miércoles, 29 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON PESAR

Querida Mariana: falleció la arquitecta Maribel. Envío un abrazo de albahaca para sus hijos, para sus papás y para Lidia. Ella fue creadora de la empresa CREARTE EN MADERA, empresa comiteca que apoyó a nuestra revista ARENILLA. Coloqué a propósito la palabra “creadora” al lado de CREARTE. Todo mundo sabe que la Creación tiene aparejados los conceptos de vida y muerte. Las personas sabias aceptan ambos extremos, a mí me cuesta mucho aceptar el fin, me duele el concepto de la muerte, por eso, hace tiempo, escribí un Decálogo para despistar a la muerte. Hoy, al enterarme del fallecimiento de Maribel, rescaté el documento. Me arrepiento no haberle pasado copia antes a ella. Sé que la palabra es poderosa y puede hacer prodigios, pero Lidia escribió una sentencia popular drástica: no es el rayo, ¡es la raya! DECÁLOGO PARA DESPISTAR A LA MUERTE 1. “En este hogar todos estamos muertos”. 2. Lea el aviso permanente: “hoy no se muere, mañana sí”. 3. En la guerra, en la guerra es donde está su casa de campaña, no aquí. 4. ¿Y si se sienta, acepta una cervecita y, como si fuera el Sultán Shariar deja que le contemos las mil y una noches de vida? 5. ¿Y si jugamos a que le da Alzheimer y olvida qué iba a hacer? 6. ¿Y si se mira en un espejo y se ve llena de vida y le gusta y comienza a odiar la muerte? 7. ¿Y si le da un coma de acá a la eternidad? 8. ¿Acepta que le regalemos la nueva versión del libro de Gabo: “Cien años de vida plena”? 9. Desde hoy, a todos los que usted condene se les hará transfusión de vida, y 10. Si insiste en ponerse pendeja la llevaremos a los separos de la fiscalía para que le den una calentadita. Se murió la arquitecta Maribel. Ella luchó para vencer a la cabrona, como dicen en Portugal “la separadora”, pero ésta es implacable. Tal vez convenga hacerse amigo de ella, hacerla comadre, invitarla a comer, ofrecerle una copa de comiteco, sacarla a bailar, contarle muchos chistes, tal vez sea necesario hacer que le guste la vida y que piense en la posibilidad de cambiar de profesión. La vida es luminosa, la muerte es oscura. A todo mundo le gusta vivir la vida, ¿a quién le gusta morir en la muerte? Posdata: no se trata de ser eternos. Se trata de hallar otra forma de despedirse de la vida, con dignidad, con fanfarrias de príncipes y de princesas; si la vida consiste en hallar el sentido de la vida, tal vez la muerte consiste en hallar el sentido de ella. Nos preguntamos ¿para qué la vida? Los sabios tienen respuesta. ¿Para qué la muerte? ¿Cuál es el sentido? Ahora que lo escribo se abre una ventanita y aparece una hendija de luz, tal vez por ahí, en ese sendero luminoso, está el sentido de la oscuridad total, inmensa, apabullante. ¿Cuál fue el sentido de la vida de Maribel? Nos dio mucho, a través de su empresa y a través de su trato afectuoso, ella fue una sembradora, donde hubo páramos ella dejó azucenas florecientes, aromáticas, afectuosas. Su vida cumplió su gran misión. Hágase la voluntad de la separadora, que, parece, no se hace tacuatz. ¡Tzatz Comitán!

lunes, 27 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON ASQUEROSIDADES

Querida Mariana: esta carta huele mal, yo que vos no la leo. No sé si vos conociste unas etiquetas que traían “rascahuele”, las rascabas y emitían aromas. A Alfonso le gustaba jugar “rascahuele” cuando nos reuníamos. Algunas amigas jamás volvieron, porque el juego se les hacía perverso, de mal gusto. ¿En qué consistía? En preguntas y respuestas. Todos los participantes aventaban un dado y quien obtenía el menor número era “el castigado”. En una ocasión dos jugadores obtuvieron un dos en el dado y debieron desempatar. ¿Cuál era el castigo? Oler una servilleta. Parecería una cosa mínima, hay juegos con castigos más ingratos. Pero, en realidad se convirtió en un juego asqueroso. ¿Por qué lo hacés?, le pregunté una vez a Alfonso, cuando ya nadie iba a su casa. Él dijo que era un mero divertimento, lo justificaba diciendo que en esos años (años setenta) la gente ya no usaba el sentido del olfato, como antes y ejemplificaba, decía que antes (hablaba de los años cincuenta) muchas personas entraban a la cocina sólo para llenarse de vida con los aromas; antes la gente cortaba una lima y la olía, abría una despensa, tomaba un poco de canela y la llevaba a la nariz, de igual manera aspiraba el aroma de una hoja de menta o disfrutaba el aroma de su pareja. Todo estaba olvidado, según Alfonso. Pero, entonces ¿por qué no elegía aromas dulces, gratos, para el juego? ¡No!, decía, el juego consiste en repudiar los olores desagradables para luego apreciar los aromas limpios. Pero su juego no tuvo el resultado que él esperaba, que él deseaba, ¡al contrario! La primera vez que propuso el juego estábamos como ocho individuos, recuerdo a Mary y a Elena, las recuerdo, porque Mary fue la primera que perdió al tirar el dado sobre la mesa y obtener un uno, los demás tiramos sólo para ver si alguien empataba, pero todos tuvimos numeración mayor, así que ella fue la que le tocó adivinar el olor de la primera servilleta. Como nadie sabía por dónde iba el juego de Alfonso todos reíamos. Mary tomó la servilleta que estaba en un montón, se la puso en la palma de la mano derecha y poco a poco, en medio de nuestra bulla, la llevó a su nariz, pero cuando vio el color café de la mancha abrió los dedos y tiró el papel. Todos nos sorprendimos, porque ella aventó la servilleta como si hubiese tenido una araña o un animal ponzoñoso. ¡Animal!, gritó y vio a Alfonso, quien se mantenía como estatua, con las manos sobre la mesa. ¿Qué pasó?, preguntó Elena y abrazó a Mary que ya lloraba. Eduardo se agachó para recoger la servilleta y se detuvo cuando Alfonso gritó: ¡no te atrevás! Fue Alfonso quien se paró y regresó la servilleta. ¡Estúpido!, dijo Mary sin ver a Alfonso, a quien estaba dirigida la palabra, recogió su bolso y ambas mujeres salieron de la casa, azotando la puerta de calle. Minutos antes todo había sido un gran jolgorio, con risas y bromas. Luego el instante, como si alguien hubiese pinchado la burbuja amistosa, se convirtió en algo desagradable. Nadie sabía qué hacer. ¿Qué pasó? Preguntó alguien de nuevo. Sí, ¿qué había ocurrido? El juego del aroma se convirtió en el juego de la mirada. No fue el sentido del olfato sino el sentido de la vista el que imperó, el que deshizo el juego. Como la situación no era agradable, Romeo dijo: “bueno, acá se rompió la taza y cada quien a su casa”. Nos despedimos de Alfonso y en la calle comentamos lo ocurrido. Se jodió el juego, dijo Romeo. Era un juego pendejo, dijo Emiliano. Yo, sin entender bien a bien cuál era el objetivo del juego de Alfonso pregunté: “¿qué pasó?” Ay, pendejo, dijo Emiliano, (era su palabra favorita), lo que había en la servilleta olía mal, olía asqueroso. ¿Y cómo sabés?, volví a preguntar. Sí, volvió a decirme su palabra favorita y comentó: ¿qué no viste que tenía una mancha café? ¿Por qué creés que Mary puso cara de vómito al verla? Posdata: ¿qué tanto huelen los chicos y chicas de estos tiempos? ¿A qué juegan? ¿Es el aroma algo que los seduce? El maestro Iván tiene la sana costumbre de oler un libro cuando adquiere uno nuevo, lo he visto acercar el libro a su nariz y pasar las hojas para obtener el sagrado efluvio. ¿Cuál es tu aroma favorito, querida mía? ¿Cuál es el olor más desagradable? ¡Tzatz Comitán!

domingo, 26 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON FESTEJO

Querida Mariana: el viernes, a la una de la tarde, recibí una llamada de un número no registrado. Contesté y me dio gusto escuchar el nombre de quien me llamaba: el querido doctor Armando Cordero. La familia Cordero Sánchez es muy apreciada en la familia. Mi mamá tiene gran amistad con la maestra Elvia, esposa del doctor, porque a la maestra le encantaba el tejido (tal vez sigue con esa afición) y llegaba frecuentemente a la tienda de estambres que tenía mi mamá, llegaba a comprar y se quedaba a platicar. El doctor me dijo que me invitaba a un desayuno que le ofrecerían a su hijo, mi querido licenciado Emmanuel Cordero Sánchez. Voy, sí, doctor Armando, voy, dije. La cita fue para el sábado 25 de mayo de 2024, en el Restaurante Tío Javi, de mi ahijado Javier Aguilar Cantoral. Al colgar recordé que teníamos algún asunto en agenda. Le pregunté a Paty Cajcam, me confirmó que teníamos grabación en La Trinitaria, a las diez y media de la mañana. ¡Dios mío! ¿Qué hacer? Pensé que iría un ratito al desayuno, porque la invitación era un honor para mí. El sábado temprano fuimos al mercado del Cedro, con mi Paty, compramos fruta, verdura, tortillas, pitaules y un arbolito (Benjamina) que ella quiere plantar en el patio de la casa. Regresamos a casa, caminé al parque central y busqué un amigo bolero para que le diera un trapazo a los zapatos. A los diez minutos antes de las nueve caminé hacia el restaurante. En la entrada saludé a la maestra Luz María Recinos, quien fue síndica en la administración municipal del presidente Emmanuel, a mi querido compadrito Roberto Álvarez, quien fue el primer regidor, así como a mi ahijado Javier. Puros amigos. Qué bendición. El patio se fue llenando de amigos de la familia y a las nueve y media sólo cabía el alfiler de la amistad. Dios mío, ya debía retirarme, lamenté hacerlo, pero el compromiso contraído con anterioridad exigía mi presencia. Alcancé a saludar al licenciado Emmanuel, le deseé mucho éxito. En el camino a la oficina pensé en tres puntitos. El primero fue que no era casual que la familia Cordero Sánchez convocara a amigos precisamente esa mañana, porque ese día era el cumpleaños 99 de Rosario, y aunque la CFE volvió a hacer su travesura de quitar la “luz”, el festejo para Rosario se hizo porque ella sigue iluminando al mundo. Lo segundo fue que recordé que la imagen emblema del ayuntamiento del licenciado Emmanuel fue precisamente la de Rosario Castellanos. Eso resultó un gran acierto, porque reconoció el talento de la mujer que colocó el nombre de Comitán en todo el mundo. Y lo tercero fue un verso de un poema de Rosario donde escribió: “debe haber otro modo de ser”. Es lo que la sociedad comiteca anhela. Eso pensé al caminar con rumbo a la oficina; pensé que en ese instante hacía uso del micrófono mi compadre para dar la bienvenida, para continuar con el mensaje del licenciado Emmanuel. Cuando saludé a mi compadre Roberto y escuché música en marimba en las bocinas le pregunté si tenían planta de luz o su influencia llegaba hasta Bartlet. Él palmeó mi espalda y rio. Posdata: me habría gustado no tener el compromiso para quedarme al desayuno, no para desayunar, porque ya mirás que yo le entro a las cinco y media de la mañana, todos los días. Me habría gustado estar ahí para escuchar los mensajes, las palabras comitecas en el día del cumpleaños de nuestra Rosario. La foto la robé del muro de la maestra Elvia. ¡Tzatz Comitán!

