lunes, 29 de noviembre de 2010

CARTA A MARIANA, DONDE SE CUENTA CÓMO EL TIEMPO NO TIENE RELOJ




Querida Mariana: ¿cuántas veces ves el cielo? Ramiro vive en Huatulco. Él mira el cielo y el mar, a todas horas. En su mirada las dos sustancias se mezclan. Cuando cancela la línea del horizonte todo es como una sábana azul infinita. A los comitecos se nos dificulta unir el verde de la montaña con el azul del cielo. Ya se sabe que los cielos tienen más afinidad con el agua.
Ramiro, en forma frecuente, me envía mensajes invitándome a Huatulco. Él tiene una casa de descanso frente al mar. “Vení solo, con Javier o con tu esposa, ¡pero vení! Si venís solo te presentaré alguna muchacha bonita”, me dice, Cuando leo esto sé que él ríe con sonrisa de cangrejo con alas.
Ramiro me llamó por teléfono el domingo pasado, como a las diez de la mañana. “Estoy en Tuxtla, nos miremos en San Cristóbal para comer. Estamos a mitad del camino”. Ay, Mariana, ya sabés mi respuesta. Le dije: “Vení a Comitán, acá nos vemos”.
Nunca he ido a Huatulco. La promesa del mar, de la playa, del coco con ginebra, la de la muchacha bonita, la de la conversación con mi amigo viendo la puesta del sol, no alcanza a seducirme y sacarme del encierro. ¿Por qué soy tan escaso con mis afectos si los quiero tanto? ¿Quién sabe?
Hubo un tiempo, hace mucho, que andaba “encuachado” con mis afectos. Andaba de arriba para abajo con los compas. La madrugada nos encontraba en cualquier banca del parque, en cualquier banqueta de cualquier calle. Al día siguiente, muy temprano, ya estaba jodiendo en casa de los compas, subiendo las hieleras llenas de cerveza para ir a sus ranchos, a Los Lagos o al Chiflón. Sigo amando a mis afectos con la misma intensidad, pero ahora me he vuelto escaso. ¿Alguien sabe por qué? A mi amigo Ramiro lo quiero, me da mucho gusto cuando sé de él, pero algo me impide ir a su encuentro. Siempre estoy en espera de hallarlo en una calle de Comitán para abrazarlo y para platicar.
Salí ayer en la tarde y miré a compas que tenía años de no verlos y me dio mucho gusto. El artista Roberto Rojo cantó en el auditorio del Centro Cultural. ¡Regresó a su pueblo, después de un autoexilio de más de seis años! Ahí mismo, entre el público, vi a Jorge Cordero Meza y a Eduardo Domínguez. ¡Pucha, añísimos de no verlos! ¿Me creerías si te digo que a esa hora mi mirada canceló la línea del horizonte y todo fue como una nube amable? Claro, no me acerqué a saludarlos, los vi desde mi asiento, los vi como quien mira el mar y sabe que ese fandango de olas ¡es la vida!
Por esto, a veces, salgo a caminar por estas calles de Dios tratando de hallar a Dios. A veces se da el prodigio. Sé (sí, Mariana, lo sé), que Dios está enredado en cada uno de ustedes, mis amigos; lo miro en tus ojos, en tu talle, en tus manos, en tus pechitos que apenas asoman; lo escucho en tus palabras y en tus silencios de estadio vacío. Pero, presiento que Dios está más pleno en algunos lugares que en otros. No sé porqué pienso que Dios, más que en el cuerpo bronceado, está en la piel llena de grietas del que cultiva la tierra; más que en la multitud ¡está en la celda del solitario! Por esto me gusta caminar tras los pasos de los desconocidos y en los pasillos donde los caminantes son escasos.
Sé que ustedes mis afectos siempre están ahí, como yo estoy para ustedes. Por esto me gusta toparme con desconocidos, con aquéllos con los que no cuento, un poco para quererlos más a ustedes. Mi cara se llena de luz cuando me topo con alguno de ustedes, cuando me topo con Ramiro, con Enrique, con Javier, con Jorge, con Pedro, con Paco, con Roge o con tantos más que me prodigan su amistad. Cuando me topo con ustedes mi corazón brinca como frijol saltarín y se llena de luz. Doy gracias a Dios, entonces, por esa catarata de agua bendita.
Como justificación a mi proceder de eremita digo que lo hago sólo por el placer del objeto hallado. No hay mayor placer que encontrar una joya que pensabas extraviada.
Pd. ¿Cuántas veces ves al cielo? ¿Te gusta mirarlo a solas o cuando estás con alguien? ¿Vos sí te animarías a ir a Huatulco?

CARTELERA DEL MES DE DICIEMBRE - CENTRO CULTURAL ROSARIO CASTELLANOS

¿Qué planes tienes para diciembre?
El Coneculta-Chiapas, a través del Centro Cultural Rosario Castellanos,
tu Casa de Cultura en Comitán,
te invita a disfrutar de una variada cartelera cultural


Miércoles 1 de diciembre
5:30 pm: Demostración de fandango
6 pm: Miércoles de Cine Club: “El discípulo”
Auditorio Roberto Cordero Citalán

Jueves 2 de diciembre/ 6 pm
1er. Encuentro de Rock Regional
Auditorio Roberto Cordero Citalán

Viernes 3 al domingo 5 de diciembre /10 am a 2 pm y de 4 a 8 pm
Taller experimental de teatro “El Juego Teatral” con el director de Medusa Teatro, Andrés Campos
Sala de exposiciones del Centro Cultural

Viernes 3 de diciembre/ 7 pm
Inauguración de Exposición Fotográfica “El Diván” de Irving Niño
Pasillo Interior del Centro Cultural

Sábado 4 de diciembre/ 6 pm
“Fandango”, Gran Fiesta de Son Jarocho
Auditorio Roberto Cordero Citalán

Lunes 6 al miércoles 8 de diciembre/ de 4 a 6 pm: Taller de Son Jarocho

Miércoles 8 de diciembre / 6 pm
Miércoles de Cine Club: “Hable con Ella” de Pedro Almodóvar
Auditorio Roberto Cordero Citalán

Jueves 9 de diciembre/ de 4 a 8 pm
Festival de Artes en la Calle con los Talleres del Centro Cultural Rosario Castellanos
Parque Central de Comitán; Pasillos y Auditorio del Centro Cultural

Lunes 13 de diciembre/ 4 pm
Pastorelas y villancicos de escuelas de la región
Auditorio Roberto Cordero Citalán del Centro Cultural

Lunes 13 de diciembre/ 7 pm
Exposición de Nacimientos, en el marco del Festival Navideño de la UDEM y FIDHUM
Pasillo exterior del Centro Cultural

Miércoles 15 de diciembre/ 5 pm
Premier de cine del realizador chiapaneco Enrique Olvera
Auditorio Roberto Cordero Citalán

Jueves 16 de diciembre/ 6 a 8 pm
Obra de teatro de la compañía de Lola Montoya “Bicentenorio”
Auditorio Roberto Cordero Citalán

Viernes 17 de diciembre/ 6 pm
Festival Navideño del grupo artístico Tierra Zero
Auditorio Roberto Cordero Citalán

Sábado 18 de diciembre/ 7 pm
Presentación del disco “Por siempre Chiapas” de Cothy Soto
Auditorio Roberto Cordero Citalán

Lunes 20 al jueves 23 de diciembre /4 a 8 pm
Ciclo de cine contemporáneo ¿Realidad o Ficción?
Sala de Exposiciones del Centro Cultural

Información adicional: Tel y fax: (01 963) 63 2 06 24 E-mail: centrocultural_1@hotmail.com

domingo, 28 de noviembre de 2010

SOCIEDAD QUE OPINA

En Internet circula una carta de reclamo y de reflexión. No tiene autor, pero refleja el ánimo de muchos comitecos. No toco la redacción, la subo tal como me llegó. El escrito manifiesta una verdad: las autoridades han sido rebasadas y no atienden el problema. ¡Qué pena!

Realmente creo que todos los Comitecos nos unimos al reclamo de nuestra libertad...estamos secuestrados dentro de nuestra ciudad, sin que nuestras autoridades municipales y estatales hagan absolutamente nada, permitiendo ya por semanas que un grupo ahora que se dice "maestros" tomen la carretera; y hace algunas semanas los taxistas, personas a las cuales nosotros les pagamos y mantenemos sus empleos y no toman en cuenta que haciendo estos paros los únicos afectados somos los que no tenemos nada que ver...
A las autoridades no les ha importado resolver el problema,no es posible que pasen y pasen los días y como ya van de salida no quieren hacer mas borlote y ensuciar su imagen...
Permiten que cualquier pelado con un garrote, llámese como se llame, maestro, taxista, transportista, los de los sindicatos...o Juanito de las Berbenas ¡¡¡¡¡¡¡¡nos secuestren!!!!!!!!

Que no nos permitan salir ni entrar a Comitán y que no les importen las necesidades de toda la gente que aquí vivimos, trabajamos, y necesitamos movernos a otras ciudades no permitiendo que ni las ambulancias con toda su urgencia pasen...y exponiendo a los enfermos hasta la muerte.

Señores del Gobierno, solo una pregunta ¿ Hasta cuando van a ver por la ciudadanía? es más importante ahora preparar el informe; las invitaciones, los invitados, la fiesta y la toma de posesión del nuevo...y esto, que nos atañe a todos, quién lo va a resolver? ¿ el que se va o el que viene? donde quedó la bolita...

Que pena que esos maestros sean los que enseñan a nuestra juventud...¿que podemos esperar que enseñen?
si su ejemplo es pésimo. Y luego nos quejamos de los jóvenes...pero si no sabemos en manos de quienes están en las escuelas, ya que más que maestros parecen ser delincuentes...

