miércoles, 28 de agosto de 2024

CARTA A MARIANA, CON UN VISITANTE

Querida Mariana: Hernán Becerra vino a Comitán, impartió una conferencia el lunes 26 de agosto de 2024, en la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez. No pude asistir a su conferencia, pero platiqué un rato con él. Como a las cuatro y media lo hallé sentado en uno de los restaurantes del Andador San José. Su mirada estaba dirigida al parque central, donde, a través de los árboles, se logra ver parte de los arcos del Centro Cultural. A mí me encanta escucharlo hablar. Al estilo de Nikito Nipongo, quien nos legó “perlas japonesas”, Hernán me regala perlas tapachultecas. En esta ocasión dijo, poniéndose de pie, abarcando con su mirada y espíritu, el parque de nuestro pueblo, que Comitán es la ciudad más bella de Chiapas, y la comparó con Palermo, en Italia. Bueno, acá nos hace falta un cacho de mar, le dije. Le reiteré lo que he dicho en público: me gusta su libro de crónicas: “Desayuno con Echeverría”, donde comparte a sus lectores una serie de historias vividas. Mientras terminaba su bebida aseguró que ha conocido más de ciento veinte países. Hace apenas dos meses, más o menos, estuvo en Guatemala, en la Antigua Guatemala, ciudad bellísima. Abrió su mochila y enseñó una serie de fotografías, testimonio del viaje. En las fotos aparece él en varios sitios, en el Archivo y en la tumba de Bernal Díaz del Castillo, el gran cronista español, quien se encargó de narrar lo que los conquistadores hallaron al arribar a este continente. De hecho, su conferencia tuvo como motivo central a Bernal. Mirá cómo la intituló: “El miedo en Bernal Díaz del Castillo”. Siempre hábil en sus propuestas, así lo confirma el título de su libro, donde pone el apellido de Echeverría para llamar la atención, en esta ocasión introdujo un elemento casi misterioso: el miedo del gran cronista. La tarde estaba plena, corría un aire agradable, como si el pueblo quisiera darle toda la razón: Comitán es el pueblo más bello de Chiapas. ¿El miedo en Bernal? Le aventé la pregunta: ¿por dónde va el tema? No picó el anzuelo, al contrario, me la reviró: de eso hablaré en mi conferencia. Ya le había dicho que no podría asistir. El miedo en Bernal se volvió “loquejamás” sabrá Molinari. Más de ciento veinte países. Pucha. Hernán ha sido un gran viajero. Una mañana desayunó con Echeverría; otra tarde escuchó el fado, en Portugal, y sintió la saudade con el grito que una mujer aventó en su espalda; otro día estuvo en una plaza en Palermo, columna de la gran Sicilia y la tarde del lunes estuvo en Comitán, recibiendo el aire benigno de esta bendita ciudad. ¿Transmitirán en vivo tu conferencia?, pregunté, dijo que no sabía. ¿El miedo en Bernal Díaz del Castillo? ¡Qué tema! Luego pensé que el concepto es aplicable a todos los seres humanos, aunque ¿quién imaginaría el miedo en el valiente Hernán Cortés? Pero, lloró pues, recargado en el árbol de la noche triste. Ah, todo lo que presenció Bernal, en los años de mil quinientos y tantos. Posdata: Hernán guardó las fotos en su mochila al lado del libro: “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”, lleno de subrayados y anotaciones. Nos despedimos. Le deseé suerte. Cogió su mochila y caminó con rumbo al Teatro de la Ciudad. ¡Tzatz Comitán!