sábado, 25 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, RUMBO AL CENTENARIO

Querida Mariana: el Colegio Mariano N. Ruiz cumplirá setenta y cinco años de vida, la frase que emplea para notificar tal acto es: “Rumbo a los 75”. Ya sabés que el modo comiteco para hablar de edades es: “ando en los tantos años”, así pues, el colegio anda en los setenta y cinco. Comitán, entonces, “anda” en la celebración del centenario del nacimiento de Rosario Castellanos, está rumbo a la celebración de su cumpleaños 100, acto que sucederá en 2025. El 25 de mayo de 2024 se celebra el cumpleaños 99 de nuestra escritora. Como en medio mundo, en el pueblo también han programado actos de festejo, no podía ser menos, la Chayo es uno de nuestros principales orgullos. Los gobernantes y el pueblo reconocen en ella a uno de nuestros baluartes, mujer que es motivo de orgullo. Rosario ha sido motivo de muchos estudios en universidades e instituciones culturales. Esto es así, porque su obra da para muchos análisis. Las feministas la tienen como ejemplo de superación. Actualmente está de moda la palabra “empoderar”, Rosario fue una empoderada, gracias a su talento literario y a su compromiso con la sociedad. ¿Recordás cuál fue el tema con el que obtuvo su Maestría en la Facultad de Filosofía, en la UNAM? Sí, fue “Sobre cultura femenina”. ¿Mirás? Ahora es fácil hallar su tesis, porque el Fondo de Cultura Económica la publicó con ese título. En esa tesis pone el tema sobre la mesa: ¿existe la cultura que realiza la mujer en este país? Rosario se planteaba el tema desde el año 1950, año en que obtuvo su Maestría. Decimos que estamos a punto, a casi nada, de que este país machista sea gobernado por una mujer. Este empoderamiento no es fruto de la casualidad, muchas mujeres han luchado por estar en lugares que antes estaban copados por los varones. ¿Recordás la foto que vimos una vez de un encuentro de intelectuales en Chiapas? Rosario es la única mujer entre una multitud de hombres, es como una mariposa en medio de un grupo de curguatones. ¿Ella se sintió mal entre tanto varón? No creo, ella sabía que era una manera de ir logrando espacios, por eso, ahora, quienes están a favor del feminismo reconocen su valor. Claro, ella era una mujer inteligente, siendo una creadora literaria no se le ocurrió cambiar el lenguaje para colocar un gran cimiento en esa lucha. Ahora, muchas chicas (y no pocos chicos, ¡uf!) dicen “amigues" en intento de abarcar a los amigos y a las amigas. ¡Qué tontería! Y ya encarrerados puedo decir que Rosario jamás hizo pintas en los edificios públicos para hacerse notar, para decirle al mundo que la mujer también existe. ¡No! Ella, en la defensa de su tesis de Maestría, con humor e irreverencia, les dijo a los hombres que la cultura femenina también existía. ¿Mirás? El título de su tesis ya es una gran ironía, porque, en término estricto, la cultura es general, no debería estar acotada en cultura que hacen los hombres y cultura que hacen las mujeres. Rosario lo remarcó para hacer notar la importancia de la mujer en el mundo cultural. La historia nos demuestra que la mujer ha sido fundamental en la creación del mundo tal como ahora lo vemos. El análisis de esa lucha ha dado para la reflexión acerca de la importancia de Rosario en el mundo del siglo XX. Insisto, ella, gracias a su talento, abrió puertas e hizo espacios que hoy son ocupados por mujeres. No fue sólo ella, por supuesto, a su lado la historia consigna muchísimos nombres de luchadoras (¡no, no! Sé seria, mamá Lucha, de Aurrerá, no es de ellas). En este tema es importante hacer notar que en nuestro pueblo también existe un enormísimo árbol con nombres de mujeres que han fortalecido a Comitán. Ahora que está de moda la vaina electoral vemos que en la oferta hay tres nombres de mujeres que le dicen a la ciudadanía: ¡acá estamos! Ellas también son parte de ese empoderamiento que cada vez se hace más evidente. Por el momento, Comitán celebra el cumpleaños 99 de Rosario, a partir del día 26 de mayo Rosario comenzará a andar en los cien, su pueblo estará “rumbo al centenario”. Este festejo pertenece a todos, nadie puede apropiarse del guateque, pero, por supuesto, las autoridades culturales del estado y del municipio son las indicadas para hacer una gran celebración. Rosario y Comitán lo merecen, Rosario por poner el nombre de Balún Canán en todo el mundo; y Comitán por ser el pueblo que cobijó su infancia y parte de su adolescencia y le permitió nutrirse con su savia. Cuando apareció su novela “Balún Canán” y llegaron los primeros ejemplares a esta tierra no faltaron los conocidos de ella que levantaron la ceja (como la levantaba Pedro Armendáriz), en señal de su molestia porque había balconeado a los de su clase, los hacendados. ¿Cómo era posible que una Castellanos pusiera en papel, a nivel nacional, las condiciones de las fincas comitecas? Ella parecía estar al lado de los indígenas, de los peones, de los acasillados. ¿Qué no se daba cuenta que el presidente de la república, con esa su “perversa Reforma Agraria”, le había quitado las tierras a su papá, las tierras de las cuales ella conseguía sus privilegios de niña bonita? Habrase visto, parecía que reverenciaba más a su nana, mujer indígena, que a su madre y a su padre. Bueno, acá hay otra rama del enormísimo árbol llamado Rosario Castellanos. Ella narró lo que vivió, sin hacer distingos, poniendo la balanza social en un nivel jamás advertido, y lo hizo desde su condición de mujer, que en esos tiempos era una condición difícil de sobrellevar. Ella misma, Rosario, dijo que no soportaría el destino de la mujer comiteca de ese tiempo: ser una mujer fodonga, dedicada al hogar, al cuidado de hijos, soportando a un esposo que tenía relaciones con las mujeres indígenas de sus haciendas. Porque, recordá, querida niña, que las haciendas se vendían con vacas, toros y personas. Las personas estaban rebajadas al nivel de animales, por eso, los hacendados disponían de las mujeres de las fincas, como si fuesen de su propiedad. ¿Recordás el famoso Derecho de Pernada? Ese “derecho” (¡pucha!) sostenía que cuando uno de los siervos iba a contraer matrimonio debía avisarle al patrón y éste le concedía el permiso de casarse, siempre y cuando la mujer contrayente pasara por su cama antes que con el novio. ¡Dios mío! El Derecho de Pernada era el Derecho de la Primera Noche. Don César Castellanos, su papá, que era un hombre culto, que había estudiado en los Estados Unidos de Norteamérica, no evitaba la tentación, recordá que el hermano de Rosario, Raúl, fue producto de una relación del hacendado con una mujer indígena. La mamá de Rosario soportó la situación y, al final, aceptó que Raúl viviera con ellos, en casa, y, buen acto, lo trató sin discriminarlo. Cada vez que celebramos un cumpleaños de Rosario, celebramos la presencia de la mujer en la sociedad; reconocemos lo que hizo esa mujer tan frágil en cosas prácticas, pero enorme en capacidades intelectuales. Rosario demostró que su genio literario podía, sin violencia, sin buscar reflectores, abrir puertas y ventanas para que entrara un aire más benigno. Ella, con su profesión puso en primer plano a la mujer mexicana, a la mujer chiapaneca, a la mujer comiteca. Comitán, lo sabemos, está formado de un bordado donde sus mejores entramados están hechos por mujeres, desde la gran intelectual -podemos mencionar muchos nombres de grandes comitecas dedicadas al teatro (Leonor Pulido, Rosa Hortensia Aguilar), al cine (Leticia Pinto, Irma Serrano), a la investigación (Lety Román de Becerril, María Trinidad Pulido), a las artes plásticas (Aurora Argüello), al canto (Stefany Moguel, Cothy Soto), a la danza (Gaby Bonifaz, Chely Moguel), y la literatura (la propia Rosario, Mirtha Luz, Marvey Altuzar, Angélica Altuzar)- hasta la modesta mujer que recorre las calles todas las mañanas para ofrecer pitaules, chinculguajes, atol de granillo. Paty Cajcam me cuenta que tiene una vecina en su pueblo que se levanta a las cuatro de la mañana para preparar chinculguajes bien ricos, a las seis trepa a la combi y al llegar a Comitán se incorpora a ese impresionante y maravilloso ejército de mujeres chambeadoras que contribuyen a hacer una patria más sabrosa y hogares más dignos. Posdata: el sábado 25 de mayo de 2024, Comitán festeja el cumpleaños 99 de la gran Rosario Castellanos. La CFE programó un apagón del servicio de energía eléctrica. Esto hará menos fastuoso el festejo. Parece que en la Comisión Federal de Electricidad hay personas que no tienen en cuenta los hechos más relevantes de nuestra comunidad. En una ocasión programaron un apagón para el día de la final de la Copa del Mundo. ¿En qué cabeza cabe tal dislate? En la de algún funcionario que no le funciona bien el cerebro. Pero, bueno, la luz de Rosario Castellanos ha dado para alumbrar el mundo en forma correcta. ¡Felicidades a nuestra gran escritora! ¡Tzatz Comitán!

jueves, 23 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON UN POCO DE NOSTALGIA

