viernes, 23 de marzo de 2012

PARA JUGAR A MEDIO DÍA




A veces divido el mundo en dos. Ayer lo dividí en: mujeres que son como cordón umbilical y mujeres que son como pechos de mujer.
La mujer pecho es como la madre de todos los hombres del mundo. Quienes padecen mamitis o no fueron destetados a tiempo ¡son felices al lado de esta mujer! En ella se cumple el dicho de que: “el tamaño sí importa”. Sí importa porque, a pesar de aquella prédica: “lo que quepa en la mano, lo demás es desperdicio”, el hombre es feliz cuando la mujer se desborda en generosidad. Se sabe que todo hombre, en el fondo, tiene un severo complejo de Edipo, por lo que una mujer pecho generosa siempre va a la medida de los deseos.
La mujer pecho debe tener mucho cuidado en no convertirse en un mero chunche. Hay hombres (¡nunca faltan!) que la agarran como almohadón; hombres que, cuando viajan, creen que esta mujer es el más mullido respaldo de asiento.
Los hombres confunden todo. Por esto, en medio del aletargamiento de la confusión, creen que toda mujer reencarnará en vaca y agarran sus tetas como si sólo fueran productoras de leche. De igual manera hay algunos tipos (¡Dios mío!) que creen que su entrepierna tiene la brasa del fogón y entonces deciden hacer pan y a la pobre mujer le dan una amasada que ni en tiempos de rosca de reyes.
“¿Por qué tienes los ojos tan grandes?”, preguntan los niños bonitos a la mujer pecho que, sin recato, muestra sus atributos como si fuese “La chiquitibum”. Ella entrecierra sus ojos verdaderos, se moja los labios con un movimiento de lengua y dice: “Para mirarte mejor”, en el instante que apaga la luz.
Claro, como todo en la vida, la mujer pecho tiene diferentes personalidades, por lo que estudiosos del carácter femenino han realizado una tipología. Acá damos a conocer algunas de estos caracteres: La Mujer Pecho Semana Santa es aquella que su areola tiene las características de una corona de espinas y su amante pasa cuarenta días y cuarenta noches en su desierto; la Mujer Pecho Torre de Pisa es aquella que tiene las mamas tan grandes que cuando camina parece que se irá de lado y terminará rodando en el suelo; la Mujer Pecho Menú de Restaurante es aquella que, dependiendo de la temporada, tiene pezones al dente; La Mujer Pecho Juan Ruiz de Alarcón es aquella que tiene el privilegio de tener los pechos privilegiados; la Mujer Pecho Polo Norte es aquella que acoge a su amado como si su seno fuera un iglú para el hielo; y la Mujer Pecho Heroína de la Independencia es aquella que en todas las habitaciones y con todos los hombres se cree un busto.
Su árbol genealógico la emparenta con Eva y con la Madre de Cristo, con Lilith y con La Mujer Relámpago, con La Llorona y con La Vía Láctea. Así como es madre de todos los hombres del mundo, también es madrastra de todas las mujeres. Por esto nunca falta aquella que se enamora de ella.
A veces divido el mundo en dos. Mañana lo dividiré en: mujeres que son como un currículum vitae y mujeres que se pasan la vitae dando el currículum.