. Quien no pueda asistir a la presentación podrá adquirir su ejemplar cualquier otro día en las instalaciones de la Universidad Mariano, en Los Sabinos. El libro es un documento histórico. Posdata: ya dije que en la fotografía de portada aparece Ricardo y el otro personaje es un grande del deporte comiteco. El maestro Temo Alcázar, el eterno joven de Comitán, puede dar testimonio de la vida y obra de Don Arturito Gómez (tío de Rica), quien al fondo de su restaurante Río Escondido tuvo un gimnasio donde entrenaban muchos deportistas que soñaban con ser grandes boxeadores y quebrarles sus mandarinas a los grandes del boxeo mundial. Rica siempre despide sus crónicas con cinco palabras. No podía ser de otra manera, su nombre siempre ha tenido cinco palabras, cinco palabras que son la bienvenida infinita. Salve, oh, gran maestro Ricardo de Jesús Aguilar Gómez. ¡Tzatz Comitán!