viernes, 24 de junio de 2011

EL HOMBRE QUE TROPEZÓ DOS VECES CON LA MISMA PIEDRA DEL CIELO




Y si fueras un gran actor ¿por quién te gustaría ser dirigido en una película? ¿Woody Allen o Martin Scorsese? Y si fueras personaje de novela ¿por quién te gustaría ser inventado? ¿Carlos Fuentes o Mario Vargas Llosa?
Los entrevistados de Hernán Becerra Pino deben sentir un poco el agua de esta lluvia. El periodista llega con sus entrevistados con el aval de dos premios nacionales, precisamente en el género de entrevista. ¿Entonces Hernán es como la última coca cola en el desierto? No debe ser tanto, pero sí es un hombre que lleva en su alforja una bitácora llena de nombres y testimonios notables. Su larga carrera en el periodismo le permite hablar de cien lugares del mundo y de mil personajes.
¿Cuál es la principal virtud de Hernán? Tal vez la respuesta está en la huella de su libro más reciente: “Chiapas entrevistado”. ¿Qué sustancia hace la diferencia entre una entrevista u otra? ¿Por qué un ser humano se atreve a hablar como si estuviese en un confesionario, a sabiendas de que el entrevistador jamás guardará el secreto de confesión? Cuando el entrevistador logra la entrevista no se conforma con compartir el chisme con el vecino o con el carnicero a la hora de comprar el retazo con hueso, corre a publicar el secreto para que éste vuele por mil cielos.
Se sabe que las cosas íntimas sólo se comparten con los íntimos. ¿Cómo Hernán logra derribar muros y penetrar en la intimidad de sus entrevistados? Sin ser íntimo de Hernán me atrevo a sugerir que su principal virtud (principal defecto, al mismo tiempo) es su terquedad. ¿Ustedes conocen al cuicuil? ¿No? El cuicuil es un animalito que está friegue y friegue a la ladilla. Hernán tiene un mucho de esos hombres agua que están jode y jode a la piedra hasta que ésta comienza a agrietarse. ¡No de otra manera puede conseguirse una entrevista con los grandes personajes que Hernán ha logrado entrevistar! Imagino, sólo imagino, que Hernán es experto en el arte de la seducción y en el arte de la guerra. Posee las herramientas que nos legaron Don Juan y Sun Tzu. En sus manos está el secreto de la llave que abre candados y corazones. No sé cómo Hernán logra ir quitando las vestiduras, algunas de fierro, otras de seda, hasta que su entrevistado se encuentra desnudo sin pena, porque, a semejanza de aquel cuento infantil del Rey y el traje invisible, Hernán promete luz y brillo. Su mayor virtud es su terquedad, ser, lo que en Comitán, llamamos “un metidito”. Ya lo dije, en esta virtud está enredado su máximo defecto. Hernán no cae bien a todos, la monedita que lleva entre las manos no es de oro. Lo que sus detractores no saben es que mucha gente, en Chiapas y en otras partes de la república, plantea la interrogante: si fueras un personaje importante ¿por quién te gustaría ser entrevistado? ¿Elena Poniatowska o Hernán Becerra Pino?
Hernán presentó hace años el libro “México entrevistado”, hoy, para fortuna del estado, presenta “Chiapas entrevistado”, que es un poco decir que Chiapas está hecho no sólo de sus ríos, sus montañas, sus pueblos, sus textiles, su comida y sus cielos azules limpísimos. Chiapas también está hecho de sus palabras, de las palabras que a diario caminan por sus plazas, por sus templos, sus mercados y sus confesionarios. Y si en este libro hay personajes importantes puede ser que no lo sean tanto por su peso específico sino porque, alguna tarde, en alguna sala, fueron entrevistados por Hernán. Ser distinguido con el Premio Nacional de Periodismo es una distinción que a pocos les es conferido; ser distinguido en dos ocasiones con el mismo premio ¡es un acto imposible de repetir en el mismo siglo! ¿A poco don Mario Vargas Llosa tiene posibilidad de ser nombrado Premio Nobel de Literatura por segunda ocasión? ¿Qué prodigio hizo que Hernán lograra dos veces la misma distinción? No lo sé, pero creo que es por esa virtud y defecto que posee: es metidito, metidito y terco ¡como él solo!


(Hernán Becerra Pino presentó su libro: "Chiapas entrevistado", el jueves 23 de junio de 2011, en la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez, de Comitán. La Sala estuvo llena y fue acompañado por poetas y escritores como Mario Nandayapa, Hernán León y María Antonieta Alvarado de Utrilla).