domingo, 26 de marzo de 2023

CARTA A MARIANA, CON UNA FUENTE DONDE BROTA LUZ

Querida Mariana: tengo en mis manos un libro. Sabés que este producto cultural es una de las mejores ramas del árbol humano. Celebro los libros. Al tener uno en mis manos es como si tuviera una nube o un pajarito en su nido. Sé que el libro es una despensa que, a la hora de abrirla, expande sus aromas de canela, de ruibarbo o de albahaca. Tengo en mis manos un libro. Un libro con dos esencias que me placen: es una edición cuidada, digna; y es un ave con alas de una joven escritora. ¿Vos conocés a alguien con veinte años de edad que ya presente un libro? ¿No? ¡Yo sí! Tengo el privilegio de conocer a la autora de “Entre luz y letras”, título revelador. Conocí a Luz Belén Pulido Palomino en el Colegio Mariano N. Ruiz. No fue mi alumna, pero, desde lejos o desde cerca, supe que ella es una chica talentosa, disciplinada, con su vocación de vida bien definida; sabe que la vida está llena de atributos diversos. Luz estudia la licenciatura en Derecho, en el Tecnológico de Monterrey; ella comienza a ser una más de las espigas luminosas de un pueblo maravilloso: La Trinitaria, lugar donde nació el 8 de diciembre del año 2002. Celebro los libros limpios; celebro esta edición de la Editorial Surdavoz. En el texto introductorio escrito por el poeta chiapaneco César Trujillo, cuyo título es breve y certero: “Nombrar la luz”, César dice: “…la poeta va bordando, a través de una serie de símbolos, su propia alteridad, su propia identidad, en el que caben el amor a los padres, el amor a la vida, la amistad, el amor en toda su extensión (…) para entender la semilla que la mueve…” ¿Mirás? El texto del poeta César Trujillo advierte con inteligencia el ejercicio literario de la jovencísima Luz Belén: “entender la semilla que la mueve” ¿No es esto lo que buscamos los seres humanos? Cuando alguien comienza a hurgar a temprana edad, logrará, sin duda, el ideal de conocerse a sí mismo. Luz Belén comparte esta búsqueda, estas sendas inciertas. Una serie de aciertos reúne la publicación de la escritora; a los dos mencionados agrego el concepto de la tradición. La Trinitaria es un pueblo de gente culta, la luminosidad que llueve de su cielo baña a muchas personas talentosas. Hoy, a la relación de los más connotados escritores del municipio de La Trinitaria se une el nombre de Luz Belén. Ahí aparece ya en el muro donde están los nombres clásicos de Fedro Guillén, Flavio Guillén, Antelmo Figueroa, Guillermo y Benito Vera; y los de escritores más recientes: Baltasar Ramos y Marvey Altúzar Figueroa. Ahí, ya en el amplio cielo, una luz asoma su carita. Luz Belén es una chica llena de vitalidad. Tengo en mis manos un libro. Con el libro celebro la vida, la celebro al lado de la palabra, en la orilla de un pozo que mana luz, la luz de la palabra. Posdata: cuando un amigo tuyo quiera publicar un libro, decile que no dude, que se acerque a Editorial Surdavoz, sin duda tendrá en sus manos una digna edición. ¡Tzatz Comitán!