domingo, 28 de diciembre de 2025
CARTA A MARIANA, CON WOODY WOODY
Querida Mariana: Quique me obsequia libros. A veces me manda un mensaje avisando que está en CDMX e irá a Gandhi. ¿Qué libros querés?, dice.
Cuando estudiamos en el entonces Distrito Federal, años 70, él y yo íbamos a ferias de libros. Comprábamos libros, nos los prestábamos. Vivíamos en el mismo departamento, así que los ejemplares, por así decirlo, eran comunitarios.
Cuando él quedó allá y yo regresé al pueblo, Quique me enviaba libros, con la siguiente dedicatoria: “Para que no te oxidés”. Tenía razón, siempre la ha tenido. La ausencia de lectura ¡oxida! Los grandes lectores necesitamos practicar la lectura todos los días, mejor si se puede a todas horas. Los deportistas practican el ejercicio todos los días, los lectores hacemos lo mismo con la lectura.
Hace dos o tres días me envió un mensaje: “Pasá por un libro y por una cachucha”. Pasé a su oficina. La cachucha fue una belleza que trajo de Japón (la ironía es que una etiqueta dice que fue hecha en China) y el libro tiene la siguiente dedicatoria: “Mi querido Molis, aquí tenés a tu cineasta escritor”. El libro es la primera novela que escribe Woody Allen “¿qué pasa con baum?” Al comenzar a leer me di cuenta que Baum debió escribirse con mayúscula en el título, porque es el apellido de Asher, el protagonista de la historia.
Entendí la dedicatoria. Woody es un cineasta escritor o viceversa. Siempre he dicho que yo soy el Woody Allen de la literatura comiteca, porque me he propuesto publicar un libro cada año, así como él presenta una película cada año. Ahora, Woody nos presenta su primera novela; el gran director y actor de cine le entró a la literatura. ¿Su primera novela? Woody ha escrito decenas de guiones para sus películas; no es un escritor novato; al contrario, es un escritor con gran experiencia. Ahora decidió imitar al Molinari y, en lugar de presentar una película, presentó una novela. ¿Publicará cada año una novela, al lado de una película? ¿Por qué decidió en lugar de volver película el guion publicarlo en forma de novela? Ah, misterio. Cuando conocí la noticia casi casi puse la cara que está en la portada de su libro, que no es otra cosa que la imagen del famoso cuadro “El grito”, de Edvard Munch. Yo buscaba en el Internet la noticia de su próxima película y, ¡oh, sorpresa!, el tal Woody apareció con un libro. Este libro formaba grandes montañas de ejemplares en la Feria Internacional del Libro 2025, en Guadalajara. Era una de las novedades y vi a muchas personas que tomaban un ejemplar, le daban una vuelta y hacían fila en las cajas para pagar y llevárselo a casa. Asimismo, cuando Dora Patricia Espinosa y yo estuvimos en la CDMX y entramos a la Gandhi nos topamos en la entrada con una montaña hecha con ejemplares de “¿qué pasa con baum?” Hubo suerte, acá encontré mi ejemplar, por cortesía de mi compa, que es un poco como Don Rami Ruiz, el de la “Proveedora Cultural”, Quique es el proveedor de librincillos del tal Molinari. ¡Bien! Que Dios le dé mucha paga y siga siendo generoso conmigo. Acepto libros y carros nuevos (no de juguete, autos para conducir por las calles de Comitán).
¿De qué va la novela de Woody? Cuenta la historia del tal Baum un escritor que no logra el éxito que espera y que tiene una peculiaridad: habla solo. Tiene unas conversaciones intensas con su otro yo. Él piensa que su otro yo es su mejor interlocutor. ¿Tiene razón? Se pregunta y se responde. Es un juego intenso, pero dramático, como si el otro fuera el “abogado del diablo”.
Posdata: sabés que a veces soy mamila, ahora lo comprobarás. En la torcedura final de la novela de Woody hallé que, hace años, escribí un cuento con la misma temática, algo que tiene que ver con el plagio. Bueno, ya lo dijeron los expertos, ya todo se dijo, la única diferencia es la forma como se cuenta. Me dio gusto ver que el gran Woody tomaba un tema que también yo había abordado. Acá no puede hablarse de plagio, porque mi cuento lo escribí antes que Woody escribiera su novela y tampoco lo contrario, porque Woody no sabe que existo. El inconsciente colectivo contiene todo: el pasado, el presente y el porvenir. Ahí está el magma creativo.
Disfruté la novelilla de Woody, su primera novelilla. El autor es el mismo creador de los guiones de sus películas, hay ironía, desviaciones donde todo parecía derecho.
¡Tzatz Comitán!
