jueves, 13 de noviembre de 2025

CARTA A MARIANA, CON UN ACTO DE AMOR

Querida Mariana: el libro, ah, qué objeto tan lleno de luminosidad. En la escuela primaria Esteban Alfonzo realizaron un acto de amor hacia el libro. El día 12 de noviembre 2025 hubo un sendero hecho con libros. ¿Mirás lo que digo? Un caminito que partió de la entrada y llegó hasta un salón donde habrá una biblioteca. Fue un acto hermoso, estudiantes, papás, mamás, personal directivo y docente se unieron para formar esta senda. Bien dijo el poeta “se hace camino al andar”. Algún día asomó la idea, le echaron aire y el papalote voló, voló tan alto que están a punto de conseguir el anhelado espacio. No esperaron que el maná cayera del cielo, cada estudiante contribuyó con un libro para que los estantes se llenen, se cubran con los objetos culturales más preciados, los que cuentan historias, los que atesoran el espíritu del ser humano, los que resguardan el genio, los que permiten imaginar, crear; los que consienten el concepto de amistad, porque en ellos está concentrado el valor de la lealtad, ya que basta elegir uno de ellos, extender la mano y abrirlo para encontrarlo siempre dispuesto a compartir su alma. El libro posee la capacidad de lo que hoy llaman veinticuatro siete; es decir, siempre está disponible, es el más fiel acompañante. Fue un gran festejo. Antes de hacer el caminito, hubo dinámicas que disfrutó el estudiantado. Yo me di una vueltita debajo del domo central (me invitó la maestra Ana Gómez). En los cuatro lados estuvieron sentados los niños y las niñas con un libro. Vi cómo, antes de hacer el caminito, ellos y ellas leían, comentaban. Muchos me mostraron los títulos. Me encantó cuando alguien me enseñó un libro ilustrado con el cuento de Hansel y Gretel y una niña que estaba al lado me dijo: “Yo me llamo Gretel”. Pensé que eso era prodigioso, casi casi estaba esperando que alguien se parara y dijera: “Yo soy Hansel”. Hubo bailes, experimentos científicos, cantos y rondas; una gran participación de personal de Ya’Ax-Ná (palabra tojolabal que en castellano significa Casa Verde). Ah, qué capacidad tan llena de energía de Xóchitl Penagos, directora de este parque temático. Por fin, llegó el momento ansiado y el director, profesor Samuel Alfonso Cruz López, convocó a los estudiantes a que formaran el caminito lleno de libros. Caray, siempre se dice que el libro deja huellas en los lectores, así lo vi, los libros, esa mañana, fueron huellas, nadie las pisó, todo mundo colocó los libros con respeto y alegría. Conforme el caminito se fue haciendo, la emoción hizo que los niños y las niñas gritaran: ¡sí se puede, sí se puede! Ese grito se expandió como globo aerostático, los nombres de grandes escritores estaban en el piso a punto de levitar, por ahí estuvo Cervantes, Sor Juana, Rosario Castellanos (por supuesto), Juan Rulfo; vi un encuadernado con fotocopias a color del libro “Comitán, una puerta al sur” (libro genial), también estaba un ejemplar de “Las haciendas de los llanos de Comitán”. Un tachilgüil maravilloso. Después de minutos, donde los chicos y chicas siguieron formando el caminito de libros (recordé la canción infantil: “caminito de la escuela, apurándose a llegar…”), me di cuenta que el sendero estaba a punto de llegar al salón donde se instalará la Biblioteca Escolar Ángel Albino Corzo y un silencio se hizo, silencio que fue roto como una gran explosión cuando el estudiantado gritó: ¡Sí se pudo, sí se pudo! Ah, qué lección tan maravillosa recibieron los niños y niñas esa mañana, una lección donde ellos fueron protagonistas, donde se demostró que la voluntad logra construir sueños, hacerlos posibles. Estudiantes, mamás, papás, personal docente y administrativo lograron una gran realización. Son ejemplo de lo que puede hacerse en tiempos de incertidumbre, ellos sembraron gajos de luz y de esperanza. Posdata: agradecí la invitación y regresé a la oficina de Arenilla, donde, igual que la comunidad de la Escuela Esteban Alfonzo (la escuela de la colonia Miguel Alemán), también sembramos sueños que alimentan el espíritu de la cultura. Felicidades. Fue un gran festejo. ¡Tzatz Comitán!