sábado, 30 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON INSTANTES PRODIGIOSOS

Querida Mariana: ¿qué hacer en Comitán? Miles y miles de opciones. Comitán es un pueblo prodigioso. ¿Te cuento qué hice el miércoles? Te contaré lo que hice por la tarde. Fui a un restaurante, al parque central para que lustraran mis zapatos y a una galería. Así como lo escribí parecería no tener mucho interés. ¿Qué de emocionante puede tener asistir a esos tres lugares en el pueblo? Trataré de describir en forma ligera lo que viví. Vos sabés que las palabras no alcanzan a dimensionar lo que sucede en el cuerpo y en el espíritu. Tienen razón quienes dicen que la vida ¡hay que vivirla! Primero diré que Paty Cajcam y yo comimos en casa, degustamos (qué palabra tan bonita: degustar) unas “sudadas” que hizo mi mamá, que son tortillas con frijolitos. La receta que usa mi mamá la copió de mi suegra, Doña Amelia, quien era experta en “sudadas” (en el buen sentido de la palabra, en el sentido gastronómico, quién sabe de dónde ella pepenó la receta original). Ah, ricas sudadas con una salsa de tomate rojo, con cebolla, que (no sé bien) pasa por un proceso de freído. Quedamos de vernos con Roberto a las tres y media para ir al restaurante. Cuando terminamos de comer salimos de casa, caminamos por la bajada del templo de Guadalupe y llegamos al parque central. Ahí esperamos a Roberto Carlos, trepamos a su auto y nos dirigimos al restaurante. Acá debo hacer una ligera explicación, fuimos a un espacio que no conocía; es decir, no fuimos a cualquier restaurante, sino a un espacio prodigioso, no alcanzan las palabras para describir este lugar único, sublime. El lugar se llama “Tarima, cafetería resto-bar” y está en el barrio de San Miguel. ¿Ubicás el barrio? Es donde está la mítica “Piedra de la ametralladora”. Este barrio está ubicado en lo alto de Comitán, es vecino de La Cruz Grande, segunda sección, asimismo del gran cerro Junchavín. Esto que digo es para que veás que en el recorrido para llegar a “Tarima” hicimos una ruta no tradicional. Salimos del parque central, bajamos al parque de La Pila y luego, ya muy cerca de Las Siete Esquinas, Roberto dio vuelta a la izquierda y fuimos derecho, derecho, subiendo, llegó el momento donde la mirada se topó con un letrero que indicaba doblar para llegar al restaurante. En mi vida había estado por ahí, tal vez de niño, en alguna excursión escolar, porque antes contaban mucho acerca de “la piedra de la ametralladora” (no sé bien la historia, pero cuentan que en un piedrón colocaron una ametralladora en no sé qué batalla). Por fin llegamos a “Tarima, cafetería resto-bar”, Roberto estacionó su carro en el interior y subimos. En ese momento no sabía la sorpresa que me tenía reservado el destino, saludamos a dos personas del servicio y llegamos al espacio donde los comensales disfrutan los platillos que ofrecen. ¡Ahí fue el deslumbre! Un verdadero deleite para el espíritu. No alcanzan las palabras, todo intento de descripción es un mero tatarateo. Entendí el motivo del nombre: tarima, es como si la persona estuviera en el principal escenario del mundo, una gran ventana. El salón está diseñado de tal manera que Comitán está al alcance de la vista. No es exagerado decir que Comitán se vuelve uno con la mirada y lo contrario, la vista es un pájaro que vuela por todo el valle, hermosísimo valle; el caserío junto con las calles, avenidas, plazas y templos son como granos de una hermosa granada, que se deshace en los labios del alma. ¡Qué prodigio de panorámica! ¡Qué estupenda postal para el disfrute! Todo el pueblo en la lejanía, pero, asimismo, en lo más cercano. Todo Comitán visto a vuelo de pájaro, pero con los pies bien puestos sobre la tierra, sobre la tarima, la tarima más hermosa del mundo, porque recordá que Comitán es el centro del universo, de nuestro universo. ¿Qué hacer en Comitán? Hay mil cosas para hacer. Cuando estuve en Tarima cafetería resto-bar pensé que era un niño privilegiado, que el destino me tenía reservado una gran sorpresa ese miércoles; pensé, de igual manera, que me encantaría que todo mundo (y decir todo mundo es ¡todo mundo!) vaya a este espacio, tome alguna bebida, coma algo y llene su espíritu con la esencia más sublime de nuestro pueblo. Amigos y amigas de mucho afecto han sabido, desde siempre, que esta altura es prodigiosa. Por ahí tuvo su casa mi querida Paty Díaz (a quien yo le decía Paty Noches), el arquitecto Luis David Ramírez diseñó la residencia, en dos o tres ocasiones estuve ahí. Paty falleció y en esa casa habitó mi querido amigo Marco Polo, quien, igual que Paty Díaz, ya falleció. Cuando platicaba con Marco Polo le decía que, igual que su tocayo, el famoso viajero, al conocer la Muralla China debió recibir el mismo impacto visual que él tenía al ser el dueño de Comitán desde la altura. Los ricos del pueblo hipotecan su vida adquiriendo terrenos, cuando los verdaderos millonarios son los que, a través de la mirada, se convierten en dueños no sólo de la ciudad sino de todo el valle. Los propietarios de Tarima cafetería resto-bar son generosos con el pueblo, diseñaron un espacio para el disfrute, para untar bálsamo en el alma, para sentirse árbol, colibrí, orquídea, mata de chipilín. Roberto y Paty trabajaron el video que estaba pendiente y juro que cuando llegó el momento del retiro no quería hacerlo, estaba tan a gusto sintiéndome el hombre más rico del pueblo, el hombre más rico del universo; di una última mirada tratando de tomar lo más y me prometí volver, volver muy pronto. Desde ahí, desde la cumbre más alta, la más hermosa, tomaré un té y me sentiré pleno. Si medio mundo está enamorado de Comitán, el broche de oro del enamoramiento se dará al ver al pueblo desde esta altura. Querida Mariana, subí, conocé este espacio, llevá a tu novio, a tus amigos y amigas, a tus familiares y, sobre todo, a quienes te visiten desde otros lugares de la república y del mundo. Llevalos a que, con sus ojos y espíritu, comprueben lo que todo mundo dice: Comitán es una piedra preciosa, engarzada en una piedra mayor, cerca de la piedra de la ametralladora. Subimos al carro y Paty Cajcam y yo le pedimos a Roberto que nos dejara en el parque central. Ahí me senté frente al bolero y éste se encargó de dejar como nuevos mis zapatos. Ya me conocés, sabés que soy un cochinón y no siempre tengo impecables mis papos, lo hice porque a las cinco teníamos la invitación de Manuelito de Jesús Aguilar Díaz, el gran ceramista de la región, para la inauguración de su galería Comitlán, que está a dos cuadras del Tanque de Caballos. Mientras lustraban mis zapatos escuché que una persona que estaba sentada en una banca cercana me preguntó cuál era la canción que más me gustaba, le dije que me ponía en un aprieto, pero repasé en mi catálogo de favoritas y asomó “Santa Lucía”, de Miguel Ríos. Él la buscó en su celular, activó el bluetooth y la canción sonó en alto en una bocina que llevaba. No podía creerlo, estaba en el pueblo, frente al maravilloso templo de Santo Domingo, en una tarde sublime, y Ríos cantaba: “…dame una cita, vamos al parque…” Minutos antes había estado, como águila, en la cima, y ahora, como paloma comía granos de luz en el piso del parque central, mi parque. Me dijo que su nombre es Noé Aguilar, nació en el pueblo, luego vivió en otros lugares y esa tarde estaba recién desempacado. Nos despedimos y bajamos hacia el barrio de La Pila. La inauguración de la galería del artista Manuel de Jesús Aguilar fue uno de los actos más luminosos del 2024. Comitán tiene dos librerías: Porrúa y la Proveedora Cultural; ahora tiene dos galerías, la que abrió el gran ceramista de Yalumá y la que tiene Malena Jiménez (desde hace varios años) en Casa Rosario. Estos centros culturales deberían tener todo el apoyo de la comunidad, porque hacen la diferencia. Todo mundo se llena la boca cuando presume que Comitán es la Capital Cultural de Chiapas. ¿De veras? Tal nombramiento se reafirmará en la medida que la gente apoye a estas empresas, que la gente compre libros, muchos libros y que compre arte, mucho arte. Hoy es buen día para empezar una gran campaña a favor de la cultura en nuestra sociedad, que la gente obsequie libros y arte en navidad, que las canastas navideñas tengan trago, está bien, pero también que lleven libros y piezas de arte. La obra del ceramista es proverbial, de gran calidad, su obra es reconocida por todos los conocedores del arte. Invitá a tus amigos y amigas para que se den una vueltita a la Galería de Manuelito, está en la misma avenida donde está el Tanque de Los Caballos. Estoy seguro que hallarán algo bello que será un presente de gran dignidad. Posdata: si no hay apoyo a nuestros creadores, por parte de la sociedad y de las autoridades, de nada sirve adjudicarnos el membrete de capital de la cultura. ¡Compremos y difundamos lo local! Hay mucho talento en este pueblo, hay que apoyarlo. ¡Tzatz Comitán!

viernes, 29 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON UN PRODIGIO

Querida Mariana: acá está el abuelo con el nieto. Ambos son mexicanos, pero realizaron un viaje a Europa. En ese viaje, no sé en qué lugar, el asombro se hizo presente e iluminó sus rostros. Recordá que el viaje activa en automático el botón de la admiración, la cinta de la novedad. Robo la foto que subió mi querido amigo Raúl Macal, comiteco por los cuatro puntos cardinales. Raúl y su familia viajaron a Europa, vos sabés que él es un gran viajero, así lo dijo en el Platicatorio que tuvimos hace tiempo. Viaja y nos lleva con él, porque estos tiempos permiten compartir emociones y sentimientos al instante. Raúl sube fotos a su muro y, asimismo, las comparte a través del WhatsApp. Robé la foto porque se me hizo la síntesis del viaje genial que realizaron. Los espíritus siempre dispuestos a recibir la luz del río ajeno, en el que posamos la vista por un instante que se diluye en el aire, pero que permanece por siempre en el alma de los viajeros. ¿Ya viste la emoción del pequeño Alessito, nieto de Raúl? Mi amigo parece contagiado de esa cinta infantil, su mirada también es la del niño inocente que ve un ángel a mitad del cielo. Alessito viajó a Europa, su abuelo dijo en un estado que subió: “…quiero felicitarte por tu comportamiento en esta aventura. ¡Eres un campeón!” Sí, un campeón, campeonas la mamá y la abuela de Alessito, campeones el papá y el abuelo de Alessito, campeonísimo él. Porque Alessito no cumplió un sueño, él vivió un sueño, él cumplió el sueño de la mamá, del papá, de la abuela y del abuelo. Raúl es un abuelo agradecido, sabe que la vida le reservó el privilegio de compartir un viaje con su pequeño nieto. Así como los abuelos futbolistas llevan a sus nietos y nietas a los estadios, Raúl llevó a su pequeño nieto al gran viaje, Alessito pepenó esencias de los grandes viajeros del mundo, su espíritu ya tiene el filamento luminoso de Marco Polo y la huella incandescente del primer hombre que piso la luna: Neil Armstrong. Acá están dos pichitos asombrados ante la magia de la vida. ¿Qué imagen detonó este asombro? No lo sé, pero sin duda que el pájaro que vuela en sus miradas aletea de gusto, como dice la canción “de contento”. Para una mirada sorprendida, curiosa, no hay misterio que se oculte, todo es como una aparición, como un deslumbre. Acá tenemos el momento en que los espíritus del nieto y del abuelo ascendieron, volaron, papalotearon. Los ojos están abiertos a todo lo que dan, asimismo los labios. Ambos, ojos y labios, formaron la mariposa de la real contentura y volaron. Alessito viajó a Europa, sus ojos se llenaron de paisajes maravillosos, sus mayores le brindaron la oportunidad de estar por tierras donde los ancestros sembraron árboles que hoy prodigan sombra y vida. Vida fue a pepenar Alessito, sus ojos se llenaron de altísimas montañas, se extasiaron ante un paisaje nevado. Con decir que estuvo en la tierra de Drácula, con eso digo todo. Raúl se hizo niño, el niño que ha sido desde siempre, el de la mirada novedosa, se ha vuelto paciente y silencioso ante el asombro de vivir grandes experiencias al lado de su familia y de su nieto amado, amadísimo. Por eso la felicitación que le hizo en el Facebook, una felicitación que aún no puede leer el nieto, pero que el abuelo, siempre viejo sabio, escribió sobre el muro para que todas las generaciones sepan que Alessito ya es un viajero experimentado, pepenador de sueños. Me gustaría preguntar: ¿quién tomó la foto, Raúl? ¿Quién fue el campeón de la mirada? ¿Quién el que supo captar este instante prodigioso? Robé la foto, porque se me hizo sensacional, porque quise compartirla con vos, que sos amante del cine, por lo tanto, de la imagen. ¡Y acá está, querida Mariana, un instante sublime, prodigioso, único, irrepetible! Posdata: sé que Raúl está abonando en el espíritu de Alessito. Así debería ser la vida, que los mayores conduzcan a los críos por el lugar de la vida buena, de la novedad, del asombro. ¡Tzatz Comitán!

