miércoles, 5 de octubre de 2011

VASOS DE CRISTAL FRAGMENTADO




A veces divido el mundo en dos. Ayer lo dividí en: mujeres que son como muñecas de cera, y mujeres que son como muñecas de trapo.
La mujer cera se derrite ante la primera provocación, por ello es buena para acompañar las ofrendas en el altar o en los atrios de los templos donde se invoca el espíritu de la luna. No sirve para hacer caminos en las maquetas. Quien la invita a tomar café caliente se expone a quedarse solo en la cafetería o en la habitación del hotel. Cuando acepta ir a la playa de Puerto Arista lo hace con nostalgia de hallar la flama del afecto.
Quien insiste en estar a su lado debe tener el espíritu de un iglú y mantener su corazón a una temperatura de cero grados.
Ella ofrece sus avenidas enceradas como si fuesen pistas de hielo; asimismo, su cuerpo permite, como si se expusiera a un acupunturista, prender pábilos en todo su cuerpo. Un momento triste es cuando su amado decide terminar la relación y prende todos los pabilos con un cerillo; es triste ver cómo ella se consume poco a poco y entrega al viento su corazón de parafina.
Con ella se puede hacer música pues sus manos son como pentagramas donde se enredan las fusas, semifusas y también las confusas. Por lo regular la mujer cera es aficionada a las percusiones más que a los metales, debido a que le gusta sentir en sus oídos el movimiento frenético de la cerilla.
No es mujer que salga con quien le gusta jugar “quemados” o con algún pirómano. No obstante es masoquista porque su bebida favorita es “París en Llamas” y a todas sus mascotas las bautiza con el nombre de “Nerón”.
Le gusta que su amado sea como un helado de limón para sentir que se derrite en sus labios. Es mujer que, a pesar de los riesgos, le gusta caminar a mitad de la calle, a la hora que el Sol calienta todos los rincones. Se acuesta temprano y no le gusta ir de campamento a la montaña o en las orillas de las lagunas, ni ponerse a aullar a la luna sobre la cima de alguna pirámide como Chincultik o Tenam. Cree firmemente en los horóscopos y en el destino que le marca su amado, siempre y cuando éste tenga el tacto del agua en “baño María”.
La mejor mujer cera para el sexo es la mujer vela por todas las posibilidades de juego y de fuego; la mejor mujer cera para el espíritu es la mujer veladora por todas las posibilidades de iluminar los pasillos más oscuros.
No es difícil saber quién es mujer cera, basta invitarla a prender la lámpara de la alcoba, si lo hace como si se pintara la uña del dedo gordo del pie ¡es mujer trapo y debe ser desechada!
Le gusta creerse bloque de hielo y que su corazón sea acariciado con un dedo en forma de picahielo. A veces, cuando el otoño está en su apogeo sale a las calles y emprende marchas de protesta; se prende carteles en el pecho con leyendas como: “No al calentamiento global y al calentamiento de las habitaciones” o “No me digas que soy el Sol de tu vida porque sólo quiero ser una simple estrella de nuestro cielo”. Por lo regular estas manifestaciones las hace sola y en silencio, mientras la gente, en las banquetas, la ve con cierta mirada de desdén o de conmiseración.
Ella no tiene la culpa, cuando es niña es perseguida por curas pederastas. Es su aroma natural que seduce a los seguidores de Maciel y la confunden con la cera que derrite los pétalos de la virgen.
A veces divido el mundo en dos. Mañana lo dividiré en: mujeres que son como el Puente Chiapas, y mujeres que son como un puente de hamaca sobre el río de Chamic.