En Comitán se habla de las esculturas, con intermitencia. En el foro de Comitecos punto com ha vuelto a aparecer la discusión.
Para los lectores que leen este cuaderno en otros lugares debo decir que el escultor Luis Aguilar propició una serie de encuentros internacionales de escultura. En dichos encuentros escultores de todo el mundo crearon obras que se quedaron en la ciudad. Como no existen espacios adecuados para tales obras las "amontonaron" en varios lugares. En el Centro Histórico están diseminadas por los andadores.
Paso con frecuencia al lado de las esculturas hechas en lámina. Hay algunas que significan un riesgo de accidente. Tienen salientes peligrosos para los caminantes (algún espíritu caritativo colocó un esparadrajo en un pico que podía quitar un ojo a un caminante despistado).
Coincido con aquéllos que insisten en que dichas obras deben colocarse en otro lugar. Asistí a una exposición de motivos, donde Luis Aguilar presentó al Cabildo Municipal el proyecto de un espacio cultural donde -de construirse- podrán colocarse estas esculturas. Mientras ese momento llega es necesario que la autoridad municipal dé una solución a esto que ya es un problema. En lugar de provocar un regocijo estético el amontonamiento escultórico crea la sensación de estar frente a uno de esos tiraderos que se llaman "deshuesaderos".