Y desgraciadamente es un solo reclamo y que no encontrará respuesta... quizá tu que estás leyendo esto tengas alguna idea y la expongas aquí y así, de poquito a poquito nos unamos para hacer presión a las autoridades y que hagan aunque sea al final algo por lo que podamos recordarlos...

viernes, 26 de noviembre de 2010

ARTÍCULO DE JUAN CARLOS GÓMEZ ARANDA

SOBRE EL ASUNTO DE LA UNIDAD QUE REQUIEREN LOS PARTIDOS POLÍTICOS




Como preludio de los procesos electorales locales que se avecinan y con miras a la elección presidencial, los principales partidos políticos están viviendo de manera paralela una lucha interna, a ratos sorda y en ocasiones con demostraciones excesivas, cuyos resultados solo podemos imaginar. En efecto, en estos momentos el PAN, el PRD y el PRI se encuentran en un intenso diálogo interno para definir a sus nuevas dirigencias nacionales cuya principal misión será, cuando puedan, conducir la selección de candidatos a las gubernaturas del año próximo así como sus campañas y sobre todo, procesar las candidaturas presidenciales y tratar de hacer triunfador a su abanderado en la jornada del 1º de julio de 2012.



En el PAN se advierten barruntos de tormenta por los temperamentos de algunos de los aspirantes y por las denuncias que ya cruzan entre sí, sobre todo respecto de que uno de ellos es el favorito presidencial, que un grupo se ha apoderado del partido o sobre la necesidad de que no solape más la corrupción. No hay duda que los propios participantes han sido duros y no responden por el clima que pueden provocar el próximo 4 de diciembre que sesionará su Consejo Nacional. Por algo será que decidieron que dicha reunión no sea pública.



En el PAN de estos tiempos de transición democrática, debaten sobre algunos estigmas que persiguieron al PRI y que criticaron con acidez: la intromisión de la voluntad presidencial en la vida partidaria. Por ello, será interesante ver cómo prospera su elección. Mientras tanto, Roberto Gil ya propuso los márgenes utilizando una frase zedillista y otra del PAN: que entre la sana distancia y la cercanía cómplice, se de un acompañamiento crítico del poder. Muy pronto veremos si esta nueva generación de panistas son capaces de hacerlo con inteligencia y energía, pero cuidando la unidad de su partido.



Siendo el PAN el primero de los tres partidos “grandes” en renovar su dirigencia nacional, tendrá la oportunidad de acudir al discurso de mayor democratización pues es el que cuenta con el mayo número de candidatos, lo que resulta favorable para que se perciba pluralidad y democracia interna… siempre y cuando no sea desbordado por las denuncias que al calor del debate algunos pronuncien.



En el PRD, antes de iniciar de manera oficial el proceso de renovación ya se observan confrontaciones. Esta semana un sector perredista pidió que Jesús Ortega deje la dirigencia el 5 de diciembre, como según versión de esta corriente partidista, se habría acordado en el Consejo Nacional en febrero de este año; versión que ha sido rechazada por los chuchos.



Por lo pronto, la Comisión Política Nacional del partido avaló la propuesta de Ortega de dejar la dirigencia nacional de manera anticipada, a partir de marzo del año entrante. En tanto se define la fecha oficial del relevo, en el escenario perredista irrumpe el nombre de Lázaro Cárdenas Batel para asumir la presidencia nacional y los liderazgos del partido se han mostrado de acuerdo con esta posibilidad. Marcelo Ebrard ya le dio su visto bueno; Andrés Manuel López Obrador también lo avaló como próximo dirigente nacional del PRD, aunque condicionó su arribo a que primero se “desmarque” de los acuerdos con el PAN.



Como en política las cosas no son hasta que suceden, es necesario esperar para conocer si en este caso prospera la perspectiva de candidatura de única, que después se consolide en la unidad de la izquierda nacional que amplios sectores de la población y de la sociedad política están demandando.



Donde todas las señales indican que los consensos están lográndose es en el PRI. Sus oponentes podrán decir que está aplicando la vieja receta de la “cargada”, pero la realidad es que ahora como nunca lograr acuerdos internos es muy complejo por la ausencia del centro de gravedad con que siempre actuó. Los últimos años como oposición y las oportunidades idas están haciendo mella y los priistas parece que por fin aprenden de sus errores.



Sin aspavientos, en el PRI hacen política y en el relevo de sus dirigentes están avanzando para resolverlo sin confrontaciones que los desgaste en momentos críticos y de manera anticipada. Una fórmula que en los próximos días se presentará puede ser muestra de este nuevo reagrupamiento, y es muy posible que los priístas chiapanecos sean aludidos positivamente cuando una política de sus filas sea llamada a ocupar la Secretaría General del Comité Nacional. A Moreira y Orantes les puede corresponder encabezar la nueva época del veterano PRI que debe de renovarse con sinceridad y comprometerse a fondo con las causas de la gente que los sigue y de aquellos desencantados de la alternancia como único requisito para la solución de los caducos problemas de México. Su misión será encender la esperanza en un país de jóvenes desencantados de la política y de los políticos y construir una agenda comprometida con las personas y para la prosperidad nacional.



Esperemos que el ejercicio que harán los partidos en estos lances les deje enseñanzas que apliquen al seleccionar a sus candidatos por allá de los primeros meses del 2012.

jueves, 25 de noviembre de 2010

CARTA A MARIANA, DONDE SE CUENTA CÓMO CELEBRAMOS EL CUMPLEAÑOS DE JIMMY



Querida Mariana: Alfredo llegó a casa y me invitó al cumpleaños de Jimmy. No sé si vos, ahora, te preguntás quién es Jimmy (o más bien dicho: ¡era!). Jimmy es (bueno, bueno, era) el ratón de Alfredo.
El ratón se apareció hace dos años en la casa de Alfredo. Para ser más exactos, en su cuarto, a las doce de la noche con treinta y dos minutos. Esa noche, Alfredo cenó panes compuestos de “El foquito” con una coca cola, de la tienda de Doña María Elena. Leyó dos o tres páginas de un libro de poesía de Gustavo Ruiz Pascacio y luego se acostó. Prendió la tele y cuando terminó el noticiario de López Dóriga se durmió.
¡Un ruido lo despertó! Se sentó sobre la cama y aguzó su oído, era algo como un rasgueo sobre madera. Prendió la lámpara del buró y trató de ubicar el ruido. ¡Nada! Apagó la luz y dos segundos después ¡el ruidito volvió! ¡Lo ubicó detrás de la cabecera de la cama! Prendió la luz, se hincó sobre la cama y alzó la cabeza por encima de la cabecera. ¡Ahí estaba Jimmy! Alfredo saltó para atrás al tiempo que el ratón hizo lo mismo y corrió por el cuarto hasta esconderse detrás de la cómoda. “El pinche ratón -te lo juro- sacaba la cabecita en franco reto”. Alfredo dice que buscó algo para aventarle. Lo único que halló a mano fue el despertador que marcaba las doce con treinta y dos minutos. Ya se sabe el resultado, el despertador se hizo añicos y dos segundos después, Jimmy sacó su cabecita, como si se burlara.
Alfredo, igual que medio mundo, teme a los ratones y ratas. Nervioso se puso las pantuflas, salió del cuarto y echó llave. Durmió en el sofá de la sala.
A la mañana siguiente despertó a doña Lencha y a don Arturito, quienes, con sendas escobas, entraron al cuarto dispuestos a darle matarili al pinche Jimmy (Alfredo lo bautizó así porque Jimmy se llama -bueno, se llamaba- el gringo que “le bajó” a Alicia, su primer amor).
¡Nada del bendito ratón! Doña Lencha y don Arturito revisaron todo el cuarto y ¡nada! Con cierto temor, Alfredo entró a su cuarto esa noche. Durmió poco, a cada rato despertaba imaginándose que Jimmy estaba sobre el perfil de la cabecera o sobre la cómoda. ¡Nada! El tiempo pasó y Alfredo olvidó al animal.
Una noche, mucho tiempo después, Alfredo oyó de nuevo el ruido, se sentó sobre la cama, con un sudor frío recorriéndole todo el cuerpo, prendió la lámpara y miró a Jimmy sobre la cómoda. “El pinche ratón se mataba de la risa, te juro que se mataba de la risa”. Cuando revisó el calendario, Alfredo se dio cuenta que esa noche se cumplía justo un año de la aparición del animal.
Por esto, Alfredo llegó ayer a la casa y me invitó al cumpleaños número dos del Jimmy. Llegué a su casa a las diez de la noche. Cenamos panes compuestos (sí, de “El Foquito”, son los mejores de Comitán) y luego, a las doce y media de la noche sonó el despertador, Alfredo tomó una escopeta y me invitó a entrar a su cuarto. Me dio una cámara digital y me dijo que tomara el momento a la hora que despanzurrara al animal. Yo lo seguí, Mariana, lo seguí, confiado de que era una tomadura de pelo. Alfredo abrió la puerta. Sentí un olor a guardado (Alfredo, desde la noche del primer cumpleaños ha dormido en la sala). Alfredo prendió la luz, apuntó a la cómoda y ¡disparó! Todo fue tan rápido que no me di cuenta de algo. Cuando vine a ver, Alfredo, con una sonrisa generosa, me mostraba a Jimmy (bueno, lo que quedaba de él). Orgulloso, lo tenía agarrado de la cola y lo balanceaba. Gotas de sangre manchaban el piso lleno de polvo.
Pd. Regresamos a la sala. Alfredo y yo temblábamos. Él de la alegría y de la emoción, yo, ¡del susto! ¿Lo imaginás? ¡Lo mató con el disparo de una escopeta! Con esas escopetas cuachas con que los cazadores matan venados. Dos minutos después teníamos en la sala a doña Lencha (envuelta en un chal) y a don Arturito (con su bata roída de tela de toalla), con las caras llenas de espanto. Cuatro minutos más tarde oímos los toquidos en la puerta. “Somos la policía. ¡Abran!”. Y entonces todo fue contar cómo Alfredo había matado un simple ratón. Lo había matado con una escoba. ¿Un sonido como de balazo de escopeta? ¡No, no! Es de noche, usted sabe, oficial, todos los sonidos se magnifican. Y el oficial tomaba nota en una pequeña libreta, como esas que usan los reporteros. Pedí un taxi y regresé a casa. Esa noche dormí en el sofá de la sala.

