sábado, 5 de agosto de 2023

CARTA A MARIANA, CON UN POCO DE LO MUCHO QUE SOMOS

Querida Mariana: a veces somos malinchistas. ¿A veces? Vemos hacia otros lados e ignoramos lo nuestro. Te cuento que fui a la Feria del Barro, en San José Obrero, organizada por tres destacados intelectuales: Jose Welbers (talentosa fotógrafa, que nació en Países Bajos y desde hace tres años, más o menos, vive en nuestra ciudad), Ramón Folch González (destacado investigador que ama las manifestaciones culturales de nuestro pueblo) y el ceramista de Yalumá: Manuel de Jesús Aguilar. El día que fui me topé con el artista plástico Antún Kojtom, me dio gusto saludarlo. Él recibió la Medalla Rosario Castellanos. La medalla es la máxima distinción que otorga el Congreso del Estado de Chiapas. La organización Puente Cultural Sur Sureste, que dirige el poeta Arbey Rivera, propuso a Antún para que recibiera este reconocimiento y los diputados de la Comisión consideraron que la obra artística del creador Kojtom merecía la distinción y así fue. Bien chento se presentó en el Congreso y el gobernador del estado le entregó la presea. ¿Por qué cuento esto? Ah, porque dije que estuve en la Feria del Barro y ahí me topé con él porque lo invitaron a ser jurado de obras artísticas en barro. Y en esta presencia y en esta feria estuvo la cuerda de luz que debemos seguir los de acá. A ver, el otro día coincidimos en decir que la Feria del Barro reconoce a nuestros artistas y artesanos, quienes, con sus manos, continúan con el legado cultural que viene desde el tiempo de los mayas. ¿Mirás la trascendencia de la propuesta? El ceramista Manuelito ha impulsado esta actividad en los últimos tiempos, su presencia es fundamental. No sólo se dedica a elaborar su obra maravillosa, también acude con los grupos que, en forma tradicional, realizan obras en barro y les comparte conocimientos novedosos para que sus objetos obtengan un valor agregado. Por supuesto que la feria no existiría sin la presencia de las artesanas y tampoco cumple con su objetivo sin la asistencia de visitantes y compradores. ¿Qué elementos consideró el Consejo de Premiación del Congreso del Estado para reconocer la obra artística de Antún Kojtom? Los diputados consideraron que Antún “ha contribuido al arte y a la cultura”. El artista es originario de un pueblo chiapaneco que se llama Ch´ixaltontic, municipio de Tenejapa, y su obra plástica retoma la esencia cultural de las leyendas de estas tierras, leyendas que se remontan en el tiempo. ¿Sabés cómo llaman algunos críticos a Antún? Le nombran como El Pintor Chamánico. El chamán es una persona que predice, invoca a los espíritus y cura. Los chamanes retoman el conocimiento ancestral. ¿Cómo ser un chamán en el arte? Pues parece que uno de los caminos es el que sigue Antún, el que siguen los artesanos del barro. Ellos han pepenado el conocimiento ancestral, las esencias culturales que han pervivido por siglos. En 2022, el Congreso sí volvió la mirada a lo nuestro y un artista chiapaneco obtuvo la presea. No siempre es así. La sociedad y las instituciones se deslumbran por lo que está más allá de nuestra región. Te cuento algo, pero acá en corto, sólo para vos y para mí. En 2014, Comitán inscribió la candidatura del escultor comiteco Luis Aguilar para que recibiera la Medalla Rosario Castellanos. Luis tiene los méritos suficientes, pero ese año su candidatura no prosperó porque la presea fue otorgada a la escritora poblana Ángeles Mastretta, esposa de Héctor Aguilar Camín. Uf. Comitán no tenía ese aval; es decir, en ocasiones el gobierno desprecia lo nuestro y premia a los otros. La Medalla Rosario Castellanos debería servir para reconocer lo mejor de Chiapas. Lo ideal sería que Puebla reconociera el talento de la Mastretta y que Chiapas reconociera a Luis. ¿Te digo algo más? ¿Quién obtuvo la Medalla Belisario Domínguez 2022? La escritora Elena Poniatowska. La candidatura de nuestro ilustre paisano, el doctor Roberto Gómez Alfaro, fue ignorada. ¿Por qué? Ah, pues por el centralismo que existe. Lo