martes, 20 de mayo de 2025
CARTA A MARIANA, CON CASA LLENA
Querida mariana: no sé quién fue el de la idea, pero un día hubo un equipo juvenil de béisbol. Imaginalo, un equipo de béisbol en Comitán, donde lo común (hasta la fecha) es formar equipos de fútbol soccer.
No sé quién me invitó, pero un día formé parte de ese equipo de béisbol que se llamó “Comet’s”.
Los integrantes tuvimos que comprar chunches especiales para jugar béisbol. ¿En dónde? No lo sé. Las tiendas de deportes en el pueblo tenían muchos artículos para otros deportes. Había para fútbol, para vóleibol, para básquetbol, pesas para los fisicoculturistas, guantes para los boxeadores, raquetas para tenistas, pero no era común tener pelotas, guantes y bates. Así que, imagino, debimos pedir los chunches beisboleros a la Ciudad de México o una tienda de deportes lo hizo por nosotros. Esto debió ser. Sí. Los vendedores de artículos deportivos tenían los contactos suficientes. Lo que sí sé es que un día tuvimos los chunches para practicar béisbol.
El delantero de un equipo de fútbol necesita lo mismo que el medio, que el defensa, sólo el portero necesita un material especial (guantes, cuando menos).
Cuando comenzamos a jugar el béisbol llamó mi atención que había guantes para diestros y para zurdos (chencos). ¿Por qué tal diferencia? Alguien (tampoco recuerdo quién) me explicó, como si fuera un niño de preescolar, que el diestro lanza la pelota con la mano derecha y el zurdo lanza la pelota con la mano izquierda. ¿Entendiste? Sí, pero… Ah, pues entonces si el zurdo cachara la pelota con un guante en la izquierda no tendría un buen lanzamiento, a menos que tomara la pelota con la mano derecha, tirara el guante y luego se pasara la pelota a la izquierda, brazo efectivo. ¡Entendí la explicación! ¡La entendí! Oh, mi papá siempre decía que el béisbol es el rey de los deportes. Comprendí. Los zurdos y los derechos en el fútbol no tienen aditamentos especiales para patear el balón, basta que la pelota les llegue al pie adecuado para que suelten un patadón soberbio.
Como en cualquier deporte el béisbol cuenta con palabras específicas. El fútbol soccer tiene palabras propias: penalty, falta, mano, tarjeta de castigo, tiro de esquina, gol, gol olímpico, chilena, drible. Ah, es bello pensar que cada deporte tiene un lenguaje propio, así como aditamentos especiales.
¿Quién fue el pitcher de nuestro equipo? No recuerdo. En cambio, sí tengo en la memoria la imagen del cátcher: Javier. Él, digo yo, fue quien tuvo que poner más paguita para adquirir los aditamentos, porque compró el guante especial, más un peto, más una careta. Pucha, era el jugador que llevaba más chunches encima. Yo lo veía desde mi posición lejana, lo veía acuclillarse detrás del lugar donde se ponía el bateador, como lo había aprendido, hacía señas con las manos al pitcher, para que éste lanzara rectas, curvas, y cambiara de velocidad. Era un lenguaje críptico, pero que entre pitcher y cátcher había un total entendimiento.
Compramos pelotas y bates. Aprendí el término inglés “Infield fly”, pero jamás entendí bien a bien en qué consistía, pero Don Héctor González (experto en dicho deporte) un día gritó ¡infield fly! El juego se suspendió y Don Héctor explicó, como si fuese una cátedra y no un juego en desarrollo. Todo mundo aceptó la voz del experto. Supe lo que mi papá decía, el béisbol era más complejo que el sencillo soccer, tal vez por esto hay más fanáticos del fut que del beis. Quienes jugamos el béisbol en el equipo “Comet’s” fuimos unos privilegiados. En Comitán, en los años sesenta, practicamos un deporte que no era usual ni común.
¿Vos sabés que el guante que usa el cátcher se llama Mascota? Es un guante especial, diferente al que usan los demás jugadores. ¿Sabés que el espacio del juego se llama Diamante? ¿Mirás qué términos tan bellos, tan llenos de magia? Javier, en su pubertad, tuvo una mascota y con ella recibía las pelotas que el pitcher lanzaba.
Por lo regular, la palabra mascota se utiliza con los animalitos de casa. Javier, ya mayor, mucho mayor, tuvo una mascota; tuvo un perro bien bonito que sacaba a pasear por el parque, porque se dio cuenta que los perritos son animales que llaman la atención de las muchachas bonitas. Nunca falta la chica que se acerca a hacerle cariñitos a la mascota, momento que mi amigo aprovechaba para hacerle plática a la bonita.
Posdata: pienso que en Comitán, en este 2025, la situación deportiva es la misma de los años sesenta, la mayoría de niños y jóvenes practica el fútbol soccer, es una minoría la que anda pegando a la pelota con el bat.
Hubo un tiempo donde participé en un equipo de béisbol, yo ¡el tutuldioso! Eran tiempos de casas llenas.
¡Tzatz Comitán!