EXPOSICIÓN EN COMITÁN

martes, 23 de noviembre de 2010

ARENILLA PARA PACO NADAL



Imaginen a un hombre que ha pasado más tiempo fuera de casa que en ella; imaginen a un hombre que siempre está en otras ciudades, ¡viajando, viajando! ¿Por qué Paco Nadal viaja tanto? ¿Qué lo invita a husmear en otros espacios?
Imaginen que ustedes, lectores, son ese hombre. Imaginen que toman su mochila y trepan a camiones, aviones, barcos; que caminan horas y horas, que suben a caballos, dromedarios, elefantes, carretas, para llegar a lugares desconocidos. Imaginen que los seducen los modos de ser diferentes.
¿Cómo le hace Paco para pepenar todo lo que pepena en esos viajes? Desde acá, su vida se antoja ¡fantástica! Tal vez su vocación es el ideal de mucha gente: ¡viajar por todas partes y en todos los tiempos! Muchas personas del mundo llegan a España para realizar “El Camino de Santiago”, una caminata de cientos de kilómetros. Es una prueba de fe; es decir, una prueba de vida. Durante muchos días, el caminante está expuesto a las inclemencias del Sol, de la lluvia, del frío o del viento. Cuando el caminante llega a su destino comprueba que en la vida es conveniente “viajar” con pocas pertenencias para que no resulten un lastre pesado. Luego, el caminante, sube al avión y regresa a su casa para seguir con su rutina. Paco comenzó, desde hace mucho, su Camino de Santiago y no cesa. Es uno de esos hombres que saben que su hogar es el mundo y que cuando regresan a casa es sólo para botar lo que pepenaron de más para continuar con su encargo Divino.
Paco comparte sus experiencias con los lectores del mundo, para que viajen aquéllos que están en su casa cobijados con una taza de chocolate caliente, con chimenea, con la televisión prendida y con una frazada que envuelve sus piernas. Paco escribe en El País, periódico de gran relevancia en España; asimismo colabora en la prestigiosa revista National Geographic. Hoy, generoso, comparte una mota de luz con los lectores de El Heraldo de Chiapas. ¿En qué parte del mundo estaba cuando respondió este cuestionario que le envié por Internet? ¡Saber!

1.- ¿Por qué los trasatlánticos se vuelven unos inútiles en el agua apenas se van a pique tantito?
Porque ya se sabe que el tamaño no importa. Por muy grande que seas, te puedes ir al fondo. Que se lo pregunten si no al capitán del Titanic.

2.- Vos, que has viajado tanto, ¿cuál creés que es el mejor "spa" para el espíritu?
Una tarde de lluvia sin salir del sillón de mi casa, con un buen libro.

3.- Al pueblo que fueres ¿bebés lo que vieres o lo que apetecieres?
Bebo lo que pudiere. Y si pudiere cerveza, mejor que mejor. La cerveza es la verdadera globalización, el hilo que unifica las culturas más dispares. Es barata, la encuentras en cualquier lado, es diurética, está buena y además no da el Mal de Moctezuma, ¿qué más se le puede pedir?

4.- Las mujeres que, en la calle, se cubren el rostro, ¿qué se descubren en la intimidad?
Una picardía sensacional.

5.- ¿Cuáles son las cinco recomendaciones para no "pasar de noche" en un viaje?
Glupsss!!! Qué grande (y variado) es el español. ¡No sé que quiere decir "pasar de noche"!, es un término muy mexicano. ¡¡La grandeza del español!!

6.- ¿Qué clase de sueños inspira un tren adormilado en una región olvidada de Dios?
El sueño de que arranque y salir pronto de allí.

7.- ¿Cuál es el hilo que une a dos culturas antípodas?
La cerveza (sin saberlo, ya lo había contestado en una pregunta anterior).

8.- ¿Qué encuentras en tu tierra cuando regresas de un viaje largo?
El jamón ibérico, un montón de ropa por lavar, la sonrisa infinita y esperanzadora de mi esposa.

9.- Al llegar a un lugar desconocido, ¿en qué lugar encuentras la huella más visible del otro?
En el primer taxista malencarado que trata de engañarme en la carrera del aeropuerto al hotel.

10.- ¿Cuánto tiempo es el ideal para viajar sobre la piel de la pareja?
Depende. Depende de la edad. En la adolescencia, faltan noches para tan fogoso viaje, tan largo como un vuelo transoceánico. En la senectud será un viaje más bien rápido y tranquilo, como un vuelo doméstico.

(PACO NADAL. En el blog de Paco se anota que es “Licenciado en Ciencias Químicas y Master en Periodismo por la Fundación El País/Universidad Autónoma de Madrid. Escritor, periodista, fotógrafo, director y guionista de documentales y, sobre todo, culo de mal asiento desde que tiene uso de razón. Su estado natural es el perpetuo movimiento y cuando no está de viaje, suele enfermar”. La dirección de su blog es: http://lacomunidad.elpais.com/paco-nadal/posts).

ARTÍCULO DE JUAN CARLOS GÓMEZ ARANDA

Estimados amigos. Además de saludarlos, les envío mi artículo que esta semana se publica en el periódico Fuerza Roja que difunde las actividades de la Senadora María Elena Orantes.


EL LARGO CAMINO DE LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN LA TOMA DE DECISIONES SOCIALES


La creciente influencia de las mujeres en la toma de decisiones de la sociedad si bien en los últimos cien años ha sido exponencial, aún falta mucho por andar. Son muchos los factores que explican las dificultades de la participación de las mujeres en los puestos definitorios en los órdenes de gobierno, la política y en los cargos de dirección del comercio y de la industria.



El camino ha sido muy largo si consideramos el rol conferido a las mujeres desde hace aproximadamente diez mil años, en los comienzos de las sociedades primitivas: entre otras cosas, mantener el fuego del hogar y cuidar a los niños, considerando el extenso período de infancia de la especie humana.



Sin embargo, fue hasta el siglo pasado que las mujeres dieron pasos agigantados para lograr importantes conquistas cívicas y sociales que están transformando al mundo. Estos avances ocurrieron porque dijeron ¡basta! pero también porque las grandes guerras y la muerte de millones de hombres jóvenes propiciaron que las mujeres se desarrollaran profesionalmente para ocupar los sitios vacíos en todos los campos.



Si bien el espíritu feminista recorría el mundo provocando cambios sociales a lo largo del siglo XX, fue hasta 1953 que se concede en nuestro país el derecho de voto a las mujeres y en algunas naciones de África y Medio Oriente es hasta la década de los sesenta cuando confirmaron el sufragio femenino. Antes, en 1924 Felipe Carrillo Puerto como Gobernador de Yucatán reconoció el derecho de las mujeres a participar en elecciones municipales y en la estatal, mientras que en Chiapas, Florinda Lazos se convirtió en la primera diputada chiapaneca en el Congreso local en 1926.



En particular, la incorporación de las mujeres al ámbito de la política ha avanzado muy lentamente. La composición de las legislaturas del Congreso de la Unión da muestra de ello pues en los últimos 10 años, el porcentaje de senadoras se incrementó 6.3 puntos porcentuales, y el de diputadas aumentó 11 puntos: pasó de 20 senadoras en el año 2000 a 28 en 2010, y de 80 diputadas a 135 en los mismos años.



Mientras que en los congresos estatales, para julio de 2010, las mujeres representaban 21.7 por ciento de los diputados. En las presidencias municipales, la participación de las mujeres es mínima pues para julio de 2010 su representación era de apenas 5.3 por ciento. Lo mismo ocurre en la Administración Pública Federal y en la mayoría de las estatales.



Sin embargo, la llegada de Dilma Rousseff a la presidencia de Brasil el próximo primero de enero, fortaleciendo la presencia de las mujeres que gobiernan países, nos lleva a pensar si las féminas están tomando un nuevo aire en América Latina pues la lista se hace más larga. Aparecen ahora y en tiempos recientes Laura Chinchilla, presidenta de Costa Rica; Cristina Fernández en Argentina; Michelle Bachelet en Chile; Mireya Moscoso en Panamá: Rosalía Arteaga en Ecuador; Violeta Chamorro en Nicaragua y Lidia Gueiler Tejada en Bolivia.



A nivel mundial, también hay lentos avances pues en 1995, de los parlamentarios en el mundo, el 11.3 por ciento eran mujeres y en 2010, lo son el 18.8. Considerando a la brasileña, actualmente son 17 los países -de los 192 Estados reconocidos por la ONU- que cuentan con una presidenta o primera ministra.



No ha transcurrido mucho tiempo desde que en 1960 fuera elegida la primera mujer para dirigir un Estado en el mundo –Sri Lanka- y destacaran Indira Gandhi y Golda Meir. Fue en todas las áreas de la actividad humana que las mujeres empezaron a brillar más y a darle vuelta a la página de la secular sumisión: desde Valentina Vladimirovna que como voluntaria fue la primera mujer astronauta, hasta Simone de Beauvoir, Oriana Fallaci, Juliet Mitchel o Rosario Castellanos en las letras.



Mucho ha cambiado en el mundo si recordamos que todavía en 1964, Shirley Crisholm, primera mujer de raza negra en el Congreso de los EU afirmara que en política era más discriminada por ser mujer que por ser negra y este mes, Eufrosina Cruz Mendoza, tomó posesión como presidenta de la Mesa Directiva de la LXI Legislatura del Congreso de Oaxaca, cuando hace tres años en su municipio zapoteca no se le permitió gobernar por ser mujer.