jueves, 28 de noviembre de 2024

EL COMITÁN DEL 2024

En esta casa comiteca hay una sucursal de Elektra. La casa está a una cuadra del parque central, es una casa fastuosa. La empresa Elektra tiene una tienda y una oficina bancaria. En los años sesenta del siglo XX estuvo el famoso restaurante “Río Escondido”, su propietario, Don Arturito Gómez, tuvo también un gimnasio. Hoy, durante muchos días de la semana, se forma una larga fila de personas que esperan la apertura. ¿Hacen fila para comprar? No, la urgencia no es tanta. ¿Llegan a abonar en pagos chiquitos la mercancía adquirida? ¿Será más bien que llegan a cobrar los envíos que hacen familiares desde los Estados Unidos de Norteamérica? Son decenas de personas las que hacen fila. Los peatones no pueden caminar por esa banqueta. La fila es de esquina a esquina. Las personas ocupan toda la banqueta, desde esta casona monumental hasta otro edificio singular: el Teatro de la Ciudad. Parece que este oleaje intenso se forma porque llegan a cobrar. Hace diez años, apenas, este alud de personas no existía. El fenómeno se ha intensificado en los últimos tiempos. Los noticiarios nacionales explican que las remesas han crecido exponencialmente. El país se detendría sin este flujo económico que resulta una burbuja de aire en este clima económico asfixiante. Esto que se aprecia en Comitán se replica en cientos de comunidades del país. Miles y miles de personas forman parte de este grupo que recibe el maná de arriba, de arriba del Río Norte. El dinero proviene de las personas que un día abandonaron el país en busca del llamado “Sueño Americano”. Cada una de estas personas tiene un testimonio de vida con notas increíbles. Sólo ellos saben lo que vivieron desde el instante que abandonaron su casa, su familia, su país. La prensa nacional e internacional da a conocer historias terroríficas del trayecto. La fastuosidad de la casa nos habla de que en su interior se dieron historias luminosas, con reuniones de gente pudiente de la ciudad, cenas con viandas excelsas, bailes y tertulias amenizadas con música selecta. Hoy, la belleza arquitectónica se ha rendido ante la apabullante realidad, sólo el frontispicio es fiel testigo de su grandeza, el interior está lleno de refrigeradores, televisores, motocicletas (de mil tamaños), ventiladores, sillas, escritorios y filas de personas que esperan ser atendidas en las ventanillas del banco. La historia va de una fila a otra fila, de la fila de las caravanas a las filas de trabajadores en USA, a las filas de depósito en los bancos norteamericanos, a las filas en las ventanillas de bancos mexicanos. En cada fila hay una desbordante derrama económica. Como las personas llegan muy temprano ante Elektra, se aparece un alud de vendedores. Estos ofrecen vasos con atol de granillo, de arroz con leche; tamales, de bola, untados; tortas; y un sinnúmero de baratijas que comienza con maquinitas manuales que hacen dobladillos, pasa por diez bolígrafos por una cantidad mínima de pesos mexicanos, hasta colchas para evitar el frío (en temporada de lluvias ofrecen impermeables; y en temporada de calor gorras). La fila es una síntesis de la plenitud y de la miseria humana. Por ahí aparecen (entre vendedores de chicharrines, gelatinas, palomitas grasosas, cacahuates, naranjas con chile, chicles) pordioseros, desde el que muestra una manguerita unida a una bolsa llena de orines hasta el hombre que se auxilia con un bastón metálico y muestra una pierna que no tiene carne, que expone la piel gangrenada. Las personas esperan con paciencia, se sientan en la banqueta, platican, ven a los automovilistas que pasan frente a ellos, esperan que los empleados de la empresa pasen y se lleven sus nombres en una relación. Los automovilistas los ven con indiferencia, casi con coraje, porque interrumpen el paso en forma franca y las personas también tienen rostros de fastidio. Por ellos no estarían ahí, pero la necesidad los obliga a adueñarse de ese espacio que estaba reservado para los peatones. ¿Quién aparta el lugar cuando tienen una necesidad fisiológica? ¿Adónde acuden? Preguntan y alguien les dice que en el mercado primero de mayo hay sanitarios públicos y les indican por dónde caminar. Hay posadas cercanas, pero, dice el informante, es difícil que les alquilen un sanitario. Ahí se están, bajo el sol o la lluvia, con el viento en su cara, hasta que la fila avanza y entran a la casona maravillosa. ¿Tendrán conciencia de que están en un lugar que fue exclusivo de gente refinada y de abolengo?

martes, 26 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON BUENAS INTENCIONES

Querida Mariana: ¿se hace lo que se puede o se puede lo que se hace? ¿De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno? ¿Cené gallo? ¿Por qué ando soltando preguntas como si fuesen cuetes en fiesta patronal? Hoy quiero compartir con vos algo que viene dando vueltas en mi cabeza. ¿Recordás que en el periodo presidencial de Vicente Fox lanzaron la campaña “Hacia un país de lectores”? Esta famosa campaña no pasó de un buen intento. En su momento la critiqué porque dije que no correspondía a la realidad, era una utopía irracional. ¿Cómo en un país donde las personas leen poco se puede hacer un país de lectores? Sería tanto como si ahora alguien dijera que vamos a hacer un país de personas con cuerpos sanos. Somos cuches para comer el cuch. ¿Hagamos un país de deportistas? Ah, pues, estamos chupando tranquilos. Este tipo de campañas muestra un verdadero desconocimiento de nuestra idiosincrasia. Recordemos lo que dijo Borges: “la lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz”. Borges era sabio: no se puede ser feliz por decreto. Lo que sí puede hacerse es contagiar la felicidad. He visto a muchos adultos que son católicos y desde pequeños llevan a sus hijos a los templos; he visto a muchos adultos que son aficionados al fútbol soccer y desde pequeños llevan a sus hijos a los estadios o a los campos llaneros. A los primeros les cuelgan cruces en sus cuellos y a los segundos les ponen playeras de su equipo preferido. Algo así sucede con la lectura; he visto a muchos adultos que son lectores y llevan a sus hijos a las bibliotecas, a las ferias de libro, a las librerías, les regalan libros el día de su cumpleaños y en navidad (claro, el libro es un mojol para los demás regalos). Y digo esto, porque el otro día escuché que la presidenta Claudia dijo: “haremos una república de lectores”. Suena como un refrito de lo que dijo Vicente. Dios mío, ¿cómo la cuarta transformación anda en el mismo camino que mal caminó un gobierno de conservadores? Y digo mal caminó porque tiene años de esa buena intención y México no se volvió el ansiado país de lectores. No me atrevería a asegurarlo, pero tal vez desde entonces a la fecha decrecieron las estadísticas de personas aficionadas a la lectura. Las campañas de fomento a la lectura han sido fallidas. Es normal, Paco Ignacio Taibo, al ser nombrado director del Fondo de Cultura Económica, dijo que nos la habían metido doblada. Qué funcionario tan vulgarzón. Pues así sucedió. El Fondo no asistió a la Feria del Libro en Minería, porque estaba muy caro el espacio y formó su propia feriecita a pocos pasos, haciendo una competencia desleal, echándole polvo a una feria tradicional. No contento con eso cerró varias sucursales que el Fondo tenía en otros países de Latinoamérica. Con esos cierres clausuró la posibilidad de que lectores de otras partes conocieran lo que escriben los autores mexicanos. ¡Ay, Taibo, de dónde te sacaron! Amigos y amigas me cuentan que incluso en los libros de texto ha existido una gran merma en la calidad de su contenido, y, con la nostalgia de quienes insisten en que tiempos añejos fueron mejores, dicen que cuando ellos estudiaron los libros de texto sí contenían lecturas atractivas. No sé, cuando menos yo lamento que los niños y niñas de ahora no tengan acceso a revistas de monitos que disfrutamos los de mis tiempos. Soy un convencido de que los llamados cómics son el primer paso para convertirse en lector. Ahora, en Chiapas, en el nuevo gobierno, en la nueva ERA, asoma la carita un programa maravilloso: “Sí se puede”, que tiene la pretensión de abatir el analfabetismo en el estado. ¡Idea genial! ¡Propósito humanista! ¡Que todo mundo sepa leer y escribir! En analfabetismo somos uno de los estados de la república que tiene la más alta tasa. En el centro y en el norte de México casi no hay analfabetas. ¡Falso! Existen los llamados analfabetos funcionales que son, sobre todo, aquellas personas que saben leer y escribir, pero que no aplican dichos conocimientos. ¡Claro! Hay millones y millones de personas en México que saben leer y escribir, pero que no leen, por eso nuestro país es un país subdesarrollado. Posdata: si la presidenta Claudia desea que la lectura sea una práctica cotidiana para muchas niñas y muchos niños y para muchos jóvenes deberá implementar estrategias que se alejen de los proyectos de siempre. ¿Por qué no hacer un gran llamado a los diseñadores del país para que creen series inteligentes y divertidas y que se manden a imprimir revistas con gran tiraje, como se publicaba en los años sesenta del siglo pasado? Poner libros y revistas en el camino de los potenciales lectores. Que México no sea una república de lectores, pero que sí sea la gran república donde existan miles de millones de lectores satisfechos, felices, tal como lo pregonaba Borges. ¡Tzatz Comitán!

lunes, 25 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON UNA PRESENCIA LUMINOSA

