sábado, 24 de mayo de 2025

CARTA A MARIANA, CON PERSONAJES SUBLIMES

Querida Mariana: foto de privilegio que merece agregados. Acá estoy con mi amigo el regidor Andrés Del Castillo Castellanos. ¿Ya viste que tengo un libro? Sí, es una reedición de un libro que escribió el querido Luis Eduardo Castellanos Macal, donde honró la memoria de su abuelo, el doctor Elías Macal García. Vos ya no conociste físicamente al doctor Macal, pero muchas personas de mi generación sí lo conocieron, bien porque necesitaron algún arreglo de la dentadura (era médico odontólogo, egresado de la UNAM) o porque lo vieron en el edificio donde ahora está el Centro Cultural Rosario Castellanos, porque en la década del sesenta y en la mitad de la década del setenta, ahí funcionó la Escuela Secundaria y Preparatoria, institución de la cual el doctor Elías Macal fue el director. Luis Eduardo se dio a la tarea de platicar con su abuelo y de indagar en archivos para entregarnos un acercamiento a la vida y obra de su famoso abuelo. Dios honre la memoria de ambos. Luis Eduardo falleció muy joven, fue lamentable su ausencia, era un hombre de valía dentro de la sociedad. Yo lo recuerdo siempre afectuoso, en una ocasión me dijo que sabía de mi amor por los libros así que me obsequió tres libros antiguos que habían pertenecido a su abuelo. Como ya me conozco le dije que en su nombre los obsequiaría a otro amigo que era coleccionista de libros antiguos (en Tuxtla) y que él sí los apreciaría. Así lo hicimos. Pero, mirá lo que es la vida, ahora el destino me llevó a tener en mis manos un ejemplar del libro que escribió con el título: “Bios… vida; logos… tratado. Biografía del doctor Elías Macal García. El nacimiento de la Escuela Secundaria y Preparatoria de Comitán”. Esta reedición que mandó a hacer el regidor Andrés del Castillo para honrar a su bisabuelo fue publicado en la Editorial Tifón, del buen Juventino, misma editorial que publica los libros de mi amigo Héctor Cortés Mandujano, gran escritor chiapaneco; editorial que me publicó hace pocos días, en edición limitada, mi librincillo: “Yo también hablo de Rosario Castellanos”, que se presentó dentro del programa oficial de actos para celebrar el Centenario del Nacimiento de nuestra amada consentida. Mi librincillo se presentó el 22 de mayo 2025, en el Museo Rosario Castellanos. Ya me emocioné con la Editorial Tifón, decía del libro que cuenta la vida y obra del doctor Macal. Sigo con ello. Un día vi que el regidor Andrés le obsequió al gobernador de Chiapas un ejemplar de la biografía del doctor Macal (el gobernador estudió su bachillerato en la prepa de Comitán, claro, ya no le tocó el doctor Macal, porque éste se jubiló en 1973, año donde yo estudiaba el segundo grado). Andrés le obsequió al gobernador, además, un libro de Rosario Castellanos, que tiene una dedicatoria de ella, de su puño y letra. Dicho libro estuvo en la biblioteca personal del doctor Elías Macal. Cuando vi la foto de inmediato le mandé un mensaje al regidor y le pregunté cómo podía conseguir la biografía de su bisabuelo, él, muy generoso, me dijo que me lo haría llegar, y así sucedió, una mañana me preguntó dónde estaba, en casa, le dije, voy, dijo y llegó, nos saludamos y me entregó una copia de la biografía de su bisabuelo, quien también fue regidor en un momento determinado y llegó a ser, durante quince días, presidente municipal de Comitán. El libro escrito, muy bien, por Luis Eduardo da cuenta de la vida de su abuelo y pone énfasis en su relación con la vida educativa. Acá está en forma sucinta la vida de nuestra escuela. Luis Eduardo dice que la escuela inició en el año 1937; en 1939 fue director el papá de Rosario Castellanos, el ingeniero César Castellanos, pero mirá qué dice: “el ingeniero permaneció poco tiempo en el puesto, se metió a la política y como el candidato a gobernador, al que él apoyó, perdió, lo cesaron”. ¡Ándale, ahí te seguís metiendo! El papá de Rosario se equivocó en su apuesta y resultó castigado. Este dislate permitió que en 1940 ocupara la dirección de la escuela el doctor Elías Macal. Así, él fue director de la Escuela Secundaria y Preparatoria de 1940 a 1973 año en que se jubiló. Pucha, el doctor Macal estuvo en la dirección durante treinta y tres años, casi casi le llega a los treinta y cinco años donde Porfirio Díaz anduvo en la presidencia de México. Yo tengo recuerdos agradables del doctor Macal, porque fue el director mientras estudié los dos primeros