Seguramente que los ciudadanos estamos valorando cada vez más el papel de las mujeres en la vida pública con base en sus méritos, capacidades y compromisos y por ello, es posible afirmar que el siglo XXI será el de las mujeres, incluyendo los desafíos que enfrentan como madres, en muchísimos casos proveedoras y responsables del hogar, y además profesionistas.

lunes, 22 de noviembre de 2010

domingo, 21 de noviembre de 2010

LOS SEGUIDORES


Hay afinidades. A Mariana le gusta el color fiusha y a mí ¡tampoco! A mí me gustan los cuadros de Chagall. ¡Me gustan las películas de Woody Allen! Me gustan las muchachas bonitas que caminan por el parque de Comitán. Me gustan los atardeceres, el atole agrio, el aroma de la vainilla, las líneas que terminan en curva, los camiones que no se mueven, los viejos que sonríen, las muchachas que usan escotes, los muchachos que dan serenatas con marimba a sus muchachas bonitas. Hay afinidades. A veces veo que hay nubes que se llevan mejor con algunas montañas. Alguna afición común los une.
Me gusta Modigliani, Picasso y Tamayo. Me late el viento sosegado (se da, se da, al menos acá en Comitán ¡se da!).
Sé que los lectores de este cuaderno lo hacen por afinidad. Hay blogs de todos los sabores y hay algunos que prefieren el sabor de chocolate, por encima del de fresa.
Como todo mundo yo también tengo "seguidores". Ellos deben encontrar algo en este cuaderno por darme ese privilegio. Ayer me topé con Laura Maldonado. Apenas ayer supe que ella es seguidora. Porque nobleza obliga seguí sus huellas y hallé que ella es una muchacha bonita de Colombia. ¡De Colombia! ¡Que García Márquez y Maqroll, el gaviero nos bendigan!
Antes, digamos en los años setentas del siglo pasado, era imposible que Julio Cortázar, por ejemplo, se enterara del nombre de todos sus "seguidores". Hoy, ¡Dios mío, qué bendición!, la Mastretta, por ejemplo, puede saber los nombres y nacionalidades de sus seguidores.
Sé que Laura entró a este cuaderno como entramos a la vida de medio mundo, por ¡azar!, ahora, ¿qué piedra halló? Ojalá que Laura encuentre acá algún aire que pueda ayudarla a volar sus propios papalotes.
Mientras tanto le envío un abrazo.

viernes, 19 de noviembre de 2010

HORA DE PÁJAROS



Con un abrazo para Hernán Esquinca Carpio y sus hermanas
por la ausencia física de Doña Estelita Carpio de Esquinca.




Mi papá era un viajero maravilloso. Siempre que viajábamos a otra ciudad jugaba conmigo a “Los Parecidos”. En el parque, en la calle, sentados en un restaurante o en la entrada de un cine se ponía a ver a los paseantes y me decía: “Aquel señor de la esquina se parece a don fulano de tal”. ¡Claro, su referente era alguien de Comitán, un artista del cine o algún familiar! La mayoría de veces acudía a la semejanza física, pero en ocasiones vislumbraba caracteres de personalidad. Yo siempre coincidía con él y le decía, ¡sí, sí, se parece!, y reía a carcajadas. Mi papá sonreía iluminado (nunca fue hombre de carcajadas) y, de inmediato, buscaba otro personaje. Puedo decir que entre mi papá y yo establecimos un código secreto. Jamás alguien se dio cuenta que lo utilizábamos como peón de nuestro ajedrez. Este código es importante porque, de lo contrario, si un protagonista involuntario se da cuenta que es utilizado puede enojarse y soltar, desde una mentada de madre hasta una ensarta de balazos. ¡Nunca alguien se dio cuenta de nuestro juego y todo mundo siguió su camino sin saberse elemento de juego inocente!
Una vez, en el Puerto de Veracruz, mientras yo veía el mar. ¡Ah, el mar!, mi papá me llamó y me llevó hasta una palapa en donde, con disimulo, me dijo: “Ahí está Miguel Hidalgo y Costilla”. Sí, ahí, tumbado en una poltrona, con un coco en la mano derecha, estaba el héroe de la Independencia. Una güera con pechos generosos le sobaba la pelona y él, con los ojos cerrados, chupaba el popote y llenaba su panza con ginebra.
Encontrar a un personaje como Pedro Infante, en Villa Constitución, Baja California, o a Irma Serrano, en Guadalajara, era motivo de celebración. Yo veía a mi papá y gritaba (es un decir): “Sí, sí, es él (o ella)”. Mi papá, entonces, buscaba alguna confitería y me compraba un helado de pistache. Ya luego buscábamos a mi mamá que se había quedado en una tienda comprando un bolso o una blusa y entrábamos al cine. A veces, coincidía que en el cine exhibían una película de Pedro o de Irma y, en medio de la penumbra, mi papá buscaba mi rostro y sonreía. Sabíamos que éramos diferentes a los demás espectadores porque nosotros habíamos tenido la suerte de conocer el doble de esos famosos artistas. Una vez caminábamos en las calles de Comitán y yo le dije a mi papá: “¡Ahí está Irma Serrano!” y él, sin emoción, me dijo: “Sí, hijo, es ella”. La artista, la verdadera, había llegado al pueblo para visitar a su hermana Yolanda. Yo también me decepcioné. Conocer a los personajes famosos de carne y hueso ¡no tenía chiste! Lo bonito del juego era, precisamente, encontrar los parecidos.
El otro día fui a San Cristóbal de Las Casas (la ciudad donde nació mi papá). Cerca de El Carmen vi a un hombre chaparrito que, delante de mí, caminaba con mucha dignidad, pero con cierta premura. ¡Le encontré parecido! Me pasé a la otra banqueta y apresuré el paso. Cuando estuve al parejo lo miré, con el disimulo que logramos adquirir, y me dije: “Ahí estás”. Sí, sí, tenía un sorprendente parecido a mi papá. Ay, viejo, no sabés cuánto deseé que estuvieras a mi lado y me dijeras, sin emoción: “¡Sí, hijo, soy yo!”. Deseé que no fuera un juego sino que fueras vos y me abrazaras como lo hacías cuando yo era niño y me llevabas a otras ciudades, al lado de mi mamá, sólo para que jugáramos el juego de Los Parecidos. ¡Ay, viejo de toda mi vida, de todos mis sueños, de todo mi amor! Vos nunca te pareciste a alguien. ¡Fuiste único, sos único!

jueves, 18 de noviembre de 2010

¡BUENA NOTICIA! EL YERNO DEL POETA OSCAR WONG YA ESTÁ EN CASA

El poeta Oscar Wong comunicó lo siguiente:

Hola:

Mi yerno, René García Gama, fue secuestrado el domingo 14 de noviembre alrededor de las 11:30 Hrs. Con violencia lo tomaron de la espalda, le taparon la nariz y le metieron muchs pastillas en la boca para drogarlo. En plena Av. Cuauhtémoc, antes de llegar al eje 5, donde existe una cámara de video para vigilar las calles. Estuvo, desde luego, en riesgo de muerte. Pero también mi hija (7 meses de embarazo) y la bebé, que nacerá a principios de enero. El martes 16, en punto de las 11 de la noche volvió a casa, muy golpeado, sucio, sin zapatos. Pero vivo.

Por ahora siguen los trámites legales y darle seguimiento a la secuela que dejó este hecho infame: visita al médico internista y al apoyo psicológico. Por mi parte llevé a mi hija a revisión médica. Afortunadamente todo va bien... pues ya pasó la tensión.
No creo de entrada, como un alto funcionario federal que procura justicia le sugirió a la madre de mi yerno, que fuera una venganza politica de las autoridades, incluso culturales, de un estado del sureste mexicano, porque después de todo, como dijo el poeta:

"Yo siempre he sido el hombre, amigo fiel del perro,
hijo de Dios desmemoriado,
hermano del viento"

Pero independientemente de lo anterior, agradezco a todos los amigos de los medios, tanto escritos como radiofónicos, incluyendo a quienes están en contacto con los de Comunicación Social de la Presidencia de la República, y funcionarios tanto de la PGJ del DF como de la PGR, por el auxilio brindado.

Y, por supuesto, a los amigos y familiares en México y en el mundo por sus llamadas telefónicas, mensajes, cadenas de oración, etc. Aprecio, en verdad, todo el apoyo solidario.

Óscar Wong
Es mortal mofarse de un poeta...

martes, 16 de noviembre de 2010

CUANDO EL RÍO NO NECESITA PUENTES


Con un abrazo para las familias Palacios de León y Trujillo Palacios
por la ausencia física de Paquita Palacios de León.



El Pedro me dijo: “No tenemos puente porque no queremos. Un día vino el gobierno y nos dijo Les haremos un puente para que vayan al otro lado del río, y nosotros no dimos permiso, dijimos: ¿Para qué queremos ir al otro lado? Allá hay lo mismo que acá. Acá tenemos tierra, tenemos mujer para criar hijos, tenemos Sol y tenemos lluvia. El gobierno tomó sus camionetas y se fueron. Indios pendejos, nos dijeron. Nosotros reímos y continuamos sembrando la milpita, unos, y pescando, los otros”.
Me lo dice a la orilla del río. Su mujer, la Rosa, asa una mojarra en las brasas de un anafre. El Sol está a punto de ocultarse atrás de las montañas. La hija de la Rosa hace diminutos soles con sus manos y los coloca sobre el comal. Los soles levantan su pancita, agradecidos, con su padre mayor que ahora bosteza y se dispone a dormir.
No le creo a Pedro. ¿Nunca han ido al otro lado del río? ¿De veras? Se me hace imposible, pero él lo asegura. Dice que con sus cayucos llegan hasta la mitad del río y luego regresan. Dice que la mitad del río no les pertenece. Una leyenda cuenta que uno de los suyos se atrevió a ir más allá y que el monstruo del río abrió su boca y lo tragó.
Tal vez Pedro tiene razón. ¿Qué puede haber en la otra orilla que no tengan en la suya? Tengo muchos amigos que han viajado a Europa y Asia. Cuando regresan a Comitán los oigo contar de lo que vieron, de lo que hicieron. Los miro emocionados, pero nunca alguien ha contado algo diferente. Me cuentan que se deslumbraron ante Praga o París o Tokio. Me cuentan de museos, de otras lenguas, de otros modos de ser, pero, siempre advierto que no hay alguna diferencia notable, algo que me hiciera de pronto decir: ¡Eso es insólito!
Siempre, lo sabemos, en la otra orilla no hay algo especial, todo es semejante. Cuando veo a una muchacha bonita sé que ella es la otra orilla. Los jóvenes suben a sus cayucos y cruzan el río para llegar a las orillas húmedas de la muchacha. Ellos bajan asombrados, iluminados, deslumbrados, saben que son un renovado Cristóbal Colón y quieren reclamar esas tierras para gloria de su rey. Pero, días o meses después -oh, decepción- advierten que esa orilla era un El Dorado falso. Nada nuevo encuentran. Todo era un simple espejismo, vana ilusión. El problema, muchas veces, es que ellos ya quemaron sus naves y no encuentran el camino para regresar a su orilla original, a su tierra amada.
¿Y qué ves desde esta orilla en la otra?, le pregunto a Pedro. Él se rasca la cabeza y dice que ven lo mismo que ven los otros desde el otro lado. Sonríe. Si ellos nos miran a nosotros desde allá, entonces, lo que hay allá es lo mismo que hay acá. Por esto es que estamos tranquilos.
Sé que Pedro es la esencia de aquel personaje literario que se amarraba al palo mayor del barco para no caer bajo el influjo del canto de las sirenas. Toda orilla es un canto seductor que usa máscaras. Detrás del escenario está el verdadero rostro y este rostro no es diferente al que vemos en el espejo todas las mañanas cuando nos rasuramos.
La María nos ofrece pescado sobre hojas de plátano; su hija nos ofrece tortillas recién salidas del comal. Buen provecho, dice el Pedro. Ya se hizo de noche; ya han prendido unas teas en la orilla del río. Miro que en la otra orilla unos hombres también prenden teas. Sé que están haciendo lo mismo que nosotros. Sé que en todas las orillas están haciendo lo mismo. Así es la vida.

