El Congreso de Chiapas entregó recientemente la medalla Rosario Castellanos.
La Comisión Dictaminadora se quejó de ausencia de nombres de mujeres en las propuestas. Yo agregaría que hizo falta más propuestas que incluyeran a chiapanecos. Tal vez el nombre chiapaneco más sonado fue el de Mario Nandayapa. Al final, la Comisión se inclinó por Monsiváis.
Coincido en el reclamo de la Comisión, la inclusión de mujeres talentosas como aspirantes fortalecería el reconocimiento.
Con frecuencia se habla de Rosario como una mujer a favor de las causas feministas.
Mario Nandayapa sabía en lo íntimo que no le darían el reconocimiento. No por falta de méritos, ya que, en los últimos tiempos, se ha mostrado como un estudioso dedicado. Le falta tiempo. Estas preseas están destinadas a gente que ha dedicado "toda una vida" a la creación. Llegará el tiempo en que Mario poseerá el mérito del "tiempo". No hay muchos elementos que apuntalen lo dicho, pero la vida así es y a veces no tiene muchos argumentos racionales que la justifiquen.
Creo que en Chiapas sí hay un hombre que ya merece este reconocimiento. Óscar Bonifaz, además de ser íntimo amigo de Rosario Castellanos, ha dedicado muchos años al estudio de la vida y obra de Rosario. Ricardo Cuéllar Valencia y otros destacados intelectuales han tenido acercamientos deslumbrantes en cuanto al conocimiento de la obra de la escritora, pero, sin duda, nadie tiene la cercanía que posee Óscar.
Ojalá que el próximo año, las instituciones culturales de Chiapas, y de Comitán sobre todo, propongan a Óscar Bonifaz para recibir tal distinción.