Querida Mariana: la oficina de ARENILLA está en la planta alta de un edificio de dos pisos. Está en la misma calle donde está mi casa de infancia. Cuando salgo de la oficina recorro la misma calle para llegar al parque central, que está a cuadra y media. Soy de ese espacio. El otro día tuve la grata impresión de saber que un buen amigo también comparte este espacio. Dejé el trabajo que hacía en la computadora, me paré y salí al balcón. Miraba lo que todos los días sucede en la calle, el carrerío, las motos estruendosas, las mujeres que venden pitaúles y chinculguajes, los ciclistas, las chicas bonitas, los viejos que se auxilian con un bastón y el químico Enrique Solís. ¿Qué? ¿De verdad quien caminaba en la otra banqueta era el químico Enrique? ¡Sí, era él! Me emocioné al verlo caminar el pueblo. Tenía muchos años, muchos, que no lo veía. Él fue a radicar a la capital del estado y ahí montó su laboratorio. A veces teníamos noticias de él en el pueblo. Entre las noticias buenas se deslizó una horrible, el lamentable fallecimiento de su esposa, mi prima Luz del Carmen Bermúdez, hija de la tía Chita y del tío Javier Bermúdez, quienes tuvieron su casa en la misma calle donde estuvo la de mis papás, ellos enfrente de la Escuela Fray Matías de Córdova (donde ahora está El Turulete) y nosotros a una cuadra (donde ahora está el hotel que se llamó Jardín de Teresa, para honrar el nombre de tía Tere de Bermúdez). Me emocioné al ver al químico Enrique Solís, no me aguanté las ganas, con las manos sobre el barandal del balcón eché un poco para adelante mi cuerpo y solté el grito: ¡químico Enrique! Él buscó el origen del grito, su mirada vio hacia donde yo estaba, levantó tantito la cabeza y me descubrió. Pensé que debía presentarme, porque hacía tantos años: "soy Alejandro Molinari”, dije y lo vi sonreír. No dejé que mi emoción se detuviera y le dije que si llevaba prisa, que de lo contrario pasara cinco minutos a la oficina y dijo que sí, que pasaría. Paty Cajcam, que trabajaba en su escritorio, me dijo que bajaría a abrir y yo recibí al químico Solís en el descanso superior. Nos abrazamos, le ofrecí asiento, no recuerdo si también le ofrecí una bebida. Le dije que me daba mucho gusto verlo y él me dijo que ya estaba de regreso en el pueblo. Así me enteré que su laboratorio clínico está a media cuadra de la oficina de ARENILLA. ¡Ah, qué agradable coincidencia! El químico Enrique Solís me regaló más de cinco minutos. Le dije lo que ahora te digo a vos: que su presencia en Comitán es un regalo, porque toda la sociedad volverá a beneficiarse de su experiencia profesional. Su laboratorio está a media cuadra de la oficina. Anexo una foto tomada desde el balcón. ¿Ya te ubicaste? Enfrente del despacho de abogados está el Hotel Corazón del Café, y el laboratorio del químico Enrique Solís está en el edificio donde están los dos balcones y se ven dos farolitos. Enrique Solís vivió en la hoy desaparecida manzana de la discordia, la casa de sus papás estuvo frente al edificio del hoy Centro Cultural Rosario Castellanos (Escuela Secundaria y Preparatoria, en ese tiempo). Te he contado que muchas personas que tuvimos una cuerda de afecto con esa manzana seguimos lamentando que la hayan derruido para hacer la ampliación que hoy gozamos (ahí estaba la Proveedora Cultural, donde compraba las revistas de monitos y luego los libros, que fueron esenciales para mi formación profesional, además mi papá y mi mamá tuvieron el edificio que fue conocido como Casa Yannini, donde mi mamá abrió su tienda de estambres). Entendí más esa nostalgia con el relato del químico, emocionado me dijo que esa casa que les quitaron había sido construida con el trabajo de su mamá y de su papá, con parte de la ganancia de los panes que hacía su mamá para vender. Entendí un poco lo que significa construir algo con el sudor de la frente y ver, de pronto, que esa realidad es transformada, que una decisión gubernamental la quiebra. Pero el pueblo acá sigue y el químico Enrique Solís Cancino volvió, volvió después de muchos años de radicar en Tuxtla Gutiérrez, la querencia lo hizo volver. Posdata: platicamos sabroso, él es un hombre muy culto, sano, inteligente, de carácter agradable. Cuando nos despedimos dijo que iría a la famosa mesa de La Esquina de Belisario, donde un grupo de compas se reúne, me dijo que esa convivencia le agrada. Entendí que eso es como un buen vaso de vino, vitaliza, da sentido a la existencia. Disfruté saber que el químico Enrique Solís volvió a su pueblo, vuelve a poner al servicio de la sociedad su experiencia profesional. Lo celebro. Ojalá que no, pero si alguien de tus amigos o de la familia necesita que le hagan estudios, que no duden, que vayan con el químico Enrique Solís Cancino, a media cuadra de la oficina de ARENILLA, casi enfrente del Hotel Corazón del Café, a una cuadra del famoso Restaurante Alis. ¡Tzatz Comitán!

domingo, 24 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON LIBRO

Querida Mariana: Paty Cajcam y yo fuimos a Porrúa. Es un privilegio tener librerías en los pueblos. En Comitán tenemos a la Proveedora Cultural y a Porrúa. Paty y yo compramos, entre otros, “El niño que fuimos”, novela de Alma Delia Murillo. “La cabeza de mi padre” fue la primera novela que leímos de Alma Delia. Nos dejó un grato sabor de boca. Hablo en plural. Tal vez el título del libro que compramos ayer así me lo demanda: “El niño que fuimos”. ¿Vos recordás tu niña? Estoy seguro que sí. Todas las personas, algunas más, otras menos, recordamos el niño que fuimos. En mi caso, mi niño ya creció más de sesenta años; en el caso de Paty su niña ha crecido más de treinta. ¿Qué diferencia existe en esas medidas diversas? No sé. Hablaré por mí, por mi niño. Las personas, a medida que crecen, hablan del crecimiento como si subiéramos sobre una montaña o un edificio. Es común escuchar a algunas personas que dicen: “estoy en el sexto piso”, con lo que explican que ya cumplieron sesenta años. Todo es ascenso. Es una idea simpática, porque los cuerpos, a medida que envejecen, tienen más dificultades al subir escaleras (bueno, Temo Alcázar es una bendita excepción). ¿Por qué entonces hablamos de los años como un ascenso? Debe ser el optimismo que nos impulsa a ello, porque, en realidad, hay una parábola en el crecimiento. Hay un instante en que los seres humanos dejamos de crecer (lo que da la idea de ascenso), se llega a una meseta y luego, según entiendo, comienza un descenso. El sexto piso no está en la parte superior de un edificio, sino en pisos inferiores. Es como si el edificio corporal subiera al cuarto piso y luego se encontrará con la terraza donde está el vacío o una escalera que lleva a la parte inferior, es como un edificio alterno que conduce al quinto piso, al sexto, al séptimo…, pero siempre hacia abajo, porque de acuerdo a la costumbre (recordá que Sabines dijo: “qué costumbre tan salvaje, ésta de enterrar a los muertos”) los seres humanos vamos hacia la tumba, hacía allá nos dirigimos. Hoy comenzaré a leer “El niño que fuimos”, pero el título me envió de inmediato a mi niñez. Conforme he ido creciendo el niño que fui asoma con más precisión. Ya he comentado que fui feliz, la compañía de mi papá y de mi mamá fueron una burbuja apacible, donde todo era armonioso. Si tuve algún problema, éste se diluyó porque ellos eran magos, bastaba un sencillo pase mágico para eliminar la costra o la niebla. Ahora, incluso, pienso que además de mi papá y de mi mamá tuve un gran amigo que me confortó: el pueblo, digo esto porque, todo mundo lo sabe, el Comitán de mi niñez fue un pueblo igual de plácido. No fui un niño que saliera a jugar a la calle con los compas del barrio, ¡no! Fui un niño cuidadito, si salía de casa lo hacía de mano de la sirvienta, pero la calle era como una extensión más del sitio de la casa. He contado que viví, casi hasta los siete años de edad, a media cuadra del parque central. ¿Mirás lo que digo? Fui un niño afortunado, el parque central fue mi patio de juegos. Después de sesenta años sigo viéndolo como mío. Lo presto para que los comitecos y las comitecas de ahora paseen por él, para que el Señor Fox y Estrellita lo adornen para que los propios y visitantes se tomen las fotos de recuerdo en navidad. Lo presto. Soy como el loquito de la película “Cinema Paradiso” que se piensa dueño de la plaza y cuando llega la noche corre a todos gritando: “la piazza é mía”. Sé que esta idea no es sólo mía. Muchos de mis contemporáneos hicieron suyo el pueblo, caminaban y jugaban como si lo hicieran en los patios de sus casas. Muchos de los niños y niñas de mis tiempos montaban bicicletas y recorrían todas las calles sin problema, porque los autos no se habían adueñado de ellas (ahora, hay un brutal incremento de motocicletas, de tal suerte que los espacios destinados a estacionarlas ya son insuficientes y se adueñan de los espacios destinados a autos, con lo que los automovilistas cada vez encuentran menos lugares para estacionarse). ¿Alguien te ha contado que los niños y niñas de los años sesenta se trepaban en los llamados “carretones” y se deslizaban por las pendientes? Nunca lo hice, pero sí los vi y disfruté casi la misma alegría de ellos y ellas al bajar como bólidos. Posdata: todos deberíamos hacer un ejercicio para retrotraer “el niño que fuimos”, porque ahí está la simiente de lo que somos. Hoy comenzaré a leer el libro de Alma Delia. Sé que entraré a un túnel que me llevará a mi propia experiencia, porque yo también fui niño. En mi caso el pasado no está tan lejos (a pesar de la distancia de sesenta años) y esto es así, porque la esencia de mi niñez sigue presente, tal vez por esto ahora tengo temor de lo que pasa en el pueblo presente. Mi pueblo fue niño inocente, hoy ya es un viejo medio perverso. Los niños no caminamos con la misma tranquilidad de antaño. ¡Tzatz Comitán!

sábado, 23 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON EL 2025 EN LA ESQUINA

