viernes, 18 de abril de 2008

Increíble

En Comitán otro es el modo.
No lo puedo creer.
He viajado en cientos de transportes urbanos en varias ciudades del país. Todos se distinguieron por la prisa. La gente trepa y baja de manera apresurada, los conductores apresuran la prisa, pisan fuerte el acelerador. Los conductores gritan a los pasajeros para que éstos apresuren la bajada o la subida. Los arrancones están a la orden del día.
No lo puedo creer.
No sé si esto sea costumbre, pero en Comitán "el modo es otro".
He subido a cuatro o cinco microbuses y estoy sorprendido.
La gente casi casi no hace uso del timbre (tal vez porque éste sólo existe al lado de la puerta de bajada). La gente, un minuto antes de bajar, dice: "En la esquina, por favor" (lo juro, lo juro, pide por favor). El chofer frena y es en este instante cuando la gente se para y camina hacia la bajada. Al momento de bajar dice: "Gracias". Hasta el momento me he topado, dijéramos, con la elegancia, con el respeto, con las buenas formas.
¡No lo puedo creer!
Estoy maravillado.
Puede ser que esto no sea costumbre, puede ser que esto sea como una ficción. Pero, juro que en estos días ha sido así.
Creo que esta ciudad (a pesar de los signos de violencia que ya la están atormentando) tiene salvación. Este comportamiento de los transportistas ¡hay que refinarlo!
Debemos hacer que este trato sea el trato cotidiano; debemos hacer que esto sea como una carta de presentación. Si los transportistas se dan cuenta de este potencial, al rato todo el mundo comenzará a hablar de Comitán en términos positivos y los turistas comenzarán a llegar por toneladas. ¿Lo imaginan? Comitán, la única ciudad en el mundo donde los viajeros son respetados.
Es digno de libro de récords.
¡Todavía no lo puedo creer!
Ojalá mi percepción sea real y no al rato salga yo a la calle y me tope con el periódico en donde hable del pésimo servicio del transporte urbano en Comitán. Ojalá que no.
Por el momento ¡estoy muy satisfecho! Sé que los buenos modos de los comitecos pueden hacer que esto sea "el costumbre".