sábado, 6 de diciembre de 2008

Hay tardes


Hay tardes de cristal.
Ayer, por ejemplo, fui con Paty a la oficina. Nos pusimos a trabajar en el diseño de los Cuadernos Universitarios. Esta Colección editorial de la Universidad Mariano N. Ruiz es una ventana más. Iniciamos con dos Series (Dios mediante las presentaremos el próximo martes 16 de diciembre).
Los dos primeros números serán: En la Serie Creación un título que se llama "Un Àngel llamado Pavitto", un pequeño librincín con tres cuentecillos míos; y en la Serie Testimonio presentamos el testimonio de Gerardo Coello Aguilar, "El hombre de hule", quien fue portero de la Selección de Fútbol de Comitán durante muchos años.
La serie Testimonio tiene la pretensión de ser un mínimo aporte a la historia colectiva. Es como una pincelada que no agota, al contrario, incentiva a conocer más. Es como una viñeta que da un vistazo a la historia personal de un personaje. Es la demostración precisa de que una comunidad se hace con el aporte diario de cada uno de sus habitantes.
Ya llevamos avanzados los trabajos de esta Serie. Si Dios así lo permite, para el próximo año de 2009 presentaremos esos trozos de vida. Dentro de nuestros primeros testimonios tenemos a don Caralampio Morales (un hombre que vive y ha vivido en el barrio del Cedro y es famoso porque ha curado a muchas personas sin tener un título médico profesional); a Caro Bibi (un chilango que llegó a vivir a Comitán desde hace mucho tiempo y que, en algún tiempo, fue boxeador profesional); y así muchos más.
Por eso insisto, a veces hay tardes de cristal. Y no se trata de aquéllo que "todo es según el color del cristal con que se mira". ¡No! Se trata de que hay tardes donde el cielo es transparente y la luz no es más que una ardilla translúcida que brinca de nube en nube.
La tarde ayer fue de cristal. Gracias a Dios.