Querida Mariana: primero diré que pedí prestada la foto, eso de “pedí prestada” es un decir, porque, como lo hace medio mundo en estos tiempos, la bajé del Facebook sin que se enterara el propietario, que es nuestro amigo Segundo Guillén. Lo hice sólo para enviártela a vos, sólo para vos, para nadie más. ¿Por qué hice lo que hice? Ah, porque cuando vi la fotografía se me hizo un gran documento gráfico testimonial. Es una foto que advierte la grandeza cultural del 2025. Para los comitecos es una foto que nos dice mucho. Ahí están Gabriel Guerra Castellanos (hijo de Rosario Castellanos), Mario Antonio Guillén Domínguez, Señor Fox (presidente municipal constitucional de Comitán de Domínguez) y Segundo Guillén Gordillo (próximo coordinador general ejecutivo de la secretaría de turismo de Chiapas). Y digo que es como una ventana donde nos asomamos al porvenir, porque, todo mundo sabe, en el 2025 el mundo celebrará el primer centenario del nacimiento de nuestra distinguida paisana Rosario Castellanos. Eso de “todo mundo” no es una mera frase casual, ¡no!, es una certeza, todo el mundo intelectual celebrará el cumpleaños número cien de la gran escritora, porque ella, con su genio e ingenio, se hizo un lugar de privilegio en todo el orbe. Rosario es la comiteca más ilustre y la más destacada escritora mexicana del siglo XX. ¿Viste lo que escribí? Rosario es la comiteca más ilustre y la más destacada escritora mexicana del siglo XX. Esto augura que su cumpleaños cien será un gran festejo en todo el país y, de manera especial, en su tierra: ¡nuestro Comitán! ¿De qué platicaron los tres personajes? Sólo Dios, San Caralampio y ellos saben por dónde caminó la conversación. Lo que sí podemos aventurar a decir es que la reunión fue cordial y de gran importancia. Parece que fue en un café o en un restaurante de la Ciudad de México, que Segundo dejó su celular a la izquierda, que lo mismo hizo el Señor Fox y Gabriel los colocó a la derecha, y uso el plural porque se ve que tiene dos. Encuentro casual de tres personajes que tienen como cinta común a Comitán y a Rosario Castellanos, porque Gabriel, igual que su mamá, nació en la Ciudad de México, pero desde que nació algo del aire de este pueblo dio vida a sus pulmones, porque Rosario Castellanos siempre se asumió comiteca, honor para este pueblo que lo obliga moralmente a echar la casa por la ventana para celebrarla por todo lo alto. Nosotros, simples mortales, no podemos adivinar de qué hablaron durante el tiempo que tardó la charla, pero sí tenemos un testimonio de primera mano, porque Segundo compartió en redes sociales el siguiente texto: “Una gran reunión con mi amigo Gabriel Guerra Castellanos, lo conocí hace muchos años en el marco de una edición del Festival Cultural más importante de Chiapas, que se realiza en Comitán, tierra de su madre, la gran escritora Rosario Castellanos; compartimos, recuerdo, cocina comiteca en casa del hoy gobernador electo Eduardo Ramírez; desde entonces hemos establecido un diálogo circular en puntos de vista y opiniones sobre los temas en los que él es un politólogo experimentado y yo un seguidor de los ángulos que plasma en la plataforma X. “Platicamos sobre lo que viene el próximo año, los 100 años del natalicio de Rosario, ocasión especial para preparar, junto al municipio de la Gran Balún Canán, siguiendo la instrucción de nuestro gobernador, homenajes de todo tipo, que recuerden a generaciones futuras la vida y obra de tan ilustre mujer que nos llena de orgullo a todos”. Gracias al mensaje del Doctor Segundo Guillén sabemos que, como intuimos, una parte de la charla se centró en el cumpleaños de la mamá de Gabriel. Sí, la foto es histórica porque, sin duda, que en esa plática se delinearon acciones para que Comitán cumpla con su deber moral para celebrar a su hija más relevante. Esto debe ser así, porque Rosario hizo algo generoso con su arte literario: puso a Comitán en el mapa del mundo de la intelectualidad. A riesgo de cansarte por repetitivo, volveré a decir que ninguna persona comiteca ha tenido la trascendencia que ella tiene. Ella es conocida en el Medio Oriente, sobre todo, por su encargo diplomático que tuvo en Israel; pero, por su actividad profesional ella es conocida en muchos países del mundo, gracias a las traducciones de su obra. En una ocasión, Óscar Bonifaz (amigo personal de la escritora, quien también cumplirá cien años en el 2025) me enseñó una edición japonesa de “Balún Canán”; mi amigo Paco Flores conoció en el pueblo al traductor de Rosario al idioma japonés, quien vino para pepenar el entorno donde se gestó la obra de la escritora. Paco dice que Keichi Tanaka fue el traductor, por ahí tiene fotos de él. Pero “Balún Canán” también está traducido al inglés, francés, alemán, hebreo e italiano. Pensá tantito en todos los lectores que tienen a Comitán en su imaginario. Quién sabe cuántos de mis paisanos italianos le han entrado a la excelente obra de nuestra querida Rosario. El gran poeta Enoch Cancino Casahonda nos dijo que a Rosario la trajeron bien pichita al pueblo, a la edad de tres meses, y vivió acá hasta llegar a su adolescencia; es decir, los años más decisivos y definitorios de la vida de un ser humano ella los pasó en Comitán. Me dio mucho gusto ver la fotografía que ahora comparto. Desde noviembre 2024 tres personajes de gran importancia en la vida cultural se reunieron para definir algunos proyectos. Sí, lo que dije antes, Comitán debe echar la casa por la ventana, nuestro pueblo será el punto central de cientos de miles de miradas. Los medios de comunicación vendrán a Comitán; la intelectualidad dirigirá sus ojos a Comitán. Nuestro pueblo será el punto nodal de todos los reflectores, será el máximo escenario de esta gloriosa puesta en escena. Cientos, miles de actos culturales se realizarán en el mundo para celebrar a Rosario, Comitán debe estar a la cabeza de los festejos. ¡Ah, hay tanto por hacer! De entrada, como se hace en todo festejo, debemos limpiar el patio de la casa para recibir con dignidad a todos los invitados, que éstos encuentren una ciudad luminosa: Cuna de La Libertad. Sé del cariño que Gabriel siente por el pueblo de su mamá, él tiene muchos amigos en Comitán, su hijo (nieto de Rosario) también ha estado en nuestro pueblo. Lo dicho, las ramas de la enormísima ceiba, llamada Rosario Castellanos, también tienen afecto por Comitán. De igual manera conozco la pasión que Segundo tiene por todo lo que huele a Comitán. No es exagerado decir que él fue uno de los principales promotores del nombramiento de Comitán como Pueblo Mágico. Ahora, desde la trinchera que tendrá, a partir del 8 de diciembre, en la secretaría de turismo de Chiapas, estoy seguro que hará mucho por el desarrollo de la llamada industria sin chimenea, que tanto beneficia a las naciones que saben cultivar esta hermosa planta. Sé que su pasión le hará ver que el cumpleaños 100 de Rosario es uno de los grandes detonantes para que visitantes de todo México y de todo el mundo lleguen a nuestro estado. Asimismo, estoy seguro que nuestro presidente, el Señor Fox, pondrá toda la carne al asador. El destino le brindó la oportunidad de ser la persona que dirigirá los actos del centenario del nacimiento de Rosario Castellanos. Su nombre quedará ligado por siempre al de nuestra escritora. La historia está en espera de su actuación. ¡Ah, qué gran momento viviremos! Hace tiempo un amigo me comentó que cuando fue el centenario de Belisario Domínguez sólo hubo actos relevantes el día de su nacimiento y el día de su fallecimiento. En esta ocasión, el festejo debe ser diferente. Durante todo el año debe realizarse actos que celebren y honren a nuestra máxima escritora, lo merece ella y lo merece su pueblo, pueblo de gente generosa, honesta, chambeadora y linda. Posdata: ¿ya pensaste en todo lo que Rosario nos regaló con su talento? Novelas, libros de cuentos, obras de teatro, ensayos, cartas reveladoras y la hermosa lucha a favor del feminismo. ¿Mirás? Pucha, las mentes más brillantes del pueblo aportarían más ideas para celebrar con dignidad e inteligencia este maravilloso cumpleaños. La unión de todos y de todas puede hacer que el festejo sea inolvidable. Que la gran reja de papel de china tenga dimensiones sublimes, enormes, universales. ¡Tzatz Comitán!

viernes, 22 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON COME GENTE

Querida Mariana: sé que pensaste que me equivoqué, que quise escribir “comején”. ¡No! Quise escribir lo que escribí “come gente”. ¿Conocés algún bicho de estos? El otro día, en las redes sociales, mi amigo Carlos Gordillo escribió: “somos lo que comemos”. Coincido con lo que dijo. Pensé entonces, sólo de broma y de veras, que hay personas que la sociedad denomina así: “come gente”, porque son chismosas, es gente que le encanta joder la honra del prójimo. En este caso también se aplica lo que Carlos dijo: “son lo que comen”, son personas malvadas, se delatan solas. Que las compre quien no las conozca. Tal vez debo hacer la aclaración que no me refiero a que en nuestro país haya gente que se dedica al canibalismo, alguien podría pensarlo porque pues, antes de La Conquista, los pobladores de esta región del mundo comían gente, en sentido literal. Me cuentan que los chicos y chicas de estos tiempos tienen el referente de los zombis, que le entran a los humanos. No sé. Ahora bien, el tema da para más. El otro día (ay, chismoso) escuché la plática de dos chicas en el parque, yo estaba sentado en una banca contigua, una de ellas, con una blusa de tirantes y un tatuaje en el hombro, le dijo a la otra que se andaba comiendo a tal chico. Ya soy viejo, pero no soy tonto, de inmediato supe a qué se refería. Los chicos se comen a las chicas y las chicas se comen a los chicos y, también, hay muchos chicos a quienes les encanta comer a chicos y muchas chicas que se comen a las chicas. Cada quien sus gustos. Acá el término comer no es literal, es un término juguetón. Cuando pasa un chico con una chica de muy buen ver, no falta el comentario machista de alguien: “mirá, qué buena chuleta se está comiendo el bato”. Por supuesto que Carlos no se refería a esto, él, hombre digno, hablaba del concepto de salud. “Somos lo que comemos”, si comemos comida chatarra somos personas chatarra; si comemos comida sana somos personas sanas. Él siempre sugiere que todos debemos comer una manzana en el desayuno. Ya te conté que el abuelo de mi querido amigo Jorge (ambos descansan en paz) siempre decía la siguiente frase: “manzana y miel de abeja ¡la muerte aleja!” Pregunté: ¿conocés algún come gente? Estoy seguro que sí. El admirado maestro Alfredo Palacios, destacado intelectual chiapaneco, dijo que Comitán es la Capital Chiapaneca del Apodo. Gracias, maestro Palacios, honor bien merecido, nuestro ingenio nos ha costado, todos los pueblos del mundo son pone apodos, pero el gran poeta Enoch Cancino Casahonda, dijo que el apodo comiteco es de los más ingeniosos del estado de Chiapas. ¿Mirás? No es gratuita la fama, dos talentosos chiapanecos valoraron lo que todo mundo reconoce, los cositías somos abusados para esto de aplicar el ingenio en los sobrenombres. Ahora falta que alguna personalidad diga que Comitán es la Capital Americana de Los Come Gente, porque, no nos hagamos, en el pueblo hay muchas personas que les encanta joder honras ajenas, tijeretear. Está en nuestra sangre. Es tarea de historiadores, sociólogos, antropólogos, cronistas y demás vainas culturales hurgar entre el pasado para identificar la raíz de nuestra forma de ser, única, exclusiva, bendita. Somos un lugar privilegiado, somos un pueblo de valientes, porque, la mera verdad, quiere ganas para sobrevivir en un pueblo que es jodoncito. Ante tanto embate, los comitecos y las comitecas hemos desarrollado un gran caparazón, que ni las golfinas lo poseen, así es que ahí vamos, sonriendo, botándonos de la risa, disfrutando cada instante, sin tomar nada personal, nada a pecho (salvo que la chica que pase frente a nosotros tenga un respetabilísimo par de encantos). Posdata: somos lo que comemos, dijo Carlos. Tiene razón. El mundo de los sabios recomienda que la comida debe ser nutritiva. No se necesita ser sabio para reconocer que quien come verdura está jodiendo menos a su cuerpo que quien le está metiendo cuchito. Los come gente comen carne y eso les provoca agruras, les llena de grasa su espíritu. Que los compre el que no los conozca. ¡Tzatz Comitán!