RENÉ ES ESPOSO DE GUIOMAR, QUIEN ES HIJA DEL POETA CHIAPANECO OSCAR WONG.



El poeta dice que su yerno:
"desapareció el domingo 14 de noviembre de 2010. Salió a las 11:30 Hrs rumbo al eje 5 y Av. Cuauhtémoc. Y no volvió. Va su foto y sus datos para que ayuden a localizarlo. Mi hija tiene 7 meses de embarazo y, por supuesto, está consternada... al igual que toda la familia."

domingo, 14 de noviembre de 2010

LOS OJOS DE LAS CALLES




Era una decisión importante, de esas que no pueden resolverse al momento, por esto Alfonso le dijo a María: “Primero lo consulto con la almohada”, se despidió, caminó por el callejón de Las Chicharras y llegó al “consultorio” de doña Arminda, la mujer que es experta en leer el destino de los hombres, con el uso de una almohada.
En realidad, el callejón alberga a decenas de videntes, brujos, chamanes, hechiceros y charlatanes. Casi casi en cada puerta hay letreros que indican la especialidad. Los hay desde los comunes de: “Se leen las manos” hasta insólitos: “Leo tu destino en tu semen o en fluidos vaginales”. Me cuentan que en el consultorio del Brujo Salomón, el hombre se masturba, deposita el semen en un plato hondo y el viejo de barbas que llegan a mitad del pecho, con los dedos índices, como si fuera Moisés, abre un camino en ese mar y distingue formas que vaticinan el porvenir. No deja de tener sustento su dicho de que el semen de viejo ya no tiene mucho qué decir; en cambio, ¡el de los jóvenes!
Y digo que hay charlatanes porque desde que el pueblo se volvió famoso por el número de videntes, muchas prostitutas rentaron locales en el callejón e inventaron prodigios sólo para atraer a clientes. La “Llanta baja”, una prostituta que renguea, asegura que logra ver el destino en los pliegues de los testículos. Como la mayoría de hombres es crédula paga los mil pesos solicitados. Un día, me cuenta Azucena, su novio le pidió que la acompañara. El novio se bajó los pantalones y se tumbó boca arriba sobre el camastro, la mujer le agarró los testículos y dijo: “¡Ah, qué par de güevos tan hermosos tenés!”. Azucena, dice, sintió como un piquete de alfiler en medio del pecho, pero no dijo nada. La mujer se acercó al hombre y puso la boca cerca de sus testículos, cuando sacó la lengua, Azucena no aguantó más y empujó a la mujer, aventó los pantalones al novio y lo urgió a abandonar ese cuarto. La prostituta, desde el suelo, los maldijo: “Nunca tendrán descendencia”. Azucena, sacó un billete de quinientos y lo jugó frente al rostro de la prostituta. “¿Qué dijiste?”. La prostituta se persignó y bajando la mirada dijo: “¡Que el milagro de Abraham siempre los acompañe!” y tomó el billete. ¡Bonito asunto!, me dijo Azucena. En cuanto llegamos al departamento, me contó, yo le leí su destino a mi novio y desde entonces sabemos que el camino es luminoso.
Doña Arminda le dijo a Alfonso que se sentara sobre el borde de la cama. Empapó un algodón en una botella llena de hierbas y se lo dio al hombre. Éste olió el algodón y cayó en un profundo sueño de no más de dos minutos. Cuando despertó, la mujer le dijo que se parara y comenzó a leer las huellas que había dejado sobre la almohada. “Deja que María tenga el hijo. Es tuyo y te dará satisfacción cuando sea grande. Veo en su futuro que será gobernador de Chiapas”. Alfonso abrió su cartera. Doña Arminda sonrió satisfecha cuando tuvo en sus manos cuatro billetes de quinientos. Alfonso tomó su chamarra y salió a la luz del callejón, se colocó la chamarra al hombro y caminó satisfecho, como si esa tarde hubiera descubierto una nuez llena de agua limpia. No titubeó, caminó con dirección a la casa de María. Le propondría matrimonio.

jueves, 11 de noviembre de 2010

DIARIO HACEMOS, DIARIO ACABA




Eugenia olvidó la cámara y miró, sorprendida, a la mujer. Estábamos en la Central de Abasto. Eugenia vino tres días a Comitán para hacer una serie de fotografías de un proyecto editorial. ¡En la Central se dio vuelo! En su cámara, ¡lo sé!, guardó cada aroma, cada color, cada gesto de este pueblo. Ahí, en esa cajita digital, se llevó las esencias de este pueblo: un canasto con Tzizim; un vaso con atol agrio; una olla con atol de granillo; marquesote; chicharrón de hebra y tortillas con asiento, es decir, la grasa que quedó en el fondo del perol donde pusieron a hervir el cuch. Se llevó los morados de las bugambilias; los rojos y rosas de los bordados de las tojolabales y los amarillos de esa flor que acá llaman jutús. Asimismo se llevó la mirada triste de la mujer que, con su puesto sobre el suelo, cargaba a su hijo envuelto en un chal. Era paradójico el contraste entre el rostro tiznado del niño y el deslumbre de todos los colores del bordado. Lo único que Eugenia no llevó en su cámara fue a la mujer que, con un canasto pequeño recargado sobre el vientre, ofrecía pepita molida (sakil). La mujer pasó a nuestro lado y ofreció: “Lleve su pepita. ¡Diario hacemos, diario acaba!” y, con una cuchara, sirvió un poco para que lo probáramos. Eugenia, soltó la cámara y ésta quedó suspendida de la cinta bordada que, un día antes, Eugenia había comprado en el atrio de Santo Domingo, en San Cristóbal de Las Casas. Tomó una pizca de la pepita molida y sonrió, como, sin duda, sonreía de niña cuando su papá le daba su caramelo favorito.
Lo que Eugenia no llevó en su cámara fue el habla de este pueblo, esos enroques que hace cuando pasa de un “chido” a un “vení”. Para nosotros es muy sencillo, pero esta simple jugada es como un puente del siglo XVI al XXI. Acá, en la plaza, en el mercado, en el patio de las casas, en los colegios, en las cantinas y en los lugares más exquisitos la palabra brinca la cuerda del tiempo todos los días. Hay como un eco de los conquistadores españoles que se enreda con la palabra más reciente traída de saber qué cosmopolita ciudad. Por esto, a Eugenia le llamó la atención lo que la mujer decía: “Diario hacemos, diario acaba”. La oración era contundente. Los comitecos pasaban a su lado sin sorprenderse porque esta teofanía es cosa de todos los días. “Diario hacemos, diario acaba”, para significar que ese polvito, manjar de Dioses, es del día, como si fuese un pescado recién sacado de la laguna, todavía con el agua para comprobar su frescura. “¡Eso es!”, dijo Eugenia. “¡Frescura!”. Sí, dije yo, acá los arcaísmos no tienen el hedor de lo antiguo, acá la palabra arcaica suena fresca, recién descolgada del cielo.
Muchos pobladores se dan cuenta de este prodigio, pero muchos otros ¡no! A veces es necesario que venga una Eugenia de Madrid y abra los ojos y la boca como si estuviese frente al Santo Grial para darnos cuenta que poseemos un tesoro.
Mientras los académicos de la Lengua Española “destildan” la palabra solo (de solamente), los comitecos nos encargamos de ponerle tilde a vení, comé, soñá, tragá, cogé, viví, despertá, escribí, jugá y más palabras, muchas más.
Eugenia se fue ayer. Al despedirse me dijo que vivo en un pueblo maravilloso. Sí, dije, acá el asombro es cosa de todos los días y nuestra vida es como el sakil: “Diario hacemos, diario acaba”.

