sábado, 19 de abril de 2008

La dignidad de la impresión

El oficio de impresor no es sencillo. El impresor debe reunir varias cualidades.
Ahora es más fácil imprimir. Algunos amigos publicamos un periódico en los años ochentas, dicho periódico debió ser impreso en San Cristóbal. En Comitán no existía ninguna máquina especial para la impresión de periódicos. Acá se hacía a la antigüita, formando las planas letra por letra.
Ahora, la tecnología permite imprimir de manera más fácil. No obstante, el oficio de impresor sigue demandando ciertas cualidades. Es justo decir que no todo impresor reúne dichas cualidades.
En estos días he hallado algunos impresos, la calidad de impresión ha mejorado mucho, pero el contenido y la forma dejan mucho que desear.
Por esto, me da mucho gusto ver el trabajo que desarrolla Luis Armando Suárez Argüello. Luis Armando edita libros, calendarios y una serie de chunches muy agradables a la vista, al tacto y a la inteligencia.
El otro día llegó a mi changarro y me entregó una pequeña muestra del trabajo que desarrolla. Disfruté la calidad de las fotografías, el cariño que pone en cada página de los libros que edita (debo decir que en uno de ellos hallé un ligero error en corte y sonreí tolerante porque en los librincillos que edité en Puebla yo tuve el mismo problema. Algún día platicaré con Luis Armando acerca de esta travesura de las cuchillas).
Me da mucho gusto hallar en mi pueblo empresas que apuestan por la calidad y por la dignidad.
Creo que estos talentos refrendan un valor de siempre: el cariño con que los comitecos ejercían sus oficios.
Luis Armando reúne varios rasgos importantes para ejercer con dignidad el oficio de impresor, pero, además, tiene pasión y talento por lo que hace y esto lo convierte en algo especial.
Uno de estos días, más temprano que tarde, debo plantearme el proyecto de realizar una opción de periodismo. Por el momento hay un periódico exitoso (me cuentan) que basa sus logros en la nota roja. Comitán merece este periódico, pero también merece otras opciones. En la medida que el lector tenga opciones podrá comparar y decidir.
Si este proyecto cuaja, ya no será necesario maquilar en San Cristóbal, ¡en Comitán ya tenemos una buena opción!