viernes, 27 de diciembre de 2013

AHÍ VIENE LA A





A veces divido el mundo en dos. Ayer lo dividí en mujeres que son como un diccionario mojado y mujeres que son como la letra o.
La mujer letra o es una mujer políglota y sorprendente. No está en el mar, pero sí en la ola. Su deporte favorito es jugar bolos, pero odia a éstos cuando se quedan durmiendo sobre las mesas por exceso de güisqui.
Ella no canta, pero está en el canto; ella no danza pero está danzando. ¿Confuso? ¡No! Ella es mujer río de nubes sin contaminantes. Por esto digo que ella es sorprendente e inesperada. No está en la tecla, pero sí en el piano. No está en el yate ni en el tren, pero sí en el auto.
Ella (ya lo imaginó el lector) no es bulímica, al contrario, ella es redondita como una dona de chocolate o como una pulsera de oro. Por esto, sus amados la llevan en el corazón como se lleva una botella de agua, como se canta a la hora del karaoke, como se pone el antifaz en carnaval.
Se lleva bien con sus primas, las demás vocales. No le queda de otra. Ya lo dice el dicho que prima y mortaja ¡del cielo bajan! Tiene comportamientos atípicos. Ella no baja las escaleras, ella ¡rueda! Rueda como sonrisa en tobogán, como panza de orangután, como sombra de culo de botella, como ojo de ojal.
Ella, desde hace tiempo, emprendió una campaña de limpieza étnica lingüística. Su grito de batalla es que no haya una sola palabra con o que no tenga la forma perfecta del aro, del círculo y de la conferencia. Se le hace una burrada que ese estúpido flaco lleve una o en su estructura. ¿Cómo es posible que un flaco lleve esa letra tan gordita? ¿Por qué la luna no lleva una o en su nombre cuando está en su fase de luna llena? ¿Por qué el mundo es tan absurdo?
La mujer letra o es como un pez a la hora de la vigilia, como un cactus en medio del aire. Se asfixia a la hora que mira los árboles llenos de alas, a la hora en que el ángel se oxida a mitad de una carretera.
No tiene empacho en jugar a ser dedo sin ser dedal, en ser novia de un estrellado sin estrella. No tiene inconveniente en ser como los otros, siempre y cuando no tenga que ver hacia atrás. Ella es soberbia porque cuando el sol desaparece ella no se apaga, ella sufre ¡un apagón!
¿Quién es el mejor amigo de la mujer letra o? ¿Quién puede atreverse a decir algún nombre? No es el mar, ni la luna ni la estrella. No es la luz, ni la blusa ni la casa.
Le encanta mirar los edificios pero no puede caminar en las calles, ni en las banquetas ni en los puentes. Para disfrutar el viento, ella debe caminar por los ríos. Los ríos son su único territorio afable, su único cantón.
A veces divido el mundo en dos. Mañana lo dividiré en mujeres que son como resorte de calzón y mujeres que son como un sostén roto.