lunes, 13 de marzo de 2023

CARTA A MARIANA, CON TEMPLOS QUE BENDICEN EL CUERPO Y EL ESPÍRITU

Querida Mariana: para todos los gustos, así es la oferta gastronómica en el pueblo. Vos sabés que hay cientos de locales que ofrecen verdaderas maravillas para satisfacción del cuerpo y del espíritu. Ya te conté que hace varios meses vino mi hermana Esther a conocerme. Ella nació en 1945 y yo nací en 1957, nos conocimos físicamente en 2022. Ella, linda, hermosa, vino desde su casa del Estado de México a conocer a su hermanito y la tierra donde vivió nuestro papá, donde murió. ¿Sabés cuál fue el restaurante que eligió para desayunar? ¡El 1813! Lo eligió porque un día leyó un texto mío que habló de las bondades culinarias de ese restaurante, de la riqueza gastronómica que ofrecen los chefs Karla Albores y Mario Maldonado. Mi hermana bien pudo elegir otros restaurantes, ella tenía en su mente lo que escribí. Sé que muchas personas que leen mis textos pepenan mis ideas. Hay una circulación como de vasos comunicantes, que unen espíritus afines. Mi hermana bien pudo también elegir conocer el parque de Guadalupe (que oficialmente se llama de La Independencia, pero que nadie hace caso a este nombre) y entrar a conocer a doña Chelo Cantoral de Morales, mujer maravillosa de nuestro pueblo y exquisita cocinera, para probar los platillos que ofrece y que disfrutan decenas de personas cada semana. Ah, su restaurante Doña Chelo, es un referente maravilloso de Comitán. O ir a la maravillosa Colonia Miguel Alemán, espacio genial de nuestro pueblo, donde, en las noches ofrecen las más ricas hamburguesas en el camión. Eso es un deleite. Es un disfrute recibir la hamburguesa y pasar al remolque. Es toda una experiencia. El otro día acompañé a Ruth y Alfonso, recibieron sus hamburguesas y Ruth dijo que no las cenarían ahí. “¿Para qué está el parque?”, dijo en tono de pregunta pero como propuesta genial, caminamos y una vez sentados en una banca del parque de la colonia, genial espacio, los vi cenar, los vi casi casi cerrar los ojos en cada mordisco y abrirlos para llenarse del cielo comiteco. Se puede decir, afimar, que Big Red Food Truck cambió el concepto de comida rápida, lo que ofrecen es comida para disfrutarse con toda la calma del mundo. O bien pudo, en la mañana, ir frente a la colonia, en esa palapa amplia, afectuosa, donde está el restaurante que tiene uno de los nombres más bonitos del pueblo y que ofrece una cocina de exquisito y recomendado sabor: “Comitán lindo y qué rico”. Ah, pucha, en el nombre sintetiza toda la gloria gastronómica de nuestro pueblo. Comitán es lindo por todos sus bordados y es rico por todos los sabores que ofrece en sus maravillosos fogones. El desayuno buffet de “Comitán lindo y qué rico” no tiene extravío, es una oferta difícil de resistir. Y si el antojo es de una riquísima gelatina o de postres exquisitamente preparados, pues puede ir al Cafetico (porque en Comitán, igual que en Colombia, a veces tenemos momenticos para apapachar a nuestro espíritu), que es un café de especialidad, donde ofrecen la repostería creativa que hace mi comadre Malicha, quien es una mujer que prepara todo con mucho amor. La pasión es una de las características de todos los restaurantes y cafés que he mencionado, y de todos los demás espacios que existen en Comitán. No sólo nosotros lo alabamos, todos los visitantes hablan bellezas de nuestra oferta gastronómica, que es uno de los baluartes de nuestra cultura. A mi hermana ¿le gusta comer cuchito? No lo sé, tal vez le gustaría probar el chicharrón de hebra o ir al restaurante “El Rey del Cochito”, donde preparan el cochito como lo hacen en el centro del estado. ¡Ah, delicia! Esta propuesta gastronómica es muestra de la fusión que siempre ha estado presente en nuestra ciudad, a los platillos tradicionales (que resguardamos con cariño y los chenteamos) se une la cocina de otros lados. Claro, comer cochito en el clima de este maravilloso pueblo no tiene comparación. Ahora debo decirle a mi hermana que el 1813 ya tiene un nuevo local, a dos cuadras del parque central de Comitán. Un espacio íntimo donde está presente la calidad de los platillos que ofrecen y que ya le han dado renombre a nivel nacional. Mi hermana quedó más que satisfecha la mañana que estuvo en el tradicional 1813. Hoy, la sucursal está en el Hotel Boutique Corazón del Café, en ese lugar estuvo la casa del maestro Guillermo Solórzano, albañil de cinco estrellas de Comitán, quien hizo la casa de mis papás, cerca de la Matías de Córdova. Posdata: la casa del maestro Guillermo tenía un amplísimo patio, siempre lleno de pichones. Cuando mi abuelita Esperanza llegaba de la Ciudad de México, mi papá compraba pichones con el maestro Guillermo y Sara, la cocinera, se encargaba de prepararlas con una salsa especial. Era la manera afectuosa que tenía mi papá para recibir a su suegra. Mirá lo que es la vida, siempre hay cintas que unen las historias. Comitán es un pueblo con gran tradición gastronómica. Una de las formas de recibir a los visitantes, a los amigos, a los parientes, es llevarlos a comer las riquezas que acá ofrecen las manos mágicas. Vos, que tenés la oportunidad de tener todo a la mano, disfrutás la oferta que acá he mencionado. ¡Tzatz Comitán!