jueves, 4 de septiembre de 2008

La chuleta

Campero -que es apellido de un afecto- escribió un comentario. Lo hizo después que escribí el textillo donde aparece la declaración de Gabriel García Márquez: "Sufro como perro cuando leo la prensa".
Campero escribió lo siguiente:

Estimado Alejandro, nuestros "reporteros estrellas" que tenemos en nuestros medios de comunicación son ciertamente aves de rapiña, que cada mes llegan a recibir lo que les da de comer su patrón en turno. Me pregunto cuando alguno de ellos ha realizado una sola investigación periodistica, donde pongan su capacidad periodistica a prueba, donde demuestren su compromiso con la verdad y con su pueblo??? Tenemos periodistas o solo tenemos hienas de la comunicación??? Campero.

Campero se refiere a dos situaciones específicas: la falta de rigor periodístico y lo que en el argot se denomina "chayote" o "cochupo" (es decir, una cierta cantidad de dinero que el gobierno destina).
¿Cómo sobrevive un medio de comunicación nacional? En el país sobrevive a través de tres vías: la publicidad comercial, la publicidad oficial y la venta.
De los tres recursos, el más directo e inmediato es el de la venta, pero asimismo es el más raquítico. En Chiapas no existen estadísticas exactas pero los periódicos más importantes a nivel estatal no alcanzan a vender ni veinte mil ejemplares diarios (y me fui muy arriba. Pongo un ejemplo: una vez el director de un diario muy importante -La Voz del Sureste- me confesó que, proporcionalmente, vendía más periódicos en Comitán que en Tuxtla, y la cifra que me reveló no era para impresionar a nadie).
Así pues, las dos vías restantes son las que más recursos aportan a los periódicos. ¿Es una obviedad hacer la pregunta de cuál de los dos canales aporta más? No existe un solo periódico en el país que no se financie a través de la publicidad comercial y de la publicidad del gobierno.
Así pues cada mes los gobiernos municipales, estatales y federal pagan facturas. Hasta acá no veo ninguna práctica deshonesta. Si la paga de los lectores no hace autofinanciable un proyecto editorial es necesario acudir a los otros canales para allegarse de recursos.
¿En dónde se convierte una práctica deshonesta? En el instante en que un periodista (sin ofrecer ningún tipo de publicidad, sino solamente la promesa llena de lodo que conlleva: "Si me pagas no te pego") chantajea a los funcionarios que caen en el juego porque saben que ellos también realizan prácticas sucias.
Cuando leo comentarios en el sentido de que tal periódico recibe una determinada cantidad de dinero pienso que eso no está denunciando ninguna práctica deshonesta. Insisto, los periódicos de todo México ¡viven de vender publicidad oficial! (los periódicos que, de pronto -por alguna u otra razón no están en la gracia del gobernante en turno- sufren aquéllo de que les "levantan la charola", cierran de inmediato porque comienzan a trabajar en números rojos). En el país no existe un solo caso como el New York Times que pervive -no por la gracia del dinero del gobierno- sino por los otros dos canales ya mencionados.
El "cochupo" se puede eliminar perfectamente. ¿Desde dónde? Desde la propia dirección del medio. Cuando en el contrato aparece una cláusula que indica la prohibición de esa práctica deshonesta, es muy difícil que los gobiernos caigan en dicho chantaje. Es bueno que el gobierno destine publicidad oficial a los medios para que éstos sobrevivan (siempre y cuando el medio ofrezca un mínimo de eso que Campero demanda: "investigación periodística"; es decir, decoro en la práctica del oficio).