viernes, 25 de abril de 2025
CARTA A MARIANA, CON UN LIBRO DEL COMITECO MANUEL MANDUJANO
Querida Mariana: Manuel tiene tres libros a la venta en Amazon. Él es un escritor disciplinado. Sé que su fuerte es la narrativa. Tan es así que ha obtenido menciones en concursos a nivel internacional. Por ahí alguno de sus trabajos de cuento corto han descollado en España.
Muchos paisanos desconocen su trabajo literario, porque ya sabés cómo funciona nuestro mundo. Pero, por si querés darle una vueltita a su labor creativa, copio de la página de Amazon México la oferta que tiene: “Sapiens 2.0. Río de piedras y puramente cuentos”; “Anoche soñé que estaba muerto”; y “Corpus. El milagro de Copanahuastla”.
Y digo esto, porque hace unos días me habló por teléfono mi primo Memo Bermúdez. Con Memo tuve una gran cercanía cuando fuimos niños, él llegaba a la casa e íbamos al cine y a dar doctrina a San José Obrero. Me dio mucho gusto escucharlo. Me dijo que pasara a su casa porque Manuel había dejado un libro para mí, su libro más reciente, que tiene el título: “Dementiana. Cuentos de la vida en paz”.
Ya podés imaginar el doble privilegio que me puso el destino, deseaba ir volando, pero como Aeroméxico no tiene viaje sin escala del barrio de Guadalupe al barrio de San Sebastián, tenía dos opciones: ir por tierra en mi tsurito o caminar. Me decidí por lo último, porque sabés que me encanta caminar por mi pueblo, siempre y cuando sea por calles conocidas y a buena hora. Caminé. Salí de casa en la mañana, hora en que el sol todavía no salta sus dardos hirvientes. Ah, cómo disfruté ese viajecito, viendo los comercios, pasando por las talabarterías con el olor característico de las pieles curtidas. Llegué. Toqué el timbre y mi querido primo Memo salió a recibirme, con su barba blanca como mariposa posada en la barbilla y en la parte baja de las mejillas; con su sonrisa siempre cariñosa. Nos pusimos al tanto de nuestras vidas y me entregó el libro de Manuel Mandujano. Nos tomemos una foto, dijo, para que la mande como evidencia que ya cumplí con la entrega. Y nos tomamos la foto. Entiendo que se la envió a Manuel. Ahora yo, a través de esta carta, le mando un abrazo al autor y agradezco el regalo.
Manuel y yo nos conocemos hace un buen rato. Lo conocí porque el maestro Jorge Gordillo Mandujano me lo presentó. Manuel y el maestro Jorge eran parientes. Hoy ya no está con nosotros el maestro Jorge, así como el papá de mi primo Memo ya falleció. Mi tío Memo, hasta donde recuerdo, fue dueño de la finca Dolores, que está enfrente de la cañada que lleva a La Soledad, la finca que fue de la mamá de Irma Serrano.
Ya leí el libro de Manuel (ahora que lo escribí pensé en automático en un libro de mi amado Julio Cortázar, uno de los mejores escritores de cuentos de todo el mundo, que se llama precisamente “Libro de Manuel”).
Y digo Cortázar, porque el cuento que da título al libro de Manuel: “Dementiana”, juega un poco con la misma estructura de un cuento que Julio escribió “La noche boca arriba”. Seguro que recordás el cuento de Julio, un hombre, mientras está en un hospital, en tiempo presente, “vive” una persecución en un tiempo pasado, antes de la Conquista. Manuel juega con esa estructura, una señora, que tiene una edad de noventa años, enferma, “vive” en su pasado. El médico que la atiende explica a los familiares que la señora no tiene una enfermedad, ella “se va a otro planeta”, vive lo cotidiano, pero su mente está instalada en su pasado, un pasado que Manuel se encarga de entregarnos de manera puntual. El escritor nos lleva a sus lectores a vivir las costumbres de un Comitán pasado; su habilidad es tal que vemos y sentimos un Comitán que ya no está en el presente, que sólo permanece en el recuerdo y en la nostalgia, pero que en la vida de la señora es su pan de cada día.
Posdata: hasta antes de leer el libro de Manuel en mi cabeza no estaba registrada la palabra dementiana; hoy ya es parte de mi memoria; como el nombre de Manuel Mandujano debe ser un nombre de la relación de importantes narradores comitecos.
Dije que Manuel ha obtenido reconocimientos en concursos internacionales de cuento breve. Le encanta crear minificciones.
¡Tzatz Comitán!