domingo, 11 de agosto de 2024

CARTA A MARIANA, CON CUATRO PRIVILEGIOS

Querida Mariana: en ocasiones la vida nos otorga racimos de privilegios. Como si estuviera en un viñedo ahora reflexiono en ello y veo la mata prodigiosa que ha sido el nombre de Héctor Cortés Mandujano. El primer libro de Héctor fue uno de cuentos, cuyo título es: “La muerte por todos lados la muerte”, que ahora ha reeditado. Héctor cuenta que la primera edición apareció en 1990 (sí, ya llovió harta luz). Sucede que mi amigo Paco Flores era en ese tiempo, el director de la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez y me invitó a hacer algunos comentarios del libro de Héctor que se presentó más o menos en el lapso de 90 o 91. Ahí conocí a Héctor. Después de la presentación fuimos a una cena a casa de Paco y ahí platiqué tantito con el autor. El segundo privilegio ya fue más sencillo, Héctor y yo nos topamos en varios encuentros literarios en Tuxtla, él recuerda que coincidimos la tarde en que Fedro Guillén se echó un bailecito con una poeta, suceso que comenté en una carta anterior. En ese tiempo, otro libro de cuentos “Palabras agitadas”, fue publicado por el Instituto Chiapaneco de Cultura, la ficha dice que fue en el año 1993, en ese año ya estudiaba literatura en la UNACH, así que iba seguido a actos culturales en Tuxtla, ahí nos saludábamos. Con el tiempo llegó el tercer privilegio: ser un lector asiduo de su obra. Hoy tenemos comunicación por el WhatsApp, él no tiene perfil en el Facebook, pero sí envía sus colaboraciones semanales a un grupo de amigos, entre los cuales, honrosamente, me encuentro. Desde 1990 a la fecha, Héctor (así lo dice su ficha) ha publicado más de cincuenta libros, ¡cincuenta! Libros de cuento, ensayo, novelas, obras de teatro y más vainas literarias. Héctor, te lo he dicho en varias ocasiones, es un orgullo de nuestras letras chiapanecas, es un autor muy prolífico. Una de las novelas más recientes que leí de él es la que tiene el título de “Serse”. ¿Recordás que te dije que esa novela es una obra bellísima, una de las novelas más logradas que he leído en los últimos tiempos? Como amigo y lector fiel de su obra me sentí complacido al leerla. En sus colaboraciones semanales, sus lectores nos enteramos, casi al final del año, de la extensa relación de libros leídos y de películas vistas. Son cientos en ambos casos. ¡Dios mío, qué capacidad tan fértil de aprovechar el tiempo! Aparte del trabajo, prepara conferencias, dibuja, realiza montajes de obras de teatro (donde dirige y actúa), viaja y se reúne con amigos y amigas; no desperdicia instante alguno en vivir a plenitud y con el espíritu abierto al prodigio. La vida de Héctor ha abonado al árbol del siglo XX y el renuevo del siglo XXI. El viernes 9 de agosto de 2024 fue la presentación de la reedición del primer libro de cuentos: “La muerte por todos lados la muerte”, en el Café Cultural Casa Conejo, de la capital chiapaneca. Este libro del 24 está enriquecido con lo que Héctor cuenta acerca del proceso de edición de su primer libro, da agradecimientos a Margarita Zárate, quien envió su primer cuento a un concurso, donde el texto obtuvo el tercer lugar; y luego envió otro texto, que ya fue merecedor del primer lugar, ¡medalla de oro! A partir de ese instante quedó marcado el destino del escritor Héctor, ya el Cortés español había quemado sus naves, el Cortés chiapaneco comenzaría a navegar con viento bueno. Su amigo Jorge Arturo Díaz Pérez dio paguita para que fuera publicado su primer libro. ¡Ah, qué viento tan generoso! Hablamos, digo, del año 90 del siglo pasado. En ese tiempo conocí a Héctor en la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez, mi admiración hacia su obra literaria tiene, entonces, la misma edad que tiene su proceso creativo. Posdata: ¿y el cuarto privilegio, ‘apá? Héctor, generoso, me invitó a enviarle una ilustración que apareciera en la portada de “La muerte por todos lados la muerte”. En cuanto recibí la invitación me puse a hacer un boceto en la tableta electrónica, se la envié, y ahora ¡acá está! Con ello se reafirma el puente que comenzó en la orilla comiteca cuando el autor llegó a esta tierra a presentar su primer libro. ¡Nadita! ¡Tzatz Comitán!