domingo, 27 de abril de 2025

CARTA A MARIANA, CON UNA CAMPANILLA

Querida Mariana: la noche del 26 de abril 2025, la dramaturga Rosa Hortensia Aguilar Trujillo y el poeta Balam Rodrigo recibieron un homenaje en el Octavo Festival Internacional Balún Canán, de arte, literatura y ecología. Tuve el honor de decir unas palabras de presentación para el poeta Balam. Te paso copia del textillo que leí. Buena noche. El poeta Balam Rodrigo no tiene muro en Facebook. Una tarde, en el parque de La Independencia, le pregunté por qué no tenía redes sociales. Me dijo que yo estaba equivocado, aseguró que él tiene, tiende, muchas redes sociales, pero no en forma virtual, sino en forma presencial. Entendí lo que me decía, el contacto con el ser humano es esencial, su modo de ser es un río que siempre riega muchas orillas por muchos lugares, riega sonrisas, riega motivos para reflexión. Balam es un ser humano sencillo, es un ser humano grande, enorme, palmera. Como si fuese un personaje de cuento infantil ha llegado a alturas donde el común de los mortales no llega, por esto, siempre descuelga frutos y los reparte en forma generosa. Balam Rodrigo es una de las Voces Mayores de Chiapas. Dije que no tiene muro, porque Balam es un poeta que con sus palabras derriba muros, como si fuese uno de los que anularon el Muro de Berlín, nuestro amado poeta bota muros y construye identidades. Asimismo, Balam borra fronteras, como diligente hormiguita crea nuevos caminos, caminos más libres. Esto lo pepenó siendo niño, cuando en su casa de infancia recibían a muchos migrantes venidos de más del Sur. Balam supo que el ser humano tiene por esencia el espíritu libre, sin ataduras, sin muros, sin fronteras. En su casa de infancia aprendió a abrir las manos y el corazón en forma generosa para abrazar al otro, al hermano, al ser humano en tránsito, a la persona en busca de un mejor modo de vida; aprendió, también, a nombrar las cosas, a designar los atributos, a reconocer la flor de la esperanza. Su camino, fértil, viene desde la infancia, de mucho más allá, de cuando acompañaba a su papá a caminar las calles polvorientas. Balam niño se preguntaba: ¿qué árbol da oxígeno, qué árbol provee sombra, qué árbol es nido para pájaros, para el vuelo? Descubrió que el árbol de las palabras produce los frutos más sabios con la savia de la vida. Y desde entonces Balam ha sido un talador de muros, con el pie del Verbo elimina las líneas fronterizas, las borra, y con su palabra hace que vuele un aire más limpio por todos los cielos. Que todo mundo trepe a su arca; que todas las nubes lluevan luz; que todo el género humano se reconozca en sus palabras, en su bordado sublime, en ese entramado de maravillosas redes sociales. Querido poeta, hoy, Arbey Rivera y los integrantes del Puente Cultural del Sur Sureste te entregan un reconocimiento, que es como un abrazo de gajos de fruta fresca. Los que te admiramos nos unimos a este merecido homenaje. Tu nombre es una campana que resuena por todo el valle, por toda la montaña, por todas las playas y por todas las esquinas del mundo. Balam, Balam, Balam, canta la campanilla; Balam, Balam, es la palabra que, como si fuese voz del muecín en la mezquita, convoca a la comunidad, a la comprensión de un mejor modo de ser. Sos un constructor de edificios transparentes, tu voz es la de la tiuca libre, la del rugido del puma americano, la del niño que balbucea la palabra igualdad. Sos el murmullo de la rama tierna, del renuevo que brota de la Tierra; sos orgullo de nuestra tierra, voz indispensable de estos y de todos los tiempos. Que las diosas de la creación sigan regando agua en tus parcelas; que los dioses de los cielos sigan inyectando vientos en tus papalotes, para que sigan volando alto, altísimo, para que nosotros, tus lectores, tus amigos, sigamos bendiciendo y agradeciendo tus palabras. Balam decimos, y cantamos y bailamos. Este aplauso de la audiencia es para vos, para siempre, por siempre. ¡Felicidades! Posdata: fue una noche emotiva, llena de danza, música y poesía. Saludé al poeta comiteco Juan Olivares, quien obtuvo el premio de poesía “La Terrestre Raíz de Las Palabras 2024”, certamen al que convocó el Puente Cultural del Sur Sureste; y escuché la interpretación musical de mi sobrino Julio Flores Bermúdez, un guitarrista genial, ¡genial! Cualquier día de estos te cuento más de Julio. ¡Tzatz Comitán!