domingo, 29 de junio de 2008

Itinerante


Hay exposiciones itinerantes, son aquellas que van de un lado hacia otro. Es como si tuvieran pies, pies alados.
El pensamiento es itinerante, también es itinerante la maldad. Ahora la narcoviolencia, por desgracia, también ha cultivado alas y va de un lado hacia otro.
¿Cómo se detiene el avance del pensamiento? La historia de la humanidad demuestra que al pensamiento no puede impedírsele su avance. Las ideas aladas vuelan los más altos cielos.
La narcoviolencia parece ser un fenómeno también imposible de detener. Son muchos los ríos que crean esas aguas. Los terrenos que limpiamos para sembrar la semilla se anegan. Los campos del espíritu quedan inundados como se inundaron los terrenos de Tabasco, el año pasado.
Por esto, como si fuera una exposición de pintura itinerante, debemos enviar mensajes de aliento a los jóvenes de todos lados.
Que los jóvenes encuentren en las paredes del cielo los mensajes de aliento. Que los jóvenes sepan que hay otros modos de vivir.
Las noticias de narcoviolencia, ya en el otrora tranquilo estado de Chiapas, es pan de todos los días.
Los que masacraron a Salvador Allende están muertos o son viejos inservibles. El pensamiento de Allende sigue vigente, es una idea luminosa que sigue alumbrando los pasillos del alma y del espíritu. Salvador será por siempre un espíritu itinerante.
Ojalá que Dios permita que el próximo año, en Comitán, recordemos a los jóvenes el legado de Allende.