miércoles, 20 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON FUENTES

Querida Mariana: en el pueblo, muchos chicos y chicas se citan en la fuente. La fuente está en el parque central, frente al templo de Santo Domingo. Los de mi generación no tuvimos esta fuente. En los años setenta ahí estuvo la manzana que fue derribada para ampliar el parque. Tal vez, aunque suene exagerado, diré que nuestras fuentes fueron dos, la primera fue la modesta que estaba en una esquina del parque con el león que echaba un chorro de agua que salía de sus fauces y que hoy está colocado, todo sholco y olvidado, en el también olvidado Tanque de Los Caballos; y la segunda fue en plural: el apellido del escritor Carlos. Yo, cuando menos, tengo estas fuentes como referentes de mi memoria juvenil. Si hablo de Carlos Fuentes debo decir que no es uno de mis autores favoritos, pienso que estuvo sobrevalorado, parece que María Félix pensó lo mismo, porque lo llamó “mujerujo”, pero no sólo la actriz lo trató en forma despectiva, también el gran Alfonso Reyes tuvo una opinión que enlodó su ego impecable. Sucede que el título de su novela “La región más transparente” es una frase de Don Alfonso y éste le permitió usarla, pero cuando Reyes leyó el libro lamentó haberle dado el permiso, ya que no le gustó el libro de Carlos. A mí me gusta el cuento “Aura” y me gusta mucho el ensayo “El espejo enterrado”, asimismo me gustan algunos conceptos que dio acerca de la creación literaria. Fuentes insistía en la disciplina como elemento sustancial a la hora de crear. Él fue muy disciplinado, todas las mañanas dedicaba un tiempo inmutable para escribir, luego de la chamba iba a comidas, al teatro, a la ópera, al cine. Carlos Fuentes irrigó agua limpia con esta recomendación. Asimismo, en una ocasión vi en una entrevista que a la pregunta ¿cuál es el compromiso social del escritor?, respondió: el lenguaje y la imaginación. Su respuesta se me hace prodigiosa, porque son materias esenciales en la creación literaria. Lástima que en los tiempos actuales han ignorado esta sabiduría, porque muchas escritoras y escritores contemporáneos han relegado a la imaginación. A mí me desagrada que el mundo creativo literario está trepado en el potro de la realidad inmediata; es decir, se han convertido en cronistas del mundo cotidiano. Describir los fenómenos actuales no requiere de la imaginación. Tal parece que estos tiempos hacen apología al dicho “la realidad supera a la ficción”, y la ficción se ha puesto a los pies de la realidad. Por supuesto que el primer elemento mencionado por Fuentes está en el lugar de privilegio: el lenguaje es la materia prima insustituible, y este elemento lo proveen las personas, los hablantes por naturaleza, los creadores de los giros coloquiales. Las escritoras y los escritores siguen penando el sustrato de su creación en las plazas, en las pláticas de cantina, en las salas de casas, en los cafés, en las manifestaciones, en los templos, en los escasos circos, en los confesionarios, en todos los lugares donde hay un ser humano con sus ideales y frustraciones, pero han olvidado navegar en el mar de la imaginación, han olvidado que el mundo es lo que es gracias al genio inventivo. Las narradoras y narradores de este siglo ya no imaginan, son meros copistas de las acciones que otros hacen. Posdata: muchas novelas y libros de cuentos premiados hablan de la violencia, de los fenómenos migratorios, de lo que sucede día a día en las calles. La brutal realidad tiene a la imaginación bajo su bota enlodada. Se están secando las fuentes donde bebíamos el agua de la imaginación y los lectores saciamos nuestra sed con agua del charco de la simple y repetitiva realidad. Qué pena. ¡Tzatz Comitán!

sábado, 16 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON CASA LLENA

Querida Mariana: ¿has escuchado el término casa llena? Estoy seguro que sí. Se emplea para decir lo que dice. He escuchado el término cuando en un baile, en un acto deportivo o cultural, ya no cabe un alfiler, todo está ¡al tope! La primera vez que escuché el término fue en una ocasión que jugábamos béisbol en un campito en Comitán y el equipo contrario nos puso contra la pared, porque tenía jugadores en las cuatro bases. Alguien, del otro equipo, dijo: “Tenemos casa llena, ya los tenemos agarrados de la garganta”. Agarrados de la garganta significaba que estábamos a punto de asfixia, y así resultó, porque quien le tocó el turno de bateo se aventó un hit y tres carreras entraron. Por fortuna, al rato se invirtió la situación y nosotros fuimos quienes tuvimos casa llena. Logramos dos carreras y con ello alcanzamos el triunfo, en una tarde emocionante, porque el béisbol, vos lo sabés, es el Rey de Los Deportes, un deporte inteligente. A mi papá le encantaba ver los juegos por la televisión. No lo vas a creer, pero en los años sesenta formé parte de un equipo de béisbol, en el Colegio Mariano N. Ruiz; el equipo se llamó “Comets” y participamos en un desfile del 20 de noviembre, Pedro Avendaño hizo el banderín y nosotros nos divertimos, porque fuimos con nuestro uniforme y con las manoplas atrapábamos la pelota lanzada. Casa llena fue lo que logró Don Francisco Carrión, hijo del mítico fundador de la cantina “La Jungla”, lugar que los de mi palomilla visitamos con frecuencia, en los años setenta. Nos encantaba ir a tomar la cerveza y los tragos que eran acompañados con una charola de botanas exquisitas. Como estaba en camino hacia el Club Campestre, muchos de los socios, al volver de jugar tenis o nadar en la alberca pasaban a tomarse una cervecita. Sin duda que quienes conocieron dicho lugar recordarán con agrado dos botanas exclusivas: las papotas que tenían bien dorada las orillas y los bocoles, que eran unas exquisitas tortitas de frijol, únicas, sensacionales. Don Francisco Carrión tiene esta fotografía en el local de la nueva “Jungla” que sigue dando atención a todos los comensales, ofreciendo carnes, mariscos y ricas botanas. Casa llena fue lo que logró Don Francisco, porque cuando vi la fotografía y le pedí permiso para compartirla con vos, me dijo los nombres de todos los integrantes del equipo de béisbol que se llamó “La jungla” y fue patrocinado por Don Óscar Carrión Cristiani. La foto es de la década de los años ochenta, y fue tomada en el estadio de béisbol, en la Unidad Deportiva que hoy lleva el nombre del maestro Víctor Manuel Aranda León. Don Óscar fue un gran aficionado al béisbol. Sucede que a la edad de trece años dejó Comitán y trabajó en Veracruz, como ayudante de mecánico. Luego, por azares del destino trabajó en Petróleos Mexicanos. Fue en Poza Rica cuando encontró la pasión por el béisbol, su hijo dice que lo llevaba en la sangre, todo fue que conociera los mínimos secretos del deporte para que se aficionara en forma decidida, le encantaba ver los partidos y practicar dicho deporte. Después de una buena temporada lejos de casa, un día regresó a Comitán y acá fue donde abrió “La Jungla” y siguió practicando el béisbol, hasta que patrocinó el equipo que acá aparece en la fotografía. Dije que el hijo de Don Óscar me dijo, de corridito, los nombres de quienes aparecen en la foto. Esto no es usual, por lo regular, cuando vemos alguna fotografía grupal se nos escapan los nombres. Don Francisco reconoció a todos los personajes, claro, algunos sólo aparecieron en su memoria con un apellido o con el apodo, pero no faltó ninguno de los personajes que acá aparecen. Esto demuestra que tiene una buena memoria y esto se agradece, porque permitirá que yo te diga lo que él contó. Sucede que él comenzó de derecha a izquierda, cuando lo usual es lo contrario, de izquierda a derecha, pero entiendo que él los fue identificando así (de derecha a izquierda) porque el primero que aparece a la derecha es su papá, el reconocidísimo Óscar Carrión Cristiani. He dicho que tengo la duda del apellido paterno: ¿Carrión o Carreón? Todos los testimonios indican que es con i, así que así lo dejo, si fuese lo contrario, pues basta que cambiemos la i por la e, al final de cuentas suena igual en su pronunciación. Así que vamos de derecha a izquierda. ¿Sale? El primero que aparece es Don Óscar, vestido totalmente de blanco, incluso su visera tiene el mismo color. En lugar de ver hacia el fotógrafo ve el grupo que patrocinó. En segundo lugar está Óscar Cruz; luego, con bigote, Ruperto Nájera, quien tenía el sobrenombre de Pico de Oro y así es muy conocido en el pueblo; enseguida Jacinto San Martín Piña, quien también no ve directamente a la cámara; luego está Porras (así lo identificó Don Francisco), como sucede en muchos casos él es reconocido por el apellido. En seguida está un hijo de Don Óscar: César (quien ya falleció. De hecho, Don Óscar tuvo tres hijos y sólo vive Don Francisco, quien es actualmente el gerente general del negocio). A continuación está la madrina (recordá que es tradición que al presentarse un equipo en un torneo, los integrantes son acompañados por una chica linda que los amadrina). Ella es la maestra María Esther (por ahí se extraviaron los apellidos); a continuación está el famoso Paco “Marrorro”, quien tiene un buen sobrenombre, sonoro, porque tiene doble erre. Luego, con un bigote delgado está Javier Ortega, hijo de un gran amante del béisbol: Don Zenaido. En la parte delantera está (ahora sí, de izquierda a derecha) otro famoso jugador: Toshé. Don Francisco no dijo más, así nos aquedamos: Toshé. En seguida está Roberto Gordillo, el famosísimo Torito, quien ahora, muchos años después, está convertido en un gran artista musical de Chiapas, es un cantante sublime. Ah, las vueltas que da la vida, no llegó a ser como el Toro Valenzuela, llegó a ser el gran Roberto Rojo. Luego, en el centro de la fotografía está otro hijo de Don Zenaido, a quien le decían Chava (bueno, en realidad los amigos les han dicho Chava a todos los hermanos, incluso a las mujeres). ¿Quién más? Bueno el que sigue es Miguel De la Cruz Valdivieso y al final el famosísimo Many. ¿Mirás qué prodigo? Gracias a la memoria de Don Francisco hemos identificado a todos los integrantes de esta maravillosa fotografía. ¿Quiénes están en la tribuna? Ah, no, ya no, eso ya es una grosería. Lo que sí advertimos es que esa mañana había una gran cantidad de aficionados en el Diamante de la unidad deportiva. Se ve que toda esa zona tiene una malla que impide que los pelotazos ofendan a los espectadores. Esto es práctica común en estadios de béisbol, cosa que no sucede en un estadio de fútbol soccer. Te he contado que con mi palomilla asistimos como espectadores a muchos encuentros de béisbol en el maravilloso estadio del Seguro Social, estadio que ahora ya no existe, un amigo me dijo que lo demolieron y construyeron una gran plaza. Nosotros, cuando estudiábamos en la Ciudad de México vivíamos como a tres cuadras del estadio, así que era pan comido asistir. De hecho, en el edificio donde vivíamos, también vivían dos reconocidos jugadores de los Diablos Rojos. Mis amigos se hicieron amigos de ellos, así que no era infrecuente que tuviéramos cortesías para entrar gratis a los encuentros. Como vos no sos aficionada al béisbol diré que Los Diablos Rojos del México era uno de los grandes equipos de la Liga, hace de cuenta como el Guadalajara o el Cruz Azul del fútbol soccer, así que el estadio se llenaba cuando había encuentros entre los Diablos Rojos y los Tigres. Nosotros bebíamos cerveza. Pasaba un chico con una cubeta llena de cervezas bien frías y (así lo recuerdo) comprábamos latas de cerveza, botes que luego aventábamos al diamante cuando la gente protestaba por una mala decisión del ampáyer. Cuando paso por “La Jungla”, en su nuevo local, recuerdo la antigua Jungla, donde estaba Don Óscar e íbamos a tomar la cerveza, el recuerdo tiene una mezcla de chimbo y de esa fruta amarga que se llama cacaté, porque tres amigos de la palomilla ya fallecieron: Miguel Román, Jorge Pérez y Memo Del Castillo. Los que saben dicen que esto de la vida tiene estas cicatrices. Es una lástima que la vida sea una película con un “the end” lleno de caca. Posdata: la fotografía que me prestó el gerente del restaurante es sensacional, habla de un tiempo prodigioso. ¡Tzatz Comitán!

