jueves, 3 de abril de 2025
CARTA A MARIANA, CON LA NOVELA “EL ORIGEN DE LA NOCHE”
Querida Mariana: un día me llamó Ornán Gómez, mi amigo escritor. Después del saludo (clásico) llegó la petición. Que presentara la novela “El origen de la noche”, del escritor premiado Mikel Ruiz. ¡Ay, Ornán! ¡Tantos escritores y escritoras que pueden hacer, y hacer bien, esta chambita y vos me la das! Al final acepté. Así que la tarde del 21 de marzo pasé a que me lustraran los zapatos en el parque central (ahí encontré a Mikel también en una silla para que le bolearan los zapatos) y cuando vine a ver estaba trepado en el sitio de honor, al lado de Olivia Bonifaz y del autor para la presentación. Por fortuna llegó gente a escuchar a Mikel, es conocido su proceso creativo. La presentación inició en forma puntual, a las seis y media de la tarde. Te paso copia de lo que dije:
Buena tarde.
Sí, tenemos ventaja ante ustedes. Nosotros ya leímos el libro. Siempre es así en las presentaciones, quienes ocupan las sillas del escenario ya han leído el libro. Ustedes (me ha tocado) están en desventaja ante nosotros. Pienso entonces ¿cuál es el objetivo de una presentación, de esta presentación? Transmitir a ustedes nuestras impresiones de lectores, para que tengan una idea del contenido del libro. Labor complicadísima. Si entendemos que el acto de lectura es un acto íntimo, que no puede darse de una mano a otra ajena. Tal vez algún día, pienso, las presentaciones serán espacios donde habrá mesas con ejemplares del libro en cuestión para que los asistentes tengan la posibilidad de hojearlo, así a ojo de buen cubero, como se dice, y puedan decidir si lo adquieren o no. Imaginen que ahora se diera eso, que ustedes pudieran hojear el libro “El origen de la noche”, de Mikel Ruiz. Que tomaran un ejemplar y le dieran una vueltita, estoy seguro, segurísimo, que les atraería, por el tema, por la forma en que está escrito, como decimos acá, “se picarían”, no desearían abandonar la lectura. Pero como tal posibilidad está lejana, hoy nos toca hablarles de un libro que nosotros ya leímos y ustedes no. ¿Cómo hacer la síntesis de lo leído? Desde el momento que leí el prólogo escrito por Luis de La Peña Martínez, quien es jefe del departamento de publicaciones de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, pensé que era un resumen lúcido e inteligente del contenido del libro. En sus palabras está todo el manantial del libro de Mikel; así que, como si ustedes tomaran el libro y comenzaran a leer el prólogo de Luis, sintetizaré sus palabras. Ah, qué atrevimiento. Deberían leerlo completo, completa deberían leer esta obra, que mereció el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas del 2023; ejercicio puntual ficcional de un hecho histórico que provocó una herida en el mapa de la sociedad chiapaneca.
¿Qué dice De la Peña?
De la Peña dice que la cultura tsotsil ha sido abordada en libros desde las visiones de famosos escritores no indígenas. Bueno, esto fue así, porque ahora es la mirada de un escritor hablante de la lengua tsotsil; Mikel es un escritor bilingüe, su novela está escrita en tsotsil y en español. Esto es un hecho histórico, acá está una mirada a la cultura tsotsil desde la mirada de un nativo, un hijo de ese árbol.
De la Peña dice que la novela breve de Mikel aborda un tema trágico: la matanza de Acteal; lo aborda con “un lenguaje narrativo directo” con la recurrencia de “códigos míticos y poéticos”, que ponen al lector “en vilo (en suspenso diríamos)”.
De la Peña dice que espera no equivocarse en su apreciación de que esta novela “marcará un hito en el ámbito de las literaturas escritas en lenguas indígenas mexicanas y, ojalá, también en la literatura escrita en español”.
¿Ven? Ya leí la novela de Mikel, pienso que el prólogo de De la Peña es esclarecedor, ilumina la senda por donde caminarán los lectores. De la Peña dice que la obra tiene “escenas descriptivas duras”, cómo no, si es testimonio literario de un hecho lleno de mierda, muestra de la miseria humana, de lo sucedido en Acteal hace años.
Robé las palabras de De la Peña porque son brillantes. Por eso, pido aplausos para él y para el autor de esta obra. Gracias.
Posdata: el acto comenzó a las seis y media de la tarde. Calculé una hora para la presentación, así que a las siete y media a casita, tomar mi avena y acostarme. Sabés que me acuesto a las ocho de la noche, porque a esa hora ya se me descargó la pila, cómo no, si me levanto a las cuatro de la madrugada. Todo transcurrió muy bien, tan bien, que la audiencia comenzó a hacerle preguntas a Mikel. Todo bonito, pero mi cuerpo ya comenzaba a pedir esquina, así que, con la pena del mundo, a las siete y media, le dije a Ornán ¡hasta acá llegué! ¡Qué pena! Me bajé del estrado y caminé en medio de la audiencia. ¿Qué pensarían? Lo menos: ¡qué abusivo este tipo! ¡No se esperó al final! Deseé que todo mundo pensara: ¡ay, el viejito Molinari, ya va a desaguar la vejiga! Total, fui al estacionamiento, me trepé a mi tsurito, llegué a casa y ya cumplí con mi ritual de vida, haciéndome la promesa de no aceptar estos compromisos que “comprometen” mi rutina. ¡Hay tantas personas que pueden hacer la chambita de presentación! Siempre pido que aparezcan los nuevos valores, ¿por qué los mismos de siempre? ¡No se vale!
¡Tzatz Comitán!