CARTA DEL DIRECTOR DE "RADIOMBLIGO" AL GOBERNADOR DE CHIAPAS, RESPECTO AL CASO DE HÉCTOR BAUTISTA

Aquella tarde del incendio, cuando el camión sin frenos se incrustó en tu casa, tu mamá gritaba:
¡Mi niña, está adentro, saquen a mi niña! Me quedé pasmado, viendo cómo el
fuego hacía tronar los cristales. Rato después supe que eras amiga de mi hija. En el hospital,
sonriente, nos dijiste que estarías bien. Tus pulmones no resistieron.
te recuerdo tan bonita, tan alegre, Laura, mi cobardía vuelve a quemarme. A ti te dedico lo que viene ahora:






Al señor gobernador Juan Sabines, con todo respeto:



No sé cómo le contaron a usted la historia que ahora se sigue contando ya no sólo en Chiapas.
Se riega como polvorín por las redes virtuales. Y en todas se dice que fue una infamia, que su gobierno es injusto, insensible y represor. Me refiero al asunto de Héctor Bautista Flores, experto en software libre, que entre sus muchas labores capacitó a un grupo de periodistas independientes chiapanecos: Infochiapas.
A Héctor lo arrestó la policía estatal (vestidos de civiles) el pasado 3 de noviembre, sin una orden judicial y se llevaron también, del mismo modo arbitrario, su equipo de trabajo. Dos días después se informaba en diarios estatales y en la Radio y Televisión de Chiapas y medios nacionales sobre la captura de un enfermo mental, pornógrafo infantil...
Gobernador, hay dos versiones. La muy sospechosa, por el modo en que se dieron las cosas, que afirma que Héctor Bautista es un delincuente. La segunda, que dice que es víctima de una injusticia.
Si la segunda es la verdadera, significa que el nombre de un Hombre de Chiapas, un Ciudadano de Chilón, un servidor del Pueblo ha sido pisoteado sin merecerlo.
Me dicen que no me inmiscuya, que el que mete las manos en el fuego sale chamuscado.
Pienso en Poncio Pilatos, cuando se lavó las manos aun sabiendo que Jesús era inocente.
Nunca más tuvo Pilatos un sueño sosegado. Su conciencia ya no le dejó dormir tranquilamente el resto de sus noches.
Me dicen que si publico mi enojo y mi tristeza podría pasarme lo mismo que a Héctor Bautista, o peor.
Que podrían hacerme desaparecer del mapa de los despiertos. ¡¿Eso piensa la gente?! Dios mío, si eso piensa la gente es que las cosas están mal,
muy mal. ¡Por su puesto que no sucederá! Al contrario. Será la gran oportunidad para que el gobernador de Chiapas limpie lo que este bochornoso asunto ha venido a ensuciar. Una oportunidad para que señale usted una investigación limpia y justa.
Señor, usted es el primero en la lista para velar por cada uno de los ciudadanos de Chiapas.
Velar por nosotros, cuidarnos, protegernos en los días malos y contra toda injusticia. Es usted nuestro gobernador.
Si Héctor Bautista es un delincuente, la ley, en la forma que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
y las leyes de Chiapas indican, debe ser castigado. Si Héctor no resulta ser lo que dicen sus captores que es,
entonces deben pedirle perdón públicamente y deben recibir castigo los que abusaron de él, los que provocaron desvelos
y lágrimas en sus seres queridos.
Me dicen que si hago pública mi indignación podría desaparecer Radiombligo. ¡Qué locura pensar en eso!
¿Harían desparecer el proyecto cultural que más ha enriquecido a la sociedad chiapaneca en los últimos 9 años,
según cartas postales y electrónicas de miles y miles de radioescuchas, sólo porque pido una investigación limpia a lo que considero una injusticia? ¿No busca el gobierno que haya justicia? ¿Se difunde en vano, a través de la radio estatal, los valores, como Honestidad, Coherencia, Justicia, Unidad, etcétera?
¿Harían desaparecer Radiombligo, que ha dado a Chiapas 6 reconocimientos internacionales: tres primeros lugares en la Bienal Internacional de Radio y el Coming up Taller Award, que otorga el Gobierno de los Estados Unidos, a los mejores programas que difunden las Artes y las Humanidades entre niños y jóvenes, galardón que recibimos en la Casa Blanca, de manos de la Primera Dama de los Estados Unidos Americanos, Michelle Obama, por proteger la integridad de un hombre trabajador, a quien creo limpio de lo que se le acusa?
Radiombligo es del pueblo, de los niños, es el rostro infantil de la radio pública. Somos, los que ahí trabajamos, igual que el gobernador, servidores de los chiapanecos. El premio más reciente Sabines en sueños, donde el poeta Jaime Sabines nos habla desde una playa, fue la propuesta más aplaudida por las radios de México y del mundo que estuvieron presentes en el Centro Nacional de las Artes, el pasado 9 de octubre.
¡Qué orgulloso me sentí, hasta las lágrimas, de saber que ese aplauso era para Chiapas, que nuestros niños tienen lo que no tienen, en música y literatura, a través de la radio, niños de ninguna otra parte del orbe.
Señor gobernador Juan Sabines le pido que tome cartas en el asunto. He aprendido de mis guías espirituales y de las Sagradas Escrituras a honrar a mis autoridades. Yo quiero honrarlo en esta carta, al pedirle que no permita que se enturbie más el panorama, que es enturbiarle a usted su gestión y su nombre y su historia.
Me dicen que tenga miedo. ¿No debo, antes, tenerle respeto y admiración por sus buenas decisiones?
Si Héctor Bautista forma parte de un grupo de periodistas independientes, críticos e inteligentes ¿hay algo malo en ello? ¿No son necesarios en toda democracia? Los colaboradores serviles, los que sólo dicen alabanzas; los periodistas serviles, los que sólo buscan estar bien con el gobernador, de poco ayudan para que una administración tenga límites y pueda crecer y madurar en la pluralidad de opiniones. Y terminan a la vuelta del tiempo, por menospreciar al que antes adulaban.
Y porque el nombre de Héctor fue públicamente denostado, también hago pública esta mi petición, a través del Internet. La envío, también, como un gesto de gratitud, a mis maestros periodistas, que tanto me enseñaron los años que viví en la ciudad de México. A mi pastor y a mis amigos. Que ellos me digan si hice bien o si hice mal y perdonen no haberles consultado antes lo http://desmesuradas.blogspot.com/2009/09/congreso-software-libre-chiapas-2009.htmlmi conciencia me obligaba a escribir con presteza.
Y en la celeridad, lo sé, hay también mucha torpeza.
Con mi corazón palpitando en la yema de mis dedos, hoy martes, 9 de noviembre de 2010



Raymundo Zenteno, director de Radiombligo

INVITACIÓN PARA TALLERES EN TUXTLA GUTIÉRREZ.

martes, 9 de noviembre de 2010

CARTA A MARIANA, DONDE SE CUENTA CÓMO LAS LÍNEAS PUEDEN TORCERSE

















Querida Mariana, Briseida es comiteca, pero radica actualmente en la ciudad de México. Ella me escribe de vez en vez (me refiero a Bris y no a la ciudad). Bris, cuyo nombre suena a brisa o a “brisagra” (como Aureliano, un indígena tojolabal, le decía a la bisagra) trabaja en un edificio alto. No sé en qué piso labora, pero debe ser uno entre el tercero y el quinto pisos. No sé si, al llegar, sube en elevador o por las escaleras. Lo que sí sé es que, desde el ventanal de su oficina, ve un parque y cuando lo ve se acuerda de Comitán. Ya sabés que los seres humanos siempre llevamos en el corazón el lugar donde nacimos. Sin importar el lugar de nuestro destino el cielo de nuestra infancia lo llevamos enredado en el último pliegue del espíritu.
A veces llega un músico al parque de Bris. El parque, para los millones de habitantes del Distrito Federal, se llama Clemente Orozco, pero Bris lo ha bautizado con otro nombre, uno que está muy cerca de su nostalgia. Ella no lo grita en voz alta porque sabe que si Ebrard se entera la puede multar. Se sabe que los nombres oficiales no pueden modificarse por decisión de los ciudadanos. Los nombres los deciden los poderosos, por esto, de vez en vez, oímos que ya a una calle la bautizaron con el nombre de Gustavo Díaz Ordaz o un parque infantil se llama Padre Maciel.
Bris siempre se acerca al ventanal cuando presiente que el músico llega al parque. Bris dice que lo presiente, así como presiente cuando va a llover o cuando la primavera llega. Bris mira al hombre desde arriba, mira que el hombre saca un clarinete de una morraleta sucia y comienza a soplar su instrumento (me refiero al musical), con timidez al principio y con mucha fuerza al final. Bris sabe que el hombre siempre toca aquélla de “un viejo amor, ni se olvida ni se deja”. Tal vez esto es lo que remoja las orillas de la nostalgia de Bris. Comitán es su amor, me lo ha confesado. Cuando el músico termina de tocar, mira hacia arriba, esperando que Dios le envíe el maná del cielo. Bris siempre le arroja una moneda de diez pesos. El músico se agacha, recoge la moneda, guarda el clarinete en la morraleta y busca otro edificio para tocar.
El otro día, Bris tenía urgencia para salir, pero ya cerca de la puerta presintió que el músico se acercaba al parque. Bris corrió hacia el ventanal y escuchó el primer acorde de “ni se olvida ni se deja…”, buscó la moneda en su bolso y la arrojó (la moneda, no el bolso). Entonces oyó un gran silencio, se asomó al ventanal y vio que el hombre había suspendido la canción para levantar la moneda. El hombre se persignó, guardó el clarinete y siguió su camino. María, la secretaria, le dijo: “Bien dicen que músico pagado ¡toca mal son!”, pero Bris supo que no se trataba de eso, se trataba de la metáfora de la vida: Siempre suspendemos nuestra melodía por recibir monedas.
Ese día, Bris suspendió su urgencia, ya no fue a la cita, acercó una silla al ventanal y se puso a mirar el cielo, los árboles, los pájaros y la cinta del aire. Deseó que, en lugar del músico con el clarinete, llegara -a la usanza africana- un músico con una marimba colgada del cuello y tocara la canción que dice: “Comitán, Comitán de las flores, donde están mis amores…”.
No sé si Bris sube por las escaleras o por el elevador, no sé cómo baja. Quienes caminamos por la calle jamás imaginamos lo que sucede en el interior de los edificios altos; jamás sabemos qué hacen los que, por trabajo, por entretenimiento o por vocación, siempre nos están viendo desde arriba.
Pd. Quique viaja mucho, es comiteco. Él me escribe desde el lugar donde esté y siempre, al estilo del Sub Marcos, en sus cartas coloca “Desde un lugar del mundo”. A veces no puedo distinguir las coordenadas desde donde me escribe. Apenas ayer en la mañana recibí una carta suya, la leí, no supe dónde estaba. Salí de casa y, a mitad del parque central, vi a Quique. Nos abrazamos. Supe, entonces, que para él este pueblo también “es un lugar del mundo”.

domingo, 7 de noviembre de 2010

¿EN DÓNDE ESTÁ EL CAMINO?

















