viernes, 11 de marzo de 2011

INSTRUCCIONES PARA NO CAER EN EL ENGAÑO



1.- Si la amada viaja de la ciudad de Comitán a la ciudad de México, cinco días antes de la boda, y regresa con la mirada luminosa y la sonrisa de colibrí, recordar que ya existen clínicas donde reconstruyen hímenes.
2.- Si de pronto un viejo se detiene ante una sex shop y curiosea por los aparadores con mirada inocente, recordar que a Sigmund Freud se le olvidó decir si la sensación de la etapa oral es la misma en un niño que en un anciano sin dientes.
3.- Observar qué sucede cuando un diputado local se empecina en poner diques a su fluido mental. ¿Corre el riesgo de que su represa reviente e inunde a las curules cercanas y aparezca una idea?
4.- Preguntarse si, cuando una persona suspira por mero instinto natural ¿los pulmones del espíritu resienten un ataque inesperado de nostalgia?
5.- Si siempre que una mujer dice ¡No! quiere decir ¡Sí! y viceversa, descubrir qué lectura debemos hacer cuando ella dice “siempre te amaré”.
6.- Tener presente el apotegma de Borges: “Cuando quiero aprender ¡leo libros con páginas en blanco!”.
7.- Enseñar a las muchachas bonitas que las turas no son buenas, con excepción de la calentura y de la literatura.
8.- Para celebrar la luna de miel, elegir lugares que no tengan algo que ver con Nueva York o con Nueva Zelanda. Lo nuevo no es buen consejero matrimonial.
9.- Al entrar a las oficinas del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes preguntar si el funcionario que atiende camina por uno u otro camino, o es una rara avis que vuela por los dos cielos y no distingue diferencias.
10.- Al estrechar la mano de una muchacha bonita preguntarle si sus palmas están húmedas por sudor o por el rocío de la madrugada.
11.- De vez en vez, preguntarse si no es una estupidez que la ola tarde tanto en llegar a la playa y regrese de inmediato, sin considerar la posibilidad de quedarse a vacacionar, cuando menos una tarde.
12.- Al mirarse en un espejo preguntarse en dónde está la verdadera magia: ¿en el rostro reflejado o en el rostro que permite el reflejo? (recordar que la magia siempre es un truco).
13.- Platicar con los jardineros chiapanecos para que digan qué hacen con todos los poetas que encuentran cada vez que levantan una piedra.
14.- Preguntar a las beatas que asisten temprano a misa, qué muestra el recién inaugurado Museo de Almas.
15.- A la muchacha bonita más a la mano preguntarle qué clase de cruda tiene la mujer que se emborracha bebiendo “París de noche”.
16.- A la entrada de la Cámara de Diputados preguntar, en voz baja: “De los Borges que en el mundo han sido ¿cuántos forman parte de La Historia de la Humanidad?”
17.- Aprenderse de memoria la sentencia que dice: “Quien se emborracha en una taberna no sale tan mojado como quien se embola en una can-tina.”
18.- No olvidar que hay hombres que pasan por la vida como si su cometido hubiese sido cargar el mundo.
19.- A la hora del desayuno, preguntar a los que levantan la basura, por qué, si como dijo Calderón (el poeta, el poeta) “La vida es un sueño”, Calderón (el presi, el presi) se empeña en volverla “una pesadilla”.
20.- Sugerir, en el Primer Congreso de Mega Ciudades, la creación de Ciudades Histéricas Anónimas, a sabiendas que la candidatura de la Ciudad de México para encabezar tal organismo será vista con mucha simpatía.