lunes, 27 de mayo de 2013



LECTURA DE UNA FOTOGRAFÍA QUE ES COMO UN CUENTO

Su biografía (falsa) dice que nació en Tuxtla Gutiérrez. ¡Eso es una ficción! Laco (creador del Laconismo) nació en Laconia. El otro día llegó a Comitán. Laco lacónico cónico y cúbico, cuadrángulo de la palabra. Llegó para decir que por ser Zepeda ¡es Jolote! Jolote es un apodo comiteco que tienen todos los que llevan el apellido Zepeda. Entonces él es Lacojolote, ajolote de Xochimilco, Copilco, oriundo de Laconia, ajolote primo de cronopio. Lacónico cónico y cúbico suelta las palabras como si fuesen paquebotes en rebotes. Ah, cómo brinca la palabra en su boca, en su pico de jolote, en su tsijnij. La palabra, dijera Paz, rebota en los muros de frontón, en los tzompantlis. Laco trepa, baja, como si su única misión en el mundo fuera alborotar el gallinero (guajolotenero) corre de un lado a otro del cerco y aúlla, porque también viejo lobo de mar al mar, aúlla sin que haya luna de una. Ah, cómo alborota el galliguajolotenero. Cómo se alborotan los muchachos y las muchachas, cuando la palabra de Laco lacónico hipersónico juega en sus galaxias, en sus aros de Saturno, Neptuno, uno por uno.
Laco llegó y convocó a cientos de estudiantes, de los de ahora, no de los de antes. Lacojolote ya usa bastón, que tiene la veta de un ciempiés, por esto, algunos televisos creen que Laco es Tío Filito “cuando digo que no hablo es porque ¡no hablo!”; pero Lacofilo habló en Comitán, ¡habló mucho y bien! No cualquiera mantiene atento a un auditorio universitario durante una hora. Lacoviento ¡viento! ¡viento!, invocó al ídem, guardián de Balún Canán, según el decir de la nana de la niña protagonista de Balún Canán, y desarmó las lianas del aire, del fuego, del agua y de la tierra. Laco llegó sin Elva. Elvasolo Abasolo por las calles de Comitán, Balún, cachún cachún. Se apoya en el bastón (bordón, dirían en Comitán) y quienes lo ven dicen: “ya se mira cansadito, el maestro”, pero él no camina, vuela, vuela en el ala de la palabra abracadabra y las teje al vuelo y, como en telar de cintura, pura anchura, Laco lacónico hipersónico, ¡qué arrechura! Jolote que no se raja en el primer Día de Acción de Gracias, porque sus “gracias” son muchas, tantas que no alcanza el corazón para pepenar todas sus palabras, por esto, cuando Laco habla parece que el cielo borda estrellas en el suelo, en el vuelo.
¿Laco ajolote? ¿Ajo? ¿Olote? ¿Otelo? “Ya se mira cansadito”, dijo el hombre. ¿Se mira? Él nunca se mira. En esta ocasión ve hacia donde estaba el de la cámara. Él, Sentado al lado de alguien, con su chamarra azul y su bastón que tiene “mango” de ciempiés, con veta de tigre de Bengala, de gala, galán, Laco patatín patatán, los maderos de San Juan, piden agua, no les dan. Es Laco Lacónico pidiendo viento, ¡viento! Él es viento, viento que levanta polvo, que desoxida las bisagras del aire. Laco sentado en una butaca del auditorio Roberto Cordero Citalán en Comitán, tan, tan. Laco sonriendo, con sonrisa de tuiter, de no más de ciento cuarenta caracteres.
Lacojolote, Lacomitán. Dicen que nació en Tuxtla. ¡Mentira! Laco es de Laconia, por eso, aún, la palabra exacta. Quiere ganas mantener atento un auditorio pleno de jóvenes durante una hora, quiere ganas. Sólo algunos, tal vez Lacorazón de melón, uno de los cuentistas y cuenteros más relevantes de habla hispana cuando le gana la gana. Laconsentido de muchos; Lacornucopia de antaño, sin engaño; Lacostera del mar al amar sin desparramar. Laco estuvo en Comitán y quienes lo vieron y escucharon coincidieron: es agua, es fuego, es tierra, ¡viento es!