En Chiapas habrá gobiernos municipales exprés. ¿Llegarán, mirarán, se beneficiarán y se irán? ¿Qué proyecto social puede completarse en apenas un año con ocho meses? Estos gobiernos municipales serán sólo puentes frágiles para ¡el 2012! En el estado, desde ahora, existe una efervescencia por los próximos candidatos. Se advierte que estos puentes no tienen vocación de trascendencia y están etiquetados como gobiernos para el olvido. Los gobernantes de este tiempo se la pasarán a gusto, a “gustavo”, al estilo de aquél gobierno, digno del Record Guinness, en que Gustavo Armendáriz Ruiz fue gobernador de Chiapas por ocho días, mientras Salomón González Blanco alcanzaba a llegar a la silla que Juan Sabines Gutiérrez dejó.
En Comitán, José Antonio Aguilar Meza resultó presidente electo. Es ahora una semilla que pronto brotará. ¿Hasta dónde crecerá su árbol? ¿Resistirá el embate del huracán del tiempo?
¿Cuál fue el interés fundamental que motivó a José Antonio a buscar la presidencia que ahora tiene en sus manos? Hoy, que es presidente electo, tal vez la pregunta es: ¿cuál es lo fundamental de su interés?
Una tarde, en casa de Francisco Gamboa, comiteco comprometido, escuché el ideario de José Antonio. Su programa de gobierno se sostiene en cuatro prioridades: educación, deporte, salud y seguridad. ¡Sin duda, una plataforma digna y responsable! Ese día asistí a la reunión porque el entonces candidato expondría su programa a los vecinos del barrio donde vivo. Uno de los muchos vecinos que esa tarde asistió a la casa de Paco, preguntó: ¿Y el turismo y el arte? ¿En qué renglones están en su plan de gobierno?
El arte, se sabe, es el renglón más desprotegido de los gobiernos municipales. Los gobernantes no alcanzan a comprender la importancia de que los niños y jóvenes abreven en esos pozos de luz; a los gobernantes les resulta incomprensible advertir cómo la educación y el arte resultan los mejores antídotos contra la depredación de las sociedades. Estos dos ríos no pueden medirse con resultados tangibles inmediatos. La siembra del arte es un proceso lento, pero siempre, siempre, su cosecha es ¡luz!
Y en cuestión de arte no hablo de los famosos y faraónicos Festivales, como el Rosario Castellanos. Si a mí me fuera dado cambiaría diez de esos megafestivales por treinta humildes talleres para niños y jóvenes. La misión del gobierno es propiciar el acercamiento del disfrute del arte y la posibilidad de alimentar las vocaciones de creación, en todos los campos del arte. Hoy, el avance de la tecnología permite instalar una pantalla gigantesca en el parque de Comitán y presentar, cada fin de semana, no sólo la voz titubeante del cubano Céspedes, sino todo un universo de conciertos y de ballets de las mejores compañías del mundo. Claro, a los coneculteros esto no les conviene porque el negocio está precisamente en la contratación de artistas. Pero el pueblo no sabe de negocios. El pueblo necesita que sus hijos crezcan en ambientes que los alejen de las sombras.
Ojalá que José Antonio, desde ahora, contemple un programa donde los niños y jóvenes comitecos tengan un verdadero acercamiento a la construcción de su propia cultura; ojalá que tenga la sensibilidad para advertir que resembrar flores de plástico es el clásico “pan y circo” que en nada contribuye al desarrollo de la sociedad. Ojalá que su periodo sirva para reforestar estos páramos donde estamos inmersos. Por omisión y por ignorancia, los gobiernos municipales comitecos se han caracterizado en ser unos apáticos al arte. Bueno, bueno, lo cierto es que en sus corazones e intelectos no hay mucha tela de dónde cortar. Yo me atrevo a preguntar: ¿Qué lugares visitan los presidentes municipales comitecos cuando viajan, por ejemplo, a la ciudad de México? (con dinero del erario, por supuesto). ¿Acuden al Museo de Arte Moderno? ¿Van a la Sala Netzahualcóyotl a escuchar un concierto? ¿Se dan una vueltecita por la Casa Museo de Frida Kahlo? ¿Visitan la biblioteca Rosario Castellanos? ¿Van a “Gandhi” a comprar libros? Digo, yo pregunto. Entonces, ¿en dónde está el camino?

viernes, 5 de noviembre de 2010

EL VUELO DE LA MARIMBA



Una vez en Campeche (¿o fue en Mérida?) unos escritores me comentaron que un paisano suyo había entrevistado a Borges. ¡A Borges, ni más ni menos!, y que el compa prendió la grabadora y le dijo: “¿Qué es el mar, maestro?”, y que Borges, con los ojos entrecerrados (ya se sabe) comenzó a hablar acerca de ese misterio infinito. Si la anécdota es cierta, por ahí debe andar esa, sin duda, maravillosa descripción, realizada al botepronto. Nunca, que yo sepa, alguien se paró frente a Sabines y le dijo: “¿Qué es la marimba, maestro?”. ¡Ah, hubiese sido interesante la respuesta! Un poco al estilo de ese juego que realiza Lety Bárcenas donde menciona una palabra y el entrevistado dice la que le provoca instantáneamente. Claro que este juego tendría más cuerda. Si, en este momento, digo: “Marimba”, ¿qué responde el lector chiapaneco? ¡Ah, sería maravilloso recopilar todas las respuestas y hacer un libro! Las respuestas, prácticamente, sintetizarían el carácter del chiapaneco. Porque, ya se ha dicho, nuestros mares están conformados con oleajes de hormiguillo. Una amiga argentina me sorprendió el otro día cuando me dijo: “Para ustedes la marimba es lo mismo que el mate para nosotros”. ¡Sí, pensé, la infusión de la marimba nos calienta el espíritu! Pero, de igual manera, Romeo me sorprendió cuando me dijo: “¿Ya miraste, compa? La marimba nos entra por los pies” y señaló hacia donde estaba un grupo de compas oyendo la marimba y moviendo los pies bien sabroso, de un lado para otro. Era un movimiento apenas perceptible, los pies apenas se levantaban del suelo, pero todos los pies (los derechos de cada compa) se movían con una gran fuerza, como si estuviesen accionando un fuelle. ¡Claro, accionaban el fuelle del corazón y del espíritu!
En Comitán estamos de plácemes porque un día de éstos, José Gustavo Trujillo Tovar (cronista municipal) presentó su libro: “Marimbas de mi tierra. Reseña de la marimba en Comitán”. Y digo que estamos de fiesta porque, igual que los habitantes de Tuxtla, de San Cristóbal, de Tapachula, de Venustiano Carranza, de Las Margaritas, de… ¡uf, uf!, nosotros, como dijera la argentina: “también tenemos nuestra historia”, y esta historia está enredada en lo que José Gustavo, ahora, nos presenta de manera generosa. En el libro se lee que a Pepe le llevó más de cinco años la investigación. ¡Por supuesto que le llevó más de cinco años! Este libro tuvo su gestación desde su infancia. ¡No, no, no! Mucho antes. No por algo Pepe dice que su abuelo, ¡su abuelo!, fue “integrante del primer ensamble de marimba con requinta y bajo de cuerda”, de Comitán, en 1916. El espíritu de Pepe comenzó desde pequeño a pepenar el espíritu del libro que ahora presenta. En el patio de la casa lleno de juncia, en el atrio del templo, en la serenata, alrededor de la mesa de cumpleaños, en el eco a medianoche y en cada resquicio del alma, Pepe atesoró estos hilos bordados en el telar de la marimba.
Es el infinito juego donde alguien se para frente al espejo y, antes que mirar su rostro, piensa en los otros y responde a la pregunta: “¿Qué es la marimba, compa?”. Qué es la marimba para vos, qué ha significado en tu vida. ¿Fueras el mismo si la marimba no hubiera sido la sombra luminosa que siempre te ha acompañado? ¡Ah, Borges! ¡El mar! ¡El sonido del mar! ¡El estruendo del hormiguillo reventando sobre el acantilado del corazón!
Por esto, Comitán está de fiesta. ¡Que quemen cohetes, que repartan las copas de “comiteco”, que suene la marimba y que algún impertinente maravilloso grite: “Cotz para los marimberos”!

martes, 2 de noviembre de 2010

LOS INTERCAMBIOS



Entiendo que los objetos y chunches se modifiquen o se extingan. Que las pizarras sean sustituidas por cuadernos y éstos, a su vez, por laptops; que las navajas de rasurar desaparezcan ante el embate de los rastrillos. Entiendo que las carrocerías de lámina gruesa sean desplazadas por las cubiertas “nometoques” que ahora tienen los autos y que se deshacen ante el más leve recargón. Entiendo, ¡por supuesto!, que los jóvenes de hoy coman pizzas y dejen a los panes compuestos como plato de segunda mesa. Asimismo entiendo que las madres solteras ya no escarben los cielos de la Virgen Redentora o que los alcatraces deseen ser tulipanes de Holanda. Entiendo que los departamentos tengan vocación minimalista y dejen los retablos barrocos para consuelo de la Historia. Justifico que las muchachas bonitas ya no sueñen con casarse de blanco ni con resguardar en telas de araña el himen adormilado. Pero lo que sí no soporto es la idea de que las palabras jóvenes caigan en el olvido y su uso pierda vigencia. ¿Qué encanto encuentran las muchachas bonitas de hoy al llamar “bubis” a sus pechos? ¿Cómo un poeta puede invocar la luz si en el poema tiene que hablar, en lugar de los pechos iluminados, de las “bubis fosforecentes”? ¿Cómo los amados pueden retozar con la luna si ésta ya es como un globo de Cantoya?
Me resisto a caer en la tentación del libro ahogado por polillas. Y no sólo levanto una barricada de Resistencia en pleno bulevar de Comitán, sino que lanzo un grito de auxilio para que, ya en invierno, pepenemos las hojas secas del otoño de nuestra palabra. ¡Que alguna muchacha bonita -por el amor de Dios-, sólo una al principio, vuelva a ponerse una pantaleta en lugar de un “chón”!
Los jóvenes de mi tiempo sudaron ante la simple mención de la palabra. Las muchachas de entonces no usaban tangas ni hilo dental, usaban telas delicadas que eran la metáfora del misterio. Cuando los jóvenes jugábamos con las muchachas ellas se sonrojaban tantito cuando nosotros, audaces, les decíamos que jugáramos al juego de las adivinanzas. Si el amado atinaba el color de la pantaleta ella daba un beso como premio.
Me resisto a pensar en las palabras carentes de su magia y encanto. Ahora (medio mundo lo ha dicho) la palabra “güey” sirve para designar al amigo, lo mismo que al novio, al tío y, en ocasiones, al papá o al abuelo (gracias a Dios, la “huella” todavía sigue siendo trilla de paso). Hace poco tiempo, la palabra “verga” era un vocablo de cantinas o un agua limpia pronunciada en voz baja por la amada cuando, en lo íntimo, jugaba con ella. Pero ahora -¡Dios mío!-, en la boca de las niñas de secundaria y de bachillerato, es una palabra que la emplean para designar a la amiga, al compañero, al tío, tía o al novio. Salgo a la calle y veo a grupos de muchachas con uniforme escolar y escucho a una niña decir: “Ayer me habló el verga”, mientras la otra dice: “¡No mames, verga!, ¿y qué pasó, güey?”. La palabra perdió su brillo y su ala de misterio. Antes se pronunciaba en voz baja y si una muchacha la decía, su amado sentía un temblor sutil como un camino de hielo.
Me resisto a creer que la palabra ya perdió su capacidad de sugerencia, su fuerza de inventario. Alguien debe iniciar un movimiento de Resistencia, un oleaje donde los acantilados recuperen su épica claridad y su ancla de resonancia.
Me resisto a aceptar que la cúpula sea un simple cascarón y que el viento de la piel de mi muchacha sea un instantáneo acostón de antro. Me resisto a la extinción de esas palabras que son como jaguares, como tortugas, como pavones en medio de la nubliselva, del corazón.