viernes, 15 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON ANTORCHAS

Querida Mariana: ¿conocés al licenciado Pepe Morales Domínguez? Tuve el gusto de conocerlo cuando laboró en la secretaría del Ayuntamiento Comiteco, hace años. Desde entonces cuento con el privilegio de su amistad. Él ya participó en un Platicatorio, tiene muchas vivencias. Es coleccionista de figuritas con personajes de películas, además es un gran conocedor de cine y un experto DJ. Siempre que comparte algún video en redes sociales saluda diciendo: “buen día ¡antorchero!, ¡antorchera!” ¡No! Este saludo no está relacionado con las antorchas que año con año se realizan en nuestro país, o tal vez sí, en parte. Él saluda así porque, ya me explicó, un antorchero o una antorchera es una persona que va delante de él, iluminando su camino, rasgando la oscuridad para que él camine en forma más segura. No sé qué pensés vos, pero a mí me encanta su saludo, porque lleva implícito un reconocimiento a quienes, a través de su vida, en el camino han pepenado la sabiduría y la transmiten. No todo antorchero o antorchera es una persona iluminadora, hay gente que usa la antorcha para provocar incendios. El licenciado Pepe saluda a los espíritus nobles, a quienes poseen la sabiduría, a quienes son maestros o maestras. Te invito a que cerrés tantito los ojos y pensés en esos espíritus antorcheros que han iluminado tu camino. ¿Cómo vos llegaste a ser lo que sos? Vos, lo digo yo, pero mucha gente lo reconoce, sos una chica que le hace bien al mundo. Estás dedicada a iluminar tu alma y con tu pasión cinematográfica querés un día iluminar el corazón de los espectadores, así como lo han hecho los grandes de la cinematografía mundial: Kurozawa, Fellini, la Copolla y demás iluminadores, antorcheros y antorcheras geniales. Pepe es un melómano, esa es su chamba, su pasión, la mezcla de antorcheros y antorcheras melódicas. Siempre he dicho que Los Beatles han sido inspiradores. El otro día escuché una declaración de Sir Paul McCartney: ¡no estudió música! Pues no, la genialidad armoniosa se trae, hay, digo yo, antorcheros mayores que determinan destinos, tal vez mucho antes de nacer, porque ellos mandan su luz a través de los genes, genes que vienen del Principio de todo. Pepe reconoce que en su vida han existido ancestros que han contribuido para que ahora él sea lo que es. A mí me encanta su saludo: buen día, ¡antorcheros!, ¡antorcheras!; es decir, ¡buen día, seres que inspiran! El mundo, querida mía, necesita más antorcheros y antorcheras y más gente que reconozca tales influencias luminosas, porque hay muchos seres que pasan de noche, que no reconocen la sabiduría de los otros. Por eso, cuando escucho el saludo de gente positiva, como Pepe, es cuando insisto en que Comitán no debe regatear el reconocimiento para la gente que, como él dice, ilumina los caminos. Los antorcheros y antorcheras no quitan piedras en el camino, pero sí dan luz para que los caminantes vean por dónde está el sendero certero. Pepe, como experto oyente de música, recordó a grandes compositores en lengua española, me habló de Cabral, de Cortés y de Serrat; mencionó una partecita de una canción de Joan Manuel, que no es más que un verso del gran poeta español Antonio Machado, un antorchero maravilloso: “se hace camino al andar”. Posdata: Pepe no lo sabe bien a bien, pero él ya es un antorchero, porque su saludo ilumina las mañanas de sus contlapaches (uso este término náhuatl, no en el sentido de encubridor, sino en el sentido afectuoso de compa, de acompañante de camino; la uso porque es una palabra linda, que viene de siglos, de gente antorchera de esta patria que hoy habitamos). ¡Tzatz Comitán!

jueves, 14 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON HISTORIA DE VIDA

Querida Mariana: ¿vos sabés qué es la Carta de Atenas? Ya sé qué dirás, que vos sabés qué es la Carta a Mariana. Sucede que el otro día vi el podcast que dirigen Cristina Ochoa y mi amiga Damaris Disner y en la plática apareció el término Carta de Atenas. Lo dijo el invitado, nuestro paisano, el admirado arquitecto Luis Javier Flores Cancino. En cuanto terminó el programa busqué en Internet y hallé que la famosa Carta de Atenas dice: “separación funcional de los lugares de residencia, ocio y trabajo poniendo en entredicho el carácter y la densidad de la ciudad tradicional”. La Carta de Atenas fue presentada en los años treinta del siglo pasado. ¡Ya llovió! Esto fue lo que platicó Luis Javier, en una charla muy sabrosa. La famosa carta decía que todo debería estar separado, por un lado las residencias, por otro los lugares de ocio y en otro los sitios de trabajo. Esta propuesta de urbanismo propició lo que se ve en muchos lugares todos los días: los empleados destinan muchas horas para el traslado de sus casas a los lugares de trabajo. Te conté que cuando fui a estudiar a la Ciudad de México en la Universidad Nacional Autónoma de México hubo dos criterios de elección, los compas que decidimos vivir en las casas de huéspedes de paisanos y los que buscaron casas de huéspedes que estuvieran cerca de la UNAM. Estos últimos no necesitaron treparse todas las mañanas en autobuses que tardaban más de media hora para llegar a Ciudad Universitaria, se ahorraban lo del pasaje y al salir de clases llegaban en un dos por tres a comer. Este criterio era contrario a lo que recomendaba la famosa Carta de Atenas. Lo que contó Luis Javier fue motivo para reflexionar acerca del tema de las ciudades que, al menos en nuestros países tercermundistas, son un problema por el crecimiento desmedido que se da. El programa de Damaris y Cristina se llama “Desde el tejado de la infancia” e inicia, como su nombre lo indica, enterándonos de los primeros años de vida del entrevistado o entrevistada. En el caso de Luis Javier nos compartió que, en su niñez, le encantaba rayar libretas, las líneas aparentaban ser croquis de ciudades, dibujaba carritos, personas y edificios. Una primera lectura de tal pasión indicaría que ya se presentaba la vocación del actual profesionista, porque Luis Javier tiene un gran conocimiento acerca del urbanismo. La infancia es el primer paso del destino. Tal pasión se robustecía con el programa de televisión de moda en aquellos años: “Los Supersónicos", que era una caricatura donde se presentaba el futuro de mediados del siglo XXI, había robots, autos voladores y las residencias estaban suspendidas en el aire, porque estaban a gran distancia del suelo, sostenidas en tubos. Luis dice que el futuro nos quedó a deber, los autos no vuelan, seguimos en el suelo. ¿Cuál será la ciudad del futuro de la segunda mitad del siglo XXI? Sé que todo mundo pensará en diversas opciones. Digo que si el porvenir estuviera en manos de gente visionaria y talentosa como Luis Javier las ciudades serían más humanas. La plática logró su objetivo, conocimos algo íntimo de la infancia de Luis Javier, supimos cómo su vocación ya tenía destinado un sendero y nos regaló temas para la reflexión, porque un gran porcentaje de los seres humanos vive en conglomerados citadinos, demandantes de muchos servicios. Sé que los arquitectos que se dedican al urbanismo son menos que quienes se dedican a construir residencias. El urbanismo exige una preparación especial, porque no sólo diseñan espacios familiares sino comunitarios, piensan en todos. Nuestro paisano dijo que una de sus grandes experiencias fue un viaje de intercambio que realizó a Brasil, donde conoció Brasilia, proyecto del gran arquitecto Niemeyer, al lado de Lúcio Costa, quien fue el autor del plano urbanístico de Brasilia, proyecto citadino que inició de cero, que permitió el control absoluto del diseño. ¿Cuál fue el colofón de la charla? Que necesitamos ciudades más humanas, que no privilegien al automóvil sino al peatón. Luis Javier mostró fotografías de los mini parques que diseñó para Comitán, donde se eliminó un cajón de estacionamiento y se transformó en un espacio de convivencia. Ese fue un instante prodigioso para nuestra ciudad. Por desgracia, no prosperó la siembra, al contrario, se podó, porque los automovilistas exigieron espacios para estacionar sus máquinas, durante todo el día. Posdata: al terminar el programa pensé que cuando he estado en ciudades donde el auto ha perdido preeminencia y las calles las han convertido en andadores, me he sentido bien, porque he tenido la sensación de estar en un lugar armonioso. Me ha encantado caminar por las ciudades que son como un abrazo afectuoso. Es lo que he pensado, es lo que pensé con la charla que, generosamente, compartió Luis Javier. Vos y yo nos quedamos con la Carta a Mariana, que forma una comunidad majestuosa, donde los integrantes viven a gusto. ¡Tzatz Comitán!

