jueves, 18 de abril de 2024
CARTA A MARIANA, EN LA MATÍAS
Querida Mariana: cada etapa escolar tiene su brillo. El otro día entré a la escuela Fray Matías de Córdova, institución donde cursé mi primaria. Al entrar me topé con una galería donde están todos los directores y directoras que han formado parte de su historia, el veterano es el maestro Víctor Manuel Aranda León, quien fue el director en mis tiempos y que todo mundo recuerda con admiración y cariño. Fue un maestro genial.
Quien aparece en la foto es Don Manuel García Morales, el intendente, quien lleva más de 25 años de servicio, un cuarto de siglo. Don Manuelito, así lo percibí, es muy querido. Me contó que en una ocasión tuvo una urgencia que lo obligó a ir a un hospital en Tuxtla, apenas entró, todo desorientado, cuando vio que una doctora se le acercó, lo abrazó y le dijo: Don Manuelito. Era una ex alumna de la Matías. Todo fluyó en armonía, ella lo cuidó, tal vez con la misma dedicación con que él la trató en su infancia.
No recuerdo quién fue el intendente en mi infancia, mi mente no registra el Manuelito de aquel tiempo. Sí recuerdo a mis maestros: el maestro Óscar en primero y segundo; el maestro Beto, en tercero; el maestro Javier, en cuarto; el maestro Juanito, en quinto; y el maestro Luis, en sexto.
Entré a mi escuela (nosotros llegamos al nuevo edificio cuando estábamos en quinto) y al ver un tablero de cristal recordé que la cancha estrenó tableros de cristal, que eran una novedad en el pueblo. Los tableros fueron donados por la Pepsi, digo esto porque el logotipo de la empresa refresquera estaba en el centro y cada vez que tirábamos el balón a la cesta recibíamos el mensaje subliminal. Ni falta hace decir que en la tiendita escolar sólo vendían Pepsi. Lo que sí hace falta decir es que, antes, la tiendita la atendían los maestros y los alumnos ayudábamos. Hoy existen dos cafeterías y un comedor donde los niños toman su refrigerio, cómodamente sentados. Nosotros buscábamos un rinconcito para sentarnos en alguna grada.
Ya dije que la galería de directores la preside el maestro Víctor. ¿Quiénes son los demás? Los maestros Carlos Pinto, Rutilio Domínguez, Raúl Cancino, Marcelino Díaz y mi querido compadre Luis Campos; y las maestras Dolores Guillén y María del Socorro Sosa López. Estos nombres sintetizan las líneas directrices de nuestra escuela. Don Manuelito ha trabajado con la mayoría de ellos.
Posdata: al entrar a espacios donde pasamos muchas horas de vida algo se remueve en el espíritu, comienzan a aparecer rostros, sonidos, sentimientos, alegrías y frustraciones. Sabines recomendó no volver a los lugares donde fuimos felices, porque la vida tiene una niebla indescifrable. Vi a unos niños que corrían por los pasillos y otros que hacían trabajos manuales, en ronda, sentados en el piso. Recordé un trabajo que hicimos, una bolsa, tejida con hilos de plástico, muy delgados. Los extremos se pegaban con el calor de un cerillo prendido. Recordé entonces que tuve compañeros que eran felices con el deporte, yo fui feliz haciendo manualidades. Esa certeza pepené al entrar a mi escuela primaria, cincuenta y seis años después de mi egreso
Posdata: me despedí de Don Manuelito, quien tiene cincuenta y un años de edad y veinticinco de trabajar como intendente, ha pasado la mitad de su vida en la gloriosa Matías.
¡Tzatz Comitán!