Querida Mariana: la mayoría de veces la lógica no se impone. La lógica decía que cuando fui a estudiar a la UNAM debía buscar una casa de huéspedes cercana a Ciudad Universitaria. La Ciudad de México, en los años setenta, ya era inmensa. La lógica no se impuso, no sé cómo llamar al sentido que venció. Viví en una zona donde debía tomar un camión que tardaba una hora en llegar a CU (conocí compas que debían tomar dos camiones, ¡uf!). En ese tiempo no había una línea del Metro que llegara a la universidad, aún construían la línea que pasa por la Avenida Cuauhtémoc. A mi plebe le tocó ver las grandes excavaciones que hicieron frente al departamento. La lógica me exigía que, siendo estudiante de ingeniería, debía presentarme a los salones de la facultad para recibir las clases. De nuevo la lógica se equivocó conmigo. Ya dije que jamás falté a mi diario compromiso. Todas las mañanas trepaba a camiones, a veces arriesgando mi integridad física, porque iba sostenido de los dos pescantes en la puerta, sintiendo el viento que paría la velocidad. Al llegar a la universidad, casi casi de inmediato iba a la Biblioteca Central Universitaria, revisaba los catálogos y solicitaba un libro. ¿Algo relacionado con ingeniería? No, no, pedía libros de cuentos o novelas. Buscaba lugar en una mesa y ahí me enfrascaba en la lectura. Si había buen tiempo, solicitaba el libro para llevarlo a casa y, con el libro en mi mano, salía al glorioso espacio de “Las islas", me reclinaba sobre un árbol y leía, a veces suspendía para ver el movimiento, las decenas de chicos y chicas caminando o corriendo con rumbo a algún otro espacio universitario. La lógica los enviaba a sus salones, para aprender y, al final obtener el ansiado título profesional. Yo sabía que estaba en la universidad y me gustaba lo que ésta me entregaba. A las diez iba a Rectoría, tomaba una gaceta y veía la programación cultural para asistir a conferencias con expertos del mundo o sentarme en una butaca y ver una cinta en un ciclo cinematográfico de arte. La lógica de lo insólito indicaba que el tamal no tendría ese nombre, porque ¿quién se atreve a comer algo que en su nombre lleva la maldición? Pero al final, la lógica impuso su criterio, no obtuve el título de la UNAM. La única compensación de tantas horas invertidas en el viaje de la casa a CU fue que, cuando tenía la suerte de hallar un asiento podía seguir leyendo y mirando la vida de la Avenida Insurgentes, las luces en los departamentos, la mujer que preparaba el desayuno, la que se peinaba, el compa que salía corriendo con el portafolios en la mano, la mujer que iba al templo, el que llevaba una montaña de periódicos en la parte trasera de la bicicleta, el fifí que iba a la universidad en un auto descapotable y, sobre todo, el olor inconfundible de la gran ciudad, olor que nunca he vuelto a sentir en otra ciudad, porque esa mezcla de olores sólo se da ahí: puestos de tacos, albañales gigantescos, puertas de vecindades, de prostíbulos, de cantinas, de velas ardiendo en templos, de una manta con sudores de millones de habitantes. Al final la lógica ganó, ella predijo que un chico amante de la literatura y del cine llegaría a ser un gran cinéfilo y un apasionado lector. Esto soy. Ahora, por lógica, sé que mi tiempo invertido dio dividendos. Si me hubiese dedicado al deporte sería un gran deportista; si me hubiese dedicado a la ciencia sería un gran científico; si me hubiese dedicado a estudiar ingeniería sería un gran ingeniero. Dediqué mi tiempo, mi vida, a la lectura y al cine, soy un gran lector y un gran mirador de cine. El destino me envió a esa ruta, porque en mi Comitán, nuestro Comitán, en los años setenta no existían muestras de cine de arte ni la enorme oferta de libros de la Biblioteca Central Universitaria. Si fuera un joven de estos tiempos, desde Comitán leería miles de libros en un Kindle y vería miles de películas en las diversas plataformas y, desde Comitán, estudiaría en línea alguna licenciatura relacionada con el arte. Posdata: a veces despierto sudando, me incorporo, mi corazón palpita como si hubiese estado corriendo, recuerdo algunos retazos del sueño, me veo sostenido en los pescantes de la puerta de un camión que rebasará a otro y siento que quedaré atrapado entre los dos autobuses, empujo como puedo a la plebe que está en los escalones de acceso, y despierto, doy gracias a Dios por haberme salvado. ¡Tzatz Comitán!

miércoles, 22 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON UNA ESTATUA

Querida Mariana: la estatua de Belisario Domínguez que está en la entrada de Comitán ¡es enorme! Esa estatua estuvo en el centro del parque en los años setenta. La estatua era enorme, pero no apabullaba. Los chicos y chicas de entonces nos sentábamos alrededor. La Torre Eiffel es mucho más grande, mucho; sin embargo, quienes caminan a su lado no se sienten amenazados, al contrario, ven hacia arriba y se maravillan con el genio humano. Tal vez los chicos y chicas de los años setenta, en Comitán, sentíamos lo mismo. Nos parábamos cerca de la base y nos maravillábamos ante ese bronce gigantesco. La pura base era más alta que cualquier mortal comiteco. Luis Ortiz, que es un hombre que casi supera los dos metros de altura, era más chico que la base. Encima de la base se levantaba la escultura pedestre. Luis Aguilar, nuestro escultor, dice que la estatua no corresponde a los cánones de la figura humana. No sé. Mis amigos y yo nos sentábamos en bancas cerca de la enorme escultura, no nos hacíamos la pregunta de la proporción. Lo que sí reconocíamos era que su altura correspondía a la grandeza de lo que representaba: el máximo héroe civil de la patria, el paisano que ofrendó la vida por los ideales de libertad. Casi puedo asegurar que todos los días aprovechábamos un rato para sentarnos a su vera, a su sombra, sombra enorme, como la que señaló el poeta a la hora que se unían las sombras: “…y eran una sola sombra larga, una sola sombra larga, una sola sombra larga”. La escultura era enorme (es), la sombra que proyectaba era más intensa, se unía a las sombras de los árboles. Crecimos viendo la estatua de tío Belis, cuando el gobierno hacía un homenaje por aniversario de su nacimiento o de su muerte, colocaban flores en la base y los oradores se aventaban sus rollitos, siempre estimulantes, reconociendo la grandeza del comiteco. A cada rato escuchábamos que Belisario dijo que si cada uno de los mexicanos hiciera lo que le corresponde la patria estaría salvada, y sabíamos que cada uno de nosotros era mexicano y debíamos hacer lo que nos correspondía. Mi papá siempre me recordaba que mi única obligación era estudiar, el estudio era lo que me correspondía hacer. ¡Chin! Me daba cuenta que no estaba cumpliendo con mi obligación, le estaba fallando a mi padre, a mi patria, me estaba fallando. Tanto lo escuchábamos que una piedrita se instalaba en la conciencia y, al momento de acostarme, la conciencia aparecía y, como si fuese Belisario Domínguez, me decía: ¡haz lo que te corresponde, cabrón! Tío Belis tenía razón. Parece que en países de primer mundo, todos hacen lo que les corresponde y por eso tienen las patrias que tienen. En este país medio mundo se hace tacuatz, bueno, con decir que hay gente que no tiene idea de cuál es su obligación y cuál es el principio ético de tal encomienda. Cumplir con una encomienda obliga a hacerlo en forma honesta. En este país, ¡uf!, muchas personas son deshonestas, porque no cumplen a cabalidad, esto hace que nuestra patria esté resquebrajada. Crecimos viendo la enorme estatua de Belisario Domínguez, estaba a la mitad de nuestro parque central, era el personaje principal. La veíamos desde el Café Intermezzo, que estaba en una segunda planta; la veíamos, también, desde el balcón larguísimo de Nevelandia; la veíamos desde las puertas del billar que estaba al fondo de Nevelandia; y los políticos la veían desde el balcón principal del edificio municipal, desde ahí el presidente y sus subordinados escuchaban lo que tío Belis les decía: “cumplan con su encomienda para que nuestra patria se salve”. El personaje histórico se volvió algo cercano a nuestras vidas. Por eso lo llamamos tío Belis, era uno más de la familia. No sé si en el lugar de nacimiento de Miguel Hidalgo le llaman tío Migue. No lo sé, pero si así fuera sería un motivo de cercanía con los demás pueblos de México. O tal vez no y por eso ahora los chicos y chicas desconocen muchos aspectos de nuestra historia nacional, ven muy distantes a los héroes o no los ven. Los comitecos de entonces y también los de estos tiempos estamos emparentados con nuestro héroe. Ahora, pucha, sí tengo conciencia de lo que Belisario nos sigue diciendo: cumplo con mi responsabilidad, quiero contribuir a hacer grande a mi patria. Posdata: a veces suena como una pesadilla. Cuando hicieron la ampliación del parque, la estatua de Belisario fue cambiada de lugar, durante algún tiempo anduvo botada, ¡sí, tirada!, al lado de la carretera internacional. Hoy tiene un sitio de honor, recibe y despide a los visitantes y a los paisanos. Es una manera de recordarles que llegan a la tierra que parió al máximo héroe civil de México. A ver si el próximo presidente municipal hace la gestión para que en el parque central esté un busto de Belisario, para que las nuevas generaciones crezcan sin desconocer al héroe. ¡Tzatz Comitán!

martes, 21 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON UN SECRETO

Querida Mariana: ya conocés a Silvia. ¡Ay, Silvia, Silvia! Ella caminaba por donde está la escultura de Rosario y yo iba en mi tsurito. Me detuve para saludarla, no dejó ni que terminara de dar mi saludo cuando me soltó, a bote pronto: ¿por quién votarás? Sonreí y me despedí. ¡No seás cobarde, decime!, todavía alcanzó a gritar, ya iba por la esquina, había un chorizo de autos detrás de mí. Todavía vi sus muecas por el retrovisor. Parecía molesta. Pucha. Bueno, la entiendo, medio mundo en el país anda metido en este tema de las próximas elecciones. Su pregunta no es ociosa. Todo mundo debe ahora reflexionar seriamente en la elección. ¿Por quién votar? Si me hubiera topado con Silvia en un café o en el parque, en un lugar donde no me apremiaran a avanzar le diría, de principio, esto que te comento, que reflexiono en lo que conviene a la patria, al estado y a nuestra localidad; y, en segundo lugar, le diría que el voto ¡es secreto! Por ejemplo, para la diputación local ¿qué le conviene a Chiapas? ¿Qué nos conviene a nosotros? Cada quien habla como le llueve en su milpita, pero acá hablamos de la parcela común, de la que tiene importancia general. A mí, lo sabés, me interesa sobremanera el tema del arte, al tío Joaquín le interesa el tema de la agricultura, de las leyes que tengan que ver con los apoyos al campo. A mí me gustaría tener un diputado local que represente los intereses del gremio artístico. ¡Uf, hay tantas legislaciones pendientes en la vaina de la cultura! Comenzando con la aprobación del presupuesto anual. Necesitamos que en el Congreso Local haya un diputado culto, inteligente, amante de las artes, alguien que lance una iniciativa para que el presupuesto destinado a cultura no sea el que tenga menos piscacha, sino que se acerque al porcentaje sugerido por la UNESCO para temas culturales. A final de cuentas, lo hemos platicado en muchas ocasiones, Chiapas tiene una riquísima tradición cultural, somos un pueblo con variadas manifestaciones, somos un pueblo grande, enormísimo. ¿Qué hace falta, entonces? Hace falta más apoyos, más promoción, más difusión; hace falta eso que se llama sinergia (entre pueblo y gobierno); hace falta que haya personas conscientes en el poder político. Mi voto es secreto, valoro todas las propuestas y reflexiono. ¿Qué le conviene a los artistas y creadores de esta región? La conveniencia es el bien común, es la posibilidad de que exista alguien que escuche y dé cauce al río de la creación. Necesitamos que en el Congreso Local haya alguien que sea un gran lector, porque la lectura, vos y yo lo sabemos muy bien, es uno de los mejores abonos para el crecimiento del árbol del desarrollo, abono que le hace falta a nuestra maravillosa ceiba. Necesitamos a alguien que fomente la lectura, que sea el eslabón que hace falta entre los autores y los lectores, que apoye las iniciativas que se realizan para que los niños y niñas se conviertan en lectores, por gusto, por placer. Necesitamos que en el Congreso Local haya alguien que sea un conocedor y amante del arte, en general, alguien que aprecie todas las manifestaciones artísticas, alguien que haya demostrado que entiende las manifestaciones artísticas, porque le gusta visitar museos, porque es coleccionista de arte y de maravillosas piezas de artesanía de la región. Y como todo lo que hace el ser humano es cultura, necesitamos alguien que así lo comprenda y platique con las personas dedicadas a la gastronomía y al turismo porque estas manifestaciones están muy cerca del arte; se necesita alguien que apoye el gran movimiento por la dignificación de la cultura chiapaneca. Ya es hora de que nuestro estado renazca; nuestro estado tan golpeado, pero tan grande en espíritu, necesita a su gente más inteligente. Posdata: si tomara un café con Silvia esto le diría. Como dicen los chavos: nada diré, porque es secreto, ¡pero habrá señales! ¡Tzatz Comitán!