miércoles, 13 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON LA FIL

Querida Mariana: ni vos ni yo iremos a la FIL, la Feria Internacional del Libro 2024, que se celebrará en Guadalajara, del 30 de noviembre al 8 de diciembre. No iremos por motivos de alcancías flacas. Cada año, mi querida amiga Eva, quien radica allá, me dice: “vení, Álex” y yo agradezco su cariño, pero, de nuevo, digo que no iré. ¿Y si se me diera ir? Ah, bueno, prepararía mi viaje con anticipación. Compra de boletos de avión y la reservación en el hotel, en el Sheraton que, me han contado, está cerca del lugar donde se realiza la FIL, y aunque el dichoso hotel está cariñoso (vale más de tres mil pesos la noche), sería como un homenaje a la nostalgia del pasado, porque mi Paty y yo pernoctamos una noche ahí cuando llegamos a Guadalajara en nuestra luna de miel, en el lejano 1982. En el pueblo mandaría a hacer un librerito de cedro para la sala, donde le pegaría un letrero con el siguiente mensaje: “libritos comprados en la FIL 2024”. Llevaría unos treinta mil pesitos para adquisición de librincillos, más otros miles para pagar el envío desde allá, porque sería imposible traerlos en el avión. En cuanto llegara le haría una llamada telefónica a mi querida Eva, para que hiciera un tiempito y me lo regalara para tomar un cafecito (ella) y un té de limón (yo). Y luego, a la gran fiesta del libro, al disfrute de la inteligencia, caminar y caminar por los stands, hojear los libros, escuchar los comentarios de los visitantes, expertos y snobs, admirar la escenografía, el despliegue de talento para jalar a los posibles compradores; toparse, ocasionalmente, con algún famosillo y pedirle la “foto de privilegio”. ¿Qué más? Pues buscar una cafetería, para descansar un poco y comenzar a leer algún libro comprado. También, por supuesto, asistir a presentaciones y conferencias. Ya me di cuenta, al hacer mi hipotético viaje, que soy un hombre sencillo, un lector sin grandes dificultades ni pretensiones, porque realicé mi programa sin incluir presentación alguna de escritor de otra lengua. Como España es el país invitado de honor, pues sólo elegí espacios con creativos de ese país, Colombia y, por supuesto, México, pura lengua castellana. ¿Para qué me complico? ¿Querés saber adónde iría? Va, te paso copia de mi ruta de viaje literario: El primer día, 30 de noviembre, acudiría a la una de la tarde, en el salón C, del área internacional, para estar en la presentación del libro “Cartas a las ancestras”, de Ethel Krauze. Recordá que el librito de Ethel: “Cómo acercarse a la poesía”, me deslumbró cuando lo leí, por su sencillez y porque logra el espíritu que la animó a escribirlo: contagiar el gusto por la poesía. Luego, rapidito a comer algo en un restaurante vegetariano y volver para conocer el Auditorio Juan Rulfo (el espacio más popof) y escuchar la voz de una de las mujeres contemporáneas que más ha hecho por el fomento de la lectura: Irene Vallejo, la autora de un libro sensacional: “El infinito en un junco”. ¡Ay, ay!, cómo lamento que a la misma hora que se presenta la Vallejo (de cuatro a cuatro cincuenta de la tarde) estará nuestro paisano Luis Antonio Rincón García, con su libro “La bruja de las tijeras”. Pero, eso sí, al terminar la sesión con la española, correré hasta el salón G, del área internacional, para ver si logro saludar a Rincón y para adquirir su libro. ¡Ay, ay!, cómo lamento que la presentación del libro “Misterios del escritorio”, de Federico Reyes Heroles será de siete y media a ocho y veinte de la noche. A esa hora ya estaré con el pijama puesto en la cama del hotel, preparándome para dormir. Lo lamento, porque sabés que me gustó su libro “Registro, mapa e inventario de uno mismo”; además, Carmen Villoro será la presentadora. Te conté que una vez estuve con Carmen, en el periódico Reforma, en la Ciudad de México. El uno de diciembre asistiría, de doce y media a una cincuenta, a la apertura del Salón Literario Carlos Fuentes, porque estará la española Rosa Montero, quien es una escritora ingeniosa, que se vende bien, porque ya mirás que mucho del mundo actual depende de cómo te vas vendiendo. Claro, aparte del talento que debe estar presente. El dos de diciembre estaría en el salón D, del área internacional, de seis y media a las siete y veinte de la noche, para escuchar al colombiano Héctor Abad, con la presentación del libro “4 dedos”. No sé si me permitirían entrar al salón 5, donde a las siete comenzó la presentación del libro “El caballo dorado”, de Sergio Ramírez, con los comentarios de Memo Arriaga. El 3 acudiría al salón 5, porque ahí se presentará el libro “La literatura es dinamita”, del español Javier Cercas. El 4 de diciembre lo dedicaría a tomar fotografías en las salas de exposición, a ver libros y a admirar a las chicas tapatías, que, es proverbial, tienen una belleza singular. ¿y el cinco de diciembre? Admiro a Julieta Fierro, por su capacidad para hablar del complejísimo tema del universo con una gran sencillez, así que estaría en la presentación de su libro: “Astronomía, ¿para qué?” De nuevo otro lamento, ¡ay, ay!, porque a las ocho de la noche estarán Francisco Hinojosa (uno de los autores mexicanos favoritos de Paty Cajcam) con Bernardo Esquinca, a quien conocí en la Casa del escritor, en la Laguna de Bacalar. Bernardo comentará el libro de Pancho: “Informe negro”. El día 7 de diciembre iría al salón G, para estar presente en la presentación del libro “Pasado cero”, de Óscar de la Borbolla. ¿Recordás que te he contado que Borbolla publicaba en el Excélsior una sección titulada “Ucronías”, que eran unos deliciosos textos muy imaginativos? Y ya para finalizar mi viaje haría una excepción, porque me arrepentiría toda mi vida si no asistiera a la presentación del libro “Jardín de noche”, de mi admirado y querido amigo Fabio Morábito. Él estará de las ocho a las ocho cincuenta, en el salón C, del área internacional. No me lo perdería por nada del mundo, así su presentación fuera a las once de la noche. ¿Mirás que soy un lector sencillo? Tan lo soy, que para despedirme de la FIL acudiría el 8 de diciembre, de las seis a las seis cincuenta, a escuchar a Martí Batres Guadarrama. ¿Qué? Sí, acudiría a verlo. ¿Por qué? Porque presentará su libro: “Las frases de AMLO”. ¿Quién iba a pensar que un cuatroteísta se presentaría en un foro fifí, al decir del propio AMLO? Posdata: también me gustaría estar en la presentación del libro “Náufrago del destino”, del locochón Xavier Velasco, pero es en la noche, y no, ya mi cuerpo no resistiría tanto. Ya será en otra ocasión, una donde Xaviercito presente un libro a buena hora. Y aunque no está señalado en el programa general, entiendo que un comiteco estará presente en la feria del libro más importante de Hispanoamérica: mi compadre Enrique Robles presentará su libro “Qué pensás que estoy contando”, en el stand de Chiapas. Los comentarios estarán a cargo del Rector de la UNICACH, el Maestro Juan José Solórzano Marcial. ¡Ah, qué orgullo! Seguro que al término nos miraríamos con mi compa y, chance, iríamos a echarnos una cervecita (él) y una limonada sin azúcar (yo). Como todos los años estaré pendiente de lo que suceda en Guadalajara, desde mi casita comiteca. ¡Nada de tequila, señor! ¡Tzatz Comitán!

lunes, 11 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON ORGULLO COMITECO

Querida Mariana: ya quedamos que todo debe ser sin regateo. Cuando paisanas y paisanos alcanzan puestos relevantes, en cualquier disciplina, todo Comitán debe reconocerlo. La presencia de ellos y de ellas fortalece nuestra identidad, siguen abonando a la gran ceiba comiteca. El 1 de octubre 2024, nuestro paisano diputado Luis Ignacio Avendaño Bermúdez asumió la presidencia de la mesa directiva de la legislatura número sesenta y nueve del Congreso del estado de Chiapas. ¡Nadita! Conozco bien al diputado Luis Ignacio, por ello no regateo mi reconocimiento a su trayectoria. Cuando él fue presidente municipal de nuestro pueblo me brindó la oportunidad de servirle a él y a Comitán al nombrarme director de cultura del Ayuntamiento. Durante su administración se imprimió la gaceta KUJCHIL. Tal propuesta fue un hito en la historia de Comitán, jamás había sucedido algo similar en alguna administración municipal. Kujchil tuvo una impresión mensual de diez mil ejemplares, distribuidos, ¡por supuesto!, en forma gratuita. ¡Diez mil ejemplares, distribuidos en forma gratuita! Su visión humanista le permitió reconocer la importancia de esa publicación y la apoyó con todo. Nuestro gobernador electo, Doctor Eduardo Ramírez Aguilar, dijo en su visita más reciente a nuestro pueblo: “a Comitán no le voy a regatear nunca nada”. A mí me tocó ser testigo que, cuando Luis Ignacio fue presidente municipal no le regateó nada a esta propuesta editorial que benefició a toda la comunidad. Hoy, desde el Congreso de Chiapas realiza una labor destacada, apenas a mes y medio de iniciar su responsabilidad. He estado pendiente de lo que comparte en redes sociales. Como un hábil funcionario difunde los trabajos que realiza y así nos enteramos de diversas acciones encaminadas hacia el bien común. No sé nada de leyes. Me he hecho el propósito de regresar al análisis de la Constitución Mexicana, estudio que, más o menos, hice en la preparatoria en la clase que nos impartía el licenciado Roberto Solís. El otro día, el diputado Luis Ignacio compartió en su muro una etiqueta donde dio a conocer reformas constitucionales en materia de igualdad sustantiva y perspectiva de género. En los tiempos actuales aún existe discriminación entre hombres y mujeres, tal vez, en este país machista, sea mejor escribir que los hombres discriminan a las mujeres. La información que compartió nuestro diputado me ayudó a ver que, en forma legal, no existe ya tal vacío, ahora el artículo 4º de nuestra Constitución, la Carta Magna, establece que “el varón y la mujer son iguales ante la ley”. Ah, si todo mundo leyera la Constitución sabría que, legalmente, está prohibida la discriminación de género, todos los ciudadanos y todas las ciudadanas mexicanas ¡somos iguales y tenemos los mismos derechos y debemos tener las mismas prerrogativas! Claro, está sobreentendido, también tenemos las mismas obligaciones. Entonces fui al artículo 8 y leí que el derecho constitucional garantiza la igualdad retributiva que no es otra cosa que “a trabajo igual, desempeñado en puesto, jornada y condiciones de eficiencia también iguales, debe corresponder salario igual”. ¿Mirás qué importante? Si una mujer desempeña un trabajo igual que un hombre, ambos deben recibir la misma paguita. Y esto, ¡qué pena!, no siempre sucede así. Conozco casos, estoy seguro que vos también, donde el salario percibido por una mujer es menor, sólo por el hecho de ser mujer. ¡Qué criterio tan bobo! Por esto, me dio gusto constatar que la actual legislatura incide en el tema. En la etiqueta que compartió nuestro diputado Luis Ignacio leí lo siguiente: “se implementarán mecanismos para erradicar la brecha salarial de género”. Me parece una iniciativa muy meritoria. Que existan mecanismos legales que erradiquen esa práctica absurda y que todas las mujeres chiapanecas reciban el mismo salario que sus compañeros varones. Además, leí otro apartado donde se reafirma el principio de paridad de género en la administración pública; es decir, que en los nombramientos haya igual número de mujeres y de varones, porque, ya lo sabemos, antes era un “hombrerío” que ya no. Esta paridad permitirá, digo yo, que también disminuya el acoso por parte de los hombres hacia las mujeres, porque habrá mujeres en cargos similares y el poder ya no será coto exclusivo de machos. Por fortuna, ya lo dijimos el otro día, en un país machista por excelencia, ahora tenemos una mujer en la silla presidencial. ¡Gran logro! Falta mucho por hacer, pero ya se sientan bases firmes para la igualdad, para el reconocimiento pleno de la actuación de las mujeres en la construcción de una mejor sociedad. Posdata: sin regateos, querida mía. Apoyo total a paisanas y paisanos que destacan en diversas disciplinas. Nuestro diputado Luis Ignacio Avendaño Bermúdez será, hasta el 30 de septiembre de 2025, el presidente de la mesa directiva del Congreso de Chiapas. ¡Nadita! Es un orgullo para nuestro pueblo. ¡Tzatz Comitán!

domingo, 10 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON UN CUMPLEAÑOS

Querida Mariana: no existe un documento que compruebe la existencia de Josefina García, la heroína comiteca. Ella, todo mundo lo sabe, fue la mujer que, cuando Fray Matías de Córdova motivó a la población de Comitán para que se diera el grito de independencia, se paró y dijo que, si los hombres dudaban, ellas, las mujeres, estaban dispuestas a apoyar el movimiento. ¡Ah, qué gesto heroico tan maravilloso! ¡Qué mujer tan valiente! En el Parque de La Corregidora, que es más conocido como Parque de San Sebastián, existe un busto de ella en el parque, mujer valiente, de carácter que hace honor a su apellido materno: Bravo. Y hay historiadores (bueno, esa es su chamba) que indagan por aquí y por allá en busca de un documento que dé prueba fidedigna que la tal Josefina fue de carne y hueso y no sólo un mito histórico, mito sensacional. Ante la carencia de un documento muchos preguntan: ¿existió Josefina García? ¡Por el amor de Dios! ¿Qué más pruebas que la mencionada? ¿Qué más prueba que la existencia de la Escuela Secundaria Vespertina Josefina García, que en el 2024 cumple cincuenta años de vida fructífera? ¡Cincuenta años! ¡Medio siglo! Hay cientos y cientos de chicas y chicos que pasaron por las aulas de La Josefina, todos ellos son prueba viviente, palpable, de la existencia de ese gran personaje. Como los comitecos y comitecas somos respetuosos de la Historia Nacional, pues el parque se llama de La Corregidora, porque si fuéramos chuchos le habríamos llamado Parque Josefina García, y no existiría el busto de Doña Josefa Ortiz de Domínguez. Pero, como tampoco somos mudos, pues, cerca del busto de Doña Josefa está el de Josefina García. ¡Y cómo no! Si el barrio de San Sebastián es cuna de muchos paisanos que tienen el apellido García, que en el pueblo tienen el apodo bonito, generoso de Chía. Acá no hay más búsqueda, cuando alguien tiene el apellido García ya lleva endosado el sobrenombre de Chía. Por eso, como Belisario Domínguez es el tío Belis en Comitán, una vez escuché, en una ponencia acerca de Doña Josefina, que un conferenciante dijo esto que ahora comento, ella fue Chía, sin duda, es Chía hasta el infinito. Doña Josefina está más viva que muchos muertos que sí tenían acta de nacimiento en su mano. A estas alturas nadie puede dudar de la existencia de El Quijote, maravilloso personaje mítico de la literatura universal; nadie, tampoco, puede dudar de la existencia de Doña Josefina García, mujer que protagonizó uno de los actos más bellos de nuestra historia. Y en 2024, la Escuela Josefina García celebró su aniversario número cincuenta, esto me lo contó el licenciado Roberto Becerril, el famoso Güero, cronista comiteco. Dicha celebración incluyó diversos actos, un conversatorio con fundadores, y, en materia deportiva, una carrera pedestre; a mí me tocó ver un taller de ajedrez, donde muchos chicos y chicas, frente a tableros de ajedrez aprendieron los primeros movimientos de este maravilloso deporte ciencia y, al final de la exposición se echaron unas partiditas. Pensé que así iniciaron los grandes jugadores de ajedrez, campeones del mundo. ¡Qué bonito!, pero esa misma tarde hubo bailongo, las autoridades escolares contrataron a un DJ y la chaviza se aventó una buena bailada. Todo hermoso, todo sano, todo para honra de quienes fueron los fundadores de esta institución, para honra de quienes han impartido clases ahí, y para honra de padres y madres de familia que han confiado la educación de sus hijos en esta gloriosa escuela, y, por supuesto, para honra de los cientos y cientos de chicos y chicas que ahí estudiaron (conozco a dos amigos que son egresados de dicha escuela: Abelardo Espinosa, quien es papá de mis compañeros de trabajo de la revista Arenilla, quien se trepaba todos los días en su bicicleta para llegar a Comitán desde su comunidad: Cajcam; y Fernando Gómez, el famoso “Pina”, quien ahora labora en la Dirección de Vialidad, del Ayuntamiento de Comitán). Comparto con vos la imagen de la chica que fue elegida como embajadora de la Escuela Secundaria Vespertina Josefina García, en su aniversario número cincuenta. ¡Pucha, qué honor! Ella, Reina Elizabeth Pérez Aguilar, es la reina. Pues sí, en su nombre lleva signado el destino maravilloso. Así me lo dijo Camila, quien resultó electa princesa, le pregunté si no me estaba tomando el pelo. No, me dijo, así se llama la reina ¡Reina! Va pues. Al maestro José Luis Argüello Gordillo, le cupo el honor de dirigir estos actos, pues él es el director actual. Por ahí saludé a mi admirado amigo Ricardo Castro, quien es docente, desde hace años. También saludé a mi querida amiga Estela Alfonzo Guillén y a María de los Ángeles López, quien es seguidora de Arenilla. Ah, qué privilegio. Posdata: ¿existió Josefina García? ¡Por supuesto! Comitán celebró los cincuenta años de la escuela secundaria que lleva su nombre. La escuela es vespertina, los estudiantes entran a las dos de la tarde y salen a las ocho de la noche. Se preparan para engrandecer a la patria. ¡Tzatz Comitán!

jueves, 7 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON EL SUR Y EL NORTE

Querida Mariana: ¿y nosotros qué? ¡Cómo que y nosotros qué! América es un todo y Chiapas está inmerso en esa unidad. Desde Alaska hasta Tierra del Fuego respiramos los mismos aires. Lo que sucede en USA afecta a todo el continente. ¿No es suficiente ver todos los días el intenso fluir de ese río llamado migración? Millones de latinoamericanos tienen sus pies y sus miradas puestos hacia los Estados Unidos de Norteamérica. No hay movimiento semejante en la historia de la humanidad. Millones de hispanohablantes balbucean la lengua inglesa en intento de hacerse entender, hay un proceso de apropiación de una lengua extranjera por necesidad. Desde hace muchos años hemos escuchado la frase “Sueño Americano”, que no es precisamente el que soñó Bolívar, sino el sueño, más bien pesadilla, que significa cruzar la frontera del Río Bravo, en intento de lograr un mejor nivel económico de vida. Los millones de migrantes no privilegian el rasgo cultural de los gringos, les atrae, sobremanera, los dólares. De esos millones de soñadores pocos logran el milagro, la mayoría que logra cruzar la frontera es sometida a vejaciones y tratos despectivos; es normal, llegan a una tierra donde no fueron invitados, se internan de manera subrepticia. Por eso, quien ahora fue electo de nuevo como presidente de la todavía nación más poderosa del continente, con la mano en la cintura, los llama delincuentes y amenaza con expulsarlos de su país. En esta amenaza está explícitamente expresado cómo son vistos y tratados esos millones de latinoamericanos. Hace muchos años, en el Cine Comitán, vi una cinta con El Piporro, la historia trataba de la aventura de unos “mojados”. Crecí escuchando este término. ¿El nombre se debía a que se “mojaban” al cruzar el río? ¿Cómo se llamaban los centroamericanos que también cruzaban el río Suchiate para llegar a México y seguir el camino hacia el Río Bravo? Sus vidas estaban marcadas por el agua del sur y del norte. Millones de “mojados” han soñado con “secarse” en una tierra donde no son bienvenidos, ni siquiera tolerados o reconocidos en su aporte laboral. Otra película mexicana, dirigida por Sergio Arau: “Un día sin mexicanos”, muestra cómo la poderosa nación se paralizaría si no contara con la fuerza laboral de los paisanos. ¿Trump aplicará aranceles exorbitantes a los productos mexicanos? Bastaría un paro de brazos caídos de todos los migrantes mexicanos para que el nuevo presidente lo pensara dos veces. Pero, acá en el sur lo sabemos, esa protesta es imposible, porque nuestros paisanos siguen hablando español, pero ya “mascan” el inglés, al apropiarse de una nueva lengua también se han apropiado del espíritu de aquella nación. En el fondo extrañan a su México, pero, por las buenas, por decisión propia, jamás regresarían, porque el sueño mexicano es una pesadilla infernal. Posdata: Matilde me dijo un día que le daba cierta pena decirlo, pero que estaríamos mejor si los pinches gringos no sólo hubieran expropiado la parte norte de nuestro país, sino todo México, hasta Chiapas y luego, botándose de la risa, cerró su discurso diciendo que podría leer a Shakespeare en inglés. Por supuesto que nos interesa lo que pasa con el país vecino del norte, así como nos interesa todo lo que pasa en los países del sur, porque también hubo un sueño latinoamericano, un sueño Bolivariano, que no debemos olvidar, un sueño en nuestro propio idioma. ¡Tzatz Comitán!

martes, 5 de noviembre de 2024

CARTA A MARIANA, CON PERSONAJES EN EL SENADO

Querida Mariana: el 24 de octubre de 2024 estuvieron comitecos en el Senado, acá los ves en esta fotografía: nuestro presidente municipal, el licenciado Mario Antonio Guillén Domínguez (Señor Fox), y el regidor licenciado Andrés Del Castillo Castellanos. Ya dije que no debemos regatear méritos. Estar en el Senado de la República es cosa relevante. Nuestros paisanos estuvieron como testigos de honor de la Instalación de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez. ¿Mirás? Tuvieron la representación de nuestro pueblo, pueblo donde nació el máximo héroe civil de la patria. A mí me da gusto ver este tipo de noticias, acá en forma especial porque ambos personajes tienen mi admiración. Con Andrés tengo una relación de afecto que se remonta a través del tiempo. Una vez, hace muchos, muchos años, conocí a su papá Memo Del Castillo y nos hicimos uña y carne, hasta su desgraciado fallecimiento. En 1974, viajamos juntos a la Ciudad de México, en calidad de turistas, sólo él y yo, éramos chavos, él tenía como quince o dieciséis años y yo diecisiete. Nos la pasamos genial, porque vos sabés que, cuando viajás al lado de un amigo, la vida toma el mejor sabor. Y digo que ese afecto ha trascendido a través de tres generaciones, porque cuando me hice amigo de Memo, su papá, del mismo nombre, me brindó su generoso abrazo y me recibía en su casa como uno más de la familia. El maestro Memo tiene más de noventa y tantos años y, gracias a Dios, se mantiene muy sano, física y mentalmente. Casi cada día nos saludamos. Por esto que te cuento, historia íntima, cuando vi la foto que te comparto y que robé del muro de Andrés, sentí un gran gusto, supe que su papá estaría muy contento y muy chento porque su hijo estuvo de visita en el Senado de la República; además hay una liga que pocos deben saber, un tío de Andrés laboró mucho tiempo en el viejo edificio del Senado de la República, el que está frente al Museo Nacional de Arte (el MUNAL), a pocos pasos del Teatro Fru Fru, propiedad de Irma Serrano. Así que nuestro regidor visitó un espacio donde hay frutos de su árbol genealógico. Nuestras autoridades llevaron la representación de Comitán y estuvieron en la instalación de la Comisión encargada de evaluar los méritos de los candidatos y candidatas para recibir la máxima distinción que otorga el Senado de la República y que lleva el nombre de nuestro prócer. Ahora, tal como lo expresó la senadora Susana Harp (gran cantante de música tradicional), con su cabellera de cascada luminosa y trenzadita, les tocará elegir dos en este año, la del año pasado y la de este 2024. Después de realizar el acto protocolario en una sala del nuevo edificio del Senado de la República, edificio bellísimo, donde la presidenta de la Comisión, la Senadora Virginia María Magaña Fonseca, dijo que esta medalla es un símbolo de coraje y honra la memoria de Belisario Domínguez, nuestro presidente municipal leyó un mensaje muy puntual, que tuvo un cierre espectacular, porque solicitó a la Comisión que después de que la persona ganadora reciba el galardón llegue a la tierra de Belisario Domínguez para recibir, en una ceremonia especial, las llaves de la ciudad. ¡Propuesta genial! Nuestro presidente municipal hizo la proposición ante quienes tienen la responsabilidad de elegir a la mujer o al hombre que merezca el honor de recibir la Medalla Belisario Domínguez, y si la moción de nuestro presidente es aceptada, también tendrá el mérito de recibir las llaves de la ciudad de Comitán y beberá este hermoso cielo y comerá un su panito compuesto. Ah, qué privilegio, qué dicha. Ojalá se dé esta coyuntura y el homenajeado o la homenajeada visite nuestro pueblo y conozca la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez, donde hallará su nombre en la relación de premiados. Por cierto, en la ceremonia de instalación de la Comisión, la Senadora Cristina Ruiz Sandoval dijo que en la lista de premiados aparecen los nombres de 16 hombres y sólo de 4 mujeres, así que hizo votos para que pronto “se emparejen” los cartones. Esto hace pensar que las mujeres llevan todas las de ganar en estas dos próximas designaciones. Ya veremos, dijo el clásico mudo a su amigo el ciego. Posdata: nuestro presidente municipal comenzó su mensaje diciendo que estaba emocionado, contento. Así, emocionado, contento, me puse cuando vi la foto donde Andrés acompañaba al Señor Fox. Pucha, nadita, estuvieron de visita en el Senado de la República. ¿Qué pensarían ambos cuando estuvieron ahí? Ah, yo qué voy a saber. Ese fue un sentimiento que sólo ellos pueden traducir. Que no haya regateo, dos de nuestros grandes personajes comitecos estuvieron de visita en el Senado de la República, llevaron la representación de nuestro pueblo en un acto de gran trascendencia nacional. ¡Tzatz Comitán!