jueves, 18 de septiembre de 2008

Arráncame la vida

Carmen Aristegui le preguntó a Ángeles Mastretta: Los espectadores ¿qué encontraremos en la película basada en tu novela "Arráncame la vida"? La autora poblana no dudó, dijo: "México".
Ángeles agregó que, gracias al cine, conocemos Nueva York mucho más que México.
Tal vez Ángeles quiso decirnos que conocemos más de Estados Unidos ya que de México. Los mexicanos estamos perdiendo poco a poco nuestra identidad. Los nuevos conquistadores económicos se están llevando todas nuestras riquezas. Nos están dejando las "cuentas de vidrio" y nos estamos deslumbrando.
Los mexicanos no nos damos cuenta que nos están "arrancando la vida", porque al despojarnos de lo propio nos dejan en el completo desamparo.
Y, bueno, los comitecos no nos quedamos a la zaga.
Anoche, después de una reunión con catedráticos de la Universidad Mariano N. Ruiz, pasé a la Casa Museo Dr. Belisario Domínguez. Recordé que el Grupo Editorial Entretejas desarrolla una serie de Foros, los días miércoles. Caminé con gusto el trayecto de la Universidad hacia el Museo. La noche era fresca.
¿Saben cuántas personas acudieron anoche al Foro acerca de la salud? ¡Cuatro únicamente! Una de estas cuatro personas era la ponente y la otra persona era la organizadora.
Los Foros tienen la intención de reflexionar acerca de temas que interesan a la comunidad. Sin embargo, esta asistencia mínima es decepcionante. No decepcionante para el organizador (es necesario y posible sembrar árboles en medio del desierto), sino decepcionante para una sociedad que, poco a poco, está perdiendo su identidad.
¿Cómo es posible que en una ciudad de más de cien mil habitantes no haya un grupo mínimo interesado en reflexionar en la cosa común?
Nos están arrancando la vida y no nos estamos dando cuenta de la tragedia.