lunes, 20 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON LIBRO DE CUENTOS

Querida Mariana: mi querido y admirado amigo Jorge Mandujano presentó su más reciente libro de cuentos. Ya lo hizo en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, con la presencia del Maestro Juan Solórzano Marcial, Rector de la UNICACH, institución que publicó su libro, que tiene un título sensacional: “El día que nos prometieron el fin del mundo”. Pero el domingo pasado hizo una magna presentación en el canal 11 de la televisión nacional. A ver si saluda cuando lo encuentre, porque ya se hizo famoso a nivel internacional, porque el programa de Paty Kelly, “Aprendiendo a envejecer” se ve en todo México y en Estados Unidos de América y otros países de América Latina. Te he contado que veo el programa de Paty mientras pinto. Lo veo porque ya tengo sesenta y más, debo cuidarme y el programa da muchos tips acerca de buenos hábitos en alimentación y de cómo debemos estar en movimiento. Mis neuronas se activaron de más cuando vi en pantalla a mi querido amigo, ah, quise gritar al estilo del Álex Lora: “Mamá, prendé la tele, ahí está Jorge”. Mis neuronas bailaron jocosas celebrando la presencia de mi amigo. Ya tuve el privilegio de leer su libro. Te conté en otra carta que hace muchos años, una tarde del siglo pasado, Jorge me invitó a que comentara otro libro de cuentos, en un acto que se celebró en el vestíbulo del Congreso Local. Ese día lo hice con mucho gusto. Ahora, veintitantos años después, ya en otro siglo, me tocó estar frente a la computadora viendo y escuchando la plática que tuvo con la destacada periodista. Estarás de acuerdo conmigo que el título de su libro es fantástico, jalador: “El día que nos prometieron el fin del mundo”, Jorge, quien es un excelso conversador, le contó a Paty por dónde va el libro. Dijo que el libro consta de quince cuentos inéditos, “historias varias”, que tienen como eje la luz “del génesis al apocalipsis”. ¿Mirás? Sí, Jorge siempre ha sido un hombre con propuestas muy interesantes. Te he contado que Jorge es especialista en cine, estudió esta disciplina en la UNAM. El día que se conozcan se llevarán de maravilla, porque vos también sos una genial cinéfila y próxima directora de cine. El conocimiento que posee Jorge le ayuda a contar historias en forma sensacional. Jorge adelantó que uno de sus cuentos tiene como entorno los campos de concentración, y otro cuento aborda el síndrome del olvido y, como buen cuentista, picó a la audiencia diciendo que este texto cuenta la historia de un director de cine que una mañana, al abrir el ojo, se da cuenta que se “le fue al sepia”. ¡Qué onda! Alguien le dice al director que, en otro país, hay una bruja que puede regresarle la vista para el color original, viaja y la bruja comienza a regresarle el color en la mirada, pero resulta que… Hasta ahí, querida mía, porque si no, como dicen ahora, voy a vender el final, aunque Jorge sí avanzó, pero para que no quede en mi conciencia te invito a entrar al Internet y buscar en el archivo del canal 11, el canal del Politécnico, el programa del domingo 19 para que mirés completa la entrevista. Jorge, no podía ser de otra manera, también contó algo de la trama del cuento que da título al libro. Dijo que el texto cuenta la historia de dos viejas, de más de ochenta años de edad, gemelas, que un día se enteran que ese día ocurrirá el fin del mundo. ¿Qué hacen estas mujeres ante tal funesta noticia? Eso narra este cuento. Si revisamos el título hallamos una hermosa trampita donde Jorge no nos miente. Cualquier otro narrador pudo decir “El día que nos anunciaron el fin del mundo”, Jorge no lo hace, él dice “nos prometieron”, esta torcedura abre un sendero amplísimo, porque le resta la imagen apocalíptica y le coloca una imagen más benigna. En los textos bíblicos, los anuncios son promesas. Posdata: te invito a que mirés la entrevista en el Internet y luego esperés la venta del libro. Jorge dijo que ya están en pláticas con Gandhi, digo, la librería, no con Mahatma. ¡Tzatz Comitán!

domingo, 19 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON CUENTOS

Querida Mariana: antier estuve con Alfonso. Lo hallé boleándose los zapatos en el parque de La Pila. En cuanto me vio me preguntó: “Si digo rento un departamento ¿lo estoy dando en renta o estoy solicitándolo?” Como no sabía la respuesta quise salirme por la tangente con una broma, pero cuando vi que su pregunta era seria le confesé que desconocía la respuesta. Si digo: rento un departamento, ¿lo estoy dando en renta o estoy solicitándolo? Parecería que significa lo primero, pero no tengo precisión. Lo mismo sucede cuando alguien pregunta si se escribe “se vende paletas o se venden paletas”. ¿Qué decir? Como no soy experto en estas vainas siempre que me veo en estos bretes busco alguna otra salida. Siempre hay una. Por ejemplo, con lo de la renta digo: “Busco un departamento”, aunque algún payaso bromee: ¿dónde lo perdiste? Tal vez sea mejor decir: “Solicito un departamento", esto, digo yo, evita las ambigüedades. Para lo otro digo: “Ofrezco un departamento”. ¿Se venden paletas o se vende paletas? Escribo “Venta de paletas”. Y con esto también evito confusiones. Pero siempre me queda la duda, porque sé que los expertos en lenguaje saben la respuesta. Tal vez si acudo a la definición de la palabra pueda deducir algo. A ver, busco: “Renta: aquello que paga en dinero o en frutos un arrendatario”. Ya me da una pista, porque arrendataria es la persona que usa un local que le ofrece un arrendador. La arrendataria paga cada mes al arrendador, quien es el dueño de la propiedad. Y el diccionario dice que lo que paga se le llama renta. ¡Perfecto! Tan claro como el agua del río grande (inexistente y que era agua de lodo). Ya aprendí algo, pero aún no tengo respuesta a lo que Alfonso preguntó. Si hay un letrero que dice: “Rento un departamento” lo escribió alguien que ¿ofrece un departamento o alguien que solicita un departamento? ¿A quién preguntarle? Pues hallé algo en la Academia Mexicana de La Lengua. A ver si me podés ayudar a desentrañar este problemilla. Mirá qué dice la Academia: “Alquilar es adquirir (o dar), temporalmente, algo; rentar es obtener utilidades. Por el alquiler de una casa se obtiene una renta”. Pucha, sigo enredado en la liana del lenguaje. Parece que el verbo más adecuado es alquilar y no rentar. La renta se aplica al producto obtenido; es decir, la pregunta de Alfonso debió ser: “alquilo un departamento”, pero, ah, qué lenguaje tan jodón, el verbo alquilar se aplica a adquirir o dar. Es muy confuso, el que alquila da o adquiere. En México usamos el término renta como sinónimo de alquiler. Por ahí es donde se hace más grande la grieta. Juan, tal vez sin mucho conocimiento, tenía razón cuando alardeaba: “alquilo mi corazón”, no lo daba rentado, sabía que la renta era el beneficio obtenido. Debe haber en el mundo un experto lingüista que dé luce al tema, que nos explique cómo debe decirse. Hoy, cuando menos ya aprendí que quien da un local en alquiler se le llama arrendador y el que “alquila” dicho local es un arrendatario. En este país hay millones de arrendatarios que cada mes hacen equilibrios para pagar la renta. Al final le pregunté a Alfonso el porqué de la pregunta, ¿estaba buscando un departamento para vivir o buscaba un arrendatario que le pagara una renta? Dijo que nada de eso, era una duda de lenguaje. Si ahora me preguntara le diría que el término renta no es el correcto, que el correcto es alquilar, pero igual no sabría responder en forma precisa, porque (lo dice la Academia) el término alquilar se usa para el que da o el que recibe. Pucha. Qué juego tan simpático. Manolo, quien siempre ha sido un travieso, diría: mirá, compa, el que da es activo y el que recibe es pasivo. ¿Y el que da y recibe? ¡Ah, ya, ya! Basta, esto se está convirtiendo en algo subido de tono. Posdata: el dicho es común: “Vivís en mi corazón y no pagás renta”. Qué bueno que en cosas de amor todo es claro, tan claro como el agua inexistente del río grande y que cuando fluyó era del color del lodo. ¡Tzatz Comitán!

