sábado, 27 de diciembre de 2025

CARTA A MARIANA, CON PLAZOS CUMPLIDOS Y LOS POR CUMPLIR

Querida Mariana: acabó el 2025, ya viene el 2026. Se terminó el año dedicado a celebrar el centenario del nacimiento de Rosario Castellanos, nuestra pichita amada; ahora inicia la celebración por el centenario del nacimiento del poeta Jaime Sabines. Dije en el noticiario de Iván Ibáñez, maestro de la comunicación, que era relevante pensar que en Chiapas se festeja a dos poetas, dos grandes poetas, que han dado lustre a nuestra tierra. Hace tiempo, el escultor Luis Aguilar me comentó que Chiapas es, en el plano cultural, una esencia de primer mundo. Es cierto, en el plano cultural, Chiapas es riquísimo. Por esto duele que no tenga el desarrollo que se merece, que siempre esté en los primeros lugares de subdesarrollo en diversos rubros como educación, salud y bienestar social. Chiapas por su tradición cultural merece más, debería estar a la altura de la grandeza que heredó. Aunque, ahora que lo digo pienso que, tal vez, nuestra herencia también trajo en el paquete las rémoras que seguimos cargando. Da pavor pensar que Chiapas es el estado del país que tiene más consumidores de Coca Cola. De poco sirvieron las campañas sanitarias que Rosario Castellanos y sus compañeros de trabajo realizaban en Los Altos, a través del títere Petul. El hecho de que el 2026 sea Año Jaime Sabines permitirá (espero) que su obra sea leída y releída. Jaime es un poeta que aman los chicos y chicas desde siempre. ¿Recordás su participación en el Palacio de Bellas Artes, en la CDMX, en los años sesenta? La sala se abarrotó, el vestíbulo se abarrotó, fue necesario que pusieran pantallas gigantes para que la audiencia disfrutara el recital, al aire libre. Iván Ibáñez dice que es el único Rockstar de la poesía mexicana que conoce, alguien que arrastra multitudes con el influjo de su palabra. Uno entiende que dicho espacio cultural se abarrotara el día que se presentó el cantante Juan Gabriel, porque la música seduce a miles y millones de escuchas, pero fue inédito que un poeta lograra tal prodigio. Sabines lo logró, sigue cautivando a chicos y chicas que se acercan a sus poemas. Cuando un chavo abre un libro de sus poemas y se topa con el de “Los amorosos” algo encuentra en esos versos, el chico termina rendido ante su genio. Un genio (hay que decirlo) que no está dentro de la corrección sintáctica, un genio con una lámpara que nunca fue de salón exquisito. Hay muchos críticos que sostienen que la poesía de Sabines es coja, que tiene algunas piedras lingüísticas, pero esto le vale una pura y dos con sal al lector que se siente identificado con esos versos sencillos, con un ritmo de bachata sensacional. El 2025 sirvió para recordar a Rosario Castellanos. Chiapas (también hay que decirlo) le quedó debiendo, asimismo, en su tierra, Comitán, no se le celebró como ella merecía. Si vamos a comparar debemos decir que en la UNAM tuvo más reconocimiento, uno a la altura de su genio. Basta mencionar que Gabriel Guerra Castellanos, el hijo de Rosario, permitió que especialistas entraran a su casa para abrir las cajas que estaban selladas desde la muerte de Chayito y mucho antes. Los especialistas encontraron hallazgos sorprendentes, entre papeles, objetos y fotografías. Con este material prepararon una magna exposición en el Colegio de San Ildefonso, de la CDMX, que estuvo expuesta del 24 de abril al 24 de agosto 2025, que fue visitadísima. En Comitán tuvimos una mediana réplica que no fue visitada. ¡Cómo no! La expo en San Ildefonso abrió con una de sus máquinas de escribir mecánica; es decir, con un objeto que le sirvió para escribir muchos textos. Una verdadera reliquia. ¿Sabés qué