CALAVERITAS DONDE SE SACA A BAILAR AL PRESIDENTE MUNICIPAL DE COMITÁN, ASÍ COMO A PERSONAL DE IMER Y CRONISTAS DEL PUEBLO

LAS CALACAS EN COMITÁN

Rabonas y pelonas
llegaron a nuestras tierras.
No son pares sino nonas,
más que gatas, son las perras.

¿Y las viandas ya están listas?
rezan en la presidencia.
¡Ah, qué estas viejas racistas,
se han quedado sin decencia!

Y digo que son racistas
porque en medio de la gente
pensándose zapatistas
dejaron al presidente.

No comamos al negrito,
a Ramírez Aguilar.
Porque este frijol refrito,
sí nos puede empachar.

Estas tilicas ingratas
no tienen para comer.
Ya sin huesos, ya sin patas,
apenas llegan a IMER.

¿Acaso acá es el Mictlán?
preguntaron confundidas,
No, mudencas, Comitán,
son estas tierras queridas.

Las recibe un güero meco,
y nena con trapío.
El feo es el muñeco,
la bonita es la Rocío.

Entonces sacan sus pipas
y se fuman a los dos.
Del muñeco son las tripas,
los riñones y la voz.

Y lo que dan de coitán
lo aporta Mario Escobar,
No es agua del río Coatán,
es agua para libar.

Ahí viene la historiadora
bien pulida La Pulido.
Se la llevan por malora
por hacer presente lo ya ido.

Los huesos de Trinidad,
son unos huesos sin sal.
Ya te hicieron la maldad
por creerte Remesal.

Y acá está Pepe Trujillo
creyéndose el gran cronista.
Ay, Pepillo, ay Pepillo,
tu morada ya está lista.

Con hermosa arquitectura
ya decidimos tu suerte.
Sólo harás crónica pura
ya no en vida, sino en muerte.

¿Y quién es el que anda y anda
con el suéter y chamarra?
Es la crónica en bufanda,
la palabra envuelta en parra.

Y envueltos en bello hato
van los huesos de Efraín.
Se lo echaron en un plato,
sin ser Abel ni Caín.

Y la bella Rosa Hortensia
por creerse gran actriz,
hoy actúa su imprudencia
con sus huesos sin barniz.

A la Tony no olvidemos
que ella gusta del ayer.
Ya perdió sus crisantemos
pues ella "pagó por ver".

Por vender artesanías
bien bordadas y bien finas,
hoy sus patas ya bien frías
son piraterías chinas.

Y las calacas orondas
dijeron ¡ya cumplimos!
Ya nos vamos bien cachondas,
ya comimos, ya bebimos.

Más enfrente de la puerta
hallaron a Molinari.
Él temblaba en la reyerta,
como ratón en zafari.

No se salvó el conductor,
se presentó ante el cadejo:
No estás acá por hablador,
estás acá por pendejo

Y tan, tan.

lunes, 1 de noviembre de 2010

LOS MUROS DE NARANJA


Con un abrazo para Valeria Valencia,
porque fue la primera niña bonita que escribió en mi muro.


Hubo un tiempo en que Francisco Nucamendi atendió una cafetería. Ahí colocó un periódico mural de papel estraza. Los jóvenes escribían y dibujaban sobre ese muro. Francisco debía cambiarlo cada dos o tres días porque los chavos lo llenaban con poemas, grafitis, cuentos breves, flores disecadas, monigotes de plastilina, mocos secos, pedazos de chicle masticados, mensajes de amor, condones sin usar (aunque, en una ocasión alguien intentó colgar uno usado) y mentadas a los gobiernos local, estatal y federal. Mientras en el parque central de Comitán, los demás chavos platicaban, se empujaban cerca de la fuente y compraban esquites o elotes asados con chile polvojuan, quienes estaban en la cafetería colgaban claveles y margaritas en ese muro. Mientras el viento de la Ciénega cabalgaba sobre los cabellos de las muchachas bonitas que cerraban los ojos en las bancas del parque, otros vientos refrescaban la memoria de quienes platicaban en el interior de la cafetería. Una de esas tardes, mientras leíamos los mensajes del periódico mural, Alicia me dijo: “Es el Muro de los Lamentos Comitecos”. ¡Era un muro diferente al de Berlín o al que ahora los gringos se empecinan en levantar! Y ahora, no sé cuántos años después, pero varios, sin duda, Alicia, ya casada y con una niña bellísima de dos años, me dijo que en facebook hay muros.
A los viejos nos cuesta trabajo entender estos nuevos tiempos. Tiempos en que una simple pantalla ha sustituido muchas de nuestras paredes y ventanas. Parece que ahora todo está adentro de ese incomprensible cuarto infinito. Antes, para hallar un libro olvidado o un chunche viejo debíamos entrar al cuarto de tiliches, prender un foco triste de sesenta watts y soportar la humedad y una que otra rata que cruzaba por nuestros pies. Ahora, basta prender la computadora para “hacernos creer” que ahí hallamos todo de todo. Ahí, sin nubes de humedad y sin atardeceres llenos de polvo, descubrimos libros y chunches que no recordamos haber poseído nunca. Ahí (¡sí, Alicia, tenés razón!) encontramos a medio mundo colgando mensajes en millones de muros. Y esto ahora lo sé, porque hace dos o tres días me suscribí (¿así se dice?) en el facebook y de inmediato hallé las fotos de muchos amigos y de amigos de mis amigos y más, más. Una serie de rostros me miraba desde el fondo del cuarto húmedo, invitándome a hurgar en sus vidas, para descubrir qué hay detrás de esas máscaras que nos inventamos para mostrar nuestro mejor rostro, un rostro deseado, que tal vez no es el nuestro. Pero es que, ante tanto rostro, tal vez ya no sabemos cuál es el nuestro. Valeria de todos los cielos escribió el primer mensaje en mi muro: “mi querido Alex, eso de encontrarte en este mundo cibernético se me hace tan raro como agradable... aún recuerdo cuando te encontré en el chat y me dijiste que era "tu primera vez", creo que por eso no volviste a entrar jaja... un abrazote y estaremos por acá de vez en cuando. Yo no muy entro a este chunche pero me sirve para hallar a gente bonita como vos”. ¡Dios mío! Así que de esto se trata este universo. Así como yo puedo hurgar en las otras vidas esas otras vidas pueden hurgar en las gavetas de mi cuarto. Esto, ¡Dios mío!, es como un tendedero en donde si coloco mi camisa de etiqueta todo mundo la ve, de igual forma que puede mirar el calzón sucio con hoyos. ¡Dios, mío, Valeria, ya me aterré! Tenés razón, me atrevo porque un hombre debe atreverse a tener “su primera vez”, pero luego me doy cuenta que no era lo que esperaba (porque siempre resulta ser mucho más de lo que esperaba y, siempre, el asombro me rebasa). ¡No, no! Ya no soy de estos tiempos. Valeria, jugué a mirar el perfil de una amiga de un tu amigo y me sentí mal. ¿Con qué derecho andaba yo hurgando intimidades en las dunas de ese desierto? No lo vuelvo a hacer. Entré, miré y regresé vencido. ¡Nunca escribiré algo en tu muro! Prefiero quedarme en el primer peldaño de este chunche y continuar enviando correos electrónicos a tu correo personal, con la esperanza de que será una conversación privada. ¡Dios mío!, hace dos o tres días a un afecto le envié un correo personal que me causaría sonrojo si estuviera expuesto en algún muro del facebook (espero que ella no lo suba).
No sé si Francisco conserva esos trozos de papel estraza donde muchos jóvenes comitecos mostraron lo que llevaban adentro de las bolsas de su pantalón y de su camisa. Antes, los novios rompían las fotos cuando terminaban una relación, ahora, pregunto, ¿es posible eliminar lo que ha estado expuesto a ojos de millones de seres en el mundo? Ahora, pregunto, ¿todo mundo puede copiar una foto que está en el muro e imprimirlo y colgarlo en la pared de su cuarto? Parece que en estos tiempos de puertas cerradas por la inseguridad, tenemos abiertas las ventanas de nuestra intimidad y no sabemos quién pasa por la calle y hurga. ¡Ah, qué maravilla!, sin duda, una maravilla. Pero yo me salgo del juego, soy viejo, ya no me adapto tan fácil.