sábado, 18 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON ILUSIÓN

Querida Mariana: los comitecos estamos ilusionados. Roberto Albores Guillén fue el último comiteco en ser gobernador de Chiapas. Ahora, existe la inmensa posibilidad de que otro comiteco acceda a la posición más relevante, Eduardo Ramírez Aguilar anda ya en la pista y está colocado en la primera posición en la carrera. Esto es una noticia relevante. Sé que gente de otras ciudades desearía que uno de sus paisanos fuera el gobernador, pero en estos tiempos no será posible. Claro, cuando Eduardo gane gobernará para todo el estado, pero a Comitán nadie le quitará el honor de que uno de sus hijos sea quien ocupe la primera posición. Hay esperanza. Chiapas no vive una temporada benigna, ¡no! Todo mundo sabe que la situación social es complicada. Somos un estado con una gran riqueza cultural, somos un estado con una mayoría de gente honesta y trabajadora que ama a Chiapas, pero no faltan pues los que enlodan los caminos. Estamos ilusionados, el candidato Eduardo ha comprometido su palabra. Todo mundo sabe que Eduardo buscó con ahínco ser la persona elegida para competir por la gubernatura. No dejó resquicio alguno, todas las hendijas las llenó con su pasión. Al final logró su objetivo. Ahora busca con denuedo que el voto popular lo lleve a ser gobernador de Chiapas. Tiene bien claros sus objetivos. La misión no es sencilla, al contrario, ¡es complejísima!, pero el candidato, durante toda su vida política, ha dado muestras de ser un hombre decidido a lograr sus sueños. Estoy seguro que muchísimos comitecos lo apoyan y se volcarán en las urnas a su favor, será un voto de confianza, un voto a la esperanza de un mejor Comitán. Bueno, dirás, ¿por qué Alejandro anda metido en el agua política? Tenés razón, en pocas ocasiones meto mis pies a este río, pero ahora lo hago, porque estoy ilusionado, como lo está la ciudadanía comiteca, claro, ya sabés, nadie es monedita de oro para caerle bien a todos. Hablo de una mayoría comiteca y si esto lo trasladamos a todo el estado vemos en las fotografías de reuniones y mítines que Eduardo está sembrando el árbol de la ilusión y la esperanza. ¿Por qué ando volando en estas lianas? Porque, ya lo dijeron los expertos, los seres humanos somos seres sociales y la política define los espacios comunes, pero, sobre todo, me interesa reflexionar acerca de un tema que siempre está relegado y que es el columpio donde siempre vuelo: la cultura. Toda la clase política se llena la boca cuando habla de la cultura de Chiapas, dice lo obvio, lo que es una realidad que está presente en el día a día: Chiapas es un estado con una gran tradición cultural. Pues sí, basta ir a darse una vueltita por cualquier zona arqueológica para ver de qué estamos formados. Sólo un ciego del espíritu no podría admirar la grandiosidad del genio de estas regiones. Digo que la clase política alardea de la cultura, pero cuando se trata de apoyarla se hace tacuatz. Cuando me concedieron, al lado de la escritora Ruperta Bautista, el honor de ser homenajeado en el séptimo Festival de Arte, Literatura y Ecología Balún Canán, dije que un gobernador, con la mano en la cintura, eliminó la concesión del Premio Chiapas. Hace años que no lo entregan, esto es una ofensa a la creación chiapaneca. Como vos sabés, el Premio Chiapas fue el máximo reconocimiento que el gobierno, en nombre del pueblo, entregaba a los más destacados artistas e intelectuales (ciencias y artes). Sí, este premio lo obtuvieron muchos destacados poetas, como Rosario Castellanos, Jaime Sabines, Enoch Cancino Casahonda, mi querido maestro Óscar Oliva, Efraín Bartolomé, Óscar Bonifaz, más otras voces mayores. ¿Y la cheyene, ‘apá? Resulta que un día, malhadado día, se eliminó el Premio Chiapas y con ello se mostró la indolencia del gobierno hacia los creadores. Por eso ahora te mando estas palabras, estoy seguro que si nuestro paisano se convierte en el próximo gobernador de Chiapas, de inmediato, revivirá esta presea para reconocer a lo más destacado de la creación. Lo hará, sin duda, porque antes de acceder a la máxima posición social del estado ya dio muestras de por dónde irá su gestión. En días pasados, otro destacado paisano, el querido Juan Carlos Gómez Aranda, impulsó foros (los de cultura fueron coordinados por los talentosos Carlos Román y por Angélica Altuzar). Una gran plebe de intelectuales y artistas fue convocada, para que dijeran su palabra. Una gran cantidad de artistas atendieron la invitación y presentaron sus proyectos, savia esencial para el avance de Chiapas. Todo mundo reconoce que, a mediados del siglo XX, el gobernador Grajales sembró una semilla importante para el desarrollo cultural de Chiapas. Ahora, los creadores tenemos la esperanza que Eduardo y su equipo apoyen un movimiento que, ¡ahora sí!, sea el inicio de una nueva ERA, algo que regrese la grandeza de nuestro pueblo. Nuestro estado lo merece, lo merece por la tradición cultural que posee y porque, en la actualidad, existe un nutrido grupo de creadores y creadoras que confirman la grandeza artística de nuestra tierra. Chiapas es un estado de primer nivel cultural. Me terminarías odiando si insisto en la grandeza cultural, pero es necesario insistir una y otra vez para que nuestro pueblo sepa de qué sustancia estamos hechos. Los foros sirvieron para tener una visión del Chiapas actual. Ahora, los encargados de la política cultural saben de qué pie cojean los artistas, en términos esenciales les hace falta apoyos económicos, para que desarrollen su labor y hablen por la cultura de Chiapas. Hace falta un gran movimiento para potenciar este rubro. En países altamente desarrollados la cultura genera un alto porcentaje del PIB. ¿Has visto la belleza de nuestras artesanías en barro, en ámbar, en bordado, en madera, las obras plásticas? Todos son productos de exportación. Hace falta que el gobierno apoye estas creaciones para que lleguen a todo el mundo. Eduardo Ramírez Aguilar tiene una amplia experiencia, siempre he reconocido los actos que, desde el Senado de la República, impulsó para la cultura chiapaneca. ¿Un mínimo ejemplo? ¡Un máximo ejemplo! La creación de la Medalla Rosario Castellanos que ahora entrega el Senado. Eduardo logró colocar el nombre de Rosario al lado de Belisario Domínguez en el máximo recinto de la patria, dos comitecos, pucha. ¿A poco no es para sentir orgullo? Medio mundo dice que, con nuestro paisano como gobernador, a Comitán le irá bien, a Chiapas le irá bien. Los que saben dicen que el siglo XX concluyó el 31 de diciembre del año 2000. El comiteco Roberto Albores Guillén dejó la gubernatura en diciembre de 2000, con esto podemos decir que Chiapas despidió el siglo con un gobernador comiteco. En 2024 existe la inmensa posibilidad de que Eduardo Ramírez Aguilar sea el primer gobernador comiteco del siglo XXI; es decir, a partir de hoy vemos hacia el futuro, vamos hacia el porvenir. Hay ilusión en el pueblo comiteco, en el pueblo chiapaneco. Chiapas necesita atención en todos los rubros. La vaina de la cultura ya merece un buen apoyo. Mi querido amigo Luis Aguilar Castañeda, magnífico escultor, dice que en materia cultural Chiapas es de primer mundo. ¿Mirás la significación de este comentario? México es un país tercermundista y Chiapas es uno de los estados más jodiditos del país, pero Luis asegura y todo mundo está de acuerdo que este estado tan dejado de la mano de Dios produce una cultura de altísimo nivel. Lo que dije hace rato podría molestar a algunas personas, pero es una realidad con un apabullante contrasentido, porque México podría ser un país de primer mundo y Chiapas debería ser, asimismo, un estado mexicano de primer nivel. Sin embargo, las malas políticas han hecho lo que ahora somos. No se vale, Chiapas merece un mejor destino. Ahora hay esperanza, Eduardo puede demostrar el porqué buscó con tanto afán llegar a ser gobernador, puede hacer historia y regresarle la dignidad que Chiapas se merece. En materia cultural estoy esperanzado. Los foros sirvieron para hacer un análisis de la situación, ahora falta hacer una agenda que atienda cada una de las demandas y propuestas. Hablaron quienes tienen la palabra en las manos y en los corazones, ahora los gobernantes deben escuchar esos mensajes y hacer sinergia para que a Chiapas le vaya bien. Eduardo dice que con el pueblo todo, sin el pueblo nada. ¡Que así sea! Que así sea por la grandeza de este pueblo. Posdata: ¿Y la cheyene, ‘apá? Falta que quien obtenga el triunfo en lo local también tenga a la cultura en su agenda y apoye con todo las gestiones y proyectos de los creadores comitecos. Nos hace falta más cultura, ésta es la semilla que nos hace más humanos. ¡Tzatz Comitán!

miércoles, 15 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON UN ÁNGEL

Querida Mariana: en Florencia, Italia, los espacios públicos están llenos de esculturas. Tal vez sea un atrevimiento lo que diré, pero nuestro pueblo es la ciudad de Chiapas que tiene más esculturas en los espacios públicos. Mucho de ello se debe a la iniciativa de Luis Aguilar, nuestro escultor comiteco. Sus obras están en los espacios donde caminamos todos los días. En un recuento veloz nombramos la escultura de Las Lolas y la de Rosario Castellanos, que están en el parque central, en el corazón de la ciudad. En el parque de La Pila hallamos el puma de la leyenda (Luis le quitó la montera al león. Pucha). En el parque de San José está la escultura de los músicos. ¿Cuál me falta? Además, gracias a los simposios de escultura que Luis promovió, nuestro pueblo tiene un gran legado de esculturas en madera, en hierro y en mármol, diseminadas en muchas partes (muchas, por desgracia, en total descuido). Ahora, desde hace pocos meses, Comitán puede admirar una obra escultórica del gran artista michoacano Jorge Marín. En el hotel “La Casa del Marqués”, que está frente al parquecito de San José, está expuesta una obra del genial Jorge Marín. Esto es uno de los grandes privilegios de la mirada. Al hotel llegan muchos visitantes para hospedarse, pero, además, llegan muchas personas al restaurante; es decir, el espacio está abierto a quien desee conocer el interior del hotel, que, como sabés, unió dos casas tradicionales de Comitán, lo que le permite poseer uno de los patios más hermosos, y en este patio está ahora la escultura en bronce de Marín. Vos sabés que la obra del escultor michoacano está en muchos espacios públicos y en residencias de coleccionistas. Es uno de los más relevantes artistas del bronce. Basta decir que cuando los viajeros llegan al Aeropuerto Internacional Benito Juárez, de la Ciudad de México, el abrazo que reciben es una pieza de Jorge. Marín es un artista figurativo, que tiene elementos simbólicos: la máscara, la esfera y las alas. Sus personajes (masculinos, sobre todo) conforman un universo que amplía nuestra mirada, que da aire a nuestro entorno. La primera vez que estuve frente a una obra de Marín llegó a mi mente una escena de la película de Wim Wenders “El cielo sobre Berlín”, donde un hombre, trepado en lo alto de un edificio, aparece con una gabardina, pero en la espalda tiene un par de alas difuminadas. Uno sabe que ese hombre es un ángel. Las esculturas de Marín tienen que estar en terrenos sólidos, porque están hechas de bronce, pero igual que los personajes de Wenders ¡levitan! No sería extraño que un día cualquiera fueran como colibríes y se pararan frente a las flores de los más altos árboles. Con alas o sin alas, los personajes de Marín ¡vuelan! Ante su obra nuestro espíritu también vuela. He ido tres veces al hotel “La Casa del Marqués”, en nuestro Comitán, para solazarme con las obras de arte que ahí están expuestas. Sin duda que este hotel es el que contiene más obras de arte, todo con un gusto exquisito. La escultura de Jorge ha hecho que, al estilo de Wenders, aparezca “El cielo sobre Comitán”. Es un lujo para Comitán, “La Casa del Marqués” es uno de los más hermosos hoteles de Chiapas, el mojol es el arte. El buen gusto lanza su atrincherado espíritu y lo convierte en un bosque, en una habitación donde la luz se tiende como en hamaca. Una escultura de Marín recibe a los viajeros en el aeropuerto de la Ciudad de México, acá, este prodigio en bronce está al lado del templo de San José, el hombre alado reposa sobre una esfera. El mundo es una despensa donde hay chunches prodigiosos. No sé cómo llegó este ángel a Comitán, llegó desde el taller del escultor en la Ciudad de México. A pesar de sus alas ¡no llegó volando! Tuvo que ser transportado vía terrestre. Ahora está en el hermoso patio del hotel. Fue necesario que 16 personas intervinieran para trasladarlo de la bodega donde permanecía. Este trabajo valió la pena, porque ahora la escultura está a la vista de todos, es un vuelo compartido. Comitán debe agradecer este gesto generoso de los propietarios del hotel. El vuelo de nuestra mirada tiene un punto de fuga. Posdata: la pátina del bronce ya se camufló con el verde de las plantas y árboles y con el azul azulísimo del cielo. ¡Tzatz Comitán!

