La noticia es simple: "Hay agua en Marte".
La NASA está cumpliendo cincuenta años de vida. Cincuenta años de obsesión por investigar lo que hay "en el traspatio de nuestra casa".
Y ahora resulta que ¡hay indicios de agua en Marte!
La ciencia y la tecnología han tenido avances sorprendentes en estos últimos cincuenta años.
El hombre llegó a la luna en la década del sesenta. Prodigio de esos tiempos.
El otro día le pregunté al maestro Temo (maestro que me dio clases en secundaria) si imaginó en su juventud vivir, en algún momento, algo como este chunche: El Internet. Me confesó que nunca lo imaginó. Yo, un poco más joven que el maestro Temo, confieso que tampoco imaginé hace veinte años tener esta herramienta al alcance de mi mano.
No obstante estas maravillas tecnológicas no me maravilla los descubrimientos de la NASA.
Siempre he pensado que "estamos en pañales" respecto a la magnitud del universo.
La noticia de que haya indicios de agua en algún planeta ¡no es noticia!
Todas las mañanas pienso en algo que leí hace muchos años en un libro de Carl Sagan: "El universo está formado por cientos de miles de millones de estrellas". Se escribe sin mayor dificultad, se lee de igual manera, pero basta un segundo para darse cuenta de la inmensidad de la afirmación: ¡Cientos de miles de millones de estrellas! ¡Es tan simple como decir que Dios es infinito!
¿Hay agua en Marte?
¡Esto no es noticia!
La noticia hubiese sido lo contrario.
Si un día la NASA nos revela que ¡hay vida extraterrestre! diré lo mismo que digo hoy: ¡eso no es noticia!
La noticia sería que la NASA revelara que en esos cientos de miles de millones de estrellas ¡no hay vida! Esto sí sería noticia.
¿Los terrestres somos los únicos seres en el universo? ¡Pucha, qué soberbios, qué bobos!
Buen día a mis lectores.