lunes, 4 de agosto de 2008

Comitecos para siempre

Dentro de las actividades de la Expo Feria Comitán 2008 ayer se celebró el "Desayuno de la amistad. Coloquio entre comitecos residentes en Tuxtla y Comitán".
En el restaurante Villa Victoria (un sitio privilegiado por la belleza del entorno) concurrió un grupo de comitecos para, como dijo el presidente municipal de Comitán, "compartir el pan y la sal".
Todos compartimos más, el pan y la sal fueron símbolo de reencuentro. Queda demostrado que el pan (ya lo dijo la cita bíblica) se multiplica cuando hombres de buena voluntad se reúnen y comparten lo que tienen.
Conozco gente que vive en pueblos diferentes a sus lugares de origen ¡y vive bien! Esa gente se adapta y adopta esas tierras que les señaló el destino. Pero no todo mundo es así, de manera especial ¡los comitecos no somos así! Los comitecos no entendemos más destino que vivir al cobijo de la luz de este pueblo.
Los cositías que viven lejos de la tierra tienen un resquicio en la mente y en el corazón, por ese hueco se filtra la línea de la nostalgia. Los que viven lejos (por la razón que sea), piensan de vez en vez, de rato en rato, en estos cielos, en estos aires. ¿Qué tiene este pueblo que nos contagia para bien de esta manera? ¡No lo sé!
Hay miles de pueblos más hermosos, miles de sociedades más originales y, sin embargo, los nativos de estos pueblos no se bañan en las aguas benditas donde nos bañamos los comitecos.
¿Qué prodigio inflama este pueblo? No lo sé.