martes, 14 de mayo de 2024

ACTO INAUGURAL

Llamaron a todos los niños. Los maestros los formaron y, al paso de uno, uno, uno, los llevaron a la parte posterior de la escuela, donde había un grupo de señores y señoras, ellos con saco y corbata, ellas con faldas rojas, blusas blancas y moños rojos, algo como una burbuja los mantenía unidos. Los niños fueron colocados frente a la comitiva de adultos. Las señoras, como si se hubiesen puesto de acuerdo, abrieron sus bolsos y sacaron abanicos. Los señores, también como si se hubiesen puesto de acuerdo, sacaron puros de las bolsas de las camisas, hincharon sus mejillas al prenderlos y una gran bola de humo los rodeó. Los niños supieron que los abanicos eran para soportar el humo y no para refrescarse, porque la mañana estaba gris y húmeda. Después que el director dio la bienvenida a la comitiva de señores y señoras, el que portaba una bandera la inclinó para que dos muchachos se acercaran a la resbaladilla y sostuvieran una cinta que fue cortada por tres señores y dos señoras. Los maestros dijeron a los niños que aplaudieran más fuerte, que demostraran agradecimiento a quienes habían donado la resbaladilla. Jamás en la escuela alguien se había atrevido a fumar, en el portón había un letrero que decía: “espacio libre de humo de cigarro”. De cigarro, bromeó un alumno, no dice de puro. La resbaladilla, nueva, estaba pintada de color café. Un maestro dijo que así no se notaría el óxido del tiempo. Que se subiera un señor, dijo el director. Sí, sí, corearon los demás y los niños, obligados por los maestros, dijeron: sí, sí, que se suba. La nube de humo se había concentrado, la resbaladilla estaba como en medio de una burbuja de niebla. Los señores se quedaron viendo, hasta donde el humo se los permitía y la mayoría señaló al más gordo y mayor de edad. Sí, aprobaron todos, que él fuera la persona que estrenara la resbaladilla, que, según palabras del director, propiciaría horas de felicidad a los chiquillos. La escuela era especial para varones y no contaba con un espacio para hacer deporte. La resbaladilla la habían colocado al lado de los sanitarios. Las señoras intensificaron el movimiento de sus abanicos, porque una peste de orines y caca flotaba en el entorno. El señor elegido apagó el puro, se quitó el saco, se arremangó la camisa y caminó hacia la resbaladilla. Si la resbaladilla resiste, aguantará todo, dijo un maestro. El señor puso sus manos en los tubos, colocó un pie sobre un escalón de metal, y una señora, todos dedujeron que era su esposa, colocó sus manos en el enorme trasero del señor y empujó. No resistirá, dijo un maestro. La resbaladilla chirriaba a cada paso del señor. Se está inclinando, dijo otro maestro. La resbaladilla quedó coja, como si fuera hija de la Torre de Pisa. No aguantará, dijo el primer maestro. El señor hará un hoyo como si cayera un meteorito, dijo el segundo maestro. Todos los niños apostaban a que era cosa de segundos para que la resbaladilla se hiciera añicos. El señor ya había llegado hasta la parte más alta, en medio de aplausos. Se acuclilló para sentarse, ese movimiento hizo que la resbaladilla se reacomodara en su vertical, pero que se hundieran las patas traseras y, como si fuera un balancín, la parte delantera quedara al aire. A la hora que resbale hará que su peso lo acomode, dijo otro maestro. A la una, a las dos y a las… gritaron todos. ¡Tres!, dijo el señor de la resbaladilla, y soltó su cuerpo de hipopótamo, pero no se deslizó. Su trasero desgajó los laterales de la resbaladilla, los tornillos que detenían la lámina de bajada brincaron como tapones de sidra y el señor y la resbaladilla se precipitaron al suelo. Todos vieron cómo se resquebrajó la pecera formada por el humo, por esa grieta entró la nube de polvo. Los niños, con las manos en las bocas, deteniendo las carcajadas, se hicieron para atrás, mientras los adultos corrían a levantar al padrino de inauguración. Al otro día llegó una cuadrilla a levantar los fragmentos de la resbaladilla. Los mecenas se comprometieron a enviar una más resistente, pero jamás cumplieron. Lo único que quedó fue el hilarante recuerdo y una inmensa bola de humo que jamás se desinfló, con el tiempo se cristalizó y ahora, en navidad, la usan como esfera llena de lucecitas, aunque sigue conservando un aroma desagradable de hoja de tabaco.

lunes, 13 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, EN UN BOSQUE

Querida Mariana: el Sub Marcos escribía sus cartas “desde un lugar de La Selva”. Esta carta te la escribo desde un lugar lleno de árboles. El inicio del séptimo Festival Internacional de Arte, Literatura y Ecología Balún Canán, organizado por el poeta Arbey Rivera, tuvo diversas sedes. El Maestro José Hugo Campos Guillén, mero mero del Colegio Mariano N. Ruiz, estuvo contento. Una de las sedes elegidas fue el campus de Los Sabinos. Visité temprano al maestro Hugo y me dijo que había destinado cuatro escenarios, que se había puesto de acuerdo con el poeta Arbey para que tres actos fueran simultáneos y el último (la presentación de un corto cinematográfico) sería en el Salón de Actos, al término de los demás. ¡Y así fue! Los participantes llegaron a las nueve de la mañana para degustar el desayuno que Silvia y Carlos les sirvieron en una de las cafeterías, y luego, a partir de las diez de la mañana iniciaron las actividades. En una parte del bosquecito, la maestra Nayeli Benhumea impartió el taller para mujeres: “El cuerpo cierto – Acción de memoria y tejido”. Las participantes se sentaron en el suelo para recibir la luz de la tierra, debajo de la sombra de los árboles. Simultáneamente, el corredor cultural se llenó de chicos y chicas, estudiantes de secundaria y de preparatoria, para escuchar un maravilloso concierto “Sones de viento y marea”, con tres espléndidos músicos oaxaqueños: Fernando Amaya (guitarra), Elian Ruiz (sax) y Esmeralda Fierros (percusiones). Asimismo, en otra parte del bosquecito, cuatro poetas y escritores leímos ante una audiencia de treinta o cuarenta chicos y chicas. Escuché la lectura de textos de mis compañeros de mesa y vi, con agrado, que la audiencia estaba atenta. Digo esto porque, lo sabemos, la música es jaladora por esencia, no existe ser humano que no disfrute la música, la lectura de poesía y de narrativa es una actividad más compleja. Pero esa mañana todo fluyó en forma genial. Nuestra joven audiencia recibió con agrado la música de la palabra. Primero, Pedro Pablo Uvence Rojas leyó unos poemas de su primer libro “El alba y las quimeras”, que recibió el Premio Regional de Poesía La Terrestre Raíz de las Palabras, organizado por el Puente Cultural del Sur Sureste, que es la institución que también promueve el Festival de Arte, Literatura y Ecología Balún Canán. Pedro Pablo estudió la primaria en el Colegio Mariano N. Ruiz, en el plantel de San Sebastián, hace ya algunos añitos. A continuación le tocó leer a Rosy Vázquez, quien se trasladó desde la ciudad capital chiapaneca. Ella leyó poesía. Con una gran capacidad oral jaló la atención de la audiencia y logró que ellos y ellas interactuaran. Al término de la lectura me comentó que también es maestra. Se notó. Posteriormente le tocó leer poesía al poeta Omar Fabián, quien llegó de Oaxaca. Finalmente participé. ¿Qué leí? Pues una de tus cartas, una donde te platico acerca del llamado vocacional. Al final de los tres actos simultáneos nos trasladamos al Salón de Actos, con butaquería y toda la cosa. Ahí disfrutamos la producción del talentoso joven director Diego Salgado. Al final de la exhibición hubo preguntas, respuestas y comentarios acerca de lo que vimos: “Tseb K’anal – Niña Estrella”, una leyenda de San Juan Chamula, realizada con gran profesionalismo. Todo estuvo a pedir de boca, pienso que el poeta Arbey quedó contento, tanto como quedó contento el Maestro Hugo. Rosy Vázquez, en su participación, dijo que le habría gustado que en sus tiempos de estudiante le hubieran llevado actos similares en su escuela. Tiene razón, cuando se dan estos actos culturales en las escuelas, algo de luz ilumina los espacios cotidianos y puede ser que ahí haya descubrimientos importantes para los chicos y chicas que comienzan a volar. Posdata: siembra incesante es la que promueve el poeta Arbey, la ausencia de luz se olvida y aparece un camino de hormiguitas cargando hojas verdes, llenas de savia, para una comunidad que aspira a ser sabia. En la foto, de izquierda a derecha: tu amigo, luego Omar, en seguida Rosy y al final Pedro Pablo, un oaxaqueño y tres chiapanecos (aunque Pedro Pablo nació en Guadalajara). Escribo esta carta en una zona arbolada del Colegio Mariano N. Ruiz, donde leímos, donde la palabra voló más libre, más juguetona, más con espíritu de mariposa. ¡Tzatz Comitán!

domingo, 12 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON HOMENAJE PARA RUPERTA

Querida Mariana: la escritora Ruperta Bautista fue homenajeada. El reconocimiento le fue brindado en el séptimo Festival Internacional de Arte, Literatura y Ecología “Balún Canán”. Un acto sobresalió en su homenaje. En la tarde del día 3 de mayo de 2024, el escenario del auditorio Roberto Cordero Citalán recibió a un grupo de artistas de la danza. Cinco niñas y su maestra interpretaron una danza contemporánea intitulada “Bordadora de palabras”. El escenario se convirtió en una gran pecera, el aire llenó la burbuja y las niñas, dirigidas por su maestra, fueron peces desplazándose a través de la esencia divina. Al término del acto, cuando Ruperta recibió su diploma y una hermosa pieza de barro realizada por el ceramista Manuel de Jesús Aguilar, las chicas se acercaron para tomarse la foto del recuerdo. ¿Y qué creés? También tuve el privilegio de que ellas se acercaran conmigo. Acá está la maestra Cristel Aguilar, quien es la directora de la Escuela de Danza Multidisciplinaria, en Comitán, y las cinco niñas que participaron en el homenaje para la escritora. Fue muy emotivo ver los desplazamientos de ellas, al unísono de la voz grabada de Ruperta; fue conmovedor ver cómo el arte une diversas disciplinas. Cristel escuchó la poesía de Ruperta e imaginó los desplazamientos que luego colocó en el cuerpo y en el espíritu de sus alumnas. Y después de horas y horas de ensayos la cinta de luz abrazó a la poeta homenajeada y a la audiencia. Fue mi privilegio tomarme una foto con tan destacadas artistas de la danza. A mí me encanta ver a las personas que bailan, sus cuerpos se unen a las almas y levitan por instantes, todo se vuelve blando, como si el aire fuera un río de algodón. La armonía se hace presente y juega rondas, sube escalinatas invisibles, siembra flores en el muro del aire. Los espectadores, sentados, sienten un hormigueo que se convierte en caricia, en la orilla de la plegaria. Ellas fueron peces, formaron un río, se movieron de un lado a otro, alzaron los brazos y las piernas y formaron una flor con cintas. Todo fue una enorme elegía, la urdimbre de un sueño que pedía despertar, despertar las conciencias, la sombra que se hizo luz. Sus rostros frescos eran como nidos para aves felices. Los espectadores saciaron su entusiasmo y supieron que, en ocasiones, el aire pare más aire, porque el hechizo fue como una planta de luz. Cristel está a mi lado. La niña Sueño es la primera de izquierda a derecha, acá está con los pies sobre la tierra, pero se advierte su cabellera de ángeles, que son sus alas para el pensamiento; acá está la niña Fascinación, con un short y blusa roja, ella sonríe hacia la cámara y sostiene el barro modelado entre sus manos, porque también ella es hija del barro, sus nubes llueven acordes musicales; luego está la niña Tierra, descalza, con su blusa de color negro, con las manos enlazadas, para unir la savia de su cuerpo y de su alma; luego está la niña Arena, con vestimenta alba, anteojos y tenis, ella, igual que la niña Tierra, tiene una cinta en la muñeca, un cordoncito que otorga buena suerte y evita el mal de ojo; y por último está la niña Luna, con un pants negro con cintas blancas y una sonrisa que hace girar la rueda de los caballitos y la de la fortuna. Fortuna la mía, al estar rodeado de tantas flores tiernas y bellas. Posdata: en cuanto los fotógrafos terminaron de hacer sus tomas nos disgregamos, pero la niña Fascinación se acercó de nuevo y me abrazó, como si yo fuera un abuelo árbol, un abuelo galeón. Agradecí a las diosas de la danza y de la literatura la conjunción de sus alientos para provocar este instante que iluminó mi corazón y mi mente. ¡Tzatz Comitán!

