jueves, 11 de septiembre de 2025

CARTA A MARIANA, CON CHIAPAS MARAVILLOSO

Querida Mariana: ¡viva Chiapas! Fue el grito jubiloso, unánime, cuando nuestro gobernador Eduardo Ramírez Aguilar inauguró Casa Chiapas, en la CDMX. ¡Viva Chiapas!, porque durante muchos años dicha casa estuvo cerrada. El 6 de septiembre 2025 queda registrado como un día fastuoso, porque en la colonia Juárez, de la alcaldía Cuauhtémoc, Chiapas tiene una residencia para que los visitantes encuentren el corazón de nuestro estado y los paisanos tengan un punto de encuentro, porque Casa Chiapas es ya un centro cultural que muestra un poco de lo mejor de nuestra tierra. Que viva Chiapas. Coincidencia de tres nombres relevantes, el de nuestro estado y el de dos hombres preclaros de nuestra historia: Cuauhtémoc y Juárez, acá están unidas tres épocas históricas: la precortesiana, La Reforma y el tiempo infinito de la tierra bendita. En la inauguración de Casa Chiapas hubo la tradicional reja de papel de china, la reja comiteca; amenizó la internacional y comitequísima marimba Águilas de Chiapas. Fue un gran guateque. No podía faltar el antojito para el hoyito de la muela, las exquisiteces de la gastronomía comiteca, preparadas por manos expertas, por espíritus que han abrevado la savia de la ceiba, árbol sagrado de los mayas. Nuestro paisano gobernador abrió la Casa Chiapas, sabe de la necesidad de que en la gran Ciudad de México exista una ventana con el aire limpio de nuestra tierra, para que los pulmones de los habitantes de aquella maravillosa ciudad se llenen con el aroma de la butifarra, del café, del comiteco, de la juncia; que se escuche el sonido de la selva, del jaguar, del vuelo de las guacamayas, de los ríos que, gloriosos, descienden en cascadas. A partir de hoy, Casa Chiapas es una gran ventana, un balcón, donde está posada el ave suprema del sureste de México; es un papalote, el mismo que voló en Nicalococ el hermanito de Rosario Castellanos; es la burbuja que lleva a todas partes la esencia libertaria de tío Belis, el máximo héroe civil de la patria. ¡Viva Chiapas! fue el grito que rebotó como pelota de frontenis en los muros del espíritu. ¿Ya viste que también, al lado de la chef Karla, del Restaurante 1813, estuvo presente otra comiteca? Sí, la licenciada Kenia Arroyo Muñiz, representante del gobierno de Chiapas en la CDMX, tiene nuestra revista en sus manos. Ah qué emoción, presentamos un cachito de nuestra tierra. Como expresa el cartel promocional que aparece en contraportada: Chiapas es extraordinario por naturaleza. Esto lo sabemos muy bien los que vivimos acá, ahora gracias a la iniciativa de nuestro gobernador se enterará toda la Ciudad de México. La chef Karla Albores no sólo llevó esencias gastronómicas, también, generosa, hizo favor de llevar algunos ejemplares de nuestra revista y con ello llevó el homenaje a Rosario Castellanos y a Óscar Bonifaz; y llevó el testimonio de vida de la comiteca Julia Torres y Richard Riding, que hace poco estuvieron en Nepal, al lado del Everest, la montaña más alta del mundo. Alto fue el mensaje que Eduardo Ramírez envió al país desde la colonia Juárez. Ahí estuvimos también, otro pedacito hermoso de Comitán estuvo presente en la inauguración de Casa Chiapas en la CDMX. Posdata: que viva Chiapas, ¡que viva! ¡Tzatz Comitán!