sábado, 30 de abril de 2011

LA RESISTENCIA



"Es Sabato o Sábato", preguntó la alumna del Taller de Creación Literaria. Debí aclarar que el apellido es italiano, por lo que se pronuncia Sábato, pero no lleva tilde. Y hoy, el mundo se despertó con la noticia de que Ernesto Sabato murió. Tenía noventa y nueve años de edad, le hartó la vida y no quiso el festejo demencial que, sin duda, se daría por sus cien años. Estos tendrán que conmemorarse ya sin su presencia. Porque, a final de cuentas, los escritores son su obra y ésta, si es como la de Ernesto, ¡es inmortal!
El jueves 5 de mayo integrantes del Centro Chiapaneco de Escritores nos reuniremos. Lo haremos para participar en el Foro Académico del Onceavo Festival Internacional de las Culturas y las Artes Rosario Castellanos. Muchos de mis compas viajarán desde la ciudad de México, Tuxtla Gutiérrez, Veracruz y San Cristóbal de Las Casas. Cuando me tocó ser becario del CECHE recibí un Taller impartido por el Doctor Heberto Morales Constantino, en ese tiempo el Dr. Morales radicaba en Estados Unidos y allá impartía cátedra en una Universidad. Con él estudiamos una obra de Sabato: "El Túnel". Pero esto fue en 1993, pronto hará ya veinte años. Por mi cuenta seguí leyendo algunas obras del autor. Hace poco cayó en mis manos un libro con el título "La Resistencia" (y si digo que cayó en mis manos, lo digo de manera literal. Limpiaba un librero de la biblioteca de la Universidad donde laboro y un bonche de libros cayó al suelo, moví las manos y sólo alcancé a salvar un libro del abismo del suelo, el de Sabato).
En el libro, Sabato reflexiona sobre la miseria de estos tiempos. Dice que un día recibió la carta de un joven que le decía: "Tengo miedo del mundo". Las páginas del libro están llenas de temor, pero, también, de un filón de oro: la esperanza. Sabato sostiene que "La resistencia" fue el lema de su vida. ¿Qué es resistir? Sabato confiesa que él no puede definir el concepto, si lo tuviera saldría a las calles a proclamarlo.
Ante el miedo de vivir en este mundo de miedo ¿qué puede hacer el hombre común?
Sabato dice en el libro que a veces se levantaba con una esperanza demencial, con el hilo de que una vida más humana estaba al alcance de las manos. Por ello escribió este libro, por ello los demás libros de su vida. Por ello, tal vez, ayer dio la vuelta a la esquina. Él, gran conocedor del alma humana, sabía que así como la luz no da vuelta en las esquinas tampoco lo da la vida que la ilumina.
Cualquiera diría que su corazón "ya no resistió", pero tal vez la respuesta que buscaba está enredada en el misterio de la muerte y resistir no es más que torcer la esquina para caminar por otros senderos.
El 5 de mayo nos reuniremos integrantes del CECHE. El túnel, desde que fuimos becarios, nos ha seguido porque somos buscadores de esa luz al final. La misma luz que hoy Ernesto tiene en las manos. Mientras tanto pronunciamos Sábato sin ponerle tilde.