domingo, 27 de abril de 2014

LECTURA DE UNA FOTOGRAFÍA, DONDE HAY CONSTANCIA DE ALGO COMO UN SUEÑO





¿Es acaso un sueño? “No”, dicen mis paisanos. Ellos cuentan que hubo un tiempo (no tan lejano) que el Centro de Comitán tenía esta placidez. Cuentan que hubo un tiempo en que el ser humano importó más que el automóvil. La gente llegaba al parque y caminaba sin apremio, sin el riesgo de que un automovilista confundiera la calle con una pista de carreras.
Mis paisanos cuentan que este espacio se llenaba de caminantes, de niños que eran llevados de la mano por sus papás. Si estos niños se desprendían tantito, las mamás no se torcían del susto. No existía el riesgo de atropellamiento. Bueno, el único atropellamiento que existía era el que se daba entre niños que corrían detrás de una pompa de jabón.
Cuentan que hubo un tiempo en que Comitán apreciaba la vida. Cuentan que bastaba un ligero conjuro para convocar a las multitudes al rejuego infinito de la vida. Hoy, esta placidez se antoja como un sueño, pero hay paisanos que me cuentan que no fue tal, dicen que esta postal es real, no está “fotoshopeada”. Eran tiempos alejados de la confusión.
Hubo un tiempo en que Comitán vivía en medio de un sitio llamado certeza, un sitio lleno de árboles de limas de pechito y de árboles de chulul. Un tiempo en que la vida era la única cuerda que enredaba la cintura. ¡Ah, qué tiempos! ¡Ah, qué grandeza de hombres y mujeres! Pero, también cuentan, que un día a un presidente municipal se le ocurrió “abrir” este espacio. Cuentan que ahí comenzó la incertidumbre y el caos. ¡Dios mío! ¿Puede “abrirse” de nuevo el corazón y peatonizar esta calle? ¿Puede una pesadilla recuperar el tono afectuoso de un buen sueño?
Algún compa comiteco subió esta postal en el “Facebook”. Cuando la vi mi corazón pensó en abrir sus canales a fin de evitar el colesterol de la bobera. ¡Ah, qué tiempos! ¡Qué mira tan alta la de aquéllos que construían espacios para las personas y no para autos! En algún momento el hombre se olvidó de que lo importante es él y no el chunche.