que se entrega en la Ciudad de México privilegia lo de allí. El resto del país es una sustancia invisible. ¿Por qué entonces nuestros reconocimientos ignoran también lo nuestro? Ah, qué chambones. Con decir que el Premio Chiapas ya lo desecharon. El máximo reconocimiento desapareció. ¿La Poniatowska? Sí, ella también recibió la medalla Rosario Castellanos. Que quede claro, no quiero decir que la Pony y la Mastretta no merezcan los reconocimientos, a mí me agrada la obra de ambas escritoras, lo que digo es que basta de ver hacia otros lados cuando debemos ver hacia lo nuestro. Por esto digo que somos malinchistas. ¿Cuántas personas acudieron a la Feria del Barro, en San José Obrero? ¿Cuántas personas adquirieron una obra hecha por esas maravillosas manos? Las artesanas del barro continúan la gran tradición cultural de estas tierras. He visto en casas de amigos jarrones que compraron en Liverpool. En la Feria del Barro hubo jarrones bellísimos, lindos. ¿Cuánto pagaron mis amigos por jarrones Liverpulescos? Lo que digo de los artesanos lo aplico también para los creadores plásticos. En las paredes de las residencias de nuestros amigos comitecos hay cuadros adquiridos también en Liverpool. Uf. Como no siempre coincido con los grandes artistas de Chiapas, aproveché para aventarle dos preguntitas a Antún. Comparto sus respuestas con vos, para que mirés algo de su pensamiento, que siempre ve hacia lo nuestro. ¿De qué tipo de barro está conformado el espíritu de Antún? “Conozco tres tipos de barro: rojo, amarillo y negro. También hay uno que es verde. Considero que soy mezcla de los cuatro barros”. ¿Qué relación existe entre el barro y tu pintura? “Los matices que manejo están relacionados con los colores de la tierra. El barro es la esencia de la tierra, de las diversas regiones de nuestro entorno. Mi obra es representación de lo que acá se ve en la Feria del Barro. Soy seguidor de una tradición que tiene que ver con Bonampak, lo hago de manera intuitiva. De la herencia de los mayas se continuó con la cerámica y con los textiles. La tradición pictórica se perdió, hubo un hueco. Ahora hay un artista lacandón que vivé en Najá, él, igual que yo, busca su creación en huellas de la cultura ancestral, de la memoria. Nuestra obra es la aportación para la generación actual, seguimos fortaleciendo ese lenguaje”. Antún tiene un hijo que también se dedica a la obra plástica, él se llama Alux Antún. ¿Cómo el hijo se acercó al oficio del padre? Ah, bien sencillo. El padre puso en las manos de su niño las herramientas para la creación: le dio hojas, lapiceros, plumas, crayolas, acrílicos y luego lienzos, no para hacerlo artista sino para que se involucrara en la experiencia del arte. Cuando me platicó esto vimos en un rincón del gran salón, donde se efectuaba la Feria del Barro, mesas con talleres. Varios niños pintaban las figuras en barro. Debemos ver más hacia lo nuestro, reconocer el talento de los comitecos. La sociedad debe acuerpar las manifestaciones culturales de nuestra localidad. Debemos dejar de ser malinchistas. La obra que realizan los artesanos del barro contiene una historia de siglos, es la estafeta que han recogido los de hoy, la cinta de luz que ha pasado de generación en generación. Sabemos que los gobernantes no privilegian el aspecto cultural. Somos hijos de un país tercermundista, la mayoría de gobernantes nunca ha tenido la experiencia vital de acercarse al arte, por esto consideran que la cultura es algo irrelevante. Por el contrario, en sociedades de primer mundo saben que la cultura es esencial para el crecimiento intelectual. La cultura se convierte en un aporte esencial del PIB. Nuestros pueblos patean el pesebre de oro. Posdata: me encantó saber que en días pasados la franquicia del pollo KFC reconoció el talento de tres jóvenes deportistas comitecos que han puesto en alto el nombre de Comitán. Apenas llegó Kentucky Fried Chicken entregó trofeos a Baldomero Gutiérrez Peña, a Iván Alejandro Tovar Torres y a Fernanda Robles. Honrar ¡honra! ¡Tzatz Comitán!