miércoles, 5 de octubre de 2011

EN SAN AGUSTÍN



NOTA: SERGIO PEÑA ENVIÓ EL SIGUIENTE TEXTO, CON LA PETICIÓN DE QUE SE INCLUYERA EN ESTE BLOG. ¡VA!
Cinco de la mañana y todo sereno. Las maletas están listas y rebosantes. Me dirijo a tomar una combi en la línea Lagos de Montebello - Comitán. Es agradable encontrar compañeros que se dirigen a otras comunidades circunvecinas. Este ciclo será importante para mí porque emprenderé nuevos proyectos. Ayer en el Mesenger encontré una alumna de mi escuela anterior y me dijo “nunca lo podre olvidar por usred es y sera el aestro mas hermoso pok ademas lo nolo kise komo maestro si no komo un propio papa”. ¡La ortografía me mató!
¿Cómo será mi comunidad? ¿Habrá internet? Estas y otras preguntas como: ¿qué tipo de alumnos tendré? La semana pasada me enteré que la mayoría de las personas de la comunidad profesa la religión adventista del séptimo día; por cierto, llevo una pequeña investigación para no estar dormido.
Lagos de Montebello es un espectáculo maravilloso cuando aclara el día. No puedo mencionar uno solo porque quitaría belleza a los demás. Luego de dos horas y media de viaje, una profesora de Primaria me dice: "¡ahí esta su tele!", Con agrado me encuentro en San Agustín, Municipio de Las Margaritas, Chiapas. Vegetación exuberante, un clima gélido y agradable, casas humeantes y techos de lámina… en fin, una estampa panorámica excelente a los ojos de pocos.
El transporte me deja a pocos metros de la entrada a la escuela y los chamacos corren susurrantes. 08:35 de la mañana y la presencia de algunos padres de familia, alumnos y caballos alegran el pórtico. Algunos alumnos corren a recibirme y me dicen: “Buenos días, maestro”. Los padres se apresuran a preguntar qué papeles son los necesarios para la inscripción y su hijo aguarda a su lado esperando la indicación para dirigirse a su salón de clases. Los mayores, que imagino están de tercer grado, corren presurosos tras el balón todo lastimado de tanta aporreada. Otros solo observan mi entrada, mi explicación, mi dirección.
Tan a la mano viene la llegada de otro compañero maestro saludando a todos los alumnos. Es el maestro Víctor quien llegó por permuta un mes antes de terminar el ciclo anterior. Me presento y continuamos con la recepción de documentos. La hora de receso llega y bajamos a la casa de Floridalma quien nos invita el pollo de rancho con frijoles y unas tortillas de mano divinas. Su mamá torteando en el fogón de la casa y con un aroma de dioses.
Es tarde. Nos instalamos en una casa que nos permite el alojamiento. Una colchoneta, la cobija y una almohada de pensamientos me acompañan.