años de bachillerato. Ya te conté que al terminar la secundaria en el Colegio Mariano N. Ruiz, mi papá me inscribió en la Escuela Preparatoria, en San Cristóbal de Las Casas, que ocupaba un edificio frente a un parque donde hay una estatua de Fray Bartolomé de Las Casas. Ya no hubo cupo en la mañana, así que tuve que inscribirme en la nocturna. Mis compañeros eran personas mayores, la chaviza estaba en la mañana. Estudié tres meses en la nocturna de San Cristóbal, vivía con comodidades en la casa de mi padrino Ramiro Ramos Ruiz, el famoso comerciante de las tres erres, pero extrañaba a mi Comitán, mucho, mucho. No estaba hecho para vivir fuera de casa. Un día mi papá llegó al pueblo donde nació, pasó a visitar a sus compadres y amigos, echó su traguito, cuando estuvo conmigo aproveché, lo abracé, lloré a mares y le dije que quería regresar a Comitán. Al otro día fuimos a agradecer a mi padrino Ramiro y subimos al camión de pasajeros que me regresó a casa. Di gracias a Dios. Ahora faltaba hacer el trámite de ingreso a la prepa. El curso ya estaba avanzado. Al siguiente día mi papá me dijo que iríamos a ver al director de la prepa, fuimos a casa del doctor Macal, frente al templo de El Calvario. Nos pasó a la sala, mi papá le dio mi certificado de secundaria y le explicó mi situación, ambos estaban vestidos de traje, yo tenía el cabello largo (como había estado en la nocturna no me habían rapado, porque la novatada era sólo para los chavos). El doctor tomó mi certificado, analizó mis sietes, mis ochos y algún ocasional diez y le dijo a mi papá que me haría un huequito para que estudiara en la prepa de Comitán, nada dije, pero sonreí, ah, bendito Dios, estaría de nuevo en mi pueblo, con mis amigos, Jorge, Miguel, Javier. Al salir mi papá me preguntó si había visto el rostro del doctor a la hora que revisó mi documento, sí, dije, estudiante de media tabla, qué pena, a mi papá le habría dado gusto presentar a su hijo con un certificado plagado de dieces. El doctor Macal me devolvió, con generosidad, al estudio en mi pueblo. Dije que el doctor ocupó la dirección de la escuela en 1940. ¿Ya viste el año? Dije que el regidor Andrés le obsequió al gobernador un libro de Rosario Castellanos con autógrafo de mano de la escritora, libro que era propiedad del doctor Macal. Sí, 1940, fue el año donde Rosario estudió el segundo grado de secundaria en Comitán. Ya quedamos que el primero y tercer grados los realizó en la Ciudad de México; es decir, cuando Rosario estudió el segundo grado en Comitán su director fue el doctor Macal, y también fue su maestro de Biología (Bios: vida; logos: tratado, que era la frase con que el doctor iniciaba su curso). La vida de nuestra amada escritora, que el día de mañana, 25 de mayo 2025, cumple los cien años de su nacimiento, estuvo ligada con la vida del doctor Elías Macal García. Por eso, en el libro de Luis Eduardo, nos enteramos que, en 1963, cuando Rosario ya es una destacada y reconocida escritora, el presidente de la Sociedad de Alumnos de la Escuela Preparatoria, le envía a la escritora la cantidad de siete mil pesos, para que ella haga favor de comprar libros para la biblioteca de la escuela comiteca y Rosario cumple la encomienda con creces, porque logra comprar con ese dinero un paquete de diez mil pesos en el Fondo de Cultura Económica, y enviar los libros a Comitán. ¡Esta no te la sabías! Rosario intervino favorablemente para que el acervo bibliográfico creciera. Ella solicitó un descuento y con los siete mil logró comprar libros por un total de diez mil pesos. Mirá lo que es la vida, cuando el doctor Macal estudió en la Ciudad de México, en la UNAM, tuvo como compañero y amigo a un joven que años después llegaría a ser gobernador de Chiapas: Efraín Aranda Osorio. Bastó una plática sabrosa entre ambos amigos para que Aranda Osorio, en 1950, destinara recursos para la construcción del auditorio de la prepa, donde su amigo Elías era el director. Hablo del actual auditorio Roberto Cordero Citalán, del centro cultural que lleva el nombre de quien, en 1940, fue alumna del doctor Elías Macal. Posdata: ¡ah, cuánta vida! ¡Cuántas coincidencias maravillosas! Yo nací un 4 de abril, mi querido amigo Memo (papá del regidor Andrés) nació un 4 de mayo. Él siempre me felicitaba el día de mi cumpleaños y yo hacía lo mismo un mes después. Hace días, su amado hijo me obsequió un libro donde se honra la memoria de su bisabuelo Elías Macal García. ¡Tzatz Comitán!