sábado, 11 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON ALEGRÍA

Querida Mariana: se reconoce que Chiapas es un estado con una gran tradición cultural, pero no siempre hay ofertas. Hay mucha gente que no tiene a la cultura como una necesidad espiritual. Los gobernantes siempre anotan a la cultura en las últimas hojas de su agenda. Sí es un tema que los llena, pero solamente en el discurso. Las autoridades siempre mencionan en sus discursos a Rosario Castellanos y a Jaime Sabines (aun cuando algunos se equivocan y confunden al poeta Jaime con su hermano el político Juan). Por ello, lo que el poeta Arbey Rivera hace en Comitán es de gran relevancia. En este 2024 se celebró el séptimo Festival Internacional de Arte, Literatura y Ecología “Balún Canán”, fue una jornada de tres días, que inició el 3 de mayo y concluyó el domingo 5 de mayo. Como en cada una de las ediciones hubo la presencia de muchos artistas de la ciudad, del estado, de otras partes de la república y de otros países. Siempre he pensado que el esfuerzo que hace Arbey y los integrantes del Puente Cultural del Sur Sureste merece todos los elogios y los apoyos. No es fácil coordinar esfuerzos para recibir a tantos invitados, para llevarlos a diferentes sedes, para ofrecerles alojamiento y alimentación. ¿Cómo le hace Arbey? Lo imagino, nada más. Es un esfuerzo titánico. Lo hace para confirmar lo que anoté al principio: somos pueblos con enorme tradición cultural. Arbey fundó el Puente Cultural del Sur Sureste en 2011 y, desde entonces, realiza una labor cultural infatigable. De 2012 a 2015 realizó caravanas culturales comunitarias, llevando arte a lugares donde siempre están ayunos de estos alimentos espirituales. En 2016 se aventó con la ardua y satisfactoria tarea de organizar los festivales anuales que convocan a muchos artistas, quienes realizan una fértil siembra en Comitán y alrededores. Te he dicho que, en varias ocasiones, Arbey me ha invitado a participar en mesas de lectura. Así he sido testigo de la enorme labor que realiza. En una ocasión fui a una escuela que está en la cima de un montículo, desde ahí se ve todo el valle, más allá no hay casas. Al llegar, los estudiantes nos recibieron con flores y nos invitaron a subir por una escalinata con no sé cuántos escalones. Decliné la invitación, porque estuve seguro que mi corazón no aguantaría el trote, así que un maestro me recomendó que subiera con el tsurito por el sendero, así lo hice. Me perdí la experiencia que los demás compañeros escritores sí tuvieron. En la vida siempre me pierdo muchos instantes luminosos, por ser un tutuldioso, un escaso, pero lo que pepeno, lo tomo con emoción y gratitud. Dije que, a partir de 2016, Arbey y sus colaboradores han organizado el Festival de Arte, Literatura y Ecología “Balún Canán”. La tercera edición tuvo un agregado sensacional, homenajearon a dos poetas: Óscar Bonifaz y Roberto Rico. Arbey me invitó a decir algunas palabras para el maestro Bonifaz, en el auditorio del Centro Cultural Rosario Castellanos. Acepté el honor y ahí estuve. Por ahí tengo la fotografía del recuerdo, donde me boto de la risa por algún comentario chusco que el maestro Bonifaz se aventó. Recordá que él siempre convertía en guateque el acto más solemne, recuerdo cuando le entregaron el Premio Chiapas en el Auditorio Belisario Domínguez, en el momento que dio su mensaje se aventó el poema “Vuelo nupcial”, que es un texto hilarante. Todo mundo de acá conoce el poema como “el del zancudo”, porque el final dice: “…te maté, pinche zancudo, en la pared azul de mi recámara”. Todo mundo lo celebraba cuando él lo decía. En 2019, el Festival homenajeó al narrador y poeta Óscar Palacios y a la artista musical Sonia Conde. La tarde del homenaje saludé a ambos. Óscar Palacios, hace muchos años, me invitó a ser parte de una antología de narrativa que él publicó, cuando me invitó dijo que era una publicación para amigos. Desde entonces le tengo un gran afecto. En tiempo que mi amigo Juan Carlos Cal y Mayor fue director de Coneculta, Óscar colaboró con él y Palacios sugirió que se publicara mi novela breve: “Historia triste de un cuentahistorias”. El escultor Luis Aguilar Castañeda y el investigador Fernando Limón Aguirre fueron los homenajeados en la quinta edición del festival. Ambos estuvieron felices. Si llevás bien la cuenta mirás que este festival ha honrado a escritores, músicos, escultores y académicos; es decir, todo el quehacer humano está en el reflector, toda creación humana es celebrada. Luis se trasladó especialmente desde Playa del Carmen, Quintana Roo, lugar donde actualmente reside. Me invitó a que, una mañana, nos tomáramos un atol de granillo y diéramos una vuelta en el parque central. En la sexta edición, celebrada en 2023, los homenajeados fueron el artista plástico Antún Kojtom y la poeta y escritora Mirtha Luz Pérez Robledo. Arbey, de nuevo, me honró para que dedicara unas palabras a la homenajeada. Como (hasta la fecha) estaba temeroso por el Covid le dije que no podía participar en un lugar cerrado, así que al lado del poeta Balam Rodrigo estuve en el parque de La Independencia y desde ahí le manifesté mi cariño y admiración a la poeta. Una tarde, Arbey y otros amigos integrantes del Puente Cultural del Sur Sureste me invitaron a tomar un café en el Centro Cultural, ya sospechaba cuál sería el tema principal. Sí, ellos, generosos, me invitaron a aceptar el altísimo honor de ser, al lado de la escritora Ruperta Bautista, uno de los homenajeados. ¡Uf! ¿Qué decir ante tal abrazo? Dije que sí, de inmediato, ah, por supuesto. ¿Por qué acepté tan de inmediato? Las palabras que mencioné la noche del homenaje justifican mi aceptación. Como no estuviste esa noche conmigo, te paso copia de mi mensaje: “Buena noche. Muchas gracias. Este textillo lo redacté el 23 de enero de 2024, al siguiente día de la notificación de este reconocimiento. El 22 de enero, en el café de la Casa de Cultura, integrantes del Puente Cultural me dieron la buena noticia de que había sido elegido para recibir este honor. Lo acepté de inmediato, con humildad y mucho orgullo. ¿Por qué redacté esta nota con tanta anticipación? Porque dicen que al buen paso mucha prisa, lo escribí, lo dejé en la gaveta y dejé que la pausa se hiciera aire. Porque, si pensaba en este día, en esta noche, no dormiría durante meses. Ser motivo de un homenaje es como cargar una inmensa piedra. Un alud de preguntas asoma: ¿por qué me dan este abrazo tan en público? ¿Lo merezco? No, en realidad no lo merezco, pero Comitán sí lo merece, el grupo de creadores de este pueblo, por supuesto ¡que lo merece! Así, acepto este gajo de luz, lo acepto en nombre de la gran tradición cultural de este pueblo; en nombre de cientos de creadores, de todas las disciplinas, que día a día trabajan para construir una mejor sociedad; lo recibo en nombre de los poetas, narradores, artistas plásticos que, año con año, asisten a este Festival Balún Canán, creación del poeta Arbey Rivera. Acepto esta distinción porque es bueno que, por instantes, la sociedad vuelva su mirada para ver el enormísimo árbol de la creación cultural y del fomento del arte. Un día nos enteramos que el gobierno estatal había eliminado la entrega del Premio Chiapas. Esto significó una afrenta para el medio artístico, nos demostró cómo las autoridades ignoran a sus creadores. Por esto acepté este honroso reconocimiento, porque los propios creadores levantan un faro que le dice a la sociedad que el mundo existe porque existen los que sueñan los más sublimes sueños, los que colocan los ladrillos en la construcción donde nuestros mayores cimentaron los suelos. Con los pies bien puestos en el piso, los creadores de estas y de otras regiones del país y del mundo, volamos, levitamos, escribimos, pintamos, danzamos, esculpimos sobre el muro del aire. La patria vive gracias al alimento espiritual que aportamos los intelectuales. Acepté, con humildad y orgullo, este reconocimiento porque me permite hoy hablar con ustedes; porque me permite, a la vez, reconocer lo que el Festival Balún Canán realiza, cientos de creadores artísticos han participado por varios años, con una gran voluntad, porque saben que la siembra se hace así, con determinación y con gran pasión. El reconocimiento es para ustedes, el premio Chiapas no es del gobierno es una flor que se posa en cada uno de sus espíritus. He participado en otras ediciones del Festival. Fui a una escuela que está arriba de una montaña, ahí fuimos recibidos por decenas de estudiantes, nos ofrecieron flores y ensartas de sonrisas; fui al parque de La Independencia, y en la cancha, donde los chicos y chicas juegan básquetbol, un grupo de creadores leímos textos y poemas a veinte o veinticinco oyentes, no más. El trabajo creador es selectivo. El trabajo de ustedes lo multiplica. Hoy agradezco la gentileza de haberse fijado en mi persona. Sé que honrar, ¡honra! Hoy queda demostrado con creces, por esto honro su labor, con mi trabajo honraré el que ustedes hacen en favor de la patria. Una vez, hace años, el grupo de la Rial Academia de la Lengua Frailescana me impuso su máxima presea: el Sombrero de la Ocurrencia, en la ciudad de Villaflores, fui con gran emoción y con mucho orgullo porque supe que al reconocerme estaban reconociendo a Comitán, ese día ¡fui Comitán!; hoy, soy Comitán en nuestro propio Comitán. ¡Salud!” Posdata: sólo una palabra cabe en esta posdata: ¡gracias! Gracias por todos los festivales y por brindarme el honor de ser homenajeado. ¡Tzatz Comitán!

viernes, 10 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON RECLAMO

Querida Mariana: un día leí en el muro de Mónica Zepeda lo siguiente: “La poeta Mónica Zepeda es una de las cuatro poetas internacionales seleccionadas para participar en el 34° Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia”; y días después leo lo siguiente: “Hola, espero que estés muy bien. Te escribo para solicitar tu ayuda. Este año he tenido el privilegio de ser invitada a varios festivales internacionales. Asistir a cada uno de ellos requiere, por supuesto, que cuente con los recursos económicos para comprar los boletos aéreos. Me encantaría tener la oportunidad de representar a Chiapas y a México en otros países de Latinoamérica, incluso en África. Dejo a tu disposición un enlace donde podrás leer una carta de solicitud de patrocinio. Por favor, también te pido que me apoyes compartiendo la publicación. Muchas gracias por tu inmensa generosidad”. ¿Mirás lo que Mónica dice? Lo que la gran poeta chiapaneca dice es que representará a nuestro estado a nivel internacional y no tiene los apoyos necesarios que debería proveerle el Estado. Vos y yo sabemos que Mónica Zepeda es la voz mayor de los jóvenes poetas chiapanecos, su voz es reconocida por sus pares y por los lectores, grandes poetas han manifestado su beneplácito por la aparición de una voz excelsa. No es casualidad que ella esté invitada a actos de tal relevancia. Su poesía es reconocida, ya, en el ámbito internacional. Parece que los únicos que la ignoran son las autoridades, y, ¡qué pena!, las autoridades del ramo cultural. Lo que hace Mónica no es novedad, hemos visto en muchas ocasiones cómo los artistas y deportistas hacen campañas de “boteo” para allegarse de recursos y así cumplir con su destino y con la patria. Ellos, los talentosos, llevan la representación de nuestra patria a otros lugares, pero las autoridades no les facilitan el camino, a veces, al contrario. Mi amigo Jorge Constantino Kánter me dijo el otro día que los funcionarios deben ser facilitadores de la promoción del arte. Mónica debe tocar la puerta de Coneculta y este organismo debe responderle, la directora general de la institución cultural del gobierno debe felicitarla y gestionar recursos económicos para que nuestra poeta mayor acuda a dejar en alto la cultura de Chiapas. Si estuviera frente al gobernador de nuestro estado le comentaría que Mónica es reconocida ya a nivel internacional, que es una poeta que continúa con la tradición de los grandes poetas de Chiapas: de Rosario Castellanos, de Jaime Sabines, de Enoch Cancino Casahonda, de Efraín Bartolomé y de Balam Rodrigo, ella es una gran voz, por lo tanto, su gobierno debe apoyarla con la paga para que realice todos los viajes, en forma digna. Algún asesor debe sugerirle esto al gobernador, decirle que es la manera de responder en forma responsable a su pueblo. De nada sirve que las autoridades se llenen la boca al hablar de los creadores chiapanecos si a la mera hora de la verdad se hacen tacuatzes. Posdata: Mónica sí es poeta, su poesía es deslumbrante, es un orgullo de Chiapas. Suerte, querida poeta, ¡suerte! ¡Tzatz Comitán!

martes, 7 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON UN PRIVILEGIO

Querida Mariana: tres amigos te han escrito. De pronto, toman el lápiz o la computadora y te envían mensajes, a través de mi persona. La tarde del 3 de mayo de 2024, por primera vez en la vida, una carta que te escribieron fue leída en público, por Bejaltik / F. Darinel, en el escenario del auditorio Roberto Cordero Citalán, del Centro Cultural Rosario Castellanos. La lectura se dio antes de la presentación del grupo Paynal, Danza Folclórica Mexicana. Digo “escribieron” porque es un texto grupal. Jamás una carta para vos tuvo tan fastuosa presentación. Como luego reclaman porque vos no te mostrás, en tu nombre, y en el mío propio, agradezco esta lluvia de confeti. Que los autores de la carta siempre reciban luz. Como sé que no escuchaste la lectura, paso copia para que te enterés de su contenido y la guardés en la cajita de recuerdos memorables. Acá va lo que te escribieron. “Querida Mariana: los integrantes de Paynal, Danza Folclórica Mexicana, somos invitados a rendir homenaje a una persona muy especial que tú conoces, nos da un enorme gusto poder ser parte de esta demostración de afecto y reconocimiento tan merecido, hablamos de un personaje de nuestro hermoso pueblo mágico de Comitán. Alejandro se llama, pero todos lo conocemos por Molinari, una persona culta y con un amor por las tradiciones y costumbres de nuestro Comitán como pocos; nosotros, como grupo dancístico, estamos agradecidos con él por la Arenilla que escribió en nuestro aniversario número 16, lo hizo de una manera tan bonita que seguimos con buen sabor de boca y el agradecimiento hasta la fecha. “Mucha gente lee esas Arenillas, que hoy ya se han convertido en tradición, además de una revista. Tú lo sabes bien Mariana, también sabes que es un gran comiteco y que se ha distinguido como escritor, lector y promotor de cultura en general. Hoy sólo queremos compartir contigo lo honrados que nos sentimos al estar participando en el homenaje del gran maestro Alejandro Molinari Torres. “Te cuento que por esta ocasión el cuadro que presentaremos se llamará “Arenilla en movimiento”, obviamente en su honor, bailaremos “Linda Cositía”; “Comiteca”, por Ernesto Núñez Albores; “20 de septiembre”, de Saúl de León Ross; “El tzisim”, composición de nuestro buen amigo Roberto Domínguez Ortiz; “El cerro de Nehuestic”, por el maestro Cliserio Molina Argueta y “Un buen comiteco sos", letra del doctor Luis Ignacio Avendaño Albores y música de Dinastía Trujillo. Como verás, un cuadro de bailes más comiteco ¡no puede haber! Todos ellos de grandes artistas chiapanecos que han logrado trascender, mostrando un poco del color y alma de nuestro bello Comitán; y por supuesto agregamos nuestro granito de arena con vestuario típico que muestra a un Comitán mestizo con pasos y corologías apegadas a la tradición. Todo es sólo una pequeña muestra de lo que tenemos y hacemos con amor. “¿Sabes, Mariana? Como grupo de danza, en Paynal hacemos siempre lo posible por mostrar en cada presentación nuestro respeto y orgullo por cada baile, sin dejar de lado a la gente que nos hace favor de estar en cada evento del cual somos parte. “Esta vez te podemos asegurar que, como siempre, lo haremos con amor y respeto como en cada presentación, haciendo que la gente se contagie de la música y la alegría que nos da el bailar cada vez que tenemos la oportunidad de hacerlo. “Gracias, Mariana, por leernos y dejarnos compartir contigo el gusto de estar participando en el homenaje de nuestro querido Alejandro Molinari Torres, en el marco del séptimo Festival Internacional de Arte, Literatura y Ecología “Balún Canán”; nos despedimos haciendo un agradecimiento por la distinción a toda la gente que es parte del festival, para ti saludos y abrazos de Damián, Mechitas, Belén, Audy, Joel, Nidia, Elder, Citlali, Toñito y Claudia, integrantes de Paynal, Danza Folclórica Mexicana. Hasta la próxima y nos estaremos viendo en nuevos y más escenarios. Desde Comitán de Domínguez, Chiapas, a 3 de mayo del 2024”. Posdata: los danzantes escribieron y el escritor danzó. Mi querida amiga Claudia, en la última canción, bajó del escenario, se paró a mi lado y dijo: ¿me concedes esta pieza?, y me extendió la mano. ¡Dios mío, pensé, dame fuerzas! Dios me dio fuerzas, me paré, acompañé a Claudia, subí por los escalones y al ritmo de la canción de mi amigo Luis Ignacio, comencé a mover las patas y los brazos y dejé que fluyera la vida y cayera la polilla. ¡Tzatz Comitán!

jueves, 2 de mayo de 2024

CARTA A MARIANA, CON REJA DE PAPEL DE CHINA

Querida Mariana: en marzo de 1992 se presentó la revista Papel de China. La revista la fundó mi amigo Paco Flores, quien, en ese momento, era el director de la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez. La revista fue exitosísima. Un día desapareció. Te cuento dos momentos prodigiosos: cuando mi admirado maestro Óscar Oliva la conoció dijo que era muy bella; nuestro querido amigo Juan Carlos Gómez Aranda dijo que no debía desaparecer. La revista tenía en sus interiores páginas con papel de china picado, era una joyita artesanal. Un lector comentó que, al llegar a una página calada y darle vuelta para seguir la lectura, sentía la misma emoción del cumpleaños. Paco me invitó a colaborar en su revista y lo hice con gusto. Todos quienes conocieron “Papel de China” alabaron su contenido y diseño. He vuelto a sentir la emoción ahora con nuestra revista Arenilla. Todo mundo la recibe con emoción y gratitud, por su contenido editorial y por la calidad en su presentación. Al gran poeta Oliva se la entregué en el Taller de Poesía que dirigía en el Edificio Maciel. Varios de los grandes poetas de la actualidad iniciaron con él. Me emocioné al ver iluminarse su rostro al pasar las páginas y hallar el papel de china picado. Cuando fueron los diálogos de San Andrés, Juan Carlos y yo coincidimos en Larráinzar, él fue miembro de la COCOPA, la comisión de gobierno que atendió a Marcos y su grupo. ¿Qué vainas tocaba yo? Fui a obtener información de lo que ahí sucedía. En un descanso, Juan Carlos salió del recinto donde se celebraban las pláticas, me vio y me acerqué a saludarlo. Él estaba adentro de las vallas humanas y yo afuera, así platicamos. Había tres vallas, formadas por personas, para evitar que los de afuera entráramos, un grupo de la sociedad civil, otro de zapatistas y uno más del ejército. Mi maestro Óscar Oliva también formó parte de la COCOPA. Ahí estaba esa mañana. En algún momento de la plática, Juan Carlos lamentó la fugaz existencia de Papel de China. Hay que reactivarla, Álex, me dijo. Juan Carlos siempre ha sido un político con gran sensibilidad, reconoció la belleza que Paco dirigió y supo que los proyectos editoriales son esenciales para salvaguarda de la identidad comiteca. Él mismo publicó un libro con ilustraciones, titulado: “Comitán, su apasionante historia”. Por desgracia, el proyecto editorial de Papel de china no voló como debió volar. Posdata: por fortuna, hoy Comitán presume nuestra revista Arenilla. Óscar Oliva y Juan Carlos Gómez Aranda siguen siendo figuras relevantes de la cultura chiapaneca, sé, así lo han manifestado, que aplauden está iniciativa comiteca. Abonamos con un granito de Arenilla al desarrollo cultural de nuestro estado, es nuestra contribución para hacer el Chiapas que nos merecemos. Nuestra revista vuela como papalote, hecho con hermosísimo papel de china, gracias a nuestros patrocinadores y fieles lectores. El documento lo hallé en el Archivo Histórico Municipal, del pueblo. ¡Tzatz Comitán!