viernes, 17 de diciembre de 2010

INSTRUCCIONES PARA CUANDO EL TIEMPO NO ALCANZA




1.- Estirar el tiempo hasta que sea como una melcocha; luego enredar la cinta de miel concentrada sobre un atado de panela con cacahuate y sentarse a comerla en una banca del parque. Imaginar que el horizonte también es una cinta de caramelo que retoza en la cima de la montaña.
2.- Abrir una Cuenta Perfiles en Banamex y depositar segundos y minutos cada día. Cuando la fila esté muy cargada en las ventanillas de depósito regresar a casa y guardar la inversión en un cochinito de esos que venden en las zacatecas de la Feria Grande. Bajo protesta debe hacerse el juramento de que nunca se romperá el cochinito ni se utilizarán los fondos de la inversión, a menos que el universo comience a contraerse.
3.- Visitar, de vez en vez, los monasterios y, en las celdas de los frailes, raspar las paredes para rescatar aquel tiempo perdido que los santos lloran. Lo mismo puede hacerse en los conventos, con respecto a las santas, pero en estos últimos lugares es necesario comprobar que la celda esté vacía, porque de lo contrario se perderá más tiempo al estar con una mujer.
4.- Siempre es conveniente, para no perder tiempo, cargar con la patria a todos lados. Esas inacabables discusiones acerca de conceptos patrióticos perjudican el concepto lineal del tiempo.
5.- Visitar cualquier bazar y comprar un reloj antiguo inservible. Siempre fortalece al tiempo saber que hubo un tiempo pasado que está detenido en el presente.
6.- Inventar un sustituto del Viagra para que el tiempo se pare y abandone su carrera loca. Visitar lugares donde el tiempo parece suspendido: panteones, patios de casas abandonadas y cuerpos de mujeres viudas. Asimismo sembrar árboles de atardeceres en la parte posterior de la casa (si la vivienda es un departamento pueden sembrarse plantas de vuelo de paloma en la azotea).
7.- Participar en maratones de cuentos o de novelas. Enrollar las hojas de los libros y convocar al Espíritu Santo para que les conceda la gracia del cenzontle y del delfín.
8.- Reunir a multitudes y arengarlas desde lugares insólitos: el techo del Arca de Noé, la rama número catorce del Árbol del Bien y del Mal, el fondo de la taza de café de Nelson Mandela, la hebilla del cinturón de miseria, las agujetas color de rosa de la zapatilla de la Cenicienta o la esquina más próxima del agujero negro más próximo.
9.- Solicitar al Congreso Local de Chiapas que los diputados, en lugar de levantar el dedo, levanten el tiempo que, como hojas secas en otoño, se les cae de las manos (se sugiere que lo coloquen en el depósito de reciclados).
10.- Desechar palabras “quitatiempo” del vocabulario regular: perfecto, nada, algo, no, final, pecado, oscuro, odio y distancia (todas estas palabras pueden sustituirse por: Dios). Por ejemplo: “Nadie es perfecto” por “Nadie es Dios”; “Llegaré al final” por “Llegaré a Dios”. Las demás quedan de tarea.