"Sufro como perro cuando leo la prensa". Cualquiera podría decir que esta declaración corresponde a cualquier comiteco lector de periódicos, pero ¡no! Lo anterior lo dijo Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura. Es decir, la pobreza en medios de comunicación es un fenómeno global.
La prensa escrita, de manera especial, sufre graves carencias. Muchos periodistas no son lectores voraces. Esto les impide llegar a poseer un léxico más o menos aceptable; les impide escribir con cierto decoro.
Además, los editores sólo andan "tras la chuleta". Antes que defender las causas populares les importa defender su causa personal.
Ahora que ando por Comitán me ha tocado conocer a dos o tres periodistas. Los dos o tres que he conocido se comportan como si realmente poseyeran la verdad, como si su palabra fuera infalible, como si todos los demás mortales fuéramos simple hierba en despoblado. Les he visto una soberbia inflada en la creencia más abyecta: se creen poderosos. Y no hay cosa más grave que el poder en manos de gente soberbia.
Que ni se preocupe Gabo, la mayoría de lectores de este país nos sentimos como chuchos cada vez que leemos los periódicos.