martes, 21 de octubre de 2008

Niñito

A mí no me gusta el santuario del Niñito Fundador. Pero esto es cosa de gustos, tal vez cosa de nostalgia. A mí me gustaba más como era antes. El santuario estaba al fondo de un jardín (esto me provocaba algo como una cercanía al lugar en donde está la Virgen de Fátima). Pero un día transformaron el espacio y lo que era un espacio al aire libre se convirtió en un salón cubierto (dicen que Hernán Pedrero lo remozó como una manda por un favor concedido. En ese tiempo Hernán estaba en el candelero político y buscaba la diputación federal por este distrito). Pero, insisto, debe ser cosa de gusto, de sabor por las cosas auténticas.
El domingo pasado fui al santuario y descubrí algunos lugares intocados.
El día de hoy es el día del Niñito Fundador. Una imagen muy venerada ya que le atribuyen muchos milagros.
A las cinco de la tarde salí a caminar por el centro. Fui a comprar unas pinturas para comenzar a pintar las cajitas que acostumbro decorar (desde abril he estado en ayuno por la chamba tan intensa, pero parece que, gracias a Dios, ya volveré a tener ratos para pintar. Gracias, mi Dios)y me topé con un grupo en peregrinación que llevaba la imagen del santo. Detrás de una camioneta donde iba trepado un grupo de mariachis, iba otra con la imagen de bulto, y detrás de esta camioneta un contingente más o menos numeroso de personas.
El santuario está frente al Colegio Mariano N. Ruiz, frente al edificio donde estudié la secundaria. Cuando teníamos exámenes acostumbrábamos entrar al santuario, hincarnos frente a la imagen del niño y le implorábamos nos iluminara con su sabiduría para aprobar los exámenes. Yo siempre comprobé que cuando no había estudiado el santo no hacía el prodigio, tal vez me quería dar una señal, tal vez me quería decir que él podía todo pero que no me iba a consentir demasiado. Creo que a Hernán tampoco se le cumplió su deseo de ser diputado. ¡Quién sabe por dónde anda ahora! No sé si acostumbra darse una vueltecita por la casa del niñito cuando anda por este pueblo.