pusieron en Comitán? También una máquina, pero que no fue de ella. ¿Quién sabe en qué bodega la fueron a pepenar?, estaba sin algunas teclas, toda “sholca”. Qué pena. A mí ni me quedés viendo, porque Arenilla, en nombre de Comitán, sí le cumplió a Rosario. Durante todo el año, en transmisiones en vivo, Dora Patricia Espinosa y yo leímos el libro “Cartas a Ricardo”, para compartir con la audiencia de todo el mundo. Dijimos que lo hacíamos desde el plano modesto de sencillos lectores comitecos, porque no somos expertos en vida y obra de Rosario, pero dejamos de manifiesto que poseemos un mojol que no tienen los estudiosos del mundo: nosotros conocemos el entorno donde creció Rosario. Ahora le toca el homenaje al tuxtleco Sabines. Estoy seguro que le ofrecerán homenajes en todo Chiapas y más allá, porque, insisto, es un poeta conocido, querido, respetado por miles y miles de lectores y de lectoras. Ahora, digo yo, con mayor énfasis, corresponde a sus paisanos de Tuxtla rendir los mejores actos. Los que saben dicen que Jaimito (no el cartero, sino el poeta) no tiene museo en su ciudad natal. Rosario ya tiene su museo en Comitán. Bueno, parece que ahora, por el Centenario de su Nacimiento, la ciudad de Tuxtla Gutiérrez debería construir su museo. Una buena museografía, con la tecnología actual, puede hacer que su museo sea una joya. Imagino, sólo imagino, al poeta, en una imagen de holograma, diciendo alguno de sus poemas, con esa voz profunda, de eco de gruta. ¿Y en Comitán? Por supuesto que debe honrársele, sobre todo, como una muestra de agradecimiento permanente por habernos regalado un poema maravilloso. Digo que la música está por encima de la poesía. Por esto, más comitecos y comitecas cantan la canción “Comitán”, de Roberto Cordero Citalán y pocos paisanos dicen en voz alta el poema que escribió Sabines y que comienza así: “¿Cómo puede decirse un amanecer en Comitán, en mayo, en la quietud, en la frescura, en el aire?” Poema soberbio, grandioso. Siempre he pensado que Jaime inició este poema cuando caminaba por la bajada de Guadalupe, recibiendo la bofetada amorosa del viento que sube desde La Ciénega. No me hagás caso, es una chaqueta mental, pero cuando camino por ahí, siempre llega a mi mente el inicio del poema y lo digo en voz alta, aunque la gente que camina a mi lado piense que estoy desvariando. La poesía es un potente “desvariador”, maravilloso elíxir vital. Posdata: se termina el 2025. ¿Decimos adiós a Rosario y le damos la bienvenida a Jaime? A nivel oficial así se advierte. En la papelería oficial desaparecerá la leyenda “Año de Rosario Castellanos Figueroa”, será sustituida por “Año de Jaime Sabines Gutiérrez”. El nombre y la obra de Sabines estará en muchos actos culturales. En Arenilla supimos desde mucho antes que el año sería dedicado a él, para celebrar su cumpleaños número cien. Como Jaime es una figura reconocida a nivel nacional no nos preocupamos de más, lo celebraremos, pero nos ocuparemos de alguien más modesto, igual de grandioso: el comiteco Armando Alfonzo Alfonzo, quien también celebra su cumpleaños número cien. Por esto, porque Comitán debe rendir homenaje a sus cercanos, hemos decidido, con el apoyo generoso de las personas e instituciones que se unen, leer la obra de AAA durante todo el año, en transmisiones en vivo, todos los viernes del año, de cuatro a cinco de la tarde. Lo haremos porque, ya lo dijeron los expertos, la mejor manera de honrar a escritores es ¡leyendo su obra! AAA fue un comiteco que amó profundamente su tierra, quien, a través de sus libros, preservó el carácter de nuestro pueblo, simpático, irónico, jocoso, dicharachero, ingenioso. Que vivan Sabines y el